Sábado 15 de noviembre de 1997. 18 hs. Hall de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (48 e/6 y 7).
EL LEGADO DEL CHE EN LA ACTUALIDAD.
Guillermo Cieza, Vicente Zito Lema, José López Mercao.
Manuel Gaggero:
(Explica las ausencias de Hebe de Bonafini y de un representante del Movimiento Sin Tierra de Brasil).
Están con nosotros José López Mercao, representante del Movimiento Tupamaros, y Guillermo Cieza, coordinador de esta Cátedra. Esperamos también que llegue Vicente Zito Lema. Ésta es la última clase de este período, es la última clase de la Cátedra de este año, por eso tiene un símbolo muy especial porque, además de ser un momento para reflexionar acerca del legado del Che en la actualidad, también va a servir para hacer una especie de balance de lo que ha sido la Cátedra a lo largo de todos los módulos, y además para que ustedes también nos acompañen con sus reflexiones en este balance. Por eso es que al final de la exposición de los docentes invitados le vamos a pedir a quien quiera hablar que nos pida la palabra, para decir qué nos pueden aportar para mejorar esta experiencia, sin duda, francamente innovadora de esta Cátedra del pensamiento político de Ernesto Che Guevara.
Bueno, yo los dejo con Guillermo Cieza, coordinador de esta Cátedra y uno de los que ha sido de los mentores de este proceso. Los dejo con él.
(Explica las ausencias de Hebe de Bonafini y de un representante del Movimiento Sin Tierra de Brasil).
Están con nosotros José López Mercao, representante del Movimiento Tupamaros, y Guillermo Cieza, coordinador de esta Cátedra. Esperamos también que llegue Vicente Zito Lema. Ésta es la última clase de este período, es la última clase de la Cátedra de este año, por eso tiene un símbolo muy especial porque, además de ser un momento para reflexionar acerca del legado del Che en la actualidad, también va a servir para hacer una especie de balance de lo que ha sido la Cátedra a lo largo de todos los módulos, y además para que ustedes también nos acompañen con sus reflexiones en este balance. Por eso es que al final de la exposición de los docentes invitados le vamos a pedir a quien quiera hablar que nos pida la palabra, para decir qué nos pueden aportar para mejorar esta experiencia, sin duda, francamente innovadora de esta Cátedra del pensamiento político de Ernesto Che Guevara.
Bueno, yo los dejo con Guillermo Cieza, coordinador de esta Cátedra y uno de los que ha sido de los mentores de este proceso. Los dejo con él.
Guillermo Cieza:
Creo que me parece importante empezar diciendo que el legado del Che es un renovado desafío. Hace unos años, unos cuantos años, para los compañeros de nuestra generación, nosotros andábamos buscando caminos para luchar contra la explotación, contra la miseria, por la liberación del país, y en aquel momento la experiencia cubana y la figura y el ejemplo del Che, la vida y la muerte del Che nos planteó un desafío, un enorme desafío. La experiencia cubana nos estaba planteando (que la posibilidad de construcción del socialismo) no era algo que tendríamos que esperar muchos años. No eran cosas que pasaban en Europa o en Asia, sino que se podían hacer acá mismo en América Latina, como lo habían hecho los cubanos en las barbas mismas del imperialismo. El ejemplo del Che nos planteaba, además de la posibilidad de construcción del socialismo, además de hablarnos del hombre nuevo, nos estaba planteando un camino para hacer esa revolución. Y ese camino era el camino de la organización de la lucha armada. Y el Che no nos decía anímense y vayan. Él vino primero, él se arremangó, él fue el primero en ponerle el cuerpo a su decisión. Treinta años después, recuperar al Che significa volver a renovar ese desafío.
Yo me imagino que si el Che estuviera en esta Cátedra, lo primero que plantearía si le daríamos la oportunidad de cerrarla, sería decir y bueno, todo eso que hemos aprendido, si algo quedó, para qué lo vamos a utilizar. ¿Lo vamos a utilizar para poner un certificado en una pared, como hacen los abogados o los médicos para impresionar a los clientes; lo vamos a utilizar como información para acumularlo en la biblioteca de la memoria, y algún día sacarlo a relucir para impresionar a alguien; o lo vamos a utilizar para hacer algo práctico?. Eso creo que es lo primero que nos diría el Che. Porque volver al Che es replantear cuestiones teóricas pero también vincularlas con el hacer, con el compromiso, con el ponerle cuerpo a las ideas.
Y pensando en hacer qué. Creo que tenemos que hablar claro sobre algunos temas. Por ejemplo, con respecto a la organización de la lucha armada. En aquellos años era un camino. Y fue tan así que los mejores compañeros de mi generación, los mejores escritores, los mejores intelectuales, los mejores dirigentes obreros, los mejores pensadores, los mejores estudiantes, nuestros mejores jóvenes, tomaron ese camino. Pero hoy la lucha armada es un camino incierto. Y esto es a partir de la nueva correlación de fuerzas que está planteada en el mundo. Y esto no lo digo yo, lo dicen compañeros con autoridad suficiente, como son los compañeros guatemaltecos que, después de pelear 40 años, hoy plantean un repliegue ordenado. Lo dicen los compañeros del MRTA, que asaltaron la Embajada de Japón planteando la posibilidad de una salida política. Lo dicen los compañeros de las FARC, también con 40 años con las armas en la mano, que priorizan las soluciones políticas.
Pensando en hacer qué. También tendríamos que reflexionar sobre las posibilidades de hacer revoluciones en lo inmediato. Hace 20 ó 30 años veíamos a la revolución a la puerta de la esquina. Y hace unos años, en el año 93, me acuerdo en el Foro de San Pablo, en La Habana, lo escuché decir a Fidel: va a ser difícil que se hagan revoluciones en Latinoamérica, por lo menos en este siglo. Y a lo mejor porque nos vio la cara a todos los que estábamos ahí dijo completando: y yo de esto de hacer revoluciones algo sé. Creo que estas cosas las tenemos que empezar a discutir.
Entonces, creo que el desafío que hoy nos plantea el Che es, en primer lugar, ser herejes del Che, de un Che mitificado. Porque las revoluciones, y alguien lo planteó desde esta Cátedra, las hicieron los grandes herejes. Lenin fue un hereje de Marx convertido en religión. Fidel fue un hereje de Lenin momificado. Creo que nosotros tenemos que ser herejes del Che mitificado.
Creo que son tiempos de lucha política, no de lucha armada. Son tiempos en que a lo mejor los objetivos inmediatos, los programas inmediatos van a tener con reivindicaciones más elementales, reivindicaciones que, a lo mejor, podemos juzgar como democráticas, pero son tiempos que a partir de estas cuestiones que están determinadas por el marco externo no podemos renunciar ni a la revolución ni al socialismo.
Yo lamento enormemente la ausencia de los compañeros del Movimiento Sin Tierra, que pueden hablar bastante con respecto a estas cuestiones. Los compañeros del Movimiento Sin Tierra han demostrado que a lo mejor no se puede tomar inmediatamente el poder en Brasil, pero sí se pueden tomar seis millones de hectáreas. Lamento, también, la ausencia de las Madres de Plaza de Mayo, que han podido tomar la Plaza de Mayo desde hace años. Pero volviendo a los compañeros del Movimiento Sin Tierra, les decía que no solamente han tomado seis millones de hectáreas en el marco de reformas o de planteos que podríamos decir hasta reformas burguesas, como es la reforma agraria, sino que están planteando una construcción con una perspectiva socialista. Entonces, no es más revolucionario el que repite todos los días "socialismo, socialismo", "revolución, revolución", sino quien en la práctica cotidiana demuestra que está construyendo con una perspectiva socialista, quien cotidianamente está trabajando por una revolución. Yo creo que, entonces, el problema central de estos tiempos, y eso tiene que ver con la herencia del Che, es la construcción de poder popular. La construcción de dar respuesta a los grandes problemas que tiene la humanidad, a los grandes problemas que tiene nuestro país. Problemas como el hambre, problemas como la miseria, problemas como la exclusión del derecho elemental de trabajar, problemas como la fragmentación que produce la droga, utilizada como control social, problemas como son los enfrentamientos entre víctimas. En la organización de poder popular, en la actitud cotidiana estamos acercando, estamos trabajando desde una perspectiva revolucionaria.
Y en particular, yo quería hablar un poco de los jóvenes que andan buscando al Che. Al Che se lo encuentra, entiendo yo, en el compromiso con el dolor ajeno. Pero, además, un compromiso con el dolor ajeno que además se completa con la construcción de herramientas para cambiar esta situación. La rebeldía individual es un signo de salud, pero la rebeldía individual no da ninguna posibilidad de transformación. Eso lo entendía el Che. El Che sabía que la salida era colectiva. El Che entendía que la gente se cambiaba haciendo cosas con otra gente. El Che creía en la posibilidad de forjar en la lucha y con compañeros en colectivos hombres y mujeres nuevas.
Y a veces para descalificarlo se ha dicho que el Che era un romántico. Yo no entraría en ese debate. Yo creo que a lo mejor el Che era romántico porque le gustaban las mujeres, está comprobado. Pero desde el punto de vista político, desde el punto de vista de su construcción, el Che no era un romántico. El Che era absolutamente realista. El Che estaba planteando la posibilidad de un hombre nuevo porque él mismo era un hombre nuevo, él mismo se había hecho un hombre nuevo. Quienes lo conocieron cuando inició ese largo viaje por América Latina, gente que lo conoció decía del Che, yo tuve suerte de conocer a gente que lo conocía, decía el Che cuando era pibe era un pechito frío. Y ese muchacho, con algunas inquietudes sociales, de una familia acomodada, de un hogar antiperonista, empieza a caminar Latinoamérica, y vuelve muchos años después transformado en un revolucionario completo que quiere convertir a los Andes en la Sierra Maestra de América Latina. Entonces no estaba hablando de cosas idealistas, no estaba hablando de cosas románticas, estaba hablando de realidades. Cuando el Che apostaba a los estímulos morales, cuando decía que el mayor capital de una revolución no eran los tipos que controlaba el partido sino los hombres y las mujeres nuevas que tenían, no eran cuestiones románticas. Se tuvo que caer la Unión Soviética y las construcciones burocráticas del socialismo para demostrarse que el Che tenía razón, que el gran capital de una revolución son siempre los hombres y mujeres nuevas, todos aquellos dispuestos a renovar sacrificios, a renovar esfuerzos para que esa revolución no se caiga.
Yo finalmente quisiera terminar con una imagen de Guevara acorralado, acorralado por el asma, por los rangers, por el hambre, y una decisión de seguir peleando hasta el final. Qué parecida esa decisión a la de nuestros compañeros, a los que conocimos, a los que fueron contemporáneos. Qué parecida decisión a la de Raúl Sendic, y acá hay un compañero del MLN. Qué parecida a la de Santucho, a la del Negro Sabino Navarro, a la de Norma Arrostito, a la de Raimundo Villaflor, a la del Gordo Enrique Ardetti, a la de Carlos Olmedo, a la de tantos compañeros de los que tenemos hoy, y que a veces cuando nombramos decimos los 30.000 desaparecidos. Yo creo que ahí también, hablar del Che y del legado del Che y no hablar de esos compañeros es una injusticia.
Yo finalmente quería cerrar diciendo que ponerle el cuerpo a las ideas, hoy, es comprometerse en la construcción de poder popular. Comprometerse en la construcción de perspectivas masivas, experimentos sociales de proyección socialista, aquí y ahora, comprometerse con consignas tan simples como que en un país como el nuestro, planteado como un gran productor de alimentos, ningún argentino pase hambre. Comprometerse en consignas tan simples como que a nuestros jóvenes no los sigan haciendo mierda con la droga y con la policía. Yo creo que esos compromisos y esas construcciones nos van a acercar a los tiempos de la justicia, que son, además, los tiempos de la memoria, los tiempos de aquellos compañeros que nos están esperando, porque un día nos dijeron el día que ganen acuérdense de nosotros.
Creo que me parece importante empezar diciendo que el legado del Che es un renovado desafío. Hace unos años, unos cuantos años, para los compañeros de nuestra generación, nosotros andábamos buscando caminos para luchar contra la explotación, contra la miseria, por la liberación del país, y en aquel momento la experiencia cubana y la figura y el ejemplo del Che, la vida y la muerte del Che nos planteó un desafío, un enorme desafío. La experiencia cubana nos estaba planteando (que la posibilidad de construcción del socialismo) no era algo que tendríamos que esperar muchos años. No eran cosas que pasaban en Europa o en Asia, sino que se podían hacer acá mismo en América Latina, como lo habían hecho los cubanos en las barbas mismas del imperialismo. El ejemplo del Che nos planteaba, además de la posibilidad de construcción del socialismo, además de hablarnos del hombre nuevo, nos estaba planteando un camino para hacer esa revolución. Y ese camino era el camino de la organización de la lucha armada. Y el Che no nos decía anímense y vayan. Él vino primero, él se arremangó, él fue el primero en ponerle el cuerpo a su decisión. Treinta años después, recuperar al Che significa volver a renovar ese desafío.
Yo me imagino que si el Che estuviera en esta Cátedra, lo primero que plantearía si le daríamos la oportunidad de cerrarla, sería decir y bueno, todo eso que hemos aprendido, si algo quedó, para qué lo vamos a utilizar. ¿Lo vamos a utilizar para poner un certificado en una pared, como hacen los abogados o los médicos para impresionar a los clientes; lo vamos a utilizar como información para acumularlo en la biblioteca de la memoria, y algún día sacarlo a relucir para impresionar a alguien; o lo vamos a utilizar para hacer algo práctico?. Eso creo que es lo primero que nos diría el Che. Porque volver al Che es replantear cuestiones teóricas pero también vincularlas con el hacer, con el compromiso, con el ponerle cuerpo a las ideas.
Y pensando en hacer qué. Creo que tenemos que hablar claro sobre algunos temas. Por ejemplo, con respecto a la organización de la lucha armada. En aquellos años era un camino. Y fue tan así que los mejores compañeros de mi generación, los mejores escritores, los mejores intelectuales, los mejores dirigentes obreros, los mejores pensadores, los mejores estudiantes, nuestros mejores jóvenes, tomaron ese camino. Pero hoy la lucha armada es un camino incierto. Y esto es a partir de la nueva correlación de fuerzas que está planteada en el mundo. Y esto no lo digo yo, lo dicen compañeros con autoridad suficiente, como son los compañeros guatemaltecos que, después de pelear 40 años, hoy plantean un repliegue ordenado. Lo dicen los compañeros del MRTA, que asaltaron la Embajada de Japón planteando la posibilidad de una salida política. Lo dicen los compañeros de las FARC, también con 40 años con las armas en la mano, que priorizan las soluciones políticas.
Pensando en hacer qué. También tendríamos que reflexionar sobre las posibilidades de hacer revoluciones en lo inmediato. Hace 20 ó 30 años veíamos a la revolución a la puerta de la esquina. Y hace unos años, en el año 93, me acuerdo en el Foro de San Pablo, en La Habana, lo escuché decir a Fidel: va a ser difícil que se hagan revoluciones en Latinoamérica, por lo menos en este siglo. Y a lo mejor porque nos vio la cara a todos los que estábamos ahí dijo completando: y yo de esto de hacer revoluciones algo sé. Creo que estas cosas las tenemos que empezar a discutir.
Entonces, creo que el desafío que hoy nos plantea el Che es, en primer lugar, ser herejes del Che, de un Che mitificado. Porque las revoluciones, y alguien lo planteó desde esta Cátedra, las hicieron los grandes herejes. Lenin fue un hereje de Marx convertido en religión. Fidel fue un hereje de Lenin momificado. Creo que nosotros tenemos que ser herejes del Che mitificado.
Creo que son tiempos de lucha política, no de lucha armada. Son tiempos en que a lo mejor los objetivos inmediatos, los programas inmediatos van a tener con reivindicaciones más elementales, reivindicaciones que, a lo mejor, podemos juzgar como democráticas, pero son tiempos que a partir de estas cuestiones que están determinadas por el marco externo no podemos renunciar ni a la revolución ni al socialismo.
Yo lamento enormemente la ausencia de los compañeros del Movimiento Sin Tierra, que pueden hablar bastante con respecto a estas cuestiones. Los compañeros del Movimiento Sin Tierra han demostrado que a lo mejor no se puede tomar inmediatamente el poder en Brasil, pero sí se pueden tomar seis millones de hectáreas. Lamento, también, la ausencia de las Madres de Plaza de Mayo, que han podido tomar la Plaza de Mayo desde hace años. Pero volviendo a los compañeros del Movimiento Sin Tierra, les decía que no solamente han tomado seis millones de hectáreas en el marco de reformas o de planteos que podríamos decir hasta reformas burguesas, como es la reforma agraria, sino que están planteando una construcción con una perspectiva socialista. Entonces, no es más revolucionario el que repite todos los días "socialismo, socialismo", "revolución, revolución", sino quien en la práctica cotidiana demuestra que está construyendo con una perspectiva socialista, quien cotidianamente está trabajando por una revolución. Yo creo que, entonces, el problema central de estos tiempos, y eso tiene que ver con la herencia del Che, es la construcción de poder popular. La construcción de dar respuesta a los grandes problemas que tiene la humanidad, a los grandes problemas que tiene nuestro país. Problemas como el hambre, problemas como la miseria, problemas como la exclusión del derecho elemental de trabajar, problemas como la fragmentación que produce la droga, utilizada como control social, problemas como son los enfrentamientos entre víctimas. En la organización de poder popular, en la actitud cotidiana estamos acercando, estamos trabajando desde una perspectiva revolucionaria.
Y en particular, yo quería hablar un poco de los jóvenes que andan buscando al Che. Al Che se lo encuentra, entiendo yo, en el compromiso con el dolor ajeno. Pero, además, un compromiso con el dolor ajeno que además se completa con la construcción de herramientas para cambiar esta situación. La rebeldía individual es un signo de salud, pero la rebeldía individual no da ninguna posibilidad de transformación. Eso lo entendía el Che. El Che sabía que la salida era colectiva. El Che entendía que la gente se cambiaba haciendo cosas con otra gente. El Che creía en la posibilidad de forjar en la lucha y con compañeros en colectivos hombres y mujeres nuevas.
Y a veces para descalificarlo se ha dicho que el Che era un romántico. Yo no entraría en ese debate. Yo creo que a lo mejor el Che era romántico porque le gustaban las mujeres, está comprobado. Pero desde el punto de vista político, desde el punto de vista de su construcción, el Che no era un romántico. El Che era absolutamente realista. El Che estaba planteando la posibilidad de un hombre nuevo porque él mismo era un hombre nuevo, él mismo se había hecho un hombre nuevo. Quienes lo conocieron cuando inició ese largo viaje por América Latina, gente que lo conoció decía del Che, yo tuve suerte de conocer a gente que lo conocía, decía el Che cuando era pibe era un pechito frío. Y ese muchacho, con algunas inquietudes sociales, de una familia acomodada, de un hogar antiperonista, empieza a caminar Latinoamérica, y vuelve muchos años después transformado en un revolucionario completo que quiere convertir a los Andes en la Sierra Maestra de América Latina. Entonces no estaba hablando de cosas idealistas, no estaba hablando de cosas románticas, estaba hablando de realidades. Cuando el Che apostaba a los estímulos morales, cuando decía que el mayor capital de una revolución no eran los tipos que controlaba el partido sino los hombres y las mujeres nuevas que tenían, no eran cuestiones románticas. Se tuvo que caer la Unión Soviética y las construcciones burocráticas del socialismo para demostrarse que el Che tenía razón, que el gran capital de una revolución son siempre los hombres y mujeres nuevas, todos aquellos dispuestos a renovar sacrificios, a renovar esfuerzos para que esa revolución no se caiga.
Yo finalmente quisiera terminar con una imagen de Guevara acorralado, acorralado por el asma, por los rangers, por el hambre, y una decisión de seguir peleando hasta el final. Qué parecida esa decisión a la de nuestros compañeros, a los que conocimos, a los que fueron contemporáneos. Qué parecida decisión a la de Raúl Sendic, y acá hay un compañero del MLN. Qué parecida a la de Santucho, a la del Negro Sabino Navarro, a la de Norma Arrostito, a la de Raimundo Villaflor, a la del Gordo Enrique Ardetti, a la de Carlos Olmedo, a la de tantos compañeros de los que tenemos hoy, y que a veces cuando nombramos decimos los 30.000 desaparecidos. Yo creo que ahí también, hablar del Che y del legado del Che y no hablar de esos compañeros es una injusticia.
Yo finalmente quería cerrar diciendo que ponerle el cuerpo a las ideas, hoy, es comprometerse en la construcción de poder popular. Comprometerse en la construcción de perspectivas masivas, experimentos sociales de proyección socialista, aquí y ahora, comprometerse con consignas tan simples como que en un país como el nuestro, planteado como un gran productor de alimentos, ningún argentino pase hambre. Comprometerse en consignas tan simples como que a nuestros jóvenes no los sigan haciendo mierda con la droga y con la policía. Yo creo que esos compromisos y esas construcciones nos van a acercar a los tiempos de la justicia, que son, además, los tiempos de la memoria, los tiempos de aquellos compañeros que nos están esperando, porque un día nos dijeron el día que ganen acuérdense de nosotros.
M. Gaggero:
Bueno, siguiendo el orden de la clase de hoy nos va a hablar Vicente Zito Lema sobre una reflexión del legado del Che, y del Che desde el lugar de la literatura, de la poesía. Nos va a contar de un libro que acaba de editar.
Bueno, siguiendo el orden de la clase de hoy nos va a hablar Vicente Zito Lema sobre una reflexión del legado del Che, y del Che desde el lugar de la literatura, de la poesía. Nos va a contar de un libro que acaba de editar.
Vicente Zito Lema:
Buenas tardes. Es cierto, estoy aquí a partir de que acaba de aparecer mi último libro, que precisamente se llama La palabra en acción de Ernesto Che Guevara. Es un análisis, una investigación que yo he hecho tratando de encontrar otro plano en esa enorme cantidad de planos que formaron la realidad de Ernesto Guevara. Hablo sobre el plano de la literatura y, diría, específicamente sobre el plano de la poesía. Porque aunque algunos todavía no lo conozcan, Ernesto Guevara escribía poesía desde muy joven hasta que murió. A tal punto que cuando muere lleva el manuscrito de un poema que había escrito Neruda, Farewell, hasta siempre, y un poema que había escrito él. Y a partir de aquí intentaré reflexionar sobre lo que, en definitiva, constituye para mí el fin de lo que he investigado. Y es animarme a decir que la gran construcción de Guevara fue él. Que él logró en una especie de unidad fundante entre ética y estética construirse como si fuera su propio padre y su propia madre.
Y a la par de esto, y con el enorme cariño que siento con mi compañero de tantos años, Guillermo Cieza, aquí nos conocemos todos de muchos años, y no con ánimo de polémica sino de complementar, quisiera referirme a dos conceptos que expuso Guillermo y que, de alguna forma, están conectadas con la investigación que terminó en mi libro. Uno es el tema del romanticismo en Guevara. Porque si yo les cuento que lo que quiero demostrar es que quizá, por sobre todo, Ernesto Guevara fue un poeta, la revisión directa al romanticismo se torna insoslayable para todos. Y aquí también quisiera entonces, y sin ánimo de convertir esto en lo que es mi clase aquí en la Universidad de La Plata sobre ética y estética, sino simplemente con toda fraternidad, de compartir una inquietud que siempre me despertó: por un lado, lo que está detrás del término poesía, por otra parte, lo que está detrás del término romanticismo y, por otra parte, lo que podríamos llamar qué fue para Guevara la lucha armada, qué tipo de acción implica ello.
Desde la poesía yo creo que, tras haber trabajado 30 años en la poesía y de haber sido gran amigo de poetas, como por ejemplo Francisco Urondo, muerto en combate, creo que la poesía no se puede signar ni mucho ni poco sino por entero a un instrumento que existe en función de fundar la vida, de transformar la vida, de crear la vida, por qué no decirlo, un poco más bella, un poco más armoniosa y un poco más justa. Si tiene sentido el sacrificio de tantos de nuestros compañeros, en el que incluyo el de Guevara, que para nuestra generación fue el hermano mayor, no ningún héroe ni ningún mito, el hermano mayor, yo creo que precisamente está ahí detrás. Lo escribió el propio Guevara. Los revolucionarios, dice él, nos movemos por el amor. El amor es el móvil del que quiere construir el hombre nuevo, del que quiere destruir esta sociedad y construir una sociedad realmente más humana. Y Guevara nos decía, incluso, no tengamos vergüenza de nuestro amor. ¿Hay detrás de ahí lo que podemos entender como una idea romántica?. Con toda seguridad que sí. Pero no la deformación de lo que es el romanticismo, sino lo que es el romanticismo.
Ese gran compañero que fue Julio Cortázar, una vez en un discurso pronunciado ante los compañeros en Nicaragua, en plena etapa de la lucha, dijo nos corresponde a todos, y es una obligación ineludible de todo aquel que escribe, tratar de rescatar el sentido originario de las palabras. Entre otras cosas, este capitalismo inhumano nos robó el sentido de muchas palabras. El que está hablando ahora es Vicente. Pienso, por ejemplo, en la palabra paraíso. Ustedes saben que, tal vez, el peor penal que se conoció en América Latina es el penal que existió en Paraguay, donde literalmente eran muertos en vida los compañeros políticos que se oponían al régimen de Stroessner. El penal se llamaba Paraíso. Los compañeros uruguayos saben que allí donde se martirizó a una enorme cantidad de militantes del pueblo, la cárcel tenía por nombre Libertad.
Yo me atrevo a defender la palabra romanticismo. En principio nos remite a una concepción hegeliana. En un momento dado Hegel disputa a la razón como única posibilidad de entender el mundo. Hay una idea de considerar al romanticismo como ligado a la irracionalidad, y como considerar a la razón la única manera de entender y transformar el mundo. Si eso fuera así, pobre razón, porque el capitalismo se funda en la razón. Las bombas que destruyeron la humanidad, parte de ella, pero al destruir una parte destruyen todo, fueron construidas y lanzadas en nombre de la razón. Cada guerra apela a la razón, cada dolor que un hombre provoca sobre otro hombre apela a la razón, apela a los instrumentos de la razón, a las leyes, a la seguridad nacional, a la propiedad privada, todo está edificado desde la razón. Cuando Hegel le disputa a la razón lo que trata de integrar desde el romanticismo es esa parte que, incluso, es casi como, diría yo, la razón de ser del capitalismo, destruir nuestro deseo, destruir nuestra imaginación, destruir nuestra voluntad de soñar, destruir la capacidad de los hombres de generar utopías. Y si no de dónde viene sino del más hermoso concepto romántico esa idea de Guevara de que si las condiciones objetivas no estaban claras para producir la revolución había que generarlas desde la subjetividad. El deseo ayuda a entender y a transformar el mundo. La sensibilidad y la emoción también. No abjuremos de nuestra mejor parte, no nos dejemos castrar. Si vamos a construir una sociedad no va a ser para repetir la parábola de Hegel entre el sirviente y el amo. No se trata de amos que vayan como esclavos y esclavos como amos. De lo que se trata es de construir una sociedad donde, por alguna vez, y tenemos derecho a soñarlo, el hombre deje de ser el lobo del otro hombre. No se trata de repetir las equivocaciones de nuestra generación. Las armas del dominador no son las buenas armas del liberador. Las armas del que tortura no son las buenas armas para construir una sociedad mejor y ese nuevo hombre por quien soñó Guevara, por quien peleó Guevara. Con todo amor hacia Guillermo, yo me opongo a entregar el romanticismo al capitalismo. El romanticismo también será parte de los sueños de esa sociedad socialista que algún día vamos a construir entre todos.
Y volviendo al Che. El tema es largo, y no puedo abusar del espacio que los compañeros me conceden. Pero si yo tuviera que sintetizar mi trabajo diría que descubrí que hay como tres zonas fundamentales en la relación de Guevara con la literatura. Una es lo que Guevara leyó. Y aquí creo que hay que tener, diría yo, el cuidado de volver a leerlo a Guevara con detención. Porque Guevara es un lector muy especial, es uno de esos lectores dinámicos de los que hablaba precisamente Cortázar. Cortázar dividía los lectores en pasivos y activos, y activos eran aquellos capaces, diría yo, de volver a transitar desde la subjetividad del lector el camino de creatividad del escritor. Es decir, no leer para acumular un conocimiento sino leer para ser capaces de convertir esa lectura en fuente de nuestra acción.
Porque esto también tiene que ver con lo que podríamos llamar las matrices de aprendizaje. Y aquí sí que coincido absolutamente con Guillermo. No se trata de saber más sobre el Che. En realidad, creo yo que a esta altura de la vida no se sabe, no es importante saber nada de nada, porque tal como se está manejando el hombre en la humanidad, tanto como ustedes se malforman en esta universidad, el conocimiento adquirido con esta matriz de educación capitalista no sirve realmente para los que queremos construir el socialismo. Tenemos que ser capaces de, entre otras cosas, de animarnos a fundar una estética, y también de animarnos a fundar una epistemología, una teoría del conocimiento. Y la teoría del conocimiento en el capitalismo, que burdamente repetimos en esta universidad y que incluso los profesores que estamos en esta universidad nos cuesta desde nuestro pequeño espacio animarnos a impugnar, y que sería bueno que los compañeros estudiantes se animaran a impugnar, es que este conocimiento sólo sirve para reproducir esta sociedad perversa de la que somos parte. Tenemos que construir una nueva estética y una nueva epistemología. Y esa epistemología, en mi entender, si realmente queremos cambiar las cosas, debe partir por cosas que lo construyeron a Guevara. Y que sintetizo así. No despreciar sino revalorar absolutamente la praxis de cada uno, cada uno sabe por experiencia de vida, desde ahí se funda el conocimiento. La segunda etapa sí sería lo que hoy por hoy se hace, conceptualizar. Pero no conceptualizar en abstracto sino en relación concreta a la experiencia de vida de la gente, y de nuestro pueblo en su conjunto. Y tercero, fundamental, ese conocimiento no sirve para un carajo si no se lo legitima desde una ética que, en definitiva, es convertir el conocimiento en instrumento de cambio de la sociedad. Todo lo que vayamos a conocer debe estar legitimado por nuestra voluntad de cambio y por la posibilidad de que ese conocimiento sea un conocimiento científico, sea un conocimiento artístico, porque el arte es también capaz de producir conocimiento, se legitime desde la posibilidad real de instrumentarlo en la producción de una nueva manera de vida, que implica una nueva manera de trabajar, una nueva manera de distribuir lo que deje el trabajo, una nueva manera de legitimar las instituciones, de legitimar el mundo, de legitimar la belleza. De eso se trata cuando hablamos de fundar una nueva estética y una nueva epistemología. Y de eso se trata cuando digo que el Che era obsesivo, era absolutamente capaz de abrirse cien por cien a la lectura, al conocimiento en general, para luego convertir ese conocimiento en la fundación de su propio ser y en la fundación de él en el ser social.
Y tanto es así que, esto cuesta creerlo, pero el Che se abre a la revolución desde un primer espacio, el de la transgresión. Y ese primer espacio de transgresión se funda en él desde muy joven. No tendría más de ocho, nueve años, cuando a través de su madre aprende la lengua francesa, y se inicia en el mundo de la poesía abriendo las bellísimas páginas escritas por tres poetas fundamentales franceses: Baudelaire, Rimbaud, Lautréamont. No tengamos miedo de ellos, fueron tres impugnadores de su sociedad y de su suciedad, fueron tres impugnadores del orden racional de su época, fueron tres impugnadores del capitalismo. No vieron el camino de la revolución, pero sí tuvieron conciencia de que ese camino de la revolución no puede hacerse repitiendo los modelos, la conducta, la manera de relacionarse con el mundo al que da lugar el capitalismo. Baudelaire impugna las leyes, la moral hipócrita, la sexualidad que no sirve para fundar el verdadero amor. Rimbaud tiene conciencia de que con el capitalismo no hay posibilidad de un ser poético, y al hablar de un ser poético él habla esencialmente de un ser libre. Y Lautréamont, que nació acá enfrente, en Montevideo, y que recién a los 15 años se va a Francia y funda el libro, diría yo, más importante de los dos últimos siglos, Los cantos de Maldoror que, en definitiva, esos cantos son el ataque más grande que ningún escritor haya hecho a la manera de vivir en el capitalismo, a esta manera perversa por naturaleza en que nos es dado vivir. Y como si fuera poco, Lautréamont muere con las armas en la mano, combatiendo en la Comuna de París. No se inicia mal el compañero Guevara leyendo. Y después, claro que va a leer otras cosas. Y me parece bien, porque no creo en los dioses fuera de los hombres. Y me parece fantástico que de muchacho leyera las cosas que toda nuestra generación leyó. Julio Verne, Los tres mosqueteros y, básicamente, alguien que a él lo movilizó muchísimo que es Jack London. Sí, el autor de Colmillo blanco. Y lo moviliza tanto, lo moviliza y le funda el espíritu de aventura porque ¿por qué no decirlo?, el Che es un aventurero. Y otra palabra a disputar, ¿o acaso está mal la aventura?. Qué es la vida sino una profunda aventura para vivir cada día como si fuera el último, con la ilusión de que ese último día nos sorprenda con la capacidad de mirarnos en un espejo y no sentir vergüenza. Y así vivió el Che hasta el último día de su vida, que lo sorprende con dos poemas en un bolsillo.
Y fíjense ustedes cómo influye la literatura en el Che, podemos redescubrir al Che desde la literatura, que en el combate, en el primer combate de él, en su debut en Alegría de Pío, que es un debut y derrota de los compañeros en Cuba, a él le pegan un tiro y él cree que va a morir. Sabemos que es médico, pero sangra tanto que no se puede dar cuenta qué tipo de gravedad es la herida, pero por la cantidad de sangre y por la mirada de un compañero, donde él cree descubrir la mirada del adiós, piensa que va a morir. Y entonces escribe... Y aquí recuerdo a Rodolfo Walsh, en un paréntesis. Rodolfo, ese gran amigo, hablando también de Guevara, dice que Guevara debe haber sido el único hombre que peleó que contando sus peleas se pone siempre en el papel de antihéroe. Y es así. Si no supiéramos de la valentía hasta límites de exageración de Guevara, que le valió muchísimas veces reprimendas de sus propios compañeros que sabían de su necesidad de no morir porque era útil para la conducción de la revolución -Fidel Castro tuvo varias peleas con él, pidiéndole que no se arriesgara tanto en combate. Y sin embargo, ustedes saben Guevara escribió una gran cantidad de relatos. En varios de ellos cuenta, están escritos a partir de sus anotaciones en el diario que él llevaba, y los convierte luego en relatos, típicos, gran relator Guevara, y en ellos siempre se muestra en condiciones de antihéroe, una especie del personaje de Chandler que en el cine hacía Humphrey Bogart. Si uno le va a dar crédito a Guevara, y se lo doy, él como que él siempre lo que cuenta es que él no hizo nada en el combate, que los que realmente pelearon y lucharon e hicieron lo mejor son sus compañeros, él siempre en un lugar humilde y a veces hasta en un lugar, diría yo, gracioso. Insisto con este relato de Alegría de Pío. Recibe el tiro, en la mirada del amigo siente que se despiden de él, y cuenta Guevara... Y agrego yo, ¿qué haríamos nosotros bajo la imagen de los grandes héroes en combate? Y... prepararse para la última gran frase que quedará registrada en los libros de historia: no importa que muera en el principio de la revolución, alguien gozará la revolución por mí, algo así; u otra: estas balas no me duelen porque el pecho de los revolucionarios es como un fierro, cosas así. Él no, él directamente cuenta que cuando siente el balazo y ve la gravedad piensa, recuerda un personaje de Jack London, que a punto de morir no quiere morir en el miedo que le da la nieve, y se para y se aferra a un árbol para morir de pie. Y qué cuenta el Che: creí que me moría, me acordé de Jack London y de sus personajes y quise morir como el personaje. Por eso me paré y me apreté a un arbusto. Y mis compañeros me miraban sin entender, y yo seguía pensando en el personaje de Jack London. Es decir, la literatura presente en el compañero Guevara. Es decir, no sólo en el héroe así que uno puede ver como falso, sino en el héroe romántico, en el héroe aventurero que hasta por una cuestión estética, como el personaje de Jack London, decide que es más hermoso morir de pie que acostado. Eso es lo que él piensa. La belleza. Y la ética. Y la estética. Insisto una vez más, no las vamos a alejar del mundo que vamos a construir. Nos vamos a apoderar de ellas, tenemos el derecho de apoderarnos de lo más hermoso que ha dado la trayectoria de los hombres a lo largo de su historia.
Y más con la literatura. Cuando terminaban los combates, y los compañeros estaban cansados, qué hacía el Che. Sacaba libros, se ponía a leer poesía, se ponía a escribir. Y cuando se daba la circunstancia de que se podían encontrar con campesinos en Sierra Maestra, en lugar de pronunciar discursos políticos les recitaba a los campesinos, y de memoria, largos poemas de Pablo Neruda. Junto con eso Guevara, y nos quedamos en esta parte de su amor a la literatura, caminó toda Sierra Maestra con tres mochilas. La primer mochila como médico, cargando la medicina. La segunda mochila como guerrillero, cargando las armas, las balas y las demás cosas necesarias para un combate y para la vida en la selva. La tercer mochila con un promedio de 30 a 40 libros que, en el medio de la selva, cargó todo el tiempo de la Revolución Cubana. Hay que amar la literatura para cargar 30 libros junto con otras dos mochilas.
Es mucho lo que ha escrito el Che, y es poco el tiempo que tengo para comentarlo con ustedes. Les pido que crean que realmente, además de ser un hombre de la revolución, o por eso mismo, el Che es un hombre de la poesía. Y me voy a permitir, en los minutos que me quedan, de leer uno de los últimos poemas que escribió Ernesto Guevara. Es un poema que escribe en México. Él trabajaba en esos días en el hospital. Conoce ahí a una mujer muy humilde, muy enferma, y que muere pese a sus esfuerzos. A partir de ahí, como diría Freud, sublima el sufrimiento y transforma lo siniestro en maravilloso, la muerte en vida. Yo no conozco ningún texto de Guevara, creo que no lo hay, donde él explique por qué se lanzó al combate. Cuando descubrí que había escrito este poema, en las palabras de un poema entendí su proclama de lucha, proclama que siguió hasta el último día viva en él.
"Vieja María".
Vieja María, vas a morir / quiero hablarte en serio. // Tu vida fue un rosario de agonías completo / no hubo un hombre amado, ni salud, ni dinero / apenas el hambre para ser compartida, / quiero hablar de tu esperanza, / de las tres distintas esperanzas / que tu hija fabricó sin saber cómo // Toma esta mano que parece de niño / en las tuyas pulidas con el jabón amarillo / refriega tus callos duros y los nudillos puros / en la suave vergüenza de mi mano de médico. // Escucha, abuela proletaria / cree en el hombre que llega / cree en el futuro que nunca verás. // Ni reces al dios inclemente / que toda una vida mintió tu esperanza / no pidas clemencia a la muerte, / para ver crecer a tus caricias pardas / los cielos son sordos y en ti manda el oscuro, / sobre todo tendrás una roja venganza / lo juro por la exacta dimensión de mis ideas / tus nietos, vivirán la aurora / muere en paz, vieja luchadora. // Vas a morir vieja María; / treinta proyectos de mortaja / dirán adiós con la mirada / el día de estos que te vayas. // Vas a morir vieja María, / quedarán mudas las paredes de la sala / cuando la muerte se conjugue con el asma / y copulen su amor en tu garganta. // Esas tres caricias construidas de bronce / la única luz que alivia tu noche / esos tres nietos vestidos de hambre / añorarán los nudos de los dedos viejos / donde siempre encontraban alguna sonrisa. / Eso era todo, vieja María. // Tu vida fue un rosario de flacas agonías / no hubo un hombre amado, salud, alegría, / apenas el hambre para ser compartida / tu vida fue triste vieja María. // Cuando el anuncio de descanso eterno / enturbia el dolor de tus pupilas / cuando tus manos de perpetua fregona / absorban la última caricia, / piensa en ellos... y lloras, / pobre vieja María. // No, no lo hagas / no ores al dios indolente / que toda una vida mintió tu esperanza / ni pidas clemencia a la muerte, / tu vida fue horriblemente vestida de hambre / acaba vestida de hambre. // Pero quiero anunciarte / en voz baja y viril de las esperanzas / la más roja y viril de las esperanzas / quiero jurarlo por la exacta / dimensión de mis ideales. // Toma esta mano de hombre que parece de niño / entre las tuyas pulidas por el jabón amarillo / refriegas los callos duros y los nudillos puros / en la suave vergüenza de mis manos de médico. // Descansa en paz, Vieja María, / descansa en paz, Vieja luchadora, / tus nietos todos vivirán la aurora, / LO JURO.
Buenas tardes. Es cierto, estoy aquí a partir de que acaba de aparecer mi último libro, que precisamente se llama La palabra en acción de Ernesto Che Guevara. Es un análisis, una investigación que yo he hecho tratando de encontrar otro plano en esa enorme cantidad de planos que formaron la realidad de Ernesto Guevara. Hablo sobre el plano de la literatura y, diría, específicamente sobre el plano de la poesía. Porque aunque algunos todavía no lo conozcan, Ernesto Guevara escribía poesía desde muy joven hasta que murió. A tal punto que cuando muere lleva el manuscrito de un poema que había escrito Neruda, Farewell, hasta siempre, y un poema que había escrito él. Y a partir de aquí intentaré reflexionar sobre lo que, en definitiva, constituye para mí el fin de lo que he investigado. Y es animarme a decir que la gran construcción de Guevara fue él. Que él logró en una especie de unidad fundante entre ética y estética construirse como si fuera su propio padre y su propia madre.
Y a la par de esto, y con el enorme cariño que siento con mi compañero de tantos años, Guillermo Cieza, aquí nos conocemos todos de muchos años, y no con ánimo de polémica sino de complementar, quisiera referirme a dos conceptos que expuso Guillermo y que, de alguna forma, están conectadas con la investigación que terminó en mi libro. Uno es el tema del romanticismo en Guevara. Porque si yo les cuento que lo que quiero demostrar es que quizá, por sobre todo, Ernesto Guevara fue un poeta, la revisión directa al romanticismo se torna insoslayable para todos. Y aquí también quisiera entonces, y sin ánimo de convertir esto en lo que es mi clase aquí en la Universidad de La Plata sobre ética y estética, sino simplemente con toda fraternidad, de compartir una inquietud que siempre me despertó: por un lado, lo que está detrás del término poesía, por otra parte, lo que está detrás del término romanticismo y, por otra parte, lo que podríamos llamar qué fue para Guevara la lucha armada, qué tipo de acción implica ello.
Desde la poesía yo creo que, tras haber trabajado 30 años en la poesía y de haber sido gran amigo de poetas, como por ejemplo Francisco Urondo, muerto en combate, creo que la poesía no se puede signar ni mucho ni poco sino por entero a un instrumento que existe en función de fundar la vida, de transformar la vida, de crear la vida, por qué no decirlo, un poco más bella, un poco más armoniosa y un poco más justa. Si tiene sentido el sacrificio de tantos de nuestros compañeros, en el que incluyo el de Guevara, que para nuestra generación fue el hermano mayor, no ningún héroe ni ningún mito, el hermano mayor, yo creo que precisamente está ahí detrás. Lo escribió el propio Guevara. Los revolucionarios, dice él, nos movemos por el amor. El amor es el móvil del que quiere construir el hombre nuevo, del que quiere destruir esta sociedad y construir una sociedad realmente más humana. Y Guevara nos decía, incluso, no tengamos vergüenza de nuestro amor. ¿Hay detrás de ahí lo que podemos entender como una idea romántica?. Con toda seguridad que sí. Pero no la deformación de lo que es el romanticismo, sino lo que es el romanticismo.
Ese gran compañero que fue Julio Cortázar, una vez en un discurso pronunciado ante los compañeros en Nicaragua, en plena etapa de la lucha, dijo nos corresponde a todos, y es una obligación ineludible de todo aquel que escribe, tratar de rescatar el sentido originario de las palabras. Entre otras cosas, este capitalismo inhumano nos robó el sentido de muchas palabras. El que está hablando ahora es Vicente. Pienso, por ejemplo, en la palabra paraíso. Ustedes saben que, tal vez, el peor penal que se conoció en América Latina es el penal que existió en Paraguay, donde literalmente eran muertos en vida los compañeros políticos que se oponían al régimen de Stroessner. El penal se llamaba Paraíso. Los compañeros uruguayos saben que allí donde se martirizó a una enorme cantidad de militantes del pueblo, la cárcel tenía por nombre Libertad.
Yo me atrevo a defender la palabra romanticismo. En principio nos remite a una concepción hegeliana. En un momento dado Hegel disputa a la razón como única posibilidad de entender el mundo. Hay una idea de considerar al romanticismo como ligado a la irracionalidad, y como considerar a la razón la única manera de entender y transformar el mundo. Si eso fuera así, pobre razón, porque el capitalismo se funda en la razón. Las bombas que destruyeron la humanidad, parte de ella, pero al destruir una parte destruyen todo, fueron construidas y lanzadas en nombre de la razón. Cada guerra apela a la razón, cada dolor que un hombre provoca sobre otro hombre apela a la razón, apela a los instrumentos de la razón, a las leyes, a la seguridad nacional, a la propiedad privada, todo está edificado desde la razón. Cuando Hegel le disputa a la razón lo que trata de integrar desde el romanticismo es esa parte que, incluso, es casi como, diría yo, la razón de ser del capitalismo, destruir nuestro deseo, destruir nuestra imaginación, destruir nuestra voluntad de soñar, destruir la capacidad de los hombres de generar utopías. Y si no de dónde viene sino del más hermoso concepto romántico esa idea de Guevara de que si las condiciones objetivas no estaban claras para producir la revolución había que generarlas desde la subjetividad. El deseo ayuda a entender y a transformar el mundo. La sensibilidad y la emoción también. No abjuremos de nuestra mejor parte, no nos dejemos castrar. Si vamos a construir una sociedad no va a ser para repetir la parábola de Hegel entre el sirviente y el amo. No se trata de amos que vayan como esclavos y esclavos como amos. De lo que se trata es de construir una sociedad donde, por alguna vez, y tenemos derecho a soñarlo, el hombre deje de ser el lobo del otro hombre. No se trata de repetir las equivocaciones de nuestra generación. Las armas del dominador no son las buenas armas del liberador. Las armas del que tortura no son las buenas armas para construir una sociedad mejor y ese nuevo hombre por quien soñó Guevara, por quien peleó Guevara. Con todo amor hacia Guillermo, yo me opongo a entregar el romanticismo al capitalismo. El romanticismo también será parte de los sueños de esa sociedad socialista que algún día vamos a construir entre todos.
Y volviendo al Che. El tema es largo, y no puedo abusar del espacio que los compañeros me conceden. Pero si yo tuviera que sintetizar mi trabajo diría que descubrí que hay como tres zonas fundamentales en la relación de Guevara con la literatura. Una es lo que Guevara leyó. Y aquí creo que hay que tener, diría yo, el cuidado de volver a leerlo a Guevara con detención. Porque Guevara es un lector muy especial, es uno de esos lectores dinámicos de los que hablaba precisamente Cortázar. Cortázar dividía los lectores en pasivos y activos, y activos eran aquellos capaces, diría yo, de volver a transitar desde la subjetividad del lector el camino de creatividad del escritor. Es decir, no leer para acumular un conocimiento sino leer para ser capaces de convertir esa lectura en fuente de nuestra acción.
Porque esto también tiene que ver con lo que podríamos llamar las matrices de aprendizaje. Y aquí sí que coincido absolutamente con Guillermo. No se trata de saber más sobre el Che. En realidad, creo yo que a esta altura de la vida no se sabe, no es importante saber nada de nada, porque tal como se está manejando el hombre en la humanidad, tanto como ustedes se malforman en esta universidad, el conocimiento adquirido con esta matriz de educación capitalista no sirve realmente para los que queremos construir el socialismo. Tenemos que ser capaces de, entre otras cosas, de animarnos a fundar una estética, y también de animarnos a fundar una epistemología, una teoría del conocimiento. Y la teoría del conocimiento en el capitalismo, que burdamente repetimos en esta universidad y que incluso los profesores que estamos en esta universidad nos cuesta desde nuestro pequeño espacio animarnos a impugnar, y que sería bueno que los compañeros estudiantes se animaran a impugnar, es que este conocimiento sólo sirve para reproducir esta sociedad perversa de la que somos parte. Tenemos que construir una nueva estética y una nueva epistemología. Y esa epistemología, en mi entender, si realmente queremos cambiar las cosas, debe partir por cosas que lo construyeron a Guevara. Y que sintetizo así. No despreciar sino revalorar absolutamente la praxis de cada uno, cada uno sabe por experiencia de vida, desde ahí se funda el conocimiento. La segunda etapa sí sería lo que hoy por hoy se hace, conceptualizar. Pero no conceptualizar en abstracto sino en relación concreta a la experiencia de vida de la gente, y de nuestro pueblo en su conjunto. Y tercero, fundamental, ese conocimiento no sirve para un carajo si no se lo legitima desde una ética que, en definitiva, es convertir el conocimiento en instrumento de cambio de la sociedad. Todo lo que vayamos a conocer debe estar legitimado por nuestra voluntad de cambio y por la posibilidad de que ese conocimiento sea un conocimiento científico, sea un conocimiento artístico, porque el arte es también capaz de producir conocimiento, se legitime desde la posibilidad real de instrumentarlo en la producción de una nueva manera de vida, que implica una nueva manera de trabajar, una nueva manera de distribuir lo que deje el trabajo, una nueva manera de legitimar las instituciones, de legitimar el mundo, de legitimar la belleza. De eso se trata cuando hablamos de fundar una nueva estética y una nueva epistemología. Y de eso se trata cuando digo que el Che era obsesivo, era absolutamente capaz de abrirse cien por cien a la lectura, al conocimiento en general, para luego convertir ese conocimiento en la fundación de su propio ser y en la fundación de él en el ser social.
Y tanto es así que, esto cuesta creerlo, pero el Che se abre a la revolución desde un primer espacio, el de la transgresión. Y ese primer espacio de transgresión se funda en él desde muy joven. No tendría más de ocho, nueve años, cuando a través de su madre aprende la lengua francesa, y se inicia en el mundo de la poesía abriendo las bellísimas páginas escritas por tres poetas fundamentales franceses: Baudelaire, Rimbaud, Lautréamont. No tengamos miedo de ellos, fueron tres impugnadores de su sociedad y de su suciedad, fueron tres impugnadores del orden racional de su época, fueron tres impugnadores del capitalismo. No vieron el camino de la revolución, pero sí tuvieron conciencia de que ese camino de la revolución no puede hacerse repitiendo los modelos, la conducta, la manera de relacionarse con el mundo al que da lugar el capitalismo. Baudelaire impugna las leyes, la moral hipócrita, la sexualidad que no sirve para fundar el verdadero amor. Rimbaud tiene conciencia de que con el capitalismo no hay posibilidad de un ser poético, y al hablar de un ser poético él habla esencialmente de un ser libre. Y Lautréamont, que nació acá enfrente, en Montevideo, y que recién a los 15 años se va a Francia y funda el libro, diría yo, más importante de los dos últimos siglos, Los cantos de Maldoror que, en definitiva, esos cantos son el ataque más grande que ningún escritor haya hecho a la manera de vivir en el capitalismo, a esta manera perversa por naturaleza en que nos es dado vivir. Y como si fuera poco, Lautréamont muere con las armas en la mano, combatiendo en la Comuna de París. No se inicia mal el compañero Guevara leyendo. Y después, claro que va a leer otras cosas. Y me parece bien, porque no creo en los dioses fuera de los hombres. Y me parece fantástico que de muchacho leyera las cosas que toda nuestra generación leyó. Julio Verne, Los tres mosqueteros y, básicamente, alguien que a él lo movilizó muchísimo que es Jack London. Sí, el autor de Colmillo blanco. Y lo moviliza tanto, lo moviliza y le funda el espíritu de aventura porque ¿por qué no decirlo?, el Che es un aventurero. Y otra palabra a disputar, ¿o acaso está mal la aventura?. Qué es la vida sino una profunda aventura para vivir cada día como si fuera el último, con la ilusión de que ese último día nos sorprenda con la capacidad de mirarnos en un espejo y no sentir vergüenza. Y así vivió el Che hasta el último día de su vida, que lo sorprende con dos poemas en un bolsillo.
Y fíjense ustedes cómo influye la literatura en el Che, podemos redescubrir al Che desde la literatura, que en el combate, en el primer combate de él, en su debut en Alegría de Pío, que es un debut y derrota de los compañeros en Cuba, a él le pegan un tiro y él cree que va a morir. Sabemos que es médico, pero sangra tanto que no se puede dar cuenta qué tipo de gravedad es la herida, pero por la cantidad de sangre y por la mirada de un compañero, donde él cree descubrir la mirada del adiós, piensa que va a morir. Y entonces escribe... Y aquí recuerdo a Rodolfo Walsh, en un paréntesis. Rodolfo, ese gran amigo, hablando también de Guevara, dice que Guevara debe haber sido el único hombre que peleó que contando sus peleas se pone siempre en el papel de antihéroe. Y es así. Si no supiéramos de la valentía hasta límites de exageración de Guevara, que le valió muchísimas veces reprimendas de sus propios compañeros que sabían de su necesidad de no morir porque era útil para la conducción de la revolución -Fidel Castro tuvo varias peleas con él, pidiéndole que no se arriesgara tanto en combate. Y sin embargo, ustedes saben Guevara escribió una gran cantidad de relatos. En varios de ellos cuenta, están escritos a partir de sus anotaciones en el diario que él llevaba, y los convierte luego en relatos, típicos, gran relator Guevara, y en ellos siempre se muestra en condiciones de antihéroe, una especie del personaje de Chandler que en el cine hacía Humphrey Bogart. Si uno le va a dar crédito a Guevara, y se lo doy, él como que él siempre lo que cuenta es que él no hizo nada en el combate, que los que realmente pelearon y lucharon e hicieron lo mejor son sus compañeros, él siempre en un lugar humilde y a veces hasta en un lugar, diría yo, gracioso. Insisto con este relato de Alegría de Pío. Recibe el tiro, en la mirada del amigo siente que se despiden de él, y cuenta Guevara... Y agrego yo, ¿qué haríamos nosotros bajo la imagen de los grandes héroes en combate? Y... prepararse para la última gran frase que quedará registrada en los libros de historia: no importa que muera en el principio de la revolución, alguien gozará la revolución por mí, algo así; u otra: estas balas no me duelen porque el pecho de los revolucionarios es como un fierro, cosas así. Él no, él directamente cuenta que cuando siente el balazo y ve la gravedad piensa, recuerda un personaje de Jack London, que a punto de morir no quiere morir en el miedo que le da la nieve, y se para y se aferra a un árbol para morir de pie. Y qué cuenta el Che: creí que me moría, me acordé de Jack London y de sus personajes y quise morir como el personaje. Por eso me paré y me apreté a un arbusto. Y mis compañeros me miraban sin entender, y yo seguía pensando en el personaje de Jack London. Es decir, la literatura presente en el compañero Guevara. Es decir, no sólo en el héroe así que uno puede ver como falso, sino en el héroe romántico, en el héroe aventurero que hasta por una cuestión estética, como el personaje de Jack London, decide que es más hermoso morir de pie que acostado. Eso es lo que él piensa. La belleza. Y la ética. Y la estética. Insisto una vez más, no las vamos a alejar del mundo que vamos a construir. Nos vamos a apoderar de ellas, tenemos el derecho de apoderarnos de lo más hermoso que ha dado la trayectoria de los hombres a lo largo de su historia.
Y más con la literatura. Cuando terminaban los combates, y los compañeros estaban cansados, qué hacía el Che. Sacaba libros, se ponía a leer poesía, se ponía a escribir. Y cuando se daba la circunstancia de que se podían encontrar con campesinos en Sierra Maestra, en lugar de pronunciar discursos políticos les recitaba a los campesinos, y de memoria, largos poemas de Pablo Neruda. Junto con eso Guevara, y nos quedamos en esta parte de su amor a la literatura, caminó toda Sierra Maestra con tres mochilas. La primer mochila como médico, cargando la medicina. La segunda mochila como guerrillero, cargando las armas, las balas y las demás cosas necesarias para un combate y para la vida en la selva. La tercer mochila con un promedio de 30 a 40 libros que, en el medio de la selva, cargó todo el tiempo de la Revolución Cubana. Hay que amar la literatura para cargar 30 libros junto con otras dos mochilas.
Es mucho lo que ha escrito el Che, y es poco el tiempo que tengo para comentarlo con ustedes. Les pido que crean que realmente, además de ser un hombre de la revolución, o por eso mismo, el Che es un hombre de la poesía. Y me voy a permitir, en los minutos que me quedan, de leer uno de los últimos poemas que escribió Ernesto Guevara. Es un poema que escribe en México. Él trabajaba en esos días en el hospital. Conoce ahí a una mujer muy humilde, muy enferma, y que muere pese a sus esfuerzos. A partir de ahí, como diría Freud, sublima el sufrimiento y transforma lo siniestro en maravilloso, la muerte en vida. Yo no conozco ningún texto de Guevara, creo que no lo hay, donde él explique por qué se lanzó al combate. Cuando descubrí que había escrito este poema, en las palabras de un poema entendí su proclama de lucha, proclama que siguió hasta el último día viva en él.
"Vieja María".
Vieja María, vas a morir / quiero hablarte en serio. // Tu vida fue un rosario de agonías completo / no hubo un hombre amado, ni salud, ni dinero / apenas el hambre para ser compartida, / quiero hablar de tu esperanza, / de las tres distintas esperanzas / que tu hija fabricó sin saber cómo // Toma esta mano que parece de niño / en las tuyas pulidas con el jabón amarillo / refriega tus callos duros y los nudillos puros / en la suave vergüenza de mi mano de médico. // Escucha, abuela proletaria / cree en el hombre que llega / cree en el futuro que nunca verás. // Ni reces al dios inclemente / que toda una vida mintió tu esperanza / no pidas clemencia a la muerte, / para ver crecer a tus caricias pardas / los cielos son sordos y en ti manda el oscuro, / sobre todo tendrás una roja venganza / lo juro por la exacta dimensión de mis ideas / tus nietos, vivirán la aurora / muere en paz, vieja luchadora. // Vas a morir vieja María; / treinta proyectos de mortaja / dirán adiós con la mirada / el día de estos que te vayas. // Vas a morir vieja María, / quedarán mudas las paredes de la sala / cuando la muerte se conjugue con el asma / y copulen su amor en tu garganta. // Esas tres caricias construidas de bronce / la única luz que alivia tu noche / esos tres nietos vestidos de hambre / añorarán los nudos de los dedos viejos / donde siempre encontraban alguna sonrisa. / Eso era todo, vieja María. // Tu vida fue un rosario de flacas agonías / no hubo un hombre amado, salud, alegría, / apenas el hambre para ser compartida / tu vida fue triste vieja María. // Cuando el anuncio de descanso eterno / enturbia el dolor de tus pupilas / cuando tus manos de perpetua fregona / absorban la última caricia, / piensa en ellos... y lloras, / pobre vieja María. // No, no lo hagas / no ores al dios indolente / que toda una vida mintió tu esperanza / ni pidas clemencia a la muerte, / tu vida fue horriblemente vestida de hambre / acaba vestida de hambre. // Pero quiero anunciarte / en voz baja y viril de las esperanzas / la más roja y viril de las esperanzas / quiero jurarlo por la exacta / dimensión de mis ideales. // Toma esta mano de hombre que parece de niño / entre las tuyas pulidas por el jabón amarillo / refriegas los callos duros y los nudillos puros / en la suave vergüenza de mis manos de médico. // Descansa en paz, Vieja María, / descansa en paz, Vieja luchadora, / tus nietos todos vivirán la aurora, / LO JURO.
M. Gaggero:
Bueno, para cerrar los docentes va a hablar José López Mercao, que es el director del mensuario del MLN Tupamaros y miembro del Comité Central del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.
Bueno, para cerrar los docentes va a hablar José López Mercao, que es el director del mensuario del MLN Tupamaros y miembro del Comité Central del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.
José López Mercao:
Queridos compañeros, en primer lugar mi saludo, mi emoción por estar acá, por el tema que los convoca, por ser la primera vez que estoy en la ciudad de La Plata, por tantos compañeros que, tantos compañeros queridos que han estado en la Argentina durante mucho tiempo, que han caído para siempre en la Argentina. Esta tierra está asociada en múltiples dimensiones con nosotros. Resulta un poco difícil hablar de Ernesto Che Guevara porque más allá de la belleza, la precisión y la certeza de las palabras de Vicente recién, entiendo que, a pesar de estar el Che muy asociado con la palabra, su vida, su saga, su historia, tuvo una relación problemática con la palabra. El Che decía de sí de que era, de sí mismo decía, en una carta a sus padres, he sido a veces demasiado rígido. Y la palabra, precisamente, si por algo no se caracteriza es por la rigidez. La palabra suma en sí todas las posibilidades de la belleza, todas las posibilidades de la verdad, pero también es una figura bifronte, es una figura que revela pero que también es capaz de velar, es una figura que nos dilata, nos amplía horizontes, pero también es capaz de limitarnos esos horizontes. Es capaz de revelarnos la verdad pero es capaz de falsificar la verdad, en el más estricto sentido de aquello que alguna vez se llamó ideología en el peor de los sentidos, como mistificación, como adulteración, desnaturalización de la realidad. Y el Che era algo muy distinto de eso. Y pretender acercarse al Che a través de la palabra es algo muy complicado, incluso, por la natural vergüenza que nos da hablar del Che. Aún a aquellos que en determinado momento de nuestra vida sentimos su vida, su historia, sus ideas, sus objetivos, como un mandato imperativo. Nos da un poco de vergüenza hablar del Che. Y referirnos al Che en términos de palabras. Creemos que ése es un primer problematismo en el acercamiento a la figura del Che, la versatilidad de las palabras y esa rigidez autoproclamada que tenía el Che en muchos de los aspectos de su vida y de su práctica. Esa consecuencia consigo mismo a la que él llamaba rigidez.
Un segundo aspecto que hace problemático el acercarse al Che es que, pese que los historiadores dicen que a los 30 años de acontecido un hecho recién la historia comienza a operar, recién los hechos comienzan a ser historia, con el Che vemos lo arbitraria que es esa clasificación. Porque el Che se resiste pertinazmente a entrar en la historia, es un personaje que se le escamotea a la historia, es un personaje que es muy difícil de clasificar, es un personaje que tiene un mensaje tremendamente actual, tremendamente abierto y tremendamente, incluso podríamos decir, irreductible a lo que son los lenguajes fijos de la historia, que pretenden decirnos que el río es el río cuando Heráclito nos ha enseñado que el río que vimos una vez no lo vamos a ver más.
Y yo creo que hay una dimensión que no podemos evadir cuando hablamos de Ernesto Che Guevara, para acercarnos a la figura del Che, que es la dimensión emotiva. Quien no sienta al Che, no comprende al Che. Y quien no sienta en el Che la figura de un hombre sencillo que habita en cada uno de nosotros, creo que ése es el mensaje más importante que tiene el Che, no va a poder nunca comprender, amar al Che, y tratar de recobrar todo aquello del Che que hay en nosotros, y que ha sido, también, desnaturalizado, adulterado, mutilado, golpeado, lesionado, falsificado.
Creo que el Che... Recordaba ahora, cuando hablaba Vicente, una frase de Kafka en sus escritos póstumos: ningún discípulo cerca o lejos, tú eres la tarea. Una de esas frases que exhuma Max Brod, su amigo, amigo de Kafka. Y siempre dije qué quiere decir esto, ningún discípulo cerca o lejos, tú eres la tarea. Y creo que eso resume bastante bien lo que fue la vida del Che, el plantearse a sí mismo como tarea, pero no como tarea introspectiva, sino una tarea en comunión con el mundo, una tarea vinculada al mundo, a la transformación del mundo. Y una tarea que tenía, también, no sólo un horizonte racional, no sólo un horizonte de intelección o de volición, sino también un horizonte ético y un horizonte estético, también.
Otro aspecto que quería resaltar de la modernidad, de la actualidad de la figura del Che es el que tiene que ver con su relación con el poder. Hay una relación contradictoria que es tremendamente actual en el Che. Quizás en ningún período de la historia podemos encontrar a alguien que busque más obsesivamente el poder que Ernesto Che Guevara. En este hermosísimo poema, que tal vez no sé, como poesía en sí mismo valga poco, pero que tiene claves tremendas, ya hay una obsesión de poder, referido a algo tan mínimo, tan aparente mínimo como es esa vieja María que le quedó en el corazón. Está la voluntad de poder, la voluntad de venganza contra aquellos que le infligen la muerte a esa mujer, que persiguió toda la vida, el tomar los hechos de la vida y los hechos de la historia y los hechos del protagonismo político como algo personal, profundamente personal. Por eso yo, con el profundo cariño que le tengo a Guillermo, cuando él decía que la rebeldía individual no sirve, sí, sí que sirve la rebeldía individual. Sobre todo, precisamente, en esta época de masificación de la emoción, de la masificación de la acción y de la reacción de los hombres, es preciso recurrir a esos rasgos diferenciadores que hacen a la rebeldía individual. A la rebeldía individual que, obviamente, apunte a un horizonte más humano, que apunte a un horizonte colectivo que pueda ser conjugable con rebeldías colectivas que puedan hacer ese mar humano que pueda transformar esta situación que estamos viviendo.
Y yo me refería a esa situación contradictoria del Che con el poder porque, precisamente, siendo un obsesivo del poder era un profundo crítico del poder. Y alguna vez se ha preguntado, ¿el Che era un revolucionario o un estadista?. Creemos que fue las dos cosas, fue un revolucionario y fue un estadista revolucionario. Pero que, definitivamente, en él primaba el revolucionario. Y que él advirtió tempranamente, de los tiempos en que la ocasión, y tal vez la casualidad, lo llevó a que ocupara el ministerio de Industrias en Cuba, lo terrible que era el poder, las tentaciones que había que vencer desde el poder y lo tremendamente corruptor que era el poder en sí mismo. Y precisamente la búsqueda de antídotos contra todo ese veneno que él veía que emergía desde las tentaciones del poder está reflejada en aquellas polémicas con Bettelheim, en su estudio minucioso, partiendo de una base muy modesta de la ley del valor, para sacar conclusiones de tremenda importancia, lo que él consideraba que eran las injustas relaciones que existían dentro del mundo socialista. En lo que fue su polémica con el comandante Mora, lo que fue la concepción de hombre nuevo que creo que a nosotros nos ganó, nos ganó profundamente a nuestra generación porque, precisamente, nosotros queríamos transformar no sólo la sociedad, queríamos transformar la vida, queríamos transformar la cultura y queríamos transformar al hombre. Y creo que ése es uno de los rasgos más actuales del Che.
Yo quisiera referirme a una reflexión colectiva que hicimos con los 30 años del Che, con nuestros compañeros en Uruguay. Eran los 30 años del Che y, de alguna manera, había que decir algo, y había que pensar colectivamente al Che, a pesar de que cotidianamente lo estamos pensando. Bueno, surgieron estas líneas, que no tienen firma porque son producto de una elaboración colectiva, y las quiero leer porque pueden reflejar de forma más sistemática todo esto que estoy improvisando.
"El Che, un hombre del siglo XXI".
Después de treinta años la historia latinoamericana ha entregado uno de sus más recónditos secretos: los huesos de Ernesto Che Guevara. Hace tres décadas lo fusilaron y lo exhibieron para las póstumas imágenes, y tras cortarle las manos depositaron su cuerpo en una tumba clandestina.
Treinta años parecen demasiado para quien arrastra su cuerpo por la superficie del mundo. Muchos soles y lunas atravesaron el cielo mirando con disimulo la innominada fosa, mientras miles de hijos de esta América seguíamos el infinito trillo, pugnando por descubrir en nosotros esa pequeñísima señal, esa brizna, esa chispa que nos permitiera creer que a lo mejor no estábamos tan lejos de parecernos a él.
El tiempo nos susurró al oído, a los sobrevivientes, que no ocurriría en esta vida, que no hay comparación posible con los mitos, que sólo la muerte da el visto bueno para ingresar en esta cofradía.
¿Por qué, por qué esa extraña fuerza nos atrae, en las etapas tempranas de la vida, hacia el planeta de los santos y los héroes? Y entre estos ¿por qué más hacia los de bronce, mármol o extendida fama, en vez de aquellos de humildes proezas, gestas ignotas, cotidianas epopeyas?
Pocas veces elegimos como espejo a quienes caminan "de la nada hacia la nada", sin estridencias pero completos en su contenido humano. A lo mejor recién a la vuelta de los años percibimos trabajosamente, a través de la bruma de la historia recién hecha, que la proporción entre santos y pecadores no puede ser tal que vacíe la tierra de hombres y mujeres comunes y corrientes.
El viento que escuchó los disparos de la escuelita de La Higuera se paseó arriba y abajo por este continente. Hubo muchos, demasiados disparos, sangre y fosas clandestinas, pero no dejó de haber picadas en el monte, cuerpos nuevos y viejas convicciones, gente en las calles, esperanzas renovadas.
En su cumpleaños número 28 -en junio de 1955- Ernesto aún no había conocido a Fidel Castro, y su futuro seguía siendo el de viajero incansable. Pensaba ir a Europa, a la India, a China... Nada anunciaba en él al que sólo cuatro años después sería comandante en una revolución triunfante, ministro, representante de Cuba en foros internacionales, y sobre todo dirigente idolatrado por el pueblo cubano.
En 1955 Ernesto era un hombre común y corriente, con una amplia cultura pero poco politizado. Estaba abierto a recibir y aprender, y decidido a encarar todo camino que creyera el mejor. Inquieto, caminador, curioso, obsesivo por vencer obstáculos, fueran estos su físico, una montaña o los enigmas de Palenque o Machu Picchu.
Era un hombre común, que participando en la lucha de los cubanos desarrolló sus potencialidades.
En los aprontes mexicanos abundaron las lecturas, las discusiones, los sueños concretos, las reuniones, los planes, las montañas escaladas, el tiro al blanco, la persecución policial, la clandestinidad y la cárcel; y por sobre todo un objetivo muy claro.
En la travesía del Granma apenas hubo silencio, noche, tensión, armas listas, nervios, mapas, brújulas, mar gruesa, y un destino fijo en los ojos.
Luego vino el bautismo de fuego: ciénaga, aviones, metralla, fuego, compañeros caídos, decisiones, miedos, la vida cargada de futuros. Hubo más batallas contra el ejército batistiano, emboscadas, aviones que lanzaban la muerte sólida y ruidosa sobre la infantería guerrillera, heroísmos y cobardías, montes, campos y caminos.
Todo esto alimentó la vigorosa personalidad de quien emergería el 1º de enero de 1959 como EL CHE.
Tras una corta pausa otros desafíos esperaban a este hombre común y corriente que exploró decididamente en sí mismo, y exigió con vehemencia en los demás al hombre del siglo XXI.
Guevara fue un hombre de múltiples perfiles. Ya lo era cuando la Revolución hizo de necesidad virtud y lo "nombró" comandante militar, ministro de industrias, cabeza de las relaciones internacionales, teórico, escritor, tractorista en la zafra, voluntario en cualquier tarea... El Che se metió en todos los asuntos, y por eso dejó muchas imágenes. ¿Cuál nos convoca a ser mejores seres humanos? ¿Cuál roza algún punto de nuestros sentimientos?
Cada sociedad, cada persona, cada época, destacan alguna de esas caras del Che. Él, sin duda, fue un hombre de los 60: salió a buscar su destino recorriendo el mundo, se desató de muchos convencionalismos y renegó de "las cosas" haciendo lugar para que entraran valores éticos. Pero al fin de los años 90 hay otros Ches que no han perdido vigencia, y en algunos casos la han acentuado.
Por ejemplo el Che enemigo del burocratismo. En este tipo de sociedades donde hay una acentuada separación entre trabajadores manuales e intelectuales, él solía trabajar con sus manos (y alcanzaba un machete a los visitantes que recibía al pie del cañaveral). También trataba de no perder el contacto directo con el pueblo, y además de cumplir a rajatabla con su trabajo siempre abarcaba otros varios. No dejaba en paz a nadie.
Por ejemplo el Che enemigo de los privilegios, que se enojaba cuando en una casa de campesinos querían servirle el café primero a él; o que destacaba el trabajo de los macheteros que iban detrás de su máquina repasando las matas de caña, cuando los periodistas buscaban sólo la imagen del jefe.
Por ejemplo el Che siempre atendiendo, sin mirar en "costos", la coherencia y la consecuencia, valores escasos en este mundo contaminado por el oportunismo, el arribismo y la pirueta política. El Che renunciando a cargos y honores en Cuba por el honor de morir en el pequeño ejército loco que iba a liberar al resto del continente.
Y sobre todo un Che que no era "realista" al uso de los 90, al uso de la "nueva izquierda", un Che que puso en lugar destacado el papel que juegan en la lucha la voluntad, la audacia y lo subjetivo. Llevó mucho más allá de lo que permitían los dogmas de la época esa tensión entre lo subjetivo y las "condiciones objetivas", entre la voluntad y "lo posible", entre la inercia y la ruptura. Si esta parte de la herencia se perdiera habría que acostarse a dormir para ya no despertar más.
La odisea del Che estuvo vinculada al muy actual problema de las "ventanas históricas" que han permitido revoluciones o procesos de cambio progresistas.
Las estrategias imperialistas no son infalibles, a veces son superadas por el impulso de los pueblos. También ocurre que tienen condicionantes políticos que en ciertas etapas han dificultado la cruda imposición represiva.
Pero para pasar por esas "ventanas" no basta con estar sentado al pie del muro, esperando que alguien abra. Hay que buscarlas, ayudar a crearlas, empujarlas, y estar preparados para aprovechar las coyunturas históricas. En la lucha siempre ir lo más lejos que se pueda.
La peripecia de Guevara también tuvo como escenario las dificultades de todo tipo que enfrenta una revolución triunfante, los límites que aprietan a todo proyecto de sociedad autónoma y soberana.
En aquel mundo bipolar los problemas venían de los dos polos. Los enemigos impusieron el cerco, los atentados, la fallida invasión, las amenazas permanentes. Y los amigos condicionaron la economía y la estrategia.
Las idas y venidas de la relación con la URSS mostraron las dificultades que había que sortear para sobrevivir, aunque el hundimiento del Este dejó ver que al fin ni la supervivencia estaba asegurada por este tipo de integración de la economía cubana en el CAME.
¿Qué decir del hoy, de este mundo unipolar, con milicos de despliegue rápido e izquierdas de repliegue aún más rápido? La ventana parece cerrada a cal y canto, pero de todos modos -siempre- se trata de empujarla.
Mientras los huesos del Che y sus compañeros dormían bajo tierra, en su secreto sepulcro, el mito se paseaba entre nosotros. Había mucho material para construirlo, aunque la saga del Che fue de corta duración. Pocos personajes en pocos momentos históricos han logrado condensar los sueños de una época como lo hizo él...
Su historia se recibió de mito trabajada por las necesidades y los sentimientos de varias generaciones; y también, no vamos a negarlo, su imagen fue pulida y a veces depurada por mentalidades cerradamente burocráticas, que querían un Che a medida de su hipocresía.
El mito es múltiple, cada quien puede elegir u olvidar algún perfil. Es múltiple porque es reencarnación y síntesis de mitos anteriores. ¿Quién no ve en él al Quijote, descubridor de mundos y desfacedor de entuertos, metiéndose en cada lío porque así debía de ser? ¿Quién no distingue su bolivariana mirada al continente, y el mismo empecinamiento con que vivió sus años Sandino?
Actuó siempre con la terquedad propia de quien piensa que un revolucionario sólo descansa cuando muere. Es lo que algunos llaman fatalismo, pero que no es más que la plena convicción de que la vida no vale nada si no escuchamos las voces o el silencio que nos convocan. De la misma manera los rebelados con Tupac Amaru decidieron ejecutar, en el inicio mismo del alzamiento, al odiado Corregidor Arriaga. Del mismo modo los emerretistas entraron en la embajada, pensando que la suerte estará echada sólo cuando desaparezca de la faz de la tierra el último ser humano...
Cuenta la historia -o el mito- que Juan el Bautista dijo a los de su tiempo: "En medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia". Entre las sombras de un siglo que termina, la luz del Che también puede decirnos que en medio de nosotros puede haber uno, dos, tres, muchos ches, con sus potencialidades intactas, esperando su momento.
El poeta español Miguel Hernández escribió en 1937: "Muerto y veinte veces muerto, / la boca contra la grama, / tendré apretados los dientes / y decidida la barba".
El Che podía haberlo dicho el 8 de octubre de 1967.
Y otros treinta años han pasado...
Esto fue lo que escribimos, compañeros, en estos 30 años del Che. Y quisiera cerrar esta intervención, este momento que estamos pasando, con algo que es tal vez muy personal, que se remite a la percepción personal que tuve del Che, de su vida, y esa percepción que a veces rebasa las palabras y que se puede condensar solamente en imagen. Recuerdo que una vez vi en un libro de en una pinacoteca un retrato que me impresionó profundamente, que pertenecía a un pintor flamenco, Holbein, pintor realista, que está en el museo de Basilea, que es un cuadro de tamaño natural que se llama "Cristo en el sepulcro". Representa a Cristo en el sepulcro, y me impresionó mucho por dos razones. Porque era muy parecido a la imagen que se paseó por el mundo del Che muerto en la escuela de Higueritas, se parecía tremendamente; y porque, a su vez, era la representación de la muerte, de ese poder formidable que terminó con la vida del Che. Tiempo después me enteré, también por casualidad, de que ese cuadro lo había impresionado mucho a Dostoievski cuando lo vio, que en su novela El idiota le hace decir a un personaje unas palabras con respecto a ese cuadro, que son también profundamente reveladoras sobre lo que yo considero que es fundamental en el legado histórico del Che. Y voy a pasar a leer de El príncipe idiota de Dostoievski ese fragmento que me representa, y creo que nos representa a todos.
Cuando se mira ese cuadro la naturaleza aparece bajo la forma de un animal enorme, sin piedad y mudo, mejor dicho, por extraña que sea la comparación, como una inmensa máquina de invención moderna que sorda e insensible ha cogido estúpidamente, hecho pedazos y absorbido en sus entrañas a un ser que él solo valía tanto como toda la naturaleza con todas sus leyes, tanto como toda la tierra, la cual quizás no ha sido creada más que para dar nacimiento a ese ser. El cuadro del que hablo despierta precisamente esa impresión de una fuerza ciega, atrevida, eternamente estúpida, a la que todo está sometido y que se impone fatalmente a todos. Ni una de las personas que rodeaban al difunto está representada en el cuadro. Han debido sentir una angustia y una consternación indecibles en aquella noche que cegaba de un solo golpe todas sus esperanzas, hasta todas sus creencias, se podría decir. Sin duda se dispersaron presas de un horror extraordinario, aunque cada uno de ellos llevara en sí una gran idea que ya no se le podría arrancar. Su mismo maestro si en la víspera del suplicio hubiera podido ver su rostro en aquel momento ¿hubiera subido a la cruz y lo hubiera muerto como murió? Ésa es otra pregunta que involuntariamente se hace uno cuando mira el cuadro.
Y yo me pregunto, compañeros... Hace un rato Vicente decía de que reivindicaba la dimensión romántica del Che, y creo que en su muerte también hay una dimensión romántica. Creo que era Hemingway que decía de que la guerra de España había sido la última guerra romántica de este siglo, y tal vez la muerte del Che haya sido una de las últimas muertes románticas de este siglo. Porque después la muerte se barbarizó, se industrializó, se masificó. Después ni siquiera nos quedó la melancólica... no sé cómo llamarlo, ni siquiera nos quedó la esperanza de decir de que los compañeros que se nos fueron, que los compañeros que desaparecieron, recobramos de él ese momento final de su muerte, recobramos de él esa figura como la recobramos del Che. Y yo creo que el legado del Che está contenido también en estas palabras: aunque cada uno de ellos llevara en sí una gran idea que ya no se le podría arrancar. Aquellos que han querido contener todo el impulso de transformación, todo el impulso vital, todo el impulso de cambio que representó el Che y que representaron miles y miles de compañeros que ya no están, miles y miles de compañeros de los que ni siquiera tenemos su último gesto, como lo tenemos del Che, a todos ellos el gran legado, nuestro emocionado abrazo de este fin de siglo, para decirles que, como ellos, todo lo que dejaron en nosotros, esa gran idea, ya nadie lo va a poder arrancar. Así que gracias por todo, compañeros.
Queridos compañeros, en primer lugar mi saludo, mi emoción por estar acá, por el tema que los convoca, por ser la primera vez que estoy en la ciudad de La Plata, por tantos compañeros que, tantos compañeros queridos que han estado en la Argentina durante mucho tiempo, que han caído para siempre en la Argentina. Esta tierra está asociada en múltiples dimensiones con nosotros. Resulta un poco difícil hablar de Ernesto Che Guevara porque más allá de la belleza, la precisión y la certeza de las palabras de Vicente recién, entiendo que, a pesar de estar el Che muy asociado con la palabra, su vida, su saga, su historia, tuvo una relación problemática con la palabra. El Che decía de sí de que era, de sí mismo decía, en una carta a sus padres, he sido a veces demasiado rígido. Y la palabra, precisamente, si por algo no se caracteriza es por la rigidez. La palabra suma en sí todas las posibilidades de la belleza, todas las posibilidades de la verdad, pero también es una figura bifronte, es una figura que revela pero que también es capaz de velar, es una figura que nos dilata, nos amplía horizontes, pero también es capaz de limitarnos esos horizontes. Es capaz de revelarnos la verdad pero es capaz de falsificar la verdad, en el más estricto sentido de aquello que alguna vez se llamó ideología en el peor de los sentidos, como mistificación, como adulteración, desnaturalización de la realidad. Y el Che era algo muy distinto de eso. Y pretender acercarse al Che a través de la palabra es algo muy complicado, incluso, por la natural vergüenza que nos da hablar del Che. Aún a aquellos que en determinado momento de nuestra vida sentimos su vida, su historia, sus ideas, sus objetivos, como un mandato imperativo. Nos da un poco de vergüenza hablar del Che. Y referirnos al Che en términos de palabras. Creemos que ése es un primer problematismo en el acercamiento a la figura del Che, la versatilidad de las palabras y esa rigidez autoproclamada que tenía el Che en muchos de los aspectos de su vida y de su práctica. Esa consecuencia consigo mismo a la que él llamaba rigidez.
Un segundo aspecto que hace problemático el acercarse al Che es que, pese que los historiadores dicen que a los 30 años de acontecido un hecho recién la historia comienza a operar, recién los hechos comienzan a ser historia, con el Che vemos lo arbitraria que es esa clasificación. Porque el Che se resiste pertinazmente a entrar en la historia, es un personaje que se le escamotea a la historia, es un personaje que es muy difícil de clasificar, es un personaje que tiene un mensaje tremendamente actual, tremendamente abierto y tremendamente, incluso podríamos decir, irreductible a lo que son los lenguajes fijos de la historia, que pretenden decirnos que el río es el río cuando Heráclito nos ha enseñado que el río que vimos una vez no lo vamos a ver más.
Y yo creo que hay una dimensión que no podemos evadir cuando hablamos de Ernesto Che Guevara, para acercarnos a la figura del Che, que es la dimensión emotiva. Quien no sienta al Che, no comprende al Che. Y quien no sienta en el Che la figura de un hombre sencillo que habita en cada uno de nosotros, creo que ése es el mensaje más importante que tiene el Che, no va a poder nunca comprender, amar al Che, y tratar de recobrar todo aquello del Che que hay en nosotros, y que ha sido, también, desnaturalizado, adulterado, mutilado, golpeado, lesionado, falsificado.
Creo que el Che... Recordaba ahora, cuando hablaba Vicente, una frase de Kafka en sus escritos póstumos: ningún discípulo cerca o lejos, tú eres la tarea. Una de esas frases que exhuma Max Brod, su amigo, amigo de Kafka. Y siempre dije qué quiere decir esto, ningún discípulo cerca o lejos, tú eres la tarea. Y creo que eso resume bastante bien lo que fue la vida del Che, el plantearse a sí mismo como tarea, pero no como tarea introspectiva, sino una tarea en comunión con el mundo, una tarea vinculada al mundo, a la transformación del mundo. Y una tarea que tenía, también, no sólo un horizonte racional, no sólo un horizonte de intelección o de volición, sino también un horizonte ético y un horizonte estético, también.
Otro aspecto que quería resaltar de la modernidad, de la actualidad de la figura del Che es el que tiene que ver con su relación con el poder. Hay una relación contradictoria que es tremendamente actual en el Che. Quizás en ningún período de la historia podemos encontrar a alguien que busque más obsesivamente el poder que Ernesto Che Guevara. En este hermosísimo poema, que tal vez no sé, como poesía en sí mismo valga poco, pero que tiene claves tremendas, ya hay una obsesión de poder, referido a algo tan mínimo, tan aparente mínimo como es esa vieja María que le quedó en el corazón. Está la voluntad de poder, la voluntad de venganza contra aquellos que le infligen la muerte a esa mujer, que persiguió toda la vida, el tomar los hechos de la vida y los hechos de la historia y los hechos del protagonismo político como algo personal, profundamente personal. Por eso yo, con el profundo cariño que le tengo a Guillermo, cuando él decía que la rebeldía individual no sirve, sí, sí que sirve la rebeldía individual. Sobre todo, precisamente, en esta época de masificación de la emoción, de la masificación de la acción y de la reacción de los hombres, es preciso recurrir a esos rasgos diferenciadores que hacen a la rebeldía individual. A la rebeldía individual que, obviamente, apunte a un horizonte más humano, que apunte a un horizonte colectivo que pueda ser conjugable con rebeldías colectivas que puedan hacer ese mar humano que pueda transformar esta situación que estamos viviendo.
Y yo me refería a esa situación contradictoria del Che con el poder porque, precisamente, siendo un obsesivo del poder era un profundo crítico del poder. Y alguna vez se ha preguntado, ¿el Che era un revolucionario o un estadista?. Creemos que fue las dos cosas, fue un revolucionario y fue un estadista revolucionario. Pero que, definitivamente, en él primaba el revolucionario. Y que él advirtió tempranamente, de los tiempos en que la ocasión, y tal vez la casualidad, lo llevó a que ocupara el ministerio de Industrias en Cuba, lo terrible que era el poder, las tentaciones que había que vencer desde el poder y lo tremendamente corruptor que era el poder en sí mismo. Y precisamente la búsqueda de antídotos contra todo ese veneno que él veía que emergía desde las tentaciones del poder está reflejada en aquellas polémicas con Bettelheim, en su estudio minucioso, partiendo de una base muy modesta de la ley del valor, para sacar conclusiones de tremenda importancia, lo que él consideraba que eran las injustas relaciones que existían dentro del mundo socialista. En lo que fue su polémica con el comandante Mora, lo que fue la concepción de hombre nuevo que creo que a nosotros nos ganó, nos ganó profundamente a nuestra generación porque, precisamente, nosotros queríamos transformar no sólo la sociedad, queríamos transformar la vida, queríamos transformar la cultura y queríamos transformar al hombre. Y creo que ése es uno de los rasgos más actuales del Che.
Yo quisiera referirme a una reflexión colectiva que hicimos con los 30 años del Che, con nuestros compañeros en Uruguay. Eran los 30 años del Che y, de alguna manera, había que decir algo, y había que pensar colectivamente al Che, a pesar de que cotidianamente lo estamos pensando. Bueno, surgieron estas líneas, que no tienen firma porque son producto de una elaboración colectiva, y las quiero leer porque pueden reflejar de forma más sistemática todo esto que estoy improvisando.
"El Che, un hombre del siglo XXI".
Después de treinta años la historia latinoamericana ha entregado uno de sus más recónditos secretos: los huesos de Ernesto Che Guevara. Hace tres décadas lo fusilaron y lo exhibieron para las póstumas imágenes, y tras cortarle las manos depositaron su cuerpo en una tumba clandestina.
Treinta años parecen demasiado para quien arrastra su cuerpo por la superficie del mundo. Muchos soles y lunas atravesaron el cielo mirando con disimulo la innominada fosa, mientras miles de hijos de esta América seguíamos el infinito trillo, pugnando por descubrir en nosotros esa pequeñísima señal, esa brizna, esa chispa que nos permitiera creer que a lo mejor no estábamos tan lejos de parecernos a él.
El tiempo nos susurró al oído, a los sobrevivientes, que no ocurriría en esta vida, que no hay comparación posible con los mitos, que sólo la muerte da el visto bueno para ingresar en esta cofradía.
¿Por qué, por qué esa extraña fuerza nos atrae, en las etapas tempranas de la vida, hacia el planeta de los santos y los héroes? Y entre estos ¿por qué más hacia los de bronce, mármol o extendida fama, en vez de aquellos de humildes proezas, gestas ignotas, cotidianas epopeyas?
Pocas veces elegimos como espejo a quienes caminan "de la nada hacia la nada", sin estridencias pero completos en su contenido humano. A lo mejor recién a la vuelta de los años percibimos trabajosamente, a través de la bruma de la historia recién hecha, que la proporción entre santos y pecadores no puede ser tal que vacíe la tierra de hombres y mujeres comunes y corrientes.
El viento que escuchó los disparos de la escuelita de La Higuera se paseó arriba y abajo por este continente. Hubo muchos, demasiados disparos, sangre y fosas clandestinas, pero no dejó de haber picadas en el monte, cuerpos nuevos y viejas convicciones, gente en las calles, esperanzas renovadas.
En su cumpleaños número 28 -en junio de 1955- Ernesto aún no había conocido a Fidel Castro, y su futuro seguía siendo el de viajero incansable. Pensaba ir a Europa, a la India, a China... Nada anunciaba en él al que sólo cuatro años después sería comandante en una revolución triunfante, ministro, representante de Cuba en foros internacionales, y sobre todo dirigente idolatrado por el pueblo cubano.
En 1955 Ernesto era un hombre común y corriente, con una amplia cultura pero poco politizado. Estaba abierto a recibir y aprender, y decidido a encarar todo camino que creyera el mejor. Inquieto, caminador, curioso, obsesivo por vencer obstáculos, fueran estos su físico, una montaña o los enigmas de Palenque o Machu Picchu.
Era un hombre común, que participando en la lucha de los cubanos desarrolló sus potencialidades.
En los aprontes mexicanos abundaron las lecturas, las discusiones, los sueños concretos, las reuniones, los planes, las montañas escaladas, el tiro al blanco, la persecución policial, la clandestinidad y la cárcel; y por sobre todo un objetivo muy claro.
En la travesía del Granma apenas hubo silencio, noche, tensión, armas listas, nervios, mapas, brújulas, mar gruesa, y un destino fijo en los ojos.
Luego vino el bautismo de fuego: ciénaga, aviones, metralla, fuego, compañeros caídos, decisiones, miedos, la vida cargada de futuros. Hubo más batallas contra el ejército batistiano, emboscadas, aviones que lanzaban la muerte sólida y ruidosa sobre la infantería guerrillera, heroísmos y cobardías, montes, campos y caminos.
Todo esto alimentó la vigorosa personalidad de quien emergería el 1º de enero de 1959 como EL CHE.
Tras una corta pausa otros desafíos esperaban a este hombre común y corriente que exploró decididamente en sí mismo, y exigió con vehemencia en los demás al hombre del siglo XXI.
Guevara fue un hombre de múltiples perfiles. Ya lo era cuando la Revolución hizo de necesidad virtud y lo "nombró" comandante militar, ministro de industrias, cabeza de las relaciones internacionales, teórico, escritor, tractorista en la zafra, voluntario en cualquier tarea... El Che se metió en todos los asuntos, y por eso dejó muchas imágenes. ¿Cuál nos convoca a ser mejores seres humanos? ¿Cuál roza algún punto de nuestros sentimientos?
Cada sociedad, cada persona, cada época, destacan alguna de esas caras del Che. Él, sin duda, fue un hombre de los 60: salió a buscar su destino recorriendo el mundo, se desató de muchos convencionalismos y renegó de "las cosas" haciendo lugar para que entraran valores éticos. Pero al fin de los años 90 hay otros Ches que no han perdido vigencia, y en algunos casos la han acentuado.
Por ejemplo el Che enemigo del burocratismo. En este tipo de sociedades donde hay una acentuada separación entre trabajadores manuales e intelectuales, él solía trabajar con sus manos (y alcanzaba un machete a los visitantes que recibía al pie del cañaveral). También trataba de no perder el contacto directo con el pueblo, y además de cumplir a rajatabla con su trabajo siempre abarcaba otros varios. No dejaba en paz a nadie.
Por ejemplo el Che enemigo de los privilegios, que se enojaba cuando en una casa de campesinos querían servirle el café primero a él; o que destacaba el trabajo de los macheteros que iban detrás de su máquina repasando las matas de caña, cuando los periodistas buscaban sólo la imagen del jefe.
Por ejemplo el Che siempre atendiendo, sin mirar en "costos", la coherencia y la consecuencia, valores escasos en este mundo contaminado por el oportunismo, el arribismo y la pirueta política. El Che renunciando a cargos y honores en Cuba por el honor de morir en el pequeño ejército loco que iba a liberar al resto del continente.
Y sobre todo un Che que no era "realista" al uso de los 90, al uso de la "nueva izquierda", un Che que puso en lugar destacado el papel que juegan en la lucha la voluntad, la audacia y lo subjetivo. Llevó mucho más allá de lo que permitían los dogmas de la época esa tensión entre lo subjetivo y las "condiciones objetivas", entre la voluntad y "lo posible", entre la inercia y la ruptura. Si esta parte de la herencia se perdiera habría que acostarse a dormir para ya no despertar más.
La odisea del Che estuvo vinculada al muy actual problema de las "ventanas históricas" que han permitido revoluciones o procesos de cambio progresistas.
Las estrategias imperialistas no son infalibles, a veces son superadas por el impulso de los pueblos. También ocurre que tienen condicionantes políticos que en ciertas etapas han dificultado la cruda imposición represiva.
Pero para pasar por esas "ventanas" no basta con estar sentado al pie del muro, esperando que alguien abra. Hay que buscarlas, ayudar a crearlas, empujarlas, y estar preparados para aprovechar las coyunturas históricas. En la lucha siempre ir lo más lejos que se pueda.
La peripecia de Guevara también tuvo como escenario las dificultades de todo tipo que enfrenta una revolución triunfante, los límites que aprietan a todo proyecto de sociedad autónoma y soberana.
En aquel mundo bipolar los problemas venían de los dos polos. Los enemigos impusieron el cerco, los atentados, la fallida invasión, las amenazas permanentes. Y los amigos condicionaron la economía y la estrategia.
Las idas y venidas de la relación con la URSS mostraron las dificultades que había que sortear para sobrevivir, aunque el hundimiento del Este dejó ver que al fin ni la supervivencia estaba asegurada por este tipo de integración de la economía cubana en el CAME.
¿Qué decir del hoy, de este mundo unipolar, con milicos de despliegue rápido e izquierdas de repliegue aún más rápido? La ventana parece cerrada a cal y canto, pero de todos modos -siempre- se trata de empujarla.
Mientras los huesos del Che y sus compañeros dormían bajo tierra, en su secreto sepulcro, el mito se paseaba entre nosotros. Había mucho material para construirlo, aunque la saga del Che fue de corta duración. Pocos personajes en pocos momentos históricos han logrado condensar los sueños de una época como lo hizo él...
Su historia se recibió de mito trabajada por las necesidades y los sentimientos de varias generaciones; y también, no vamos a negarlo, su imagen fue pulida y a veces depurada por mentalidades cerradamente burocráticas, que querían un Che a medida de su hipocresía.
El mito es múltiple, cada quien puede elegir u olvidar algún perfil. Es múltiple porque es reencarnación y síntesis de mitos anteriores. ¿Quién no ve en él al Quijote, descubridor de mundos y desfacedor de entuertos, metiéndose en cada lío porque así debía de ser? ¿Quién no distingue su bolivariana mirada al continente, y el mismo empecinamiento con que vivió sus años Sandino?
Actuó siempre con la terquedad propia de quien piensa que un revolucionario sólo descansa cuando muere. Es lo que algunos llaman fatalismo, pero que no es más que la plena convicción de que la vida no vale nada si no escuchamos las voces o el silencio que nos convocan. De la misma manera los rebelados con Tupac Amaru decidieron ejecutar, en el inicio mismo del alzamiento, al odiado Corregidor Arriaga. Del mismo modo los emerretistas entraron en la embajada, pensando que la suerte estará echada sólo cuando desaparezca de la faz de la tierra el último ser humano...
Cuenta la historia -o el mito- que Juan el Bautista dijo a los de su tiempo: "En medio de vosotros está uno a quien no conocéis, que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia". Entre las sombras de un siglo que termina, la luz del Che también puede decirnos que en medio de nosotros puede haber uno, dos, tres, muchos ches, con sus potencialidades intactas, esperando su momento.
El poeta español Miguel Hernández escribió en 1937: "Muerto y veinte veces muerto, / la boca contra la grama, / tendré apretados los dientes / y decidida la barba".
El Che podía haberlo dicho el 8 de octubre de 1967.
Y otros treinta años han pasado...
Esto fue lo que escribimos, compañeros, en estos 30 años del Che. Y quisiera cerrar esta intervención, este momento que estamos pasando, con algo que es tal vez muy personal, que se remite a la percepción personal que tuve del Che, de su vida, y esa percepción que a veces rebasa las palabras y que se puede condensar solamente en imagen. Recuerdo que una vez vi en un libro de en una pinacoteca un retrato que me impresionó profundamente, que pertenecía a un pintor flamenco, Holbein, pintor realista, que está en el museo de Basilea, que es un cuadro de tamaño natural que se llama "Cristo en el sepulcro". Representa a Cristo en el sepulcro, y me impresionó mucho por dos razones. Porque era muy parecido a la imagen que se paseó por el mundo del Che muerto en la escuela de Higueritas, se parecía tremendamente; y porque, a su vez, era la representación de la muerte, de ese poder formidable que terminó con la vida del Che. Tiempo después me enteré, también por casualidad, de que ese cuadro lo había impresionado mucho a Dostoievski cuando lo vio, que en su novela El idiota le hace decir a un personaje unas palabras con respecto a ese cuadro, que son también profundamente reveladoras sobre lo que yo considero que es fundamental en el legado histórico del Che. Y voy a pasar a leer de El príncipe idiota de Dostoievski ese fragmento que me representa, y creo que nos representa a todos.
Cuando se mira ese cuadro la naturaleza aparece bajo la forma de un animal enorme, sin piedad y mudo, mejor dicho, por extraña que sea la comparación, como una inmensa máquina de invención moderna que sorda e insensible ha cogido estúpidamente, hecho pedazos y absorbido en sus entrañas a un ser que él solo valía tanto como toda la naturaleza con todas sus leyes, tanto como toda la tierra, la cual quizás no ha sido creada más que para dar nacimiento a ese ser. El cuadro del que hablo despierta precisamente esa impresión de una fuerza ciega, atrevida, eternamente estúpida, a la que todo está sometido y que se impone fatalmente a todos. Ni una de las personas que rodeaban al difunto está representada en el cuadro. Han debido sentir una angustia y una consternación indecibles en aquella noche que cegaba de un solo golpe todas sus esperanzas, hasta todas sus creencias, se podría decir. Sin duda se dispersaron presas de un horror extraordinario, aunque cada uno de ellos llevara en sí una gran idea que ya no se le podría arrancar. Su mismo maestro si en la víspera del suplicio hubiera podido ver su rostro en aquel momento ¿hubiera subido a la cruz y lo hubiera muerto como murió? Ésa es otra pregunta que involuntariamente se hace uno cuando mira el cuadro.
Y yo me pregunto, compañeros... Hace un rato Vicente decía de que reivindicaba la dimensión romántica del Che, y creo que en su muerte también hay una dimensión romántica. Creo que era Hemingway que decía de que la guerra de España había sido la última guerra romántica de este siglo, y tal vez la muerte del Che haya sido una de las últimas muertes románticas de este siglo. Porque después la muerte se barbarizó, se industrializó, se masificó. Después ni siquiera nos quedó la melancólica... no sé cómo llamarlo, ni siquiera nos quedó la esperanza de decir de que los compañeros que se nos fueron, que los compañeros que desaparecieron, recobramos de él ese momento final de su muerte, recobramos de él esa figura como la recobramos del Che. Y yo creo que el legado del Che está contenido también en estas palabras: aunque cada uno de ellos llevara en sí una gran idea que ya no se le podría arrancar. Aquellos que han querido contener todo el impulso de transformación, todo el impulso vital, todo el impulso de cambio que representó el Che y que representaron miles y miles de compañeros que ya no están, miles y miles de compañeros de los que ni siquiera tenemos su último gesto, como lo tenemos del Che, a todos ellos el gran legado, nuestro emocionado abrazo de este fin de siglo, para decirles que, como ellos, todo lo que dejaron en nosotros, esa gran idea, ya nadie lo va a poder arrancar. Así que gracias por todo, compañeros.
M. Gaggero:
Bueno, ahora queremos abrir un debate sobre el tema que se ha tratado en esta clase, en esta última clase, que es "El legado del Che" y las exposiciones que han hecho los compañeros, cargadas de emoción, por cierto. Dejo en ustedes, el que quiera hablar que levante la mano. Hoy vamos a suprimir las preguntas por escrito, que era medio la dinámica que teníamos acá, por el tema especial y por el día especial.
Bueno, ahora queremos abrir un debate sobre el tema que se ha tratado en esta clase, en esta última clase, que es "El legado del Che" y las exposiciones que han hecho los compañeros, cargadas de emoción, por cierto. Dejo en ustedes, el que quiera hablar que levante la mano. Hoy vamos a suprimir las preguntas por escrito, que era medio la dinámica que teníamos acá, por el tema especial y por el día especial.
Reina Diez:
Algo, algo falta, algo que es imprescindible para... es la necesidad que tenemos, y creo compartido por los demás, de dar gracias, muchas gracias, y esos empiezan desde el primer momento, desde el primer impulso de la Cátedra. Porque ha habido tal simiente de cosas firmes, de cosas dedicadas, de cosas ordenadas o desordenadas pero que fueron buscando su lugar, y lo encontraron en todo momento en nuestro corazón, en nuestros sentimientos. Porque era como verlo al Che de pronto, de pronto como caballero andante, fuerte, firme, hermoso, cariñoso con sus hijos. Y sentirlo, después, como si una caída tempestuosa lo precipitara más allá de todo, de todo el perdón que teníamos que, en forma emblemática, seguramente, para pedirle ese perdón. Cómo, cómo no se pudo hacer nada, cómo no se lo pudo defender, si lo íbamos a necesitar tanto. A mí, por eso me siento como si tuviera en este momento un entre los brazos toda, todo lo que nos faltó al irse él. ¡Cómo se fue! Porque no tenía derecho, porque ya era nuestro, y porque las capacidades para soportar el dolor se escalonan cuando ese dolor palpita de tal manera que uno siente, sí... pero de nuevo está. Y por eso le doy las gracias, y retrocediendo, a todos los compañeros, a todos los que presentaron ciertas facetas, y que vienen desde la primera reunión de aquí. Todos ellos son los que me están ocupando para decir gracias, muchas gracias, todas las gracias del mundo. Y después a meditar, a sentir, a volver a estar como si fuera el primer momento en que se lo ha conocido, en que se ha vertido en el oído y en la mente esa palabra mágica, ese que tiene tanta humildad y tanta franqueza, parecía que tenía una significación extraordinaria. Pero es porque los seres extraordinarios son así, y alguna vez lo entenderemos, y alguna vez sacaremos de nuestras miserias, de nuestras pequeñeces diarias, encontraremos alguna fuerza que sea como una embestida, que vaya para arriba, que nos haga volar, que nos haga precipitar en un mundo tan fuerte, tan querido, tan conocido, que podamos decir me acuerdo la vez que esas cosas, y otras parecidas... Las dijeron, las dijeron porque eran conclusivas para desarrollar lo que había sido y lo que sería el Che.
Algo, algo falta, algo que es imprescindible para... es la necesidad que tenemos, y creo compartido por los demás, de dar gracias, muchas gracias, y esos empiezan desde el primer momento, desde el primer impulso de la Cátedra. Porque ha habido tal simiente de cosas firmes, de cosas dedicadas, de cosas ordenadas o desordenadas pero que fueron buscando su lugar, y lo encontraron en todo momento en nuestro corazón, en nuestros sentimientos. Porque era como verlo al Che de pronto, de pronto como caballero andante, fuerte, firme, hermoso, cariñoso con sus hijos. Y sentirlo, después, como si una caída tempestuosa lo precipitara más allá de todo, de todo el perdón que teníamos que, en forma emblemática, seguramente, para pedirle ese perdón. Cómo, cómo no se pudo hacer nada, cómo no se lo pudo defender, si lo íbamos a necesitar tanto. A mí, por eso me siento como si tuviera en este momento un entre los brazos toda, todo lo que nos faltó al irse él. ¡Cómo se fue! Porque no tenía derecho, porque ya era nuestro, y porque las capacidades para soportar el dolor se escalonan cuando ese dolor palpita de tal manera que uno siente, sí... pero de nuevo está. Y por eso le doy las gracias, y retrocediendo, a todos los compañeros, a todos los que presentaron ciertas facetas, y que vienen desde la primera reunión de aquí. Todos ellos son los que me están ocupando para decir gracias, muchas gracias, todas las gracias del mundo. Y después a meditar, a sentir, a volver a estar como si fuera el primer momento en que se lo ha conocido, en que se ha vertido en el oído y en la mente esa palabra mágica, ese que tiene tanta humildad y tanta franqueza, parecía que tenía una significación extraordinaria. Pero es porque los seres extraordinarios son así, y alguna vez lo entenderemos, y alguna vez sacaremos de nuestras miserias, de nuestras pequeñeces diarias, encontraremos alguna fuerza que sea como una embestida, que vaya para arriba, que nos haga volar, que nos haga precipitar en un mundo tan fuerte, tan querido, tan conocido, que podamos decir me acuerdo la vez que esas cosas, y otras parecidas... Las dijeron, las dijeron porque eran conclusivas para desarrollar lo que había sido y lo que sería el Che.
M. Gaggero:
Seguimos. Bueno, si alguien quiere hacer alguna reflexión, hacer algún aporte, tienen el micrófono. Y si no alguna pregunta que quieran formular por escrito, también.
Seguimos. Bueno, si alguien quiere hacer alguna reflexión, hacer algún aporte, tienen el micrófono. Y si no alguna pregunta que quieran formular por escrito, también.
Público:
Bueno, ya que nadie se atreve... Yo me identifico como una sencilla mujer de pueblo, que apenas hizo secundario por aquellos años 50, y que, bueno, después tuvo una vida como la mayoría de las mujeres de pueblo, sencilla, no sacrificada como la abuela María, porque, bueno, uno vive en estas latitudes y acá siempre hubo modo de ganarse la vida sin tanto sacrificio. Pero sí pertenezco a una familia de trabajadores, toda la vida. Y bueno, en aquellos años 50, 60, cuando ya me casé, yo creí que en este país, nuestro hermoso país, como mujer sencilla con todas mis necesidades básicas satisfechas, no se olviden que yo fui una niña, una jovencita de los primeros años peronistas en que las cosas se daban de otra manera, se podía estudiar, después se conseguía trabajo, yo lo conseguí, bueno, yo pensé que, bueno, las autoridades, la gente que sabe, la gente que estudia, que pasa por estos claustros, que todo estaba bajo control, todo muy bien dirigido, y que nuestro país iba a seguir creciendo y creciendo y que nunca iban a pasar las cosas ni los horrores que después me tocaron presenciar. Yo en lo personal no tengo que lamentar desapariciones ni muertes, sí intervenciones militares porque mi esposo era un afiliado del Partido Comunista, pero yo, a todo esto, como dije hace un ratito, no militaba, ni siquiera una mujer politizada como tampoco lo soy ahora, pero al presenciar, y a través de la gente que nos visitaba, los horrores que estaban pasando en nuestro país yo no tuve más consuelo, no tuve más tranquilidad. Y de mi tranquilidad provinciana, pueblerina, desgarrándome dentro de mi casa por los horrores que yo sí sabía a través de gente amiga que estaba padeciendo esas desapariciones, esas muertes, y que en ese momento nuestro país a través de los medios de comunicación masiva, con el mundial, trataban de anularlo, de obnubilar a la gente, y que la gente mayoritariamente, desgraciadamente se dejó obnubilar. Y al tener conciencia de todo eso que estaba pasando me horroricé tanto, lloraba, me la pasaba llorando, a lo cual mi esposo me decía no llores, no llores, tratá de participar. Y en esos momentos no se podía participar. Yo tengo la gran suerte de que año 78, 79, ya siendo una mjer de 42 años, quedo embarazada y doy a luz una niña. Y al poco tiempo mi vida entra en otro cono, o sea todo eso que a mí me impactaba y me horrorizaba, el nacimiento de mi niña es como que se alejó un poco. Pero no bien llegada la democracia tomo plena conciencia de que los que nos dirigían, de las autoridades, de ese ejército que yo cuando era niña creí que nos defendía y que nunca defendió, un ejército malvado que nunca quiso al pueblo y que no lo supo defender cuando tuvo que defenderlo, sino más bien fue su verdugo, cuando yo tomo conciencia de todo eso, cuando tomo conciencia de que es el pueblo el que tiene que salir a defender, el pueblo el que tiene que salir a participar y el pueblo el que tiene que salir a las calles para que nunca más esos horrores pasen.
Yo lo que les quiero decir a ustedes los jóvenes, especialmente, en nombre de nuestro querido Che, de ese ser que, yo comparto acá con el escritor el autor del libro, la palabra romántico, que no es mala palabra porque los que nos gusta la poesía es los que nos consideramos románticos sin ser escritores, sin ser artistas, sin ser nada, tenemos un profundo corazón. Quizás no tengamos mucha preparación intelectual pero tenemos un gran corazón y un gran humanismo. Y que este dolor, esto tan horrible que pasó en nuestro país, no lo olvidemos nunca. Que luchemos. Ustedes que están estudiando, cuando sean profesionales, por favor, en nombre del Che, no se aburguesen, siempre piensen en el pueblo, como nuestro querido Che, en los más desposeidos, y siempre salgan a participar y salgan a movilizarse en la calle para defender lo que, con su vida, él nos quiso dejar como legado, nuestro querido Che, al pueblo y a nuestro país. Nada más.
Bueno, ya que nadie se atreve... Yo me identifico como una sencilla mujer de pueblo, que apenas hizo secundario por aquellos años 50, y que, bueno, después tuvo una vida como la mayoría de las mujeres de pueblo, sencilla, no sacrificada como la abuela María, porque, bueno, uno vive en estas latitudes y acá siempre hubo modo de ganarse la vida sin tanto sacrificio. Pero sí pertenezco a una familia de trabajadores, toda la vida. Y bueno, en aquellos años 50, 60, cuando ya me casé, yo creí que en este país, nuestro hermoso país, como mujer sencilla con todas mis necesidades básicas satisfechas, no se olviden que yo fui una niña, una jovencita de los primeros años peronistas en que las cosas se daban de otra manera, se podía estudiar, después se conseguía trabajo, yo lo conseguí, bueno, yo pensé que, bueno, las autoridades, la gente que sabe, la gente que estudia, que pasa por estos claustros, que todo estaba bajo control, todo muy bien dirigido, y que nuestro país iba a seguir creciendo y creciendo y que nunca iban a pasar las cosas ni los horrores que después me tocaron presenciar. Yo en lo personal no tengo que lamentar desapariciones ni muertes, sí intervenciones militares porque mi esposo era un afiliado del Partido Comunista, pero yo, a todo esto, como dije hace un ratito, no militaba, ni siquiera una mujer politizada como tampoco lo soy ahora, pero al presenciar, y a través de la gente que nos visitaba, los horrores que estaban pasando en nuestro país yo no tuve más consuelo, no tuve más tranquilidad. Y de mi tranquilidad provinciana, pueblerina, desgarrándome dentro de mi casa por los horrores que yo sí sabía a través de gente amiga que estaba padeciendo esas desapariciones, esas muertes, y que en ese momento nuestro país a través de los medios de comunicación masiva, con el mundial, trataban de anularlo, de obnubilar a la gente, y que la gente mayoritariamente, desgraciadamente se dejó obnubilar. Y al tener conciencia de todo eso que estaba pasando me horroricé tanto, lloraba, me la pasaba llorando, a lo cual mi esposo me decía no llores, no llores, tratá de participar. Y en esos momentos no se podía participar. Yo tengo la gran suerte de que año 78, 79, ya siendo una mjer de 42 años, quedo embarazada y doy a luz una niña. Y al poco tiempo mi vida entra en otro cono, o sea todo eso que a mí me impactaba y me horrorizaba, el nacimiento de mi niña es como que se alejó un poco. Pero no bien llegada la democracia tomo plena conciencia de que los que nos dirigían, de las autoridades, de ese ejército que yo cuando era niña creí que nos defendía y que nunca defendió, un ejército malvado que nunca quiso al pueblo y que no lo supo defender cuando tuvo que defenderlo, sino más bien fue su verdugo, cuando yo tomo conciencia de todo eso, cuando tomo conciencia de que es el pueblo el que tiene que salir a defender, el pueblo el que tiene que salir a participar y el pueblo el que tiene que salir a las calles para que nunca más esos horrores pasen.
Yo lo que les quiero decir a ustedes los jóvenes, especialmente, en nombre de nuestro querido Che, de ese ser que, yo comparto acá con el escritor el autor del libro, la palabra romántico, que no es mala palabra porque los que nos gusta la poesía es los que nos consideramos románticos sin ser escritores, sin ser artistas, sin ser nada, tenemos un profundo corazón. Quizás no tengamos mucha preparación intelectual pero tenemos un gran corazón y un gran humanismo. Y que este dolor, esto tan horrible que pasó en nuestro país, no lo olvidemos nunca. Que luchemos. Ustedes que están estudiando, cuando sean profesionales, por favor, en nombre del Che, no se aburguesen, siempre piensen en el pueblo, como nuestro querido Che, en los más desposeidos, y siempre salgan a participar y salgan a movilizarse en la calle para defender lo que, con su vida, él nos quiso dejar como legado, nuestro querido Che, al pueblo y a nuestro país. Nada más.
M. Gaggero:
Bueno, para dar por concluida esta clase y este ciclo de la Cátedra del pensamiento político de Ernesto Che Guevara, vamos a pedirle una última reflexión a cada uno de los docentes que han participado hoy en este cierre. Ahora, Guillermo.
Bueno, para dar por concluida esta clase y este ciclo de la Cátedra del pensamiento político de Ernesto Che Guevara, vamos a pedirle una última reflexión a cada uno de los docentes que han participado hoy en este cierre. Ahora, Guillermo.
G. Cieza:
En primer lugar, el agradecimiento a todos ustedes por haber hecho posible que esta Cátedra se haya desarrollado en los términos que se dio. Yo espero que a todos nos haya servido para aprender un poco. Personalmente, a mí me sirvió mucho, he aprendido mucho sobre el Che en esta Cátedra. Y además, agradecerles algo que planteé en algún momento, el espíritu que pusieron los distintos grupos políticos de La Plata, mucha gente que se acercó, que a lo mejor tenía ese problema de que no organizaba la Cátedra, que a lo mejor se sentía con más derecho a organizar la Cátedra, y sin embargo se sumó, y sin embargo tuvo una posición constructiva. Es decir, en primer lugar, entonces, el enorme agradecimiento a toda la gente que ha hecho posible que esta Cátedra fuera adelante. Y en segundo lugar, la invitación para mañana, Encuentro de Movimientos Sociales. Esto tiene que ver con el Che, esto tiene que ver con la Cátedra, esto tiene que ver con seguir una práctica. Los movimientos sociales, en este momento, están atomizados, están manipulados. La posibilidad de unificarlos y trabajar por su autonomía es una tarea de la época, es una tarea del momento. Creo que realmente es muy importante el aporte de todos ustedes. Creo que esto es una forma de darle continuidad a este homenaje al Che. Si nosotros mañana, a partir de ese Encuentro de Movimientos Sociales, ponemos la semilla, ponemos el embrión, ponemos el primer empujón para una organización autónoma de movimientos sociales en el país, que lo están reclamando, realmente creemos que habremos cumplido el objetivo que nos propusimos.
En primer lugar, el agradecimiento a todos ustedes por haber hecho posible que esta Cátedra se haya desarrollado en los términos que se dio. Yo espero que a todos nos haya servido para aprender un poco. Personalmente, a mí me sirvió mucho, he aprendido mucho sobre el Che en esta Cátedra. Y además, agradecerles algo que planteé en algún momento, el espíritu que pusieron los distintos grupos políticos de La Plata, mucha gente que se acercó, que a lo mejor tenía ese problema de que no organizaba la Cátedra, que a lo mejor se sentía con más derecho a organizar la Cátedra, y sin embargo se sumó, y sin embargo tuvo una posición constructiva. Es decir, en primer lugar, entonces, el enorme agradecimiento a toda la gente que ha hecho posible que esta Cátedra fuera adelante. Y en segundo lugar, la invitación para mañana, Encuentro de Movimientos Sociales. Esto tiene que ver con el Che, esto tiene que ver con la Cátedra, esto tiene que ver con seguir una práctica. Los movimientos sociales, en este momento, están atomizados, están manipulados. La posibilidad de unificarlos y trabajar por su autonomía es una tarea de la época, es una tarea del momento. Creo que realmente es muy importante el aporte de todos ustedes. Creo que esto es una forma de darle continuidad a este homenaje al Che. Si nosotros mañana, a partir de ese Encuentro de Movimientos Sociales, ponemos la semilla, ponemos el embrión, ponemos el primer empujón para una organización autónoma de movimientos sociales en el país, que lo están reclamando, realmente creemos que habremos cumplido el objetivo que nos propusimos.
V. Zito Lema:
Me voy a permitir leer la página final de mi libro sobre el Che que creo que condensa lo que pienso. Pero antes creo que el trabajo de los compañeros en esta Cátedra debe ser reivindicado por todos los que participamos en la universidad, como docentes o como alumnos. La Cátedra Che Guevara reivindica, y cambia, y equilibra tanta mala práctica universitaria que en los últimos tiempos está destruyendo nuestra universidad.
"Nota de cierre".
Palabras para Guevara, treinta años después. Superar una pena, densa; esa melancolía sin voluntad que se instala en todo el cuerpo, como si fuera una lluvia de octubre sorprendiéndonos en el medio de la noche y en la peor soledad.
Palabras para Guevara, cuando sabemos que la muerte existe (la triste muerte), en nuestra agenda abundan los números tachados y vamos enterándonos, día a día, que nadie es eterno, ni siquiera él.
Palabras para Guevara, en un tiempo que repite hasta el hartazgo que el sueño se agotó, la era de los grandes relatos existe sólo en algún lugar que está detrás de las espaldas de la humanidad, que la esperanza de la revolución duerme bajo el pesado manto del fracaso, y que lo mejor, entonces, es entretenerse con un presente de "zapping", que cambia ideas por frases de 30 segundos y la noción de progreso por brillantes cuentas de vidrios tecnológicas.
Un tiempo sin amor ni poesía. Patético, de tan pragmático; groseramente injusto, de tan capitalista; y para colmo de males, aburrido.
Frente a un tiempo así, paradójicamente, ¿cómo no esforzarnos por superar esa pátina sombría que la época insiste en colocar sobre los asuntos humanos, y levantar los ojos hacia lo que fue y seguir imaginando lo que podrá ser?
Palabras para Guevara, que nos ayuden a pensarlo fuera de las modas que lo desguazan y a instalarlo, legítimo, otra vez frente a un viaje de miles y miles de kilómetros, viaje que, como bien se sabe, se inicia dando un paso.
Es cierto, han pasado treinta años. Recordamos a Guevara y por afinidad en el oficio a Haroldo Conti, Miguel Ángel Bustos, Roberto Santoro, Rodolfo Walsh, Paco Urondo y a todos aquellos amigos caídos con quienes compartimos la vocación de emborronar cuartillas (como en broma nos sentenciaba Guevara), y volvemos a preguntarnos: ¿Qué de nosotros y del gran sueño? La poesía de Paco Urondo que avivaba aquel sueño no ha perdido su frescura. Mantiene esa honda música que anuncia la mañana. De la revolución se dirá, y acaso con razón, con la razón que se sustenta en el horror padecido, que nuestra generación, por pecar de romántica y aventurera, por terribles errores de concepción y de método, la hizo retroceder en el tiempo y en la conciencia social. La historia sanciona sin pudor ni piedad a los que pierden y el proyecto de nuestra generación al menos por un tiempo fue destruido. Acepto las críticas de los otros y mis propias pesadillas. Pero tampoco renuncio al orgullo de decir que en la época en que fue posible soñar a lo grande, fuimos tremendos soñadores, y quienes no soñaron entonces -y ahora hablan y miran desde la soberbia del culo sentado que nunca se equivoca porque nunca mueve el culo- es porque vinieron a esta tierra para arrastrarse y no soñar. O quizás, simplemente, porque más allá del discurso, sus intereses y real ideología se confunden con los que han sido y serán nuestros enemigos. Esos que han hecho del país una tierra baldía y de la vida una dura tristeza que se renueva. Sí, pienso en lo que se escribió, en lo que se hizo y hasta en la forma en que fue enfrentada la muerte, y siento por tantos y tantos de nuestra generación emoción y orgullo. Así de simple.
De eso se trata hoy, ante Guevara: saltar sobre las grietas que se abren a nuestros pies y animarnos a saber que en este mismo instante un muchacho, una muchacha, en algún lugar de este lastimado continente está soñando otra vez lo que fue soñado.
Me voy a permitir leer la página final de mi libro sobre el Che que creo que condensa lo que pienso. Pero antes creo que el trabajo de los compañeros en esta Cátedra debe ser reivindicado por todos los que participamos en la universidad, como docentes o como alumnos. La Cátedra Che Guevara reivindica, y cambia, y equilibra tanta mala práctica universitaria que en los últimos tiempos está destruyendo nuestra universidad.
"Nota de cierre".
Palabras para Guevara, treinta años después. Superar una pena, densa; esa melancolía sin voluntad que se instala en todo el cuerpo, como si fuera una lluvia de octubre sorprendiéndonos en el medio de la noche y en la peor soledad.
Palabras para Guevara, cuando sabemos que la muerte existe (la triste muerte), en nuestra agenda abundan los números tachados y vamos enterándonos, día a día, que nadie es eterno, ni siquiera él.
Palabras para Guevara, en un tiempo que repite hasta el hartazgo que el sueño se agotó, la era de los grandes relatos existe sólo en algún lugar que está detrás de las espaldas de la humanidad, que la esperanza de la revolución duerme bajo el pesado manto del fracaso, y que lo mejor, entonces, es entretenerse con un presente de "zapping", que cambia ideas por frases de 30 segundos y la noción de progreso por brillantes cuentas de vidrios tecnológicas.
Un tiempo sin amor ni poesía. Patético, de tan pragmático; groseramente injusto, de tan capitalista; y para colmo de males, aburrido.
Frente a un tiempo así, paradójicamente, ¿cómo no esforzarnos por superar esa pátina sombría que la época insiste en colocar sobre los asuntos humanos, y levantar los ojos hacia lo que fue y seguir imaginando lo que podrá ser?
Palabras para Guevara, que nos ayuden a pensarlo fuera de las modas que lo desguazan y a instalarlo, legítimo, otra vez frente a un viaje de miles y miles de kilómetros, viaje que, como bien se sabe, se inicia dando un paso.
Es cierto, han pasado treinta años. Recordamos a Guevara y por afinidad en el oficio a Haroldo Conti, Miguel Ángel Bustos, Roberto Santoro, Rodolfo Walsh, Paco Urondo y a todos aquellos amigos caídos con quienes compartimos la vocación de emborronar cuartillas (como en broma nos sentenciaba Guevara), y volvemos a preguntarnos: ¿Qué de nosotros y del gran sueño? La poesía de Paco Urondo que avivaba aquel sueño no ha perdido su frescura. Mantiene esa honda música que anuncia la mañana. De la revolución se dirá, y acaso con razón, con la razón que se sustenta en el horror padecido, que nuestra generación, por pecar de romántica y aventurera, por terribles errores de concepción y de método, la hizo retroceder en el tiempo y en la conciencia social. La historia sanciona sin pudor ni piedad a los que pierden y el proyecto de nuestra generación al menos por un tiempo fue destruido. Acepto las críticas de los otros y mis propias pesadillas. Pero tampoco renuncio al orgullo de decir que en la época en que fue posible soñar a lo grande, fuimos tremendos soñadores, y quienes no soñaron entonces -y ahora hablan y miran desde la soberbia del culo sentado que nunca se equivoca porque nunca mueve el culo- es porque vinieron a esta tierra para arrastrarse y no soñar. O quizás, simplemente, porque más allá del discurso, sus intereses y real ideología se confunden con los que han sido y serán nuestros enemigos. Esos que han hecho del país una tierra baldía y de la vida una dura tristeza que se renueva. Sí, pienso en lo que se escribió, en lo que se hizo y hasta en la forma en que fue enfrentada la muerte, y siento por tantos y tantos de nuestra generación emoción y orgullo. Así de simple.
De eso se trata hoy, ante Guevara: saltar sobre las grietas que se abren a nuestros pies y animarnos a saber que en este mismo instante un muchacho, una muchacha, en algún lugar de este lastimado continente está soñando otra vez lo que fue soñado.
J. López Mercao:
Bueno, cuando dijeron una reflexión final yo lo único que iba a decir era que lamentaba que esto se terminara tan rápidamente, sin otras participaciones. Porque una de las cosas que creo que surgen más nítidamente, y que todos coincidimos, en el Che, en la valoración de la figura del Che, es de que lo excepcional del Che es haber llevado hasta tal punto y hasta tal nivel de grandeza las cualidades del hombre corriente. Y decíamos que, de alguna manera, en todos nosotros hay un Ernesto Che Guevara. Es importante que se exprese también todo eso.
Y... pero me da motivo para esta reflexión, que pretendo que no sea final, una notita que llega diciendo, bueno, que nombráramos a Raúl Sendic y tratáramos de publicar cartas de la prisión, que fue tan grande como el Che. Bueno, yo como conocí a Raúl, milité con él desde mi adolescencia, y lo quise mucho al viejo -que nació el año exacto en que nació mi padre, entre otras cosas-, nuestra relación de compañerismo era una relación marcada con esa especie de respeto frente a la edad, frente a las canas, frente a los padres, que es tan caro entre los rioplatenses, y creo que en todo el mundo. Y sí, entiendo que sí, que fue tan grande como el Che, aunque recuerdo aquello de Cervantes que dice de que toda comparación entre virtud y virtud, entre belleza y belleza, es siempre odiosa y mal recibida. Sí, realmente Raúl fue muy grande, porque también fue síntesis, fue síntesis de todo un período de nuestra historia. Y quiero contar una anécdota que fue nuestra relación con la saga del Che, cuando recién nos estábamos conformando como organización, con ideas tan alucinadas como las que llevaron al Che a Bolivia, con errores muy grandes que en la perspectiva histórica los vemos con un inmenso cariño y los quisiéramos revivir, no como errores sino como hechos con los que estábamos construyendo la historia. En ese momento se produce el 22 de diciembre de 1966, una fecha histórica en la que tenemos los primeros mártires, los primeros compañeros que mueren en combate, tenemos una, bueno, prácticamente todo lo que era el casco de esa exigente organización, unos 30 ó 40 compañeros pasan en bloque a la clandestinidad, quedan desarticulados toda la infraestructura, todos los refugios, y tenemos que acogernos a la solidaridad de esa izquierda uruguaya, que en los momentos de mayor divergencia que tenemos entre nosotros siempre recordamos esos orígenes. Los compañeros nos recibieron con los brazos abiertos en los peores momentos. Y bueno, y es bueno decirlo, por encima de las divergencias que tuvimos, que tenemos y que tendremos, por encima de todo son nuestros compañeros, son nuestros hermanos, y lo acreditaron en los momentos más difíciles. Cuando se hallaban los compañeros en esa clandestinidad forzada y con escasa perspectivas, con una lucha que parecía que culminaba cuando recién comenzaba, nos llega una propuesta, a través de mediadores, de integrarnos a la guerrilla del Che. Se discute y se considera de que tenemos que afirmar el proyecto político, el proyecto revolucionario que estábamos construyendo en nuestra realidad, y que entendíamos que la mejor forma de combatir junto al Che era combatir en nuestra realidad, luchar en nuestra realidad. Recuerdo que hace poco tiempo antes de su muerte, recordando ese episodio, le preguntaban a Raúl, le preguntaba al Bebe un periodista sobre eso, él narraba el episodio y dice de repente nos equivocamos. Y creo que eso era una cosa que define de cuerpo entero a Raúl, el de repente nos equivocamos. Hacer las cosas, asumir los costos políticos de los hechos políticos que había que procesar, pero dejar siempre abierta, llevarlos hasta las últimas consecuencias, pero dejar siempre abierta la puerta para la autocrítica y para la convicción que de repente nos equivocamos. Pero ese de repente nos equivocamos no implicaba tampoco un golpearse el pecho ni darle demasiada importancia a eso que ya pertenecía a la historia, simplemente dejar abierta la puerta para los que vendrían y para los que podrían ser jueces de nuestras acciones cuando estuviéramos en la historia, cuando ya fuéramos historia, a los nuevos protagonistas.
Y Raúl, del cual habría que decir algunas palabras, pero se podría hablar muchísimo de Raúl, aunque también con él era problemática la relación con la palabra. Y como la poesía se ha adueñado de la noche, en la medida que el compañero la ha traído de la mano, tengo que decir que Raúl también, sobre todo en el último período de su vida, escribía poesías. Que también para mí son contradictorias porque me parecen espantosas y al mismo tiempo me llenan de emoción por todo lo que dicen, por la ingenuidad que tienen, también contradictoria con ese Canario pícaro ladino que las sabía todas, ese niño recobrado que había en el Raúl de los últimos tiempos.
Creo que también el Che, y ésa es una categoría de la que se podría hablar, era un personaje profundamente ingenuo. Y no lo digo en un sentido peyorativo la palabra. Él decía en una de sus cartas de que, precisamente, lo que había desajustado los planes del imperialismo, cuando Fidel y el 26 de Julio llegan al poder, es la ingenuidad de Fidel, que Fidel decía lo que iba a hacer. Y el imperialismo estaba tan acostumbrado a la demagogia que creía que hacía como todos, decía una cosa e iba a hacer otra. Pero no, la ingenuidad de Fidel los mató. Y de alguna manera también estas palabras para establecer este paralelo, que se puede establecer con muchos compañeros, ¿no? Creo que se puede establecer con prácticamente con todos y cada uno de los compañeros que protagonizaron y que protagonizan esta lucha.
Y el Canario, el Bebe, el Rufo, Raúl, tantos eran los nombres como los perfiles, era un compañero antidogmático, abierto, sumamente porfiado, también, sumamente consecuente con lo que hacía. Y que, también, de alguna manera, cumplió en sí mismo un destino profético, profetizado por la poesía, porque, también, como César Vallejo dijo de sí mismo me moriré en París con aguacero, un viernes del cual tengo el recuerdo, también él se murió con aguacero y en París, cuando París nunca había figurado en su agenda de viajes, y cuando postrado por una enfermedad que no esperábamos se murió... Y entró en la historia, o no... Yo decía el Che, como Raúl, esos personajes tremendamente actuales, fueron como esos estudiantes aventajados que de la vida saltan a la leyenda o al mito salteándose la historia. Algún día la historia los va a colocar en algún lugar, pero vamos a tener que colocar en algún lugar a la causa por la que ellos vivieron, dieron todo... Nada más.
Bueno, cuando dijeron una reflexión final yo lo único que iba a decir era que lamentaba que esto se terminara tan rápidamente, sin otras participaciones. Porque una de las cosas que creo que surgen más nítidamente, y que todos coincidimos, en el Che, en la valoración de la figura del Che, es de que lo excepcional del Che es haber llevado hasta tal punto y hasta tal nivel de grandeza las cualidades del hombre corriente. Y decíamos que, de alguna manera, en todos nosotros hay un Ernesto Che Guevara. Es importante que se exprese también todo eso.
Y... pero me da motivo para esta reflexión, que pretendo que no sea final, una notita que llega diciendo, bueno, que nombráramos a Raúl Sendic y tratáramos de publicar cartas de la prisión, que fue tan grande como el Che. Bueno, yo como conocí a Raúl, milité con él desde mi adolescencia, y lo quise mucho al viejo -que nació el año exacto en que nació mi padre, entre otras cosas-, nuestra relación de compañerismo era una relación marcada con esa especie de respeto frente a la edad, frente a las canas, frente a los padres, que es tan caro entre los rioplatenses, y creo que en todo el mundo. Y sí, entiendo que sí, que fue tan grande como el Che, aunque recuerdo aquello de Cervantes que dice de que toda comparación entre virtud y virtud, entre belleza y belleza, es siempre odiosa y mal recibida. Sí, realmente Raúl fue muy grande, porque también fue síntesis, fue síntesis de todo un período de nuestra historia. Y quiero contar una anécdota que fue nuestra relación con la saga del Che, cuando recién nos estábamos conformando como organización, con ideas tan alucinadas como las que llevaron al Che a Bolivia, con errores muy grandes que en la perspectiva histórica los vemos con un inmenso cariño y los quisiéramos revivir, no como errores sino como hechos con los que estábamos construyendo la historia. En ese momento se produce el 22 de diciembre de 1966, una fecha histórica en la que tenemos los primeros mártires, los primeros compañeros que mueren en combate, tenemos una, bueno, prácticamente todo lo que era el casco de esa exigente organización, unos 30 ó 40 compañeros pasan en bloque a la clandestinidad, quedan desarticulados toda la infraestructura, todos los refugios, y tenemos que acogernos a la solidaridad de esa izquierda uruguaya, que en los momentos de mayor divergencia que tenemos entre nosotros siempre recordamos esos orígenes. Los compañeros nos recibieron con los brazos abiertos en los peores momentos. Y bueno, y es bueno decirlo, por encima de las divergencias que tuvimos, que tenemos y que tendremos, por encima de todo son nuestros compañeros, son nuestros hermanos, y lo acreditaron en los momentos más difíciles. Cuando se hallaban los compañeros en esa clandestinidad forzada y con escasa perspectivas, con una lucha que parecía que culminaba cuando recién comenzaba, nos llega una propuesta, a través de mediadores, de integrarnos a la guerrilla del Che. Se discute y se considera de que tenemos que afirmar el proyecto político, el proyecto revolucionario que estábamos construyendo en nuestra realidad, y que entendíamos que la mejor forma de combatir junto al Che era combatir en nuestra realidad, luchar en nuestra realidad. Recuerdo que hace poco tiempo antes de su muerte, recordando ese episodio, le preguntaban a Raúl, le preguntaba al Bebe un periodista sobre eso, él narraba el episodio y dice de repente nos equivocamos. Y creo que eso era una cosa que define de cuerpo entero a Raúl, el de repente nos equivocamos. Hacer las cosas, asumir los costos políticos de los hechos políticos que había que procesar, pero dejar siempre abierta, llevarlos hasta las últimas consecuencias, pero dejar siempre abierta la puerta para la autocrítica y para la convicción que de repente nos equivocamos. Pero ese de repente nos equivocamos no implicaba tampoco un golpearse el pecho ni darle demasiada importancia a eso que ya pertenecía a la historia, simplemente dejar abierta la puerta para los que vendrían y para los que podrían ser jueces de nuestras acciones cuando estuviéramos en la historia, cuando ya fuéramos historia, a los nuevos protagonistas.
Y Raúl, del cual habría que decir algunas palabras, pero se podría hablar muchísimo de Raúl, aunque también con él era problemática la relación con la palabra. Y como la poesía se ha adueñado de la noche, en la medida que el compañero la ha traído de la mano, tengo que decir que Raúl también, sobre todo en el último período de su vida, escribía poesías. Que también para mí son contradictorias porque me parecen espantosas y al mismo tiempo me llenan de emoción por todo lo que dicen, por la ingenuidad que tienen, también contradictoria con ese Canario pícaro ladino que las sabía todas, ese niño recobrado que había en el Raúl de los últimos tiempos.
Creo que también el Che, y ésa es una categoría de la que se podría hablar, era un personaje profundamente ingenuo. Y no lo digo en un sentido peyorativo la palabra. Él decía en una de sus cartas de que, precisamente, lo que había desajustado los planes del imperialismo, cuando Fidel y el 26 de Julio llegan al poder, es la ingenuidad de Fidel, que Fidel decía lo que iba a hacer. Y el imperialismo estaba tan acostumbrado a la demagogia que creía que hacía como todos, decía una cosa e iba a hacer otra. Pero no, la ingenuidad de Fidel los mató. Y de alguna manera también estas palabras para establecer este paralelo, que se puede establecer con muchos compañeros, ¿no? Creo que se puede establecer con prácticamente con todos y cada uno de los compañeros que protagonizaron y que protagonizan esta lucha.
Y el Canario, el Bebe, el Rufo, Raúl, tantos eran los nombres como los perfiles, era un compañero antidogmático, abierto, sumamente porfiado, también, sumamente consecuente con lo que hacía. Y que, también, de alguna manera, cumplió en sí mismo un destino profético, profetizado por la poesía, porque, también, como César Vallejo dijo de sí mismo me moriré en París con aguacero, un viernes del cual tengo el recuerdo, también él se murió con aguacero y en París, cuando París nunca había figurado en su agenda de viajes, y cuando postrado por una enfermedad que no esperábamos se murió... Y entró en la historia, o no... Yo decía el Che, como Raúl, esos personajes tremendamente actuales, fueron como esos estudiantes aventajados que de la vida saltan a la leyenda o al mito salteándose la historia. Algún día la historia los va a colocar en algún lugar, pero vamos a tener que colocar en algún lugar a la causa por la que ellos vivieron, dieron todo... Nada más.
M. Gaggero:
Bueno, gracias a todos y los esperamos el año que viene, no sé si a ustedes o a otros. Esperamos que la Cátedra siga el año que viene, va a seguir, seguramente, y además les recordamos que mañana es el Encuentro de los movimientos sociales en la Escuela de Trabajo Social. Muchas gracias.
Bueno, gracias a todos y los esperamos el año que viene, no sé si a ustedes o a otros. Esperamos que la Cátedra siga el año que viene, va a seguir, seguramente, y además les recordamos que mañana es el Encuentro de los movimientos sociales en la Escuela de Trabajo Social. Muchas gracias.
ANEXO
São Paulo, 13 de novembro de 1997
Guillermo Cieza
Cátedra Che Guevara
Universidad La Plata
Argentina
Estimado amigo
Por motivos de ordem pessoal, nosso companheiro designado para representar o MST nos eventos dos dias 15 e 16 de novembro, em La Plata, não poderá comparecer, como havíamos comunicado. Tentamos substituí-lo, porém, estamos terminando o Congresso Latino Americano de Organizações Camponesas e um curso de formadores a nível de América Latina, com os quais nossas principais lideranças estavam envolvidas. Por isso, não teremos condiçoes de enviar outra pessoa para nos representar.
Estão também articulando, a partir deste final de semana, os encontros estaduais preparatórios ao Encontro Nacional do MST, que por serem massivos, exigirá o envolvimento de todos os líderes e instâncias.
Diante disso, queremos pedir-lhes desculpas por não termos condições de atender ao seu convite. Lamentamos não poder transmitir o que temos discutido sobre o legado de CHE, mas estamos certos de que os demais painelistas poderão atender à programação e que o evento que marca os 30 anos de sua morte, contribuirá para renovar a esperança de todos aqueles que, assim como ele, almejam uma sociedade socialista, construída desde já por homens e mulheres novos.
Esperando contar com a compreensão de todos os organizadores do evento, estendemos a todos as nossas justificativas e desejamos muito êxito nos eventos programados para os dias 15 e 16 e enviamo-lhes um forte abraço.
VIVA EL CHE!
VIVA O SOCIALISMO!
Atenciosamente
Egidio Brunetto
Direção Nacional
Anexo
METERSE CON EL CHE
No es fácil meterse con el Che. Su nombre -o su sobre nombre- y su figura, aparecen con una carga muy pesada de "deber ser" moral y político extraños para los tiempos que corren.
Aún así nos pareció importante avanzar en discutir qué Che era éste que nos interpelaba, que nos interpela y demanda nuestros esfuerzos en estos tiempos tan lejanos a los suyos.
En primer lugar, el Che que nos interesó era uno de circulación universal. Uno que no sólo aparece pegado en las paredes de La Habana o Buenos Aires, en las banderas de las hinchadas de fútbol de Santiago o Nápoles, sino que expresa, en todo el planeta, la más pura y llana imagen de rebeldía contra la descomposición social en la que irreversiblemente nos sumerge el sistema capitalista.
Pero para meterse con el Che hay que tener una mínima coherencia ética, política e ideológica. Es lo mínimo que él exige. De ahí que Manuel Gaggero, Alberto J. Pla, Rubén Dri, Gabriel Fernández y Guillermo Cieza sean los titulares y coordinadores de la Cátedra.
Porque ninguna Cátedra Che Guevara va a borrar las inconsecuencias de conducta, ni las degeneraciones ideológicas. Eso no sería efectivo. Hace tiempo que el mercado se quiso tragar -luego del estrepitoso fracaso de los que lo quisieron desaparecer- al Che, y hoy, a 30 años, vemos los resultados.
Muchos se meten con el Che, y nadie puede pretender "sacar chapa" de Cheísta, o de verdadero guevariano, sino que por el contrario, lo que se impone es la polémica. ¿El Che fue o no foquista? ¿Qué importancia puede tener esto? ¿De qué nos sirve hoy a los latinoamericanos el rescate de la obra teórica y práctica del Che? ¿Cuál es su actualidad? ¿En qué esferas es más actual el legado del Che? Todas estas son cuestiones de debate antes que de apologías y homenaje.
Meterse con una figura como el Che nos exige dos cosas: una mínima coherencia ética, política e ideológica -ética que no se conquista por el sólo hecho de impulsar una Cátedra del Che- por un lado, y por el otro, renunciar al homenaje santificador en la búsqueda de un trabajoso balance sobre lo que hoy necesitamos de la obra guevariana para recomponer nuestras fuerzas.
El Che fue el rostro, un emergente (quizás el mejor) de toda una tradición de luchadores sociales y militantes políticos revolucionarios antiimperialistas que dieron de una manera u otra sus vidas por liberar sus respectivas sociedades, en el marco de una renovada praxis internacionalista.
Estas generaciones tuvieron ciertos rasgos comunes que las distinguieron a lo largo de todo un período histórico, del resto de las corrientes políticas de su tiempo, incluidas las de izquierda.
El papel de la voluntad, de la conciencia, de la crítica, la revalorización de una moral superadora, la reivindicación de la lucha armada como táctica no excluyente pero prioritaria, la lucha contra la visualización de la revolución por etapas, y contra los objetivismos sociales, o las versiones de las "leyes históricas" de la revolución socialista como paso ineluctable de una escatológica filosofía de la historia.
Para el Che la tarea de un revolucionario es la de hacer la revolución, y esta idea fuerza guevariana es la que definirá su marxismo. No es la espera del desarrollo de las fuerzas productivas lo que desencadenará un proceso objetivo, legal, astucia de la razón, sino que el papel del sujeto real, concreto-histórico, debe forzar los límites de su tiempo, subvertir la línea divisoria de lo posible-imposible, cuestionar los dogmas construidos a partir de la difusión inmovilizada de la última revolución triunfante.
En este sentido, el Che evoca a la crítica y al debate, a la polémica y a la diferencia superadora, a la revisión y a la creación. Cualquier tipo de rescate de un Che fósil, conservador-historicista, cualquier comisión de homenaje, cualquier intento de adorar un Che de bronce es ajeno a la reivindicación de la figura del revolucionario que proponemos desde la Cátedra.
Gracias: Agrupación EL MATE.
En: Boletín “Cátedra Che”, Nro. 8 - 15/11/97
DIALÉCTICA ENTRE PODER Y PROYECTO
Buena parte del movimiento popular ha caído más de una vez en un corrosivo pesimismo apoliticista, producto de la derrota pero –no nos engañemos– hay razones ideológicas más profundas. Este pesimismo proviene de una dialéctica negativa entre el poder (concepto que alude al fin de toda política, al poder político, el estado) por un lado, y por otro, lo que hemos dado en llamar –siguiendo a Fernando Martínez Heredia– como el proyecto. Por proyecto entenderemos aquí la sociedad nueva o la sociedad comunista, horizonte explícito de la perspectiva guevarista.
Esta dialéctica negativa –o dialéctica pesimista– entre poder y proyecto podría plantearse como la desvinculación de los momentos, por sobrestimación de alguno de ellos, es decir, por la negación de un momento y absolutización de su opuesto. Asistimos así a un pragmatismo oportunista cuan-do sacrificamos el proyecto en aras del poder político, negando la esencia de la política en el sentido de podarle a ésta su connotación de praxis transformadora y acomodándola a una eternización naturalizante de las relaciones de opresión. Buena parte del progresismo latinoamericano corre el riesgo de atravesar por una situación como ésta. En lo que respecta a nuestro país, este riesgo es ya realidad irreversible.
Del otro lado se presenta un proyecto concebido como una moral principista exacerbada, el proyecto se pone a salvo del poder político. Aquí la validez del proyecto está dada por la pureza en contra de las consecuencias indeseables e inevitablemente aparejadas a la lucha práctica por el poder. La política es negada en la medida en que se rechaza su ejercicio concreto. Ambas versiones poseen variantes teoricistas y practicistas, estructuralistas y voluntaristas y más bien se unifican desde el momento en que se constituyen en justificativos que niegan la necesidad imperiosa de emprender una construcción Política, es decir, de estructurar y de organizar una voluntad nacional –hoy diríamos regional, como lo vislumbró el Che– dispersa en torno a intereses clasistas bien concretos para –a partir de ahí, o en el mismo momento– disputar frontalmente el poder del Estado.
Tal vez estemos redondeando en este planteo la esencia del pensamiento político de Guevara. Es preciso el poder político para avanzar en la construcción del proyecto y, por lo tanto, los términos de la unidad, las tácticas y la articulación discursiva deben enfilarse hacia una visión del poder, del Estado. No es concebible una práctica política revolucionaria que no pretenda establecer una hegemonía política sobre el conjunto social. No hay política auténtica sin la legítima intención de expresar la voluntad de una clase con vocación estatal. Por otra parte, y ligado a esto, es esencial conformar esta voluntad de poder a partir de la construcción del proyecto de nueva sociedad. No se trata de llegar al control del aparato del estado por cualquier medio, no es cualquier política, ni cualquier unidad. No. Y esta negativa cerrada se sustenta en la convicción de que el proyecto de sociedad a construir no es una mera idea. No hablamos de una idea buena, una idea socialista, ni una idea guevariana. No. Hablamos de un proyecto, esto es una articulación concreta de intereses en torno a la hegemonía de una clase concreta, la clase de los productores, y esto implica una cosmovisión con eje en la reapropiación por parte de los productores directos de su subjetividad.
No creo que haya que actuar frente al Che como frente a un ejemplo opresivo, un ideal inalcanzable o un mandato mesiánico a hacer lo que él hizo y en la forma en que él lo hizo. Por el contrario, resulta absolutamente imperioso resignar guevarismos de esta naturaleza en función de abrir un debate serio sobre las bases de la reconstrucción de una política y una teoría revolucionaria a la altura de las circunstancias. Si se trata de buscar una actualidad en el pensamiento teórico-práctico del Che es por la certeza de que a 30 años de su muerte continúa inspirando a los hombres a procurarse, por medio de la lucha, un mundo mejor.
Instante, actualidad, presente
Actualidad y presente no son términos plenamente idénticos. ¿Cuántas cosas de este presente han perdido actualidad? En sentido opuesto podríamos constatar ¡cuánta actualidad tienen ciertas acciones e intuiciones del pasado!
Como sabemos, la idea de presente es un concepto complejo. Atravesado como está por relaciones de fuerzas de toda clase, la idea de presente –dice Walter Benjamin– supone una cierta capacidad de prever lo ya ocurrido. ¿De qué otra forma podríamos vivir el presente sin esta capacidad de prever lo ocurrido?
El marxismo, el historicismo y positivismo como concepciones de la historia, dice Benjamin, fueron confluyendo por caminos distintos en una misma idea de la historia, una idea del progreso, de la temporalidad homogénea, física e ininterrumpida.
Del historicismo y el positivismo Benjamin no espera nada. Pero al materialismo histórico, en cambio, le exige una reorientación. El marxismo debe ser subversivo, no y nunca una variante más del evolucionismo histórico. Es tan lineal el progreso a secas como el progreso llamado dialéctico.
El fin de la historia y las pretensiones de predicción intelectualmente calculadas o preanunciadas de los eventos históricos son ambos productos de la misma fe en la idea de un tiempo lineal.
Sin embargo, la historia es compleja y su estructura contiene temporalidades diferenciadas. Existe un cierto desfasaje en ella entre presente y actualidad.
Efectivamente no tenemos forma de conocer con certezas el presente en el mismo momento en el que éste ocurre. Sin embargo estamos llamados a actuar en él.
El presente entendido como un campo de batalla –un tablero de ajedrez–, donde se dirimen fuerzas del pasado lleva siempre consigo la potencialidad del momento revolucionario. Esta es la actualidad tal vez más profunda del Che, la de no creer en artilugios teóricos, científicos-racionales, en favor de la espera de un futuro a partir del cual ordenar el sentido del presente. El Che rompe con esa tradición futurista de la modernidad en la que buena parte del marxismo cayó durante décadas. El desafío está siempre en el presente –convergencia dialéctica de diversas temporalidades– como un pasado constante que es necesario prever. Y esta idea del tiempo es también una intuición fértil para renovar nuestra propia idea de la política. Intuir, conocer, apostar, arriesgar, son verbos que habrá que volver a conjugar a la luz de una idea de tiempo histórico realmente dialéctico, que acepte las asimetrías entre presente y actualidad, confusión que fomenta y aprovecha el presente para simplificarse, para eternizarse sobre el pasado oprimido, verdadero concepto de actualidad.
Desentrañar el lugar desde donde se ha realizado la operación de "rescate" del pensamiento del Che es el paso necesario para redondear una conclusión provisoria. El pasado no es un simple expediente de archivo, la memoria no funciona así. La historia, entendida como historia pasada, es constitución de fuerzas que pelean en el presente por modificar el futuro. El pasado es cosa abierta, presión que retorna –que oprime las conciencias de los vivos, dice Marx–, fuerza actual en el presente.
Esta es la fuerza de la figura del Che. Es la fuerza de una figura que retorna potente, que reabre batallas perdidas, que nos recuerda las derrotas que nos hacen ser y nos trae el mandato de la pelea, de la victoria.
Esta historia dialéctica es la que fundamenta la complejidad de cada instante como posibilidad revolucionaria, la que nos impone el grito de los muertos como advertencia dolorosa del parto de un nuevo horizonte epocal.
Diego Sztulwark
"El Che: actualidad teórica y política" (fragmento).
En: Boletín “Cátedra Che”, Nro. 20 - 4/7/98
Cátedra Ernesto Che Guevara - Universidad Nacional de La Plata.
Domingo 16 de noviembre de 1997. Escuela Superior de Trabajo Social (9 y 63).
ENCUENTRO DE MOVIMIENTOS SOCIALES "Ernesto Che Guevara"
São Paulo, 13 de novembro de 1997
Guillermo Cieza
Cátedra Che Guevara
Universidad La Plata
Argentina
Estimado amigo
Por motivos de ordem pessoal, nosso companheiro designado para representar o MST nos eventos dos dias 15 e 16 de novembro, em La Plata, não poderá comparecer, como havíamos comunicado. Tentamos substituí-lo, porém, estamos terminando o Congresso Latino Americano de Organizações Camponesas e um curso de formadores a nível de América Latina, com os quais nossas principais lideranças estavam envolvidas. Por isso, não teremos condiçoes de enviar outra pessoa para nos representar.
Estão também articulando, a partir deste final de semana, os encontros estaduais preparatórios ao Encontro Nacional do MST, que por serem massivos, exigirá o envolvimento de todos os líderes e instâncias.
Diante disso, queremos pedir-lhes desculpas por não termos condições de atender ao seu convite. Lamentamos não poder transmitir o que temos discutido sobre o legado de CHE, mas estamos certos de que os demais painelistas poderão atender à programação e que o evento que marca os 30 anos de sua morte, contribuirá para renovar a esperança de todos aqueles que, assim como ele, almejam uma sociedade socialista, construída desde já por homens e mulheres novos.
Esperando contar com a compreensão de todos os organizadores do evento, estendemos a todos as nossas justificativas e desejamos muito êxito nos eventos programados para os dias 15 e 16 e enviamo-lhes um forte abraço.
VIVA EL CHE!
VIVA O SOCIALISMO!
Atenciosamente
Egidio Brunetto
Direção Nacional
Anexo
METERSE CON EL CHE
No es fácil meterse con el Che. Su nombre -o su sobre nombre- y su figura, aparecen con una carga muy pesada de "deber ser" moral y político extraños para los tiempos que corren.
Aún así nos pareció importante avanzar en discutir qué Che era éste que nos interpelaba, que nos interpela y demanda nuestros esfuerzos en estos tiempos tan lejanos a los suyos.
En primer lugar, el Che que nos interesó era uno de circulación universal. Uno que no sólo aparece pegado en las paredes de La Habana o Buenos Aires, en las banderas de las hinchadas de fútbol de Santiago o Nápoles, sino que expresa, en todo el planeta, la más pura y llana imagen de rebeldía contra la descomposición social en la que irreversiblemente nos sumerge el sistema capitalista.
Pero para meterse con el Che hay que tener una mínima coherencia ética, política e ideológica. Es lo mínimo que él exige. De ahí que Manuel Gaggero, Alberto J. Pla, Rubén Dri, Gabriel Fernández y Guillermo Cieza sean los titulares y coordinadores de la Cátedra.
Porque ninguna Cátedra Che Guevara va a borrar las inconsecuencias de conducta, ni las degeneraciones ideológicas. Eso no sería efectivo. Hace tiempo que el mercado se quiso tragar -luego del estrepitoso fracaso de los que lo quisieron desaparecer- al Che, y hoy, a 30 años, vemos los resultados.
Muchos se meten con el Che, y nadie puede pretender "sacar chapa" de Cheísta, o de verdadero guevariano, sino que por el contrario, lo que se impone es la polémica. ¿El Che fue o no foquista? ¿Qué importancia puede tener esto? ¿De qué nos sirve hoy a los latinoamericanos el rescate de la obra teórica y práctica del Che? ¿Cuál es su actualidad? ¿En qué esferas es más actual el legado del Che? Todas estas son cuestiones de debate antes que de apologías y homenaje.
Meterse con una figura como el Che nos exige dos cosas: una mínima coherencia ética, política e ideológica -ética que no se conquista por el sólo hecho de impulsar una Cátedra del Che- por un lado, y por el otro, renunciar al homenaje santificador en la búsqueda de un trabajoso balance sobre lo que hoy necesitamos de la obra guevariana para recomponer nuestras fuerzas.
El Che fue el rostro, un emergente (quizás el mejor) de toda una tradición de luchadores sociales y militantes políticos revolucionarios antiimperialistas que dieron de una manera u otra sus vidas por liberar sus respectivas sociedades, en el marco de una renovada praxis internacionalista.
Estas generaciones tuvieron ciertos rasgos comunes que las distinguieron a lo largo de todo un período histórico, del resto de las corrientes políticas de su tiempo, incluidas las de izquierda.
El papel de la voluntad, de la conciencia, de la crítica, la revalorización de una moral superadora, la reivindicación de la lucha armada como táctica no excluyente pero prioritaria, la lucha contra la visualización de la revolución por etapas, y contra los objetivismos sociales, o las versiones de las "leyes históricas" de la revolución socialista como paso ineluctable de una escatológica filosofía de la historia.
Para el Che la tarea de un revolucionario es la de hacer la revolución, y esta idea fuerza guevariana es la que definirá su marxismo. No es la espera del desarrollo de las fuerzas productivas lo que desencadenará un proceso objetivo, legal, astucia de la razón, sino que el papel del sujeto real, concreto-histórico, debe forzar los límites de su tiempo, subvertir la línea divisoria de lo posible-imposible, cuestionar los dogmas construidos a partir de la difusión inmovilizada de la última revolución triunfante.
En este sentido, el Che evoca a la crítica y al debate, a la polémica y a la diferencia superadora, a la revisión y a la creación. Cualquier tipo de rescate de un Che fósil, conservador-historicista, cualquier comisión de homenaje, cualquier intento de adorar un Che de bronce es ajeno a la reivindicación de la figura del revolucionario que proponemos desde la Cátedra.
Gracias: Agrupación EL MATE.
En: Boletín “Cátedra Che”, Nro. 8 - 15/11/97
DIALÉCTICA ENTRE PODER Y PROYECTO
Buena parte del movimiento popular ha caído más de una vez en un corrosivo pesimismo apoliticista, producto de la derrota pero –no nos engañemos– hay razones ideológicas más profundas. Este pesimismo proviene de una dialéctica negativa entre el poder (concepto que alude al fin de toda política, al poder político, el estado) por un lado, y por otro, lo que hemos dado en llamar –siguiendo a Fernando Martínez Heredia– como el proyecto. Por proyecto entenderemos aquí la sociedad nueva o la sociedad comunista, horizonte explícito de la perspectiva guevarista.
Esta dialéctica negativa –o dialéctica pesimista– entre poder y proyecto podría plantearse como la desvinculación de los momentos, por sobrestimación de alguno de ellos, es decir, por la negación de un momento y absolutización de su opuesto. Asistimos así a un pragmatismo oportunista cuan-do sacrificamos el proyecto en aras del poder político, negando la esencia de la política en el sentido de podarle a ésta su connotación de praxis transformadora y acomodándola a una eternización naturalizante de las relaciones de opresión. Buena parte del progresismo latinoamericano corre el riesgo de atravesar por una situación como ésta. En lo que respecta a nuestro país, este riesgo es ya realidad irreversible.
Del otro lado se presenta un proyecto concebido como una moral principista exacerbada, el proyecto se pone a salvo del poder político. Aquí la validez del proyecto está dada por la pureza en contra de las consecuencias indeseables e inevitablemente aparejadas a la lucha práctica por el poder. La política es negada en la medida en que se rechaza su ejercicio concreto. Ambas versiones poseen variantes teoricistas y practicistas, estructuralistas y voluntaristas y más bien se unifican desde el momento en que se constituyen en justificativos que niegan la necesidad imperiosa de emprender una construcción Política, es decir, de estructurar y de organizar una voluntad nacional –hoy diríamos regional, como lo vislumbró el Che– dispersa en torno a intereses clasistas bien concretos para –a partir de ahí, o en el mismo momento– disputar frontalmente el poder del Estado.
Tal vez estemos redondeando en este planteo la esencia del pensamiento político de Guevara. Es preciso el poder político para avanzar en la construcción del proyecto y, por lo tanto, los términos de la unidad, las tácticas y la articulación discursiva deben enfilarse hacia una visión del poder, del Estado. No es concebible una práctica política revolucionaria que no pretenda establecer una hegemonía política sobre el conjunto social. No hay política auténtica sin la legítima intención de expresar la voluntad de una clase con vocación estatal. Por otra parte, y ligado a esto, es esencial conformar esta voluntad de poder a partir de la construcción del proyecto de nueva sociedad. No se trata de llegar al control del aparato del estado por cualquier medio, no es cualquier política, ni cualquier unidad. No. Y esta negativa cerrada se sustenta en la convicción de que el proyecto de sociedad a construir no es una mera idea. No hablamos de una idea buena, una idea socialista, ni una idea guevariana. No. Hablamos de un proyecto, esto es una articulación concreta de intereses en torno a la hegemonía de una clase concreta, la clase de los productores, y esto implica una cosmovisión con eje en la reapropiación por parte de los productores directos de su subjetividad.
No creo que haya que actuar frente al Che como frente a un ejemplo opresivo, un ideal inalcanzable o un mandato mesiánico a hacer lo que él hizo y en la forma en que él lo hizo. Por el contrario, resulta absolutamente imperioso resignar guevarismos de esta naturaleza en función de abrir un debate serio sobre las bases de la reconstrucción de una política y una teoría revolucionaria a la altura de las circunstancias. Si se trata de buscar una actualidad en el pensamiento teórico-práctico del Che es por la certeza de que a 30 años de su muerte continúa inspirando a los hombres a procurarse, por medio de la lucha, un mundo mejor.
Instante, actualidad, presente
Actualidad y presente no son términos plenamente idénticos. ¿Cuántas cosas de este presente han perdido actualidad? En sentido opuesto podríamos constatar ¡cuánta actualidad tienen ciertas acciones e intuiciones del pasado!
Como sabemos, la idea de presente es un concepto complejo. Atravesado como está por relaciones de fuerzas de toda clase, la idea de presente –dice Walter Benjamin– supone una cierta capacidad de prever lo ya ocurrido. ¿De qué otra forma podríamos vivir el presente sin esta capacidad de prever lo ocurrido?
El marxismo, el historicismo y positivismo como concepciones de la historia, dice Benjamin, fueron confluyendo por caminos distintos en una misma idea de la historia, una idea del progreso, de la temporalidad homogénea, física e ininterrumpida.
Del historicismo y el positivismo Benjamin no espera nada. Pero al materialismo histórico, en cambio, le exige una reorientación. El marxismo debe ser subversivo, no y nunca una variante más del evolucionismo histórico. Es tan lineal el progreso a secas como el progreso llamado dialéctico.
El fin de la historia y las pretensiones de predicción intelectualmente calculadas o preanunciadas de los eventos históricos son ambos productos de la misma fe en la idea de un tiempo lineal.
Sin embargo, la historia es compleja y su estructura contiene temporalidades diferenciadas. Existe un cierto desfasaje en ella entre presente y actualidad.
Efectivamente no tenemos forma de conocer con certezas el presente en el mismo momento en el que éste ocurre. Sin embargo estamos llamados a actuar en él.
El presente entendido como un campo de batalla –un tablero de ajedrez–, donde se dirimen fuerzas del pasado lleva siempre consigo la potencialidad del momento revolucionario. Esta es la actualidad tal vez más profunda del Che, la de no creer en artilugios teóricos, científicos-racionales, en favor de la espera de un futuro a partir del cual ordenar el sentido del presente. El Che rompe con esa tradición futurista de la modernidad en la que buena parte del marxismo cayó durante décadas. El desafío está siempre en el presente –convergencia dialéctica de diversas temporalidades– como un pasado constante que es necesario prever. Y esta idea del tiempo es también una intuición fértil para renovar nuestra propia idea de la política. Intuir, conocer, apostar, arriesgar, son verbos que habrá que volver a conjugar a la luz de una idea de tiempo histórico realmente dialéctico, que acepte las asimetrías entre presente y actualidad, confusión que fomenta y aprovecha el presente para simplificarse, para eternizarse sobre el pasado oprimido, verdadero concepto de actualidad.
Desentrañar el lugar desde donde se ha realizado la operación de "rescate" del pensamiento del Che es el paso necesario para redondear una conclusión provisoria. El pasado no es un simple expediente de archivo, la memoria no funciona así. La historia, entendida como historia pasada, es constitución de fuerzas que pelean en el presente por modificar el futuro. El pasado es cosa abierta, presión que retorna –que oprime las conciencias de los vivos, dice Marx–, fuerza actual en el presente.
Esta es la fuerza de la figura del Che. Es la fuerza de una figura que retorna potente, que reabre batallas perdidas, que nos recuerda las derrotas que nos hacen ser y nos trae el mandato de la pelea, de la victoria.
Esta historia dialéctica es la que fundamenta la complejidad de cada instante como posibilidad revolucionaria, la que nos impone el grito de los muertos como advertencia dolorosa del parto de un nuevo horizonte epocal.
Diego Sztulwark
"El Che: actualidad teórica y política" (fragmento).
En: Boletín “Cátedra Che”, Nro. 20 - 4/7/98
Cátedra Ernesto Che Guevara - Universidad Nacional de La Plata.
Domingo 16 de noviembre de 1997. Escuela Superior de Trabajo Social (9 y 63).
ENCUENTRO DE MOVIMIENTOS SOCIALES "Ernesto Che Guevara"
DOCUMENTO
En nuestro país, dentro de un contexto mundial signado por la "globalización", se encuentra instalada la idea de que las instituciones político electorales son el único medio de participación política, protagonismo y transformación social. Se advierte, sin embargo, que las grandes decisiones de poder no pasan por los parlamentos. Reducidas las contiendas electorales a disputas de gestión dentro de un mismo modelo, cabe preguntarse, ¿desde dónde pueden los oprimidos ejercer resistencia organizada y disputar poder?. El desarrollo y la centralización de los movimientos sociales en distintos países, pareció la respuesta más adecuada a esta pregunta.
Una mirada a los movimientos sociales en la Argentina, nos indica que su desarrollo incipiente, y su evidente atomización, está siendo saboteado por políticas ajenas que intentan cooptarlos y subordinarlos, ya sea para legalizar políticas globales de ajuste o para sumarlos a paquetes de negociación con futuro incierto.
La unidad de los movimientos sociales presupone un largo camino y variadas discusiones; esto nos compromete a sumar, a buscar puentes, a evadir concepciones políticas que sólo aportan a diferenciar. También nos impone un marco de tránsito autónomo y un objetivo común de promover la resistencia contra el sistema, de ir desarrollando modelos alternativos de sociedad.
Desde la Cátedra Che Guevara de La Plata, y a 30 años del asesinato de quien nos enseñó como nadie a ponerle el cuerpo a las ideas, convocamos a este Encuentro de Movimientos Sociales, que este año proponemos lleve su nombre, tratando de aportar en el camino de la comunicación, la integración, la autonomía y el trabajo conjunto de los movimientos populares.
PLENARIO DE CONCLUSIONES
"Aportes a la unificación y autonomía de los movimientos sociales"
Mesa de movimientos por reivindicaciones específicas
(organizaciones de mujeres, derechos aborígenes, y otros).
Integración entre los grupos y los movimientos territoriales y vecinales.
Coordinador de la comisión:
En la comisión de reivindicaciones específicas trabajamos diferentes grupos relacionados con la red de mujeres, con Azucenas Villaflor, trabajamos con el grupo de Barrio Suárez, Altos de San Lorenzo, Bosque Esmeralda, una compañera de Circo Cultural de Adrogué y secundarios y universitarios.
Estuvimos trabajando basado todo en la discusión acerca de la autonomía de los grupos. Quiero aclarar antes que del tema de reivindicaciones específicas básicamente tomamos el tema mujer, el tema derechos sobre el medio ambiente, y algunos temas culturales. También estaba incluido el tema aborigen pero no tuvimos la suerte de contar hoy con ningún compañero que esté trabajando en esa área.
Comenzamos con una discusión acerca de la autonomía de los grupos, intentando definirla y redefinirla como paso inicial para la construcción de los movimientos sociales independientes. Llegamos a la conclusión que debemos potenciar la capacidad de organizarse reivindicando nuestros derechos, peleando sí por subsidios y cosas que nos correspondan pero sin perder esa valiosa autonomía. La autonomía va ligada a la defensa de una salida política independiente con capacidad de pensar y construir, generar nuevas actitudes y acciones y también determinamos que hay que potenciar y fortalecer la capacidad de generar nuevos recursos humanos. También entendemos que lo económico también es clave en el tema autonomía, y es necesario la construcción de espacios de comunicación y asesoramiento de diferentes grupos con discusión y sistematización de las experiencias.
Creemos que la autonomía debe estar apoyada o consolidada en una red social eficiente. Creemos en la necesidad de experiencias testigo que muestren a la sociedad formas de organización alternativa. Estuvimos trabajando en base a eso. Reafirmo el tema red, el tema de la interacción permanente. Cuando hablábamos del asesoramiento también es por la escasa capacidad a veces de un grupo de trabajo de poder abarcar las distintas disciplinas, de pedir ayuda de diferentes sectores que pueden aportar, tanto en el tema de comunicación como en el tema jurídico, etc.
Mesa de medios de comunicación
Aportes a la comunicación, el desarrollo y la unificación de los movimientos sociales desde los medios y programas alternativos.
Coordinador de la comisión:
En la comisión arrancamos con una coincidencia que es la de la necesidad de organizar, de juntar a los medios alternativos que, como reflejo de la situación del movimiento social, político y cultural argentino, se encuentran dispersos, desperdigados, y para eso tener un contacto directo. En ese sentido se comentó muy especialmente la experiencia de los compañeros de la agencia RedAcción que en varias zonas del gran Buenos Aires están llevando adelante una tarea informativa importante en cuanto a la difusión de los conflictos sociales y de los testimonios de los protagonistas, información que habitualmente no tiene cabida en los grandes medios. En principio se decidió colaborar directamente con la tarea de los compañeros de RedAcción, con la intención con vistas al año entrante de expandir en todas las regionales que sea posible, en todas las zonas del país que sea posible, esa experiencia para mantener bien informada a la gente de cada zona sobre lo que realizan los luchadores en las distintas zonas del país y no tienen repercusión en los grandes medios de comunicación.
A esa iniciativa se suma la de conformar iniciativas de periodismo itinerante, es decir, de ir hacia la gente, de ir a cubrir los hechos, aún cuando no estemos los medios de comunicación determinados radicados en una zona en cuestión, pero si hay conflicto estar ahí para difundirlo. A partir de ahí se observa la necesidad de pensar el instrumento, de elaborar nuevos lenguajes a través de un nuevo tipo de contacto con la sociedad, un contacto mejor y más profundo para que la elaboración de esos mensajes no aparezca desarticulado o fuera de contexto con respecto a lo que la gente necesita. En ese sentido, claramente lo que se puso era todos los medios que participaron de la comisión de comunicación, de la comisión de medios, a disposición de las necesidades de las otras comisiones, a disposición informativa, y todos los medios que estaban allí presentes se comprometieron a difundir las informaciones que los protagonistas de las luchas sociales están protagonizando, están llevando adelante. En ese sentido se habló de la posibilidad de diseñar una nueva estrategia hacia los grandes medios para, mientras informamos a través de los propios, tener presencia en los grandes dentro de las posibilidades existentes. Sin embargo, a partir de ahí surge un debate sobre el tema cultural y el tema político, y se dice que la intención, la necesidad de los medios de comunicación alternativos no es solamente informar sobre lo que los luchadores sociales están haciendo, sino buscar una articulación política entre esos conflictos para que logren unificarse en una lucha más trascendente. En ese sentido se piensa que el rol de los medios de comunicación no es exclusivo, que la coordinación debe surgir de los movimientos sociales mismos, pero que puede contribuir a identificar problemas comunes, a difundir experiencias comunes y a interrelacionar ideas que están latentes en el seno de la comunidad pero que parecen aisladas y solitarias según la zona en cuestión.
Se enfatizó la necesidad de llevar adelante prácticas democráticas en los medios de comunicación alternativos y un profundo debate político, siempre referenciado en las necesidades autonómicas de los movimientos sociales. Y como propuestas concretas de trabajo se propone la designación de un grupo de compañeros con la meta de organizar hacia marzo del año que viene una agenda completa de los movimientos sociales y de los medios de comunicación aquí presentes, detallando tanto las características de estos movimientos y de estos sectores como, obviamente, direcciones, teléfonos, etc., y los elementos técnicos con los que cuentan para poder comunicarse, para así determinar las formas válidas de intercambio de la información: si tienen teléfono, fax, o distintas vías de comunicación, o formas radiales o audiovisuales para difundir la información. Es decir, operar efectivamente como nexo informativo entre lo que todos estamos haciendo y mantenernos comunicados. Enfatizar la relación con los movimientos sociales para que la comunicación no aparezca despegada de las necesidades de los compañeros y que la agenda incorpore no solamente a los medios de comunicación sino fundamentalmente a los movimientos sociales, para que el mensaje emitido por estas vías de comunicación alternativa no sea el mensaje que quieren los periodistas en sí mismos, aunque también el que quieren los periodistas, sino fundamentalmente el que necesita la gente.
Mesa territorial y vecinal
El problema de la comida y el trabajo desde la perspectiva territorial y vecinal. La autogestión de los movimientos. La vinculación, el trabajo conjunto y la integración entre los movimientos sociales.
Coordinador de la comisión:
Había 24 organizaciones sociales. Básicamente lo que se discutió, en primer lugar, era qué era lo que nos unía. Cosas que salían mucho fue el tema de que, en primer lugar, cada uno de los laburos había surgido de necesidades concretas, no eran necesidades inventadas. En segundo lugar, todos los compañeros se identificaban con sentirse específicamente excluídos de este modelo. En tercer lugar, había un vocabulario, problemas que surgían sin conocerse previamente, que surgían muy en común. Por ejemplo, el tema de que el grueso de los laburos funcionaban horizontalmente para tratar de garantizar la democracia, el tema de palabras como autogestionar el laburo, que la gente sea protagonista de sus propios hechos, el tema de la crítica permanente no a la política pero sí a las estructuras partidarias; son cosas que aparecieron bastante repetidamente en cada una de las intervenciones de las distintas organizaciones sociales a medida que nos íbamos contando el laburo, qué cosas hacíamos.
Obviamente se habló de la autonomía de los espacios sociales, todos coincidían en la caracterización de que los espacios sociales no tenían que ser furgón de cola absolutamente de nadie, de ninguna estructura, y de que lo que se tenía que tratar de hacer era de conservar una autonomía y de articularse entre sí, no entrar en una lógica. Otro tema que salió permanentemente es el de la continuidad de los laburos, la permanencia y la responsabilidad; rechazar este tema de caer como paracaidistas a algún lugar, de no tener continuidad, no cumplir con determinadas promesas. En general la característica que se daba es que había laburos en su mayoría de muchos años de estar trabajando en un mismo territorio.
Se sentía la desarticulación y la necesidad de estar juntos, y la necesidad de compartir, de superar la fragmentación. Básicamente ahí lo que se veía, inclusive surgía de la propia reunión, compañeros que comentaban una forma de laburo con compañeros que jamás se habían visto entre ellos y ahí descubrían un montón de necesidades comunes, pero también un montón de soluciones y de herramientas comunes que articulándose entre ellos se podían dar. A partir de esa discusión es que surgieron siete propuestas concretas.
En primer lugar, la continuidad de este encuentro. Se pensó en uno próximo con fecha posible 21, 22 de marzo; el criterio de la fecha era hacerlo lo más cercano al 24 de marzo del 76, para recalcar que no han logrado desarticular el tejido social, que los espacios sociales están vivos y están luchando. Entonces se tiraba como una propuesta posible el 21, 22 de marzo para realizar el próximo encuentro.
En segundo lugar, una propuesta un poco coincidente con los compañeros de los medios de comunicación, por ahí con algunos matices que explicamos. La propuesta que surgió es de hacer un listado de todas las organizaciones sociales que estuvieron acá presentes, y que ese listado con números de teléfono y también con las características de laburo y materiales de cada una de las agrupaciones, se haga llegar a cada uno de los compañeros que han participado de este encuentro. Esto obedecía a varios criterios. Primero, el criterio obvio de establecer comunicación. Pero además obedece a un criterio político, que es el tema de que la información y los contactos no los manejen cinco o seis compañeros que, por más buena o mala leche que tengan, siempre son los que están informados de todo, sino que si estamos hablando del tema de la horizontalidad cada movimiento social, cada compañero que vino acá tenga un material donde esté la dirección y el número de teléfono de cada uno de los espacios sociales y pueda establecer los contactos y las relaciones que quiera establecer directamente a partir de contar con ese material. Entonces obedecía a un criterio político, concretamente, lo del tema de armar este boletín. Para esto nosotros pensábamos que el plenario designara una comisión de compañeros que se encargara de ese laburo, de diseñar el boletín y de hacerlo llegar a cada uno. Y que además se encargara de otro laburo que es el tema de las carpetas. Una cosa que surgió mucho es que hay experiencias que los movimientos sociales, en función de las distintas temáticas, represión policial, lucha contra las empresas privatizadas, experiencias de cooperativas, de educación popular, sería infinito abarcar toda la multiplicidad de laburos que se están haciendo y que se veían en esa comisión; hay muchas cosas que están escritas y que obviamente se quiere intercambiar, entonces pensábamos que esos compañeros de esa comisión que se encargara de armar el boletín también sirvieran de nexo hasta el encuentro de marzo para que uno le pudiera mandar las carpetas de material y que ellos llegaran a los compañeros que lo pidan. ¿Se entiende cuál era el criterio? Repito esta segunda propuesta: elegir una comisión, que diseñe un boletín con cada uno de los movimientos sociales, tipo de laburo, material, y que a su vez se encarguen de contacto de nexo, y que esa comisión no sea una cosa fija, que sea una cosa que rote, porque tampoco es cuestión que haya compañeros que se cristalicen en un laburo, y que funcione hasta el próximo encuentro de marzo.
La tercer propuesta es de articular las distintas experiencias en talleres de formación a militantes sociales. Damos un ejemplo concreto para que se entienda. Hay algunos movimientos sociales que tienen muy desarrollado el tema por ejemplo del laburo con los servicios públicos, con temáticas que afectan a un montón de movimientos sociales. Una de las cosas comunes que ocurren en estos laburos es que los compañeros que tienen una determinada experiencia en un tema tienen que andar corriendo de un lado para otro tratando de cubrir el tema de la represión policial o el tema de los servicios públicos o lo que sea. Lo ideal era poder articular en el espacio que hay de acá a marzo talleres con temas específicos, la gente de vecinos Autoconvocados de Glew se ofrecía en el tema de los servicios públicos, por dar un ejemplo, donde vinieran los militantes de los movimientos sociales, se discutiera ahí durante un día, cada compañero se llevara todos los materiales, las carpetas, las ordenanzas, todo lo que tuviera que ver con esa temática y en función de eso que cada espacio social tomara ese tema y lo desarrollara en su propio territorio, y no que haya compañeros que van saltando de un lado a otro, sino que cada movimiento social desarrolle su tema en su territorio. Pensábamos que uno era lo de talleres de formación en servicios públicos, el tema de educación popular, porque surgieron muchos compañeros que desarrollaban en su territorio proyectos de educación popular, o el tema de represión policial. La tercer propuesta entonces es armar talleres sobre la base de temáticas concretas y problemas concretos, cotidianos, para los militantes de los movimientos sociales que así lo quieran realizar.
El cuarto tema fue el de la autonomía de las organizaciones, que ya lo hablábamos, la necesidad de articularse, se llamaba de distintas maneras, compañeros que lo denominaban una central de movimientos sociales, otros hablaban de federación, otros de coordinación, lo concreto era que había una necesidad común, más allá de los nombres, de mantener una instancia de coordinación y de profundizarla.
Otra propuesta es avanzar en la discusión de políticas y de temas globales que afectaran a todos nacionalmente. Lo que se pedía era que para el segundo encuentro se tomaran en cuenta elementos que nacionalmente tuviéramos que discutir para tener propuestas globales e ir viendo cómo en los distintos campos el modelo está avanzando y nos está destruyendo, en el campo de la salud, de la educación, en fin, tratar de empezar a sistematizar algunas ideas globales que puedan vincular toda la amplitud y heterogeneidad de laburos que vimos que hay en este espacio social.
Otra propuesta que se tiró como elemento para avanzar en común es juntar firmas para derogar la ordenanza provincial 165. Lo explicamos rápidamente porque hay carpetas a disposición de quien lo quiera profundizar más. Concretamente en la provincia de Buenos Aires el gobernador que más obras hace, las obras en general, esto es algo que se desconoce mucho, se hace bajo la ordenanza 165, donde la gente pone en hipoteca sus casas, en el 70% de los casos sin saberlo. Obras de gas, de asfalto, de cloacas, de agua, se hacen bajo la ordenanza 165, que es una ordenanza de la época de Lanusse que jamás fue derogada y que se ha empezado a utilizar ahora en todas las obras públicas y que es un tema que curiosamente, pese a que hemos acumulado carpetas, se han enviado a un montón de medios nacionales, nadie le quiere dar bola, porque la cantidad de intereses que se mueve alrededor de esto es fundamental. Las empresas privatizadas están laburando en conjunto con el Banco Provincia para realizar una estafa organizada a la gente y esto no es mera palabra, tenemos las ordenanzas, tenemos las planillas, tenemos las resoluciones de los distintos concejos, o sea hay una carpeta con material como para demostrar fehacientemente lo que estamos diciendo acá y que sucede en cada una de las obras o frecuentemente en los asfaltos que se traza en cada uno de los barrios. Como veíamos que era un tema que podía afectar al conjunto de la provincia de Buenos Aires, veíamos como una de las tareas de esos espacios que se creen, talleres, etc., laburar concretamente, primero para que los compañeros se informen y conozcan esto, porque estamos hablando de algo que afecta a centenares de miles de personas, no son meras palabras; y después para empezar un laburo concreto para lograr la derogación de esta ordenanza que está vigente desde la época de Lanusse.
Mesa de desocupación y proyectos productivos
Formas alternativas de producción como respuesta a la desocupación estructural del modelo y como herramientas para la resistencia.
Coordinador de la comisión:
Participó gente de Autoconvocados de Glew, de trabajo comunitario, Cooperativa El Ñandú, trabajo de apicultores, cooperativa de apuntes de comunicación, compañeros de Luján, compañeros que están haciendo un trabajo en Los Hornos, compañeros de Pascana (Córdoba), compañeros del MORREFE, compañeros de toma de casas de Capital, compañeros del proyecto productivo de Pascana (Córdoba), proyecto de Monte Maíz, la Cooperativa el Campeador (Córdoba), compañeros de extensión de la facultad de Ciencias Exactas (UBA).
Respecto a las conclusiones, los grupos plantearon, a partir de una socialización que nos llevó como tres horas, que teníamos unas cuantas experiencias en tierra, a partir de pequeños trabajos de cooperativas o emprendimientos en tierra, y pudimos compararla en algunas cosas con experiencias que tenían que ver con la toma de casas. De esa comparación aparecen algunas discusiones respecto al tema de la propiedad, y una de las conclusiones era avanzar sobre lugares donde la propiedad está más difusa. En general las experiencias en tierra se están haciendo en lugares como son banquinas, vías, y los compañeros planteaban además con respecto al tema de toma de casas, que se buscaba fundamentalmente aquellos lugares abandonados o más desprotegidos. En ambos casos, en el caso de toma de tierras como en el caso de toma de casas, se le da muchísima importancia al tema de los grupos humanos, de no forzar la formación de grupos humanos a partir de la necesidad, sino meterse en estos emprendimientos a partir de un conocimiento previo. Incluso a veces pensando en cubrir ciertas formas legales, como por ejemplo el tema de formar una cooperativa, que faltan miembros, es más importante que el grupo humano sea sólido que inventar gente que realmente después el día de mañana nos plantee algún tipo de conflicto; viendo que lo legal se puede arreglar. Lo que no se puede arreglar es la constitución de grupos humanos donde tenemos demasiados problemas.
Con respecto al tema de la tierra los compañeros plantearon que la tierra se vive incluso con escasa cantidad de hectáreas. El problema tiene que ver con el dinero efectivo y allí se plantearon problemas de comercialización. Ahí tratamos de ver y discutir la posibilidad de conectar distintos movimientos. Por ejemplo la Coopi tiene un supermercado no tan lejos de donde los compañeros están produciendo quesos o están produciendo cabritos, o están produciendo otro tipo de cosas; y buscar la forma de conexión entre los emprendimientos productivos solidarios y los emprendimientos cooperativos solidarios que tienen alguna forma de comercialización.
Hubo toda una discusión sobre el papel de los emprendimientos y además sobre los créditos que se otorgan a esos emprendimientos. Se planteó golpear todas las puertas, pero ser concientes que la plata que viene a través de las fundaciones, que viene a través del Banco Mundial, no es para organizar, sino que fundamentalmente tratan de aumentar la fragmentación.
Se planteó que también los emprendimientos deben ser no un lugar de salvación individual, no un lugar donde cinco o seis trabajadores solamente dejen de ser desocupados, sino convertirse en verdaderos bastiones para seguir adelante la lucha, y además como pequeños proyectos piloto, lugares donde empecemos a demostrar que se puede vivir, que las organizaciones sociales y económicas se pueden hacer de otra manera.
También hubo una discusión con respecto a la clase obrera. Caracterizamos a los desocupados como parte de la clase obrera, pero también planteamos la necesidad de que se autoorganicen. Es decir, esta atoorganización de los desocupados, que consideramos trabajadores, lo vemos como parte del fortalecimiento de las luchas también de los trabajadores ocupados. Y buscar además la posibilidad de que esas luchas se relacionen. Se contó una experiencia muy explicativa que es el caso de Fiat Córdoba, donde un conflicto de los trabajadores de Fiat Córdoba fue rodeado por la solidaridad y por la ocupación de trabajadores desocupados.
Con respecto a la parte organizativa se plantearon, por un lado, la necesidad de la organización de los movimientos sociales como una cosa importante. Se planteó también de partir, al principio, de pautas flexibles en lo organizativo en la medida de ir avanzando, pero sí se planteó que los marcos políticos de esa organización no pueden ser tan amplios, tan flexibles. Es decir, acá en este encuentro se partieron de conclusiones o de ideas muy generales, pero que creemos que habría que mantener, es decir, las organizaciones de movimientos sociales, lo que vamos armando se define a partir de estar contra el modelo, de luchar contra el sistema, y a partir de reivindicaciones muy elementales pero muy indispensables, como que ningún argentino pase hambre, el enfrentamiento a la violencia policial, la vigencia de los derechos humanos, etc.
Permanentemente en todas las reuniones de las comisiones apareció el tema de aprovechar lo que tenemos, es decir, hay un montón de experiencias que nos sirven y que nos son útiles. Entre esas experiencias mencionábamos a la experiencia de Pascana, en donde los compañeros han formado una escuela, donde se realizan pasantías, donde se demuestra que se puede sobrevivir en pequeñas extensiones de tierra.
Integrante de la comisión:
Las conclusiones son conclusiones-propuestas. Lo que surgió fue la propuesta de redactar un boletín informativo que llegue a todas las organizaciones que estuvieron aquí presentes, y otras que no pudieron estar, planteando todas las conclusiones de este encuentro y las propuestas que salieron. Otra propuesta es que se organicen reuniones por zona, es decir, como zona sur, se haría una reunión con todas las organizaciones de movimientos sociales que existan en el lugar; y también reuniones por área, desocupados, movimientos barriales, las distintas áreas que estuvieron aquí presentes. También se planteó la necesidad de constituir un equipo de apoyo técnico que genere asesoramiento y todo tipo de apoyo de gestión a los distintos trabajos. También una instancia de coordinación de movilización. Es decir, se decía de que acá a La Plata, por el hecho de que la gobernación está acá, vienen grupos de todas las zonas a hacer manifestaciones. Que se intente con los sectores que están cerca hacer un apoyo a esa movilización y coordinación de la movilización. Y se propone organizar un próximo encuentro para los días 21 y 22 de marzo en Lomas de Zamora. Los compañeros de esa región de zona sur serían los encargados de la organización, se propuso que se sumaran compañeros de Pascana a la organización, y también todos los compañeros que quieran colaborar en la organización de este encuentro.
Mesa de derechos humanos y represión policial
Organización y defensa frente a la represión policial desde los movimientos territoriales.
Coordinador de la comisión:
Estaba conformada por la CORREPI, la agrupación Forja de Derecho, que forma parte de otra comisión que trabaja sobre minoridad desde la FULP, estaba la Coordinadora Sur contra la represión policial e institucional, el grupo Al Borde que pertenece a la Coordinadora (Longchamps), un abogado del grupo de cooperativas, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Autoconvocados de Glew, la Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros de Miguel Bru, y militantes del barrio 3 de Junio de Plátanos.
En principio, en relación al tema represión charlamos que socialmente estaba muy vinculado al tema de la seguridad, muy instalado en los medios, y lo que planteábamos en esta comisión es que en realidad el problema era la represión, y el accionar represivo como una pata indispensable para que este modelo se siga manteniendo.
En relación a la seguridad y la preocupación en los distintos lugares, en los barrios, sobre el tema de la delincuencia y de los robos, que es producto de estas políticas; y revertir la idea tan generalizada de reclamar por mayor cantidad de policías y que las penas sean más severas, cuando en realidad es este mismo sistema el que está generando la falta de posibilidades y de oportunidades más que nada en los jóvenes, y la falta de trabajo.
En cuanto al tema de las distintas movilizaciones y reclamos y las marchas, lo que veíamos es que el tema de la represión se está judicializando. En todas las manifestaciones los compañeros detenidos están siendo procesados; en otros momentos lo que se hacía era contravenciones a través del código de faltas o en capital con el tema de los edictos, y ahora cada vez la mano se pone más pesada, y en torno a eso hay que empezar a organizarse mejor.
En relación a la policía hablamos de cómo está asociada a las grandes mafias, del narcotráfico, el poder político, y la propuesta en general, lo que más revalorizábamos, era el tema de que en cada barrio, cada vecino se involucre más, se comprometa hacia la recomposición de la solidaridad del barrio. En el caso puntual de las detenciones, o cuando detienen a pibes en un barrio, que el resto no dé vuelta la cara o mire para otro lado, sino el hecho de acompañar, de ir a cada comisaría a reclamar por la libertad del detenido.
Tender a crear un contrapoder a partir de la organización social y no sólo alrededor del tema de la represión sino a problemas comunes de ese barrio o de esa zona. Un punto de partida sería romper el aislamiento de las distintas problemáticas sociales que se presentan, facilitando respuestas más integrales y sobre todo desde la organización y movilización de la gente. Una de las propuestas es que más allá de hacer un encuentro general haya encuentros a nivel regional, que ya se estuvo proponiendo en otras comisiones, y que logren superar la socialización de las experiencias, que realmente sean de coordinación de acciones.
Específicamente para esta zona hay una actividad que la está por llevar a cabo la comisión de minoridad de la FULP, que se va a desarrollar en diciembre, que es la presentación de un proyecto alternativo hacia la reforma de la ley del Patronato del Menor 10.667, llevando a la práctica la Convención de los Derechos del Niño. Este grupo sería el referente para esta reunión a nivel zonal. Después se habló de la organización de talleres sobre temáticas que pudiéramos determinar las organizaciones, pero que no se les dio forma.
En nuestro país, dentro de un contexto mundial signado por la "globalización", se encuentra instalada la idea de que las instituciones político electorales son el único medio de participación política, protagonismo y transformación social. Se advierte, sin embargo, que las grandes decisiones de poder no pasan por los parlamentos. Reducidas las contiendas electorales a disputas de gestión dentro de un mismo modelo, cabe preguntarse, ¿desde dónde pueden los oprimidos ejercer resistencia organizada y disputar poder?. El desarrollo y la centralización de los movimientos sociales en distintos países, pareció la respuesta más adecuada a esta pregunta.
Una mirada a los movimientos sociales en la Argentina, nos indica que su desarrollo incipiente, y su evidente atomización, está siendo saboteado por políticas ajenas que intentan cooptarlos y subordinarlos, ya sea para legalizar políticas globales de ajuste o para sumarlos a paquetes de negociación con futuro incierto.
La unidad de los movimientos sociales presupone un largo camino y variadas discusiones; esto nos compromete a sumar, a buscar puentes, a evadir concepciones políticas que sólo aportan a diferenciar. También nos impone un marco de tránsito autónomo y un objetivo común de promover la resistencia contra el sistema, de ir desarrollando modelos alternativos de sociedad.
Desde la Cátedra Che Guevara de La Plata, y a 30 años del asesinato de quien nos enseñó como nadie a ponerle el cuerpo a las ideas, convocamos a este Encuentro de Movimientos Sociales, que este año proponemos lleve su nombre, tratando de aportar en el camino de la comunicación, la integración, la autonomía y el trabajo conjunto de los movimientos populares.
PLENARIO DE CONCLUSIONES
"Aportes a la unificación y autonomía de los movimientos sociales"
Mesa de movimientos por reivindicaciones específicas
(organizaciones de mujeres, derechos aborígenes, y otros).
Integración entre los grupos y los movimientos territoriales y vecinales.
Coordinador de la comisión:
En la comisión de reivindicaciones específicas trabajamos diferentes grupos relacionados con la red de mujeres, con Azucenas Villaflor, trabajamos con el grupo de Barrio Suárez, Altos de San Lorenzo, Bosque Esmeralda, una compañera de Circo Cultural de Adrogué y secundarios y universitarios.
Estuvimos trabajando basado todo en la discusión acerca de la autonomía de los grupos. Quiero aclarar antes que del tema de reivindicaciones específicas básicamente tomamos el tema mujer, el tema derechos sobre el medio ambiente, y algunos temas culturales. También estaba incluido el tema aborigen pero no tuvimos la suerte de contar hoy con ningún compañero que esté trabajando en esa área.
Comenzamos con una discusión acerca de la autonomía de los grupos, intentando definirla y redefinirla como paso inicial para la construcción de los movimientos sociales independientes. Llegamos a la conclusión que debemos potenciar la capacidad de organizarse reivindicando nuestros derechos, peleando sí por subsidios y cosas que nos correspondan pero sin perder esa valiosa autonomía. La autonomía va ligada a la defensa de una salida política independiente con capacidad de pensar y construir, generar nuevas actitudes y acciones y también determinamos que hay que potenciar y fortalecer la capacidad de generar nuevos recursos humanos. También entendemos que lo económico también es clave en el tema autonomía, y es necesario la construcción de espacios de comunicación y asesoramiento de diferentes grupos con discusión y sistematización de las experiencias.
Creemos que la autonomía debe estar apoyada o consolidada en una red social eficiente. Creemos en la necesidad de experiencias testigo que muestren a la sociedad formas de organización alternativa. Estuvimos trabajando en base a eso. Reafirmo el tema red, el tema de la interacción permanente. Cuando hablábamos del asesoramiento también es por la escasa capacidad a veces de un grupo de trabajo de poder abarcar las distintas disciplinas, de pedir ayuda de diferentes sectores que pueden aportar, tanto en el tema de comunicación como en el tema jurídico, etc.
Mesa de medios de comunicación
Aportes a la comunicación, el desarrollo y la unificación de los movimientos sociales desde los medios y programas alternativos.
Coordinador de la comisión:
En la comisión arrancamos con una coincidencia que es la de la necesidad de organizar, de juntar a los medios alternativos que, como reflejo de la situación del movimiento social, político y cultural argentino, se encuentran dispersos, desperdigados, y para eso tener un contacto directo. En ese sentido se comentó muy especialmente la experiencia de los compañeros de la agencia RedAcción que en varias zonas del gran Buenos Aires están llevando adelante una tarea informativa importante en cuanto a la difusión de los conflictos sociales y de los testimonios de los protagonistas, información que habitualmente no tiene cabida en los grandes medios. En principio se decidió colaborar directamente con la tarea de los compañeros de RedAcción, con la intención con vistas al año entrante de expandir en todas las regionales que sea posible, en todas las zonas del país que sea posible, esa experiencia para mantener bien informada a la gente de cada zona sobre lo que realizan los luchadores en las distintas zonas del país y no tienen repercusión en los grandes medios de comunicación.
A esa iniciativa se suma la de conformar iniciativas de periodismo itinerante, es decir, de ir hacia la gente, de ir a cubrir los hechos, aún cuando no estemos los medios de comunicación determinados radicados en una zona en cuestión, pero si hay conflicto estar ahí para difundirlo. A partir de ahí se observa la necesidad de pensar el instrumento, de elaborar nuevos lenguajes a través de un nuevo tipo de contacto con la sociedad, un contacto mejor y más profundo para que la elaboración de esos mensajes no aparezca desarticulado o fuera de contexto con respecto a lo que la gente necesita. En ese sentido, claramente lo que se puso era todos los medios que participaron de la comisión de comunicación, de la comisión de medios, a disposición de las necesidades de las otras comisiones, a disposición informativa, y todos los medios que estaban allí presentes se comprometieron a difundir las informaciones que los protagonistas de las luchas sociales están protagonizando, están llevando adelante. En ese sentido se habló de la posibilidad de diseñar una nueva estrategia hacia los grandes medios para, mientras informamos a través de los propios, tener presencia en los grandes dentro de las posibilidades existentes. Sin embargo, a partir de ahí surge un debate sobre el tema cultural y el tema político, y se dice que la intención, la necesidad de los medios de comunicación alternativos no es solamente informar sobre lo que los luchadores sociales están haciendo, sino buscar una articulación política entre esos conflictos para que logren unificarse en una lucha más trascendente. En ese sentido se piensa que el rol de los medios de comunicación no es exclusivo, que la coordinación debe surgir de los movimientos sociales mismos, pero que puede contribuir a identificar problemas comunes, a difundir experiencias comunes y a interrelacionar ideas que están latentes en el seno de la comunidad pero que parecen aisladas y solitarias según la zona en cuestión.
Se enfatizó la necesidad de llevar adelante prácticas democráticas en los medios de comunicación alternativos y un profundo debate político, siempre referenciado en las necesidades autonómicas de los movimientos sociales. Y como propuestas concretas de trabajo se propone la designación de un grupo de compañeros con la meta de organizar hacia marzo del año que viene una agenda completa de los movimientos sociales y de los medios de comunicación aquí presentes, detallando tanto las características de estos movimientos y de estos sectores como, obviamente, direcciones, teléfonos, etc., y los elementos técnicos con los que cuentan para poder comunicarse, para así determinar las formas válidas de intercambio de la información: si tienen teléfono, fax, o distintas vías de comunicación, o formas radiales o audiovisuales para difundir la información. Es decir, operar efectivamente como nexo informativo entre lo que todos estamos haciendo y mantenernos comunicados. Enfatizar la relación con los movimientos sociales para que la comunicación no aparezca despegada de las necesidades de los compañeros y que la agenda incorpore no solamente a los medios de comunicación sino fundamentalmente a los movimientos sociales, para que el mensaje emitido por estas vías de comunicación alternativa no sea el mensaje que quieren los periodistas en sí mismos, aunque también el que quieren los periodistas, sino fundamentalmente el que necesita la gente.
Mesa territorial y vecinal
El problema de la comida y el trabajo desde la perspectiva territorial y vecinal. La autogestión de los movimientos. La vinculación, el trabajo conjunto y la integración entre los movimientos sociales.
Coordinador de la comisión:
Había 24 organizaciones sociales. Básicamente lo que se discutió, en primer lugar, era qué era lo que nos unía. Cosas que salían mucho fue el tema de que, en primer lugar, cada uno de los laburos había surgido de necesidades concretas, no eran necesidades inventadas. En segundo lugar, todos los compañeros se identificaban con sentirse específicamente excluídos de este modelo. En tercer lugar, había un vocabulario, problemas que surgían sin conocerse previamente, que surgían muy en común. Por ejemplo, el tema de que el grueso de los laburos funcionaban horizontalmente para tratar de garantizar la democracia, el tema de palabras como autogestionar el laburo, que la gente sea protagonista de sus propios hechos, el tema de la crítica permanente no a la política pero sí a las estructuras partidarias; son cosas que aparecieron bastante repetidamente en cada una de las intervenciones de las distintas organizaciones sociales a medida que nos íbamos contando el laburo, qué cosas hacíamos.
Obviamente se habló de la autonomía de los espacios sociales, todos coincidían en la caracterización de que los espacios sociales no tenían que ser furgón de cola absolutamente de nadie, de ninguna estructura, y de que lo que se tenía que tratar de hacer era de conservar una autonomía y de articularse entre sí, no entrar en una lógica. Otro tema que salió permanentemente es el de la continuidad de los laburos, la permanencia y la responsabilidad; rechazar este tema de caer como paracaidistas a algún lugar, de no tener continuidad, no cumplir con determinadas promesas. En general la característica que se daba es que había laburos en su mayoría de muchos años de estar trabajando en un mismo territorio.
Se sentía la desarticulación y la necesidad de estar juntos, y la necesidad de compartir, de superar la fragmentación. Básicamente ahí lo que se veía, inclusive surgía de la propia reunión, compañeros que comentaban una forma de laburo con compañeros que jamás se habían visto entre ellos y ahí descubrían un montón de necesidades comunes, pero también un montón de soluciones y de herramientas comunes que articulándose entre ellos se podían dar. A partir de esa discusión es que surgieron siete propuestas concretas.
En primer lugar, la continuidad de este encuentro. Se pensó en uno próximo con fecha posible 21, 22 de marzo; el criterio de la fecha era hacerlo lo más cercano al 24 de marzo del 76, para recalcar que no han logrado desarticular el tejido social, que los espacios sociales están vivos y están luchando. Entonces se tiraba como una propuesta posible el 21, 22 de marzo para realizar el próximo encuentro.
En segundo lugar, una propuesta un poco coincidente con los compañeros de los medios de comunicación, por ahí con algunos matices que explicamos. La propuesta que surgió es de hacer un listado de todas las organizaciones sociales que estuvieron acá presentes, y que ese listado con números de teléfono y también con las características de laburo y materiales de cada una de las agrupaciones, se haga llegar a cada uno de los compañeros que han participado de este encuentro. Esto obedecía a varios criterios. Primero, el criterio obvio de establecer comunicación. Pero además obedece a un criterio político, que es el tema de que la información y los contactos no los manejen cinco o seis compañeros que, por más buena o mala leche que tengan, siempre son los que están informados de todo, sino que si estamos hablando del tema de la horizontalidad cada movimiento social, cada compañero que vino acá tenga un material donde esté la dirección y el número de teléfono de cada uno de los espacios sociales y pueda establecer los contactos y las relaciones que quiera establecer directamente a partir de contar con ese material. Entonces obedecía a un criterio político, concretamente, lo del tema de armar este boletín. Para esto nosotros pensábamos que el plenario designara una comisión de compañeros que se encargara de ese laburo, de diseñar el boletín y de hacerlo llegar a cada uno. Y que además se encargara de otro laburo que es el tema de las carpetas. Una cosa que surgió mucho es que hay experiencias que los movimientos sociales, en función de las distintas temáticas, represión policial, lucha contra las empresas privatizadas, experiencias de cooperativas, de educación popular, sería infinito abarcar toda la multiplicidad de laburos que se están haciendo y que se veían en esa comisión; hay muchas cosas que están escritas y que obviamente se quiere intercambiar, entonces pensábamos que esos compañeros de esa comisión que se encargara de armar el boletín también sirvieran de nexo hasta el encuentro de marzo para que uno le pudiera mandar las carpetas de material y que ellos llegaran a los compañeros que lo pidan. ¿Se entiende cuál era el criterio? Repito esta segunda propuesta: elegir una comisión, que diseñe un boletín con cada uno de los movimientos sociales, tipo de laburo, material, y que a su vez se encarguen de contacto de nexo, y que esa comisión no sea una cosa fija, que sea una cosa que rote, porque tampoco es cuestión que haya compañeros que se cristalicen en un laburo, y que funcione hasta el próximo encuentro de marzo.
La tercer propuesta es de articular las distintas experiencias en talleres de formación a militantes sociales. Damos un ejemplo concreto para que se entienda. Hay algunos movimientos sociales que tienen muy desarrollado el tema por ejemplo del laburo con los servicios públicos, con temáticas que afectan a un montón de movimientos sociales. Una de las cosas comunes que ocurren en estos laburos es que los compañeros que tienen una determinada experiencia en un tema tienen que andar corriendo de un lado para otro tratando de cubrir el tema de la represión policial o el tema de los servicios públicos o lo que sea. Lo ideal era poder articular en el espacio que hay de acá a marzo talleres con temas específicos, la gente de vecinos Autoconvocados de Glew se ofrecía en el tema de los servicios públicos, por dar un ejemplo, donde vinieran los militantes de los movimientos sociales, se discutiera ahí durante un día, cada compañero se llevara todos los materiales, las carpetas, las ordenanzas, todo lo que tuviera que ver con esa temática y en función de eso que cada espacio social tomara ese tema y lo desarrollara en su propio territorio, y no que haya compañeros que van saltando de un lado a otro, sino que cada movimiento social desarrolle su tema en su territorio. Pensábamos que uno era lo de talleres de formación en servicios públicos, el tema de educación popular, porque surgieron muchos compañeros que desarrollaban en su territorio proyectos de educación popular, o el tema de represión policial. La tercer propuesta entonces es armar talleres sobre la base de temáticas concretas y problemas concretos, cotidianos, para los militantes de los movimientos sociales que así lo quieran realizar.
El cuarto tema fue el de la autonomía de las organizaciones, que ya lo hablábamos, la necesidad de articularse, se llamaba de distintas maneras, compañeros que lo denominaban una central de movimientos sociales, otros hablaban de federación, otros de coordinación, lo concreto era que había una necesidad común, más allá de los nombres, de mantener una instancia de coordinación y de profundizarla.
Otra propuesta es avanzar en la discusión de políticas y de temas globales que afectaran a todos nacionalmente. Lo que se pedía era que para el segundo encuentro se tomaran en cuenta elementos que nacionalmente tuviéramos que discutir para tener propuestas globales e ir viendo cómo en los distintos campos el modelo está avanzando y nos está destruyendo, en el campo de la salud, de la educación, en fin, tratar de empezar a sistematizar algunas ideas globales que puedan vincular toda la amplitud y heterogeneidad de laburos que vimos que hay en este espacio social.
Otra propuesta que se tiró como elemento para avanzar en común es juntar firmas para derogar la ordenanza provincial 165. Lo explicamos rápidamente porque hay carpetas a disposición de quien lo quiera profundizar más. Concretamente en la provincia de Buenos Aires el gobernador que más obras hace, las obras en general, esto es algo que se desconoce mucho, se hace bajo la ordenanza 165, donde la gente pone en hipoteca sus casas, en el 70% de los casos sin saberlo. Obras de gas, de asfalto, de cloacas, de agua, se hacen bajo la ordenanza 165, que es una ordenanza de la época de Lanusse que jamás fue derogada y que se ha empezado a utilizar ahora en todas las obras públicas y que es un tema que curiosamente, pese a que hemos acumulado carpetas, se han enviado a un montón de medios nacionales, nadie le quiere dar bola, porque la cantidad de intereses que se mueve alrededor de esto es fundamental. Las empresas privatizadas están laburando en conjunto con el Banco Provincia para realizar una estafa organizada a la gente y esto no es mera palabra, tenemos las ordenanzas, tenemos las planillas, tenemos las resoluciones de los distintos concejos, o sea hay una carpeta con material como para demostrar fehacientemente lo que estamos diciendo acá y que sucede en cada una de las obras o frecuentemente en los asfaltos que se traza en cada uno de los barrios. Como veíamos que era un tema que podía afectar al conjunto de la provincia de Buenos Aires, veíamos como una de las tareas de esos espacios que se creen, talleres, etc., laburar concretamente, primero para que los compañeros se informen y conozcan esto, porque estamos hablando de algo que afecta a centenares de miles de personas, no son meras palabras; y después para empezar un laburo concreto para lograr la derogación de esta ordenanza que está vigente desde la época de Lanusse.
Mesa de desocupación y proyectos productivos
Formas alternativas de producción como respuesta a la desocupación estructural del modelo y como herramientas para la resistencia.
Coordinador de la comisión:
Participó gente de Autoconvocados de Glew, de trabajo comunitario, Cooperativa El Ñandú, trabajo de apicultores, cooperativa de apuntes de comunicación, compañeros de Luján, compañeros que están haciendo un trabajo en Los Hornos, compañeros de Pascana (Córdoba), compañeros del MORREFE, compañeros de toma de casas de Capital, compañeros del proyecto productivo de Pascana (Córdoba), proyecto de Monte Maíz, la Cooperativa el Campeador (Córdoba), compañeros de extensión de la facultad de Ciencias Exactas (UBA).
Respecto a las conclusiones, los grupos plantearon, a partir de una socialización que nos llevó como tres horas, que teníamos unas cuantas experiencias en tierra, a partir de pequeños trabajos de cooperativas o emprendimientos en tierra, y pudimos compararla en algunas cosas con experiencias que tenían que ver con la toma de casas. De esa comparación aparecen algunas discusiones respecto al tema de la propiedad, y una de las conclusiones era avanzar sobre lugares donde la propiedad está más difusa. En general las experiencias en tierra se están haciendo en lugares como son banquinas, vías, y los compañeros planteaban además con respecto al tema de toma de casas, que se buscaba fundamentalmente aquellos lugares abandonados o más desprotegidos. En ambos casos, en el caso de toma de tierras como en el caso de toma de casas, se le da muchísima importancia al tema de los grupos humanos, de no forzar la formación de grupos humanos a partir de la necesidad, sino meterse en estos emprendimientos a partir de un conocimiento previo. Incluso a veces pensando en cubrir ciertas formas legales, como por ejemplo el tema de formar una cooperativa, que faltan miembros, es más importante que el grupo humano sea sólido que inventar gente que realmente después el día de mañana nos plantee algún tipo de conflicto; viendo que lo legal se puede arreglar. Lo que no se puede arreglar es la constitución de grupos humanos donde tenemos demasiados problemas.
Con respecto al tema de la tierra los compañeros plantearon que la tierra se vive incluso con escasa cantidad de hectáreas. El problema tiene que ver con el dinero efectivo y allí se plantearon problemas de comercialización. Ahí tratamos de ver y discutir la posibilidad de conectar distintos movimientos. Por ejemplo la Coopi tiene un supermercado no tan lejos de donde los compañeros están produciendo quesos o están produciendo cabritos, o están produciendo otro tipo de cosas; y buscar la forma de conexión entre los emprendimientos productivos solidarios y los emprendimientos cooperativos solidarios que tienen alguna forma de comercialización.
Hubo toda una discusión sobre el papel de los emprendimientos y además sobre los créditos que se otorgan a esos emprendimientos. Se planteó golpear todas las puertas, pero ser concientes que la plata que viene a través de las fundaciones, que viene a través del Banco Mundial, no es para organizar, sino que fundamentalmente tratan de aumentar la fragmentación.
Se planteó que también los emprendimientos deben ser no un lugar de salvación individual, no un lugar donde cinco o seis trabajadores solamente dejen de ser desocupados, sino convertirse en verdaderos bastiones para seguir adelante la lucha, y además como pequeños proyectos piloto, lugares donde empecemos a demostrar que se puede vivir, que las organizaciones sociales y económicas se pueden hacer de otra manera.
También hubo una discusión con respecto a la clase obrera. Caracterizamos a los desocupados como parte de la clase obrera, pero también planteamos la necesidad de que se autoorganicen. Es decir, esta atoorganización de los desocupados, que consideramos trabajadores, lo vemos como parte del fortalecimiento de las luchas también de los trabajadores ocupados. Y buscar además la posibilidad de que esas luchas se relacionen. Se contó una experiencia muy explicativa que es el caso de Fiat Córdoba, donde un conflicto de los trabajadores de Fiat Córdoba fue rodeado por la solidaridad y por la ocupación de trabajadores desocupados.
Con respecto a la parte organizativa se plantearon, por un lado, la necesidad de la organización de los movimientos sociales como una cosa importante. Se planteó también de partir, al principio, de pautas flexibles en lo organizativo en la medida de ir avanzando, pero sí se planteó que los marcos políticos de esa organización no pueden ser tan amplios, tan flexibles. Es decir, acá en este encuentro se partieron de conclusiones o de ideas muy generales, pero que creemos que habría que mantener, es decir, las organizaciones de movimientos sociales, lo que vamos armando se define a partir de estar contra el modelo, de luchar contra el sistema, y a partir de reivindicaciones muy elementales pero muy indispensables, como que ningún argentino pase hambre, el enfrentamiento a la violencia policial, la vigencia de los derechos humanos, etc.
Permanentemente en todas las reuniones de las comisiones apareció el tema de aprovechar lo que tenemos, es decir, hay un montón de experiencias que nos sirven y que nos son útiles. Entre esas experiencias mencionábamos a la experiencia de Pascana, en donde los compañeros han formado una escuela, donde se realizan pasantías, donde se demuestra que se puede sobrevivir en pequeñas extensiones de tierra.
Integrante de la comisión:
Las conclusiones son conclusiones-propuestas. Lo que surgió fue la propuesta de redactar un boletín informativo que llegue a todas las organizaciones que estuvieron aquí presentes, y otras que no pudieron estar, planteando todas las conclusiones de este encuentro y las propuestas que salieron. Otra propuesta es que se organicen reuniones por zona, es decir, como zona sur, se haría una reunión con todas las organizaciones de movimientos sociales que existan en el lugar; y también reuniones por área, desocupados, movimientos barriales, las distintas áreas que estuvieron aquí presentes. También se planteó la necesidad de constituir un equipo de apoyo técnico que genere asesoramiento y todo tipo de apoyo de gestión a los distintos trabajos. También una instancia de coordinación de movilización. Es decir, se decía de que acá a La Plata, por el hecho de que la gobernación está acá, vienen grupos de todas las zonas a hacer manifestaciones. Que se intente con los sectores que están cerca hacer un apoyo a esa movilización y coordinación de la movilización. Y se propone organizar un próximo encuentro para los días 21 y 22 de marzo en Lomas de Zamora. Los compañeros de esa región de zona sur serían los encargados de la organización, se propuso que se sumaran compañeros de Pascana a la organización, y también todos los compañeros que quieran colaborar en la organización de este encuentro.
Mesa de derechos humanos y represión policial
Organización y defensa frente a la represión policial desde los movimientos territoriales.
Coordinador de la comisión:
Estaba conformada por la CORREPI, la agrupación Forja de Derecho, que forma parte de otra comisión que trabaja sobre minoridad desde la FULP, estaba la Coordinadora Sur contra la represión policial e institucional, el grupo Al Borde que pertenece a la Coordinadora (Longchamps), un abogado del grupo de cooperativas, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Autoconvocados de Glew, la Comisión de Familiares, Amigos y Compañeros de Miguel Bru, y militantes del barrio 3 de Junio de Plátanos.
En principio, en relación al tema represión charlamos que socialmente estaba muy vinculado al tema de la seguridad, muy instalado en los medios, y lo que planteábamos en esta comisión es que en realidad el problema era la represión, y el accionar represivo como una pata indispensable para que este modelo se siga manteniendo.
En relación a la seguridad y la preocupación en los distintos lugares, en los barrios, sobre el tema de la delincuencia y de los robos, que es producto de estas políticas; y revertir la idea tan generalizada de reclamar por mayor cantidad de policías y que las penas sean más severas, cuando en realidad es este mismo sistema el que está generando la falta de posibilidades y de oportunidades más que nada en los jóvenes, y la falta de trabajo.
En cuanto al tema de las distintas movilizaciones y reclamos y las marchas, lo que veíamos es que el tema de la represión se está judicializando. En todas las manifestaciones los compañeros detenidos están siendo procesados; en otros momentos lo que se hacía era contravenciones a través del código de faltas o en capital con el tema de los edictos, y ahora cada vez la mano se pone más pesada, y en torno a eso hay que empezar a organizarse mejor.
En relación a la policía hablamos de cómo está asociada a las grandes mafias, del narcotráfico, el poder político, y la propuesta en general, lo que más revalorizábamos, era el tema de que en cada barrio, cada vecino se involucre más, se comprometa hacia la recomposición de la solidaridad del barrio. En el caso puntual de las detenciones, o cuando detienen a pibes en un barrio, que el resto no dé vuelta la cara o mire para otro lado, sino el hecho de acompañar, de ir a cada comisaría a reclamar por la libertad del detenido.
Tender a crear un contrapoder a partir de la organización social y no sólo alrededor del tema de la represión sino a problemas comunes de ese barrio o de esa zona. Un punto de partida sería romper el aislamiento de las distintas problemáticas sociales que se presentan, facilitando respuestas más integrales y sobre todo desde la organización y movilización de la gente. Una de las propuestas es que más allá de hacer un encuentro general haya encuentros a nivel regional, que ya se estuvo proponiendo en otras comisiones, y que logren superar la socialización de las experiencias, que realmente sean de coordinación de acciones.
Específicamente para esta zona hay una actividad que la está por llevar a cabo la comisión de minoridad de la FULP, que se va a desarrollar en diciembre, que es la presentación de un proyecto alternativo hacia la reforma de la ley del Patronato del Menor 10.667, llevando a la práctica la Convención de los Derechos del Niño. Este grupo sería el referente para esta reunión a nivel zonal. Después se habló de la organización de talleres sobre temáticas que pudiéramos determinar las organizaciones, pero que no se les dio forma.
Conclusión
Guillermo Cieza:
Compartimos la necesidad de continuar este esfuerzo dentro de los marcos planteados, dentro de la autonomía, dentro de los marcos de que nos planteamos una lucha contra el sistema, dentro de los marcos que nos estamos planteando de que la autoorganización de los movimientos sociales debe ser encarnada por los movimientos sociales. Ese es un punto de acuerdo.
Queda la realización de un nuevo encuentro con la posibilidad de armar algo para el mes de marzo, se hablaba de 21, 22 de marzo, y además esto tenía una fundamentación: el 24 de marzo significó un golpe tremendo en el sentido de una fragmentación de las redes sociales. Había una propuesta que los compañeros de la zona sur, de la línea del eléctrico, Lomas de Zamora, Témperley, Glew, Almirante Brown, tomaran la posibilidad de la organización del encuentro, más los compañeros que se quisieran sumar a este trabajo, formando así una comisión provisoria. El grupo de emprendimientos agregaban a compañeros de Pascana como importante que participara; hay compañeros como la Coopi de Córdoba, que además tienen experiencia en organización de encuentros, que también sería importante que estuvieran. Se planteaba como lugar tentativo la Universidad de Lomas de Zamora, hay compañeros de la universidad que dijeron que no había problema con respecto a las instalaciones.
En principio quedaríamos el 21 y 22 de marzo en la Universidad de Lomas de Zamora, donde ya organizaríamos el segundo encuentro que ya quedaría a cargo de los movimientos sociales de la zona: La Movida de Lomas de Zamora, El Fueye de Claypole, El Galpón, RedAcción, Vecinos Autoconvocados de Glew, Grupo Cultural Al Borde de Longchamps, Comete a los Ricos de El Jagüel, ATE Sur, Congreso de los Pobres del Cuartel Noveno.
Compartimos la necesidad de continuar este esfuerzo dentro de los marcos planteados, dentro de la autonomía, dentro de los marcos de que nos planteamos una lucha contra el sistema, dentro de los marcos que nos estamos planteando de que la autoorganización de los movimientos sociales debe ser encarnada por los movimientos sociales. Ese es un punto de acuerdo.
Queda la realización de un nuevo encuentro con la posibilidad de armar algo para el mes de marzo, se hablaba de 21, 22 de marzo, y además esto tenía una fundamentación: el 24 de marzo significó un golpe tremendo en el sentido de una fragmentación de las redes sociales. Había una propuesta que los compañeros de la zona sur, de la línea del eléctrico, Lomas de Zamora, Témperley, Glew, Almirante Brown, tomaran la posibilidad de la organización del encuentro, más los compañeros que se quisieran sumar a este trabajo, formando así una comisión provisoria. El grupo de emprendimientos agregaban a compañeros de Pascana como importante que participara; hay compañeros como la Coopi de Córdoba, que además tienen experiencia en organización de encuentros, que también sería importante que estuvieran. Se planteaba como lugar tentativo la Universidad de Lomas de Zamora, hay compañeros de la universidad que dijeron que no había problema con respecto a las instalaciones.
En principio quedaríamos el 21 y 22 de marzo en la Universidad de Lomas de Zamora, donde ya organizaríamos el segundo encuentro que ya quedaría a cargo de los movimientos sociales de la zona: La Movida de Lomas de Zamora, El Fueye de Claypole, El Galpón, RedAcción, Vecinos Autoconvocados de Glew, Grupo Cultural Al Borde de Longchamps, Comete a los Ricos de El Jagüel, ATE Sur, Congreso de los Pobres del Cuartel Noveno.
Coordinador de la mesa de medios de comunicación:
Sobre los compañeros que participaron en la comisión de medios de comunicación, pero supongo que tiene que ver con otros, obviamente en este plenario no estamos volcando el riquísimo debate que se dio en todas las comisiones, sino una síntesis apretada. En ese sentido, todas las observaciones son contenidas y es bueno que la iniciativa particular de cada sector también cobre vuelo de aquí a marzo, a través de reuniones y encuentros que tienen libertad todos de ir convocando.
En el caso de los medios de comunicación, para encuentro de medios alternativos, de periodistas alternativos que trabajan en los medios, pueden convocarse, necesitaríamos que se vaya convocando, como lo hablamos en la comisión, encuentros de aquí hasta marzo para intercambiar información, opiniones, experiencias y poner en marcha determinados trabajos. Es decir, la idea no es reunirnos para convocar simplemente la reunión que viene, sino ir desarrollando tareas conjuntas desde abajo ahora, en esta instancia y en estos meses que vienen.
Sobre los compañeros que participaron en la comisión de medios de comunicación, pero supongo que tiene que ver con otros, obviamente en este plenario no estamos volcando el riquísimo debate que se dio en todas las comisiones, sino una síntesis apretada. En ese sentido, todas las observaciones son contenidas y es bueno que la iniciativa particular de cada sector también cobre vuelo de aquí a marzo, a través de reuniones y encuentros que tienen libertad todos de ir convocando.
En el caso de los medios de comunicación, para encuentro de medios alternativos, de periodistas alternativos que trabajan en los medios, pueden convocarse, necesitaríamos que se vaya convocando, como lo hablamos en la comisión, encuentros de aquí hasta marzo para intercambiar información, opiniones, experiencias y poner en marcha determinados trabajos. Es decir, la idea no es reunirnos para convocar simplemente la reunión que viene, sino ir desarrollando tareas conjuntas desde abajo ahora, en esta instancia y en estos meses que vienen.
Coordinador de la mesa de movimientos por reivindicaciones específicas:
Quiero también poner algo que salió de la comisión y también escuché a los otros compañeros, como subrayarlo un poco, es esa posibilidad de interactuar desde las distintas instituciones, las distintas personas que están trabajando en esto, la posibilidad de generar una red que, tal vez no se vea plasmada en lo inmediato, pero sí para ir pensando y para ir construyendo.
PANEL DE CIERRE
Guillermo Cieza:
Le vamos a dar la palabra, en primer lugar, al compañero del Congreso de los Pobres.
Quiero también poner algo que salió de la comisión y también escuché a los otros compañeros, como subrayarlo un poco, es esa posibilidad de interactuar desde las distintas instituciones, las distintas personas que están trabajando en esto, la posibilidad de generar una red que, tal vez no se vea plasmada en lo inmediato, pero sí para ir pensando y para ir construyendo.
PANEL DE CIERRE
Guillermo Cieza:
Le vamos a dar la palabra, en primer lugar, al compañero del Congreso de los Pobres.
Integrante del Congreso de los Pobres:
Bueno, creemos que hoy ha sido una jornada muy importante para nosotros, que estamos en la búsqueda de encontrar una identidad, todos estos grupos que estamos realizando tareas sociales a lo largo de mucho tiempo, de muchos años. Nosotros hace 12-15 años que estamos trabajando en el barrio, o sea, no llegamos hoy. Muchas veces hemos decaído, muchas veces hemos avanzado para adelante, hemos estado mejor que ahora en el plano social, y hemos caído, y bueno, hemos aprendido, hemos tenido un largo aprendizaje. Hoy creemos que hemos mejorado un poco más la propuesta, en la visión también, creemos que hoy tenemos una visión mucho más amplia de la necesidad de crecer y avanzar en una organización, en una organización que nos contenga a todos los trabajadores sociales, a todos los que realizamos esta propuesta. Entonces, fue muy importante hoy en el marco de contarnos todas las experiencias, todas nuestras vivencias. Pero hoy nos vamos con una visión mejor, creo, la idea de que en marzo vamos a avanzar a una nueva etapa, a una nueva organización, o sea, no sé si organización, a un nuevo encuentro. Eso nos está permitiendo avanzar en la orientación, en esta nueva orientación.
Nosotros con los trabajos sociales siempre hemos estado a la cola de los partidos políticos, o sea, los partidos políticos se han nutrido de los trabajos barriales, los sindicatos también, sin querer, por ahí, pero nosotros hemos sido el sánguche de todas estas organizaciones. Hoy creo que las organizaciones sociales tienen que tener un perfil propio, y lo estamos empezando a definir. Creo que esto puede llegar a generar, por ahí, algunas cuestiones distintas, o sea, algunos lo pueden ver de alguna forma distinta, pero nosotros creemos que es así, creemos que hay que empezar a definir una visión propia, una visión distinta que aporte a una identidad. Creemos que somos producto de una cosa distinta, porque esta sociedad de exclusión ha generado nuevas formas de vida, ha generado un nuevo sujeto social, o sea, nosotros acá no estamos sindicalizados, y sobrevivimos, estamos acá. Entonces, por ahí, no nos sentimos interpretados ni por la CGT... o sea, acá hay economías totalmente distintas, están los que venden empanadas, los que venden pasteles, los que venden su mano de obra, los que cambian cosas para comer permanentemente como forma de trueque, y eso es parte de una realidad.
Lo que nosotros creemos que acá tenemos que avanzar en una visión distinta, en marzo, nos parecería a nosotros que tendríamos que avanzar en la idea de generar una organización de nuevo tipo, llámese como se llame, pero que tiene que ser de nuevo tipo, y en esa visión, sin los partidos políticos, sin nada, o sea, concretamente, nosotros solos, los grupos sociales avanzando. Porque en este país los grupos sociales, los grupos que están excluidos, son mucho más de cinco millones, esto es un nuevo poder que está en la Argentina, concretamente. Entonces, hay que empezar a definirlo. Acá hay mucha gente que está excluida, nosotros formamos esa parte. Acá las elecciones marcó una clara tendencia: cinco millones de personas que no votaron, eso es una realidad, y otros cinco millones que votaron por otras cosas. Entonces, marca una cuestión que hay que empezarla a ver, me parece. Estos grupos sociales, nosotros, marcamos una nueva identidad. Creo que estamos marchando hacia esa cuestión, y me parece que nosotros vamos a poner mucho esfuerzo como grupo, en Lomas vamos a bancar para que todo salga bien, vamos a trabajar, creemos que vamos a hacer lo imposible para que el 22 y el 23, o el 21 y 22 hagamos una buena, que hagamos un buen encuentro. Y aportar, yo creo que de acá aquel que conozca uno o dos trabajos sociales, y aportar a la discusión porque acá esto es una cosa nueva y que tiene que ir en crecimiento constante. Eso me parece que es lo que queríamos expresar ahora.
Bueno, creemos que hoy ha sido una jornada muy importante para nosotros, que estamos en la búsqueda de encontrar una identidad, todos estos grupos que estamos realizando tareas sociales a lo largo de mucho tiempo, de muchos años. Nosotros hace 12-15 años que estamos trabajando en el barrio, o sea, no llegamos hoy. Muchas veces hemos decaído, muchas veces hemos avanzado para adelante, hemos estado mejor que ahora en el plano social, y hemos caído, y bueno, hemos aprendido, hemos tenido un largo aprendizaje. Hoy creemos que hemos mejorado un poco más la propuesta, en la visión también, creemos que hoy tenemos una visión mucho más amplia de la necesidad de crecer y avanzar en una organización, en una organización que nos contenga a todos los trabajadores sociales, a todos los que realizamos esta propuesta. Entonces, fue muy importante hoy en el marco de contarnos todas las experiencias, todas nuestras vivencias. Pero hoy nos vamos con una visión mejor, creo, la idea de que en marzo vamos a avanzar a una nueva etapa, a una nueva organización, o sea, no sé si organización, a un nuevo encuentro. Eso nos está permitiendo avanzar en la orientación, en esta nueva orientación.
Nosotros con los trabajos sociales siempre hemos estado a la cola de los partidos políticos, o sea, los partidos políticos se han nutrido de los trabajos barriales, los sindicatos también, sin querer, por ahí, pero nosotros hemos sido el sánguche de todas estas organizaciones. Hoy creo que las organizaciones sociales tienen que tener un perfil propio, y lo estamos empezando a definir. Creo que esto puede llegar a generar, por ahí, algunas cuestiones distintas, o sea, algunos lo pueden ver de alguna forma distinta, pero nosotros creemos que es así, creemos que hay que empezar a definir una visión propia, una visión distinta que aporte a una identidad. Creemos que somos producto de una cosa distinta, porque esta sociedad de exclusión ha generado nuevas formas de vida, ha generado un nuevo sujeto social, o sea, nosotros acá no estamos sindicalizados, y sobrevivimos, estamos acá. Entonces, por ahí, no nos sentimos interpretados ni por la CGT... o sea, acá hay economías totalmente distintas, están los que venden empanadas, los que venden pasteles, los que venden su mano de obra, los que cambian cosas para comer permanentemente como forma de trueque, y eso es parte de una realidad.
Lo que nosotros creemos que acá tenemos que avanzar en una visión distinta, en marzo, nos parecería a nosotros que tendríamos que avanzar en la idea de generar una organización de nuevo tipo, llámese como se llame, pero que tiene que ser de nuevo tipo, y en esa visión, sin los partidos políticos, sin nada, o sea, concretamente, nosotros solos, los grupos sociales avanzando. Porque en este país los grupos sociales, los grupos que están excluidos, son mucho más de cinco millones, esto es un nuevo poder que está en la Argentina, concretamente. Entonces, hay que empezar a definirlo. Acá hay mucha gente que está excluida, nosotros formamos esa parte. Acá las elecciones marcó una clara tendencia: cinco millones de personas que no votaron, eso es una realidad, y otros cinco millones que votaron por otras cosas. Entonces, marca una cuestión que hay que empezarla a ver, me parece. Estos grupos sociales, nosotros, marcamos una nueva identidad. Creo que estamos marchando hacia esa cuestión, y me parece que nosotros vamos a poner mucho esfuerzo como grupo, en Lomas vamos a bancar para que todo salga bien, vamos a trabajar, creemos que vamos a hacer lo imposible para que el 22 y el 23, o el 21 y 22 hagamos una buena, que hagamos un buen encuentro. Y aportar, yo creo que de acá aquel que conozca uno o dos trabajos sociales, y aportar a la discusión porque acá esto es una cosa nueva y que tiene que ir en crecimiento constante. Eso me parece que es lo que queríamos expresar ahora.
Integrante de la Cooperativa Integral:
Nosotros somos de la Cooperativa Integral de Carlos Paz. Es una cooperativa que presta servicios públicos, es una institución que fue creada hace 30 años atrás y, particularmente, la última década su dirigencia ha sido ocupada por gente que estaba en el gremio de la Cooperativa, y ha logrado revertir el flagelo que era la falta de agua en Carlos Paz y, sobre todo, poder implementar una política de carácter social coherente con lo que son los estatutos del cooperativismo con la ciudad de Carlos Paz y, sobre todo, con las comunas aledañas. Obviamente, dentro de este marco privatizador la Cooperativa es concesionaria del servicio, la concesión se la brinda la municipalidad, y dentro de esta ola privatizadora también tuvimos que enfrentar al poder político de turno para lograr un nuevo contrato que nos permita medianamente seguir trabajando. Eso nos implicó un año de lucha compuesta por marchas, trabajo en los barrios, inclusive con haber montado frente a los parques de la municipalidad, también, una carpa donde estuvimos durante 20 días. Y logramos, hoy podemos decir que hemos logrado tener éxito en esta pequeña batalla de reconquistar un contrato de concesión por 10 años, así que por los próximos 10 años la Cooperativa va a poder seguir trabajando y aplicando una política social en cuanto al servicio, dentro de lo que son los servicios públicos, pero, principalmente, en el desarrollo de toda actividad cultural que, por otro lado, es lo que nos ha convertido en una institución paria para el poder político local.
Pero en este sentido, la Cooperativa como que se ha impuesto muy claramente cuáles son los lineamientos de cuál es el trabajo a realizar. Se trata de ser coherentes con los principios sociales que tenemos a partir de ser, de cumplir con el estatuto del cooperativismo, y tratamos de generar todo un desarrollo de actividades culturales, como es un encuentro latinoamericano de la cooperación, que nos permite entrar en contacto con todos los movimientos sociales, razón por la cual nosotros estamos acá.
La Cooperativa tiene 20.000 usuarios, presta el servicio de agua en Carlos Paz y en algunas comunas, también, presta el servicio de agua y servicio telefónico, principalmente con una política de servicios públicos en aquellos lugares donde las grandes empresas no lo prestan, porque no son redituables. Eso nos permite, por un lado, trabajar tranquilos porque, obviamente, los grandes monopolios nos dejan trabajar tranquilos en el sentido que no se fijan, hasta que nos podemos posesionar. Y las conquistas que hacemos a través del servicio y a través de la prestación, de la puesta al servicio de la comunidad de todas las herramientas, tanto de recursos humanos como técnicos que tiene la Cooperativa, es lo que nos ha dado la posibilidad de haber bancado esta lucha contra el poder político que, concretamente, quería privatizar el servicio y dárselo a Aguas Cordobesas, que en Buenos Aires es Aguas Argentinas. Y nosotros, a través de una lucha con un gran sustento, con un real poder social debido a la política que llevamos en los barrios, nos ha permitido bancarnos ese ataque y poder subsistir.
La idea que ese poder social ahora se siga legitimando, participando en este tipo de encuentros, donde creemos que la base es la continuidad de los mismos y, por sobre todo, es la operatividad y la organicidad de las actividades que aquí se piensan. El tema es tomar las experiencias de cada uno de nosotros que formó parte o que participamos de estos encuentros, pero llevarlos a la práctica en forma inmediata, porque creo que es el paso que tenemos que dar los movimientos sociales. La experiencia nos ha indicado que nuestras ideas están fuertes, están profundizadas, y ya es hora de que convirtamos todas las ideas en prácticas reales, a través de servicios o de cualquier otra actividad que nos permita seguir siendo coherentes. Nada más.
Nosotros somos de la Cooperativa Integral de Carlos Paz. Es una cooperativa que presta servicios públicos, es una institución que fue creada hace 30 años atrás y, particularmente, la última década su dirigencia ha sido ocupada por gente que estaba en el gremio de la Cooperativa, y ha logrado revertir el flagelo que era la falta de agua en Carlos Paz y, sobre todo, poder implementar una política de carácter social coherente con lo que son los estatutos del cooperativismo con la ciudad de Carlos Paz y, sobre todo, con las comunas aledañas. Obviamente, dentro de este marco privatizador la Cooperativa es concesionaria del servicio, la concesión se la brinda la municipalidad, y dentro de esta ola privatizadora también tuvimos que enfrentar al poder político de turno para lograr un nuevo contrato que nos permita medianamente seguir trabajando. Eso nos implicó un año de lucha compuesta por marchas, trabajo en los barrios, inclusive con haber montado frente a los parques de la municipalidad, también, una carpa donde estuvimos durante 20 días. Y logramos, hoy podemos decir que hemos logrado tener éxito en esta pequeña batalla de reconquistar un contrato de concesión por 10 años, así que por los próximos 10 años la Cooperativa va a poder seguir trabajando y aplicando una política social en cuanto al servicio, dentro de lo que son los servicios públicos, pero, principalmente, en el desarrollo de toda actividad cultural que, por otro lado, es lo que nos ha convertido en una institución paria para el poder político local.
Pero en este sentido, la Cooperativa como que se ha impuesto muy claramente cuáles son los lineamientos de cuál es el trabajo a realizar. Se trata de ser coherentes con los principios sociales que tenemos a partir de ser, de cumplir con el estatuto del cooperativismo, y tratamos de generar todo un desarrollo de actividades culturales, como es un encuentro latinoamericano de la cooperación, que nos permite entrar en contacto con todos los movimientos sociales, razón por la cual nosotros estamos acá.
La Cooperativa tiene 20.000 usuarios, presta el servicio de agua en Carlos Paz y en algunas comunas, también, presta el servicio de agua y servicio telefónico, principalmente con una política de servicios públicos en aquellos lugares donde las grandes empresas no lo prestan, porque no son redituables. Eso nos permite, por un lado, trabajar tranquilos porque, obviamente, los grandes monopolios nos dejan trabajar tranquilos en el sentido que no se fijan, hasta que nos podemos posesionar. Y las conquistas que hacemos a través del servicio y a través de la prestación, de la puesta al servicio de la comunidad de todas las herramientas, tanto de recursos humanos como técnicos que tiene la Cooperativa, es lo que nos ha dado la posibilidad de haber bancado esta lucha contra el poder político que, concretamente, quería privatizar el servicio y dárselo a Aguas Cordobesas, que en Buenos Aires es Aguas Argentinas. Y nosotros, a través de una lucha con un gran sustento, con un real poder social debido a la política que llevamos en los barrios, nos ha permitido bancarnos ese ataque y poder subsistir.
La idea que ese poder social ahora se siga legitimando, participando en este tipo de encuentros, donde creemos que la base es la continuidad de los mismos y, por sobre todo, es la operatividad y la organicidad de las actividades que aquí se piensan. El tema es tomar las experiencias de cada uno de nosotros que formó parte o que participamos de estos encuentros, pero llevarlos a la práctica en forma inmediata, porque creo que es el paso que tenemos que dar los movimientos sociales. La experiencia nos ha indicado que nuestras ideas están fuertes, están profundizadas, y ya es hora de que convirtamos todas las ideas en prácticas reales, a través de servicios o de cualquier otra actividad que nos permita seguir siendo coherentes. Nada más.
Integrante de RedAcción:
Es cortito y claro el proyecto. Es un proyecto de comunicación comunitaria. Funciona a través de cuatro organizaciones: una agrupación estudiantil, ATE, y un par de organizaciones sociales de ahí de Lomas de Zamora y de Almirante Brown. La idea es que las mismas organizaciones sociales que producen hechos traigan la información, se centralice esa información, o cualquier conflicto social que no aparece en los grandes medios de comunicación, se centralice en una especie de agencia de información, y se produce en forma radial y en forma escrita. Se graban en un casete de 15 minutos, de un lado se graba toda la información, del otro se hace un especial de cualquier acontecimiento social importante o de algún tema de investigación en especial. Junto a eso se entrega toda la información que ande dando vueltas a través de periódicos, revistas, todo lo que las organizaciones aporten de información se centraliza y se reparte, hoy por hoy, a alrededor de 100 radios comunitarias de la zona de Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría y ahora Solano y Quilmes. Esto es barato y es posible. Entonces, lo que nosotros lo que tiramos como propuesta a realizar por otras organizaciones sociales de distintas zonas. Eso es básicamente el proyecto. Lo demás es trabajo.
Es cortito y claro el proyecto. Es un proyecto de comunicación comunitaria. Funciona a través de cuatro organizaciones: una agrupación estudiantil, ATE, y un par de organizaciones sociales de ahí de Lomas de Zamora y de Almirante Brown. La idea es que las mismas organizaciones sociales que producen hechos traigan la información, se centralice esa información, o cualquier conflicto social que no aparece en los grandes medios de comunicación, se centralice en una especie de agencia de información, y se produce en forma radial y en forma escrita. Se graban en un casete de 15 minutos, de un lado se graba toda la información, del otro se hace un especial de cualquier acontecimiento social importante o de algún tema de investigación en especial. Junto a eso se entrega toda la información que ande dando vueltas a través de periódicos, revistas, todo lo que las organizaciones aporten de información se centraliza y se reparte, hoy por hoy, a alrededor de 100 radios comunitarias de la zona de Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría y ahora Solano y Quilmes. Esto es barato y es posible. Entonces, lo que nosotros lo que tiramos como propuesta a realizar por otras organizaciones sociales de distintas zonas. Eso es básicamente el proyecto. Lo demás es trabajo.
G. Cieza:
Ahora le vamos a dar el cierre al Negro López.
Ahora le vamos a dar el cierre al Negro López.
José López Mercao:
Bueno, yo lo primero que me pregunto es por qué tengo que tener el cierre yo acá, y agradezco a todos los compañeros el hecho de estar cerrando esta jornada en la que aprendí muchísimo, de verdad. Y creo que en ese interrogante de por qué me dan el privilegio de cerrar esta jornada creo que tiene que ver mucho con el pasado, con todos los compañeros que no están, con lo que uno malamente representa de una época que a nosotros nos está dando fuerzas e inspiración para seguir en esta lucha, que es la de todos. Y cuando digo que he aprendido mucho, había sido invitado y vine en nombre de mis compañeros para la Cátedra Che Guevara, para decir algunas palabras en el 30 aniversario de la muerte de alguien que fue mucho más que un padre ideológico, mucho más que un padre ideológico para nosotros, sino que fue la expresión más depurada de todos los anhelos y la pureza de una generación que ha sido maltratada por la historia, y que es difamada, incluso, por los ideólogos de esos que componen la historia oficial. Y, de alguna manera, ato lo que escuché hoy con lo que discurrimos, con lo que pensamos ayer.
Una querida señora, un ejemplo, Reina decía por qué quedó solo el Che. Y que creo que quedó solo el Che, en parte, por su propia naturaleza, también, porque protagonizó una búsqueda con un carácter anticipatorio tan grande, que es también la búsqueda de este fin de siglo, es la búsqueda que protagonizamos nosotros. Es decir, yo cuando vine acá me encontré con el prerrequisito para concretar cualquier objetivo, me encontré expresiones disímiles de trabajo, que expresan diferentes necesidades de la gente, pero encontré en todos humildad, trabajo, carencia de soberbia, me encontré sobre todo fraternidad, compañerismo y amistad. Y después de todos aquellos fuegos de los años 70, cuando nos reencontramos con viejos amigos, sin saber cada uno de nosotros que estábamos vivos, uno de ellos me dijo una frase inolvidable. Me dijo mirá Negro, de todo lo que he pensado en todos estos años yo te diría una sola cosa: una revolución se hace con amigos. Y en un sentido amplio, en un sentido generoso, la expresión es absolutamente correcta. Es decir, yo vi acá amistad, vi un relacionamiento franco, sano, que creo que es la pre condición para todo lo que se van a plantear en el futuro, que no va a ser fácil, que va a ser muy difícil. Porque también otro compañero me dice, por ahí, se nos escurrió el sujeto social, yo que viví toda la vida pensando que había un sujeto social, estructurado, vertebrado, llamase clase obrera o no se le llamase, en estos momentos nos cuesta ubicarlo. Pero creo que en esa debilidad también está nuestra riqueza. También la búsqueda del Che fue una búsqueda de esa pureza, de ese sujeto social, de ese protagonista de los cambios. Y también él lo buscó en la Sierra Maestra, también recorrió toda América Latina antes, llegando a conocer a aquellos revolucionarios del 26 de Julio, llegando a protagonizar la aventura del Granma y retirándose en determinado momento de esa Revolución, que él había contribuido como pocos a forjar, para ir a buscar nuevos espacios de pureza, para dilatar y para profundizar esa Revolución, ya fueran en el Congo, ya fueran en el corazón de Bolivia.
Yo creo que cuando nosotros hablábamos ayer de su legado, hoy se está realizando también el legado del Che, también protagonizando esa búsqueda, con sujetos sociales de repente más ubicuos que aquellos, porque los sujetos sociales pueden ser los muchachos que andan atrás de las vacas allá por Pascana, mejorando la calidad de vida de su gente; o los muchachos de Villa Carlos Paz, que andan enredados entre los ductos de agua, poniendo una propuesta distinta para la salubridad, para la higiene y para el progreso de su población; o todos ustedes, cada uno con sus micro proyectos, con sus pequeños proyectos, referidos a cosas muy elementales a veces, a necesidades insatisfechas de la gente, pero que son producto de una búsqueda colectiva, de una búsqueda que estamos encarando entre todos, y que a veces rebasa nuestras fuerzas. Porque muchas veces comenzamos a luchar y vemos que esa lucha se disuelve y no nos queda nada. Pero siempre nos queda ese remanente de confianza, ese remanente de práctica, ese remanente de amistad. Y yo creo que sobre eso vamos a constituir algo más sistemático en el futuro. No nos debe asustar la falta de sistematicidad. En la sistematicidad a veces está contenido el germen del autoritarismo, el germen del sectarismo. Estamos abiertos y creo que estamos vivos. Y yo les agradezco profundamente, compañeros, el haberme hecho sentir como un amigo aquí, el compartir esa confianza, y en la medida de las posibilidades nuestras toda esa riqueza que ustedes me han volcado trataremos de volcarlas con nuestros compañeros, con nuestro pueblo, para la causa de ustedes, que es la causa de todos. Muchas gracias.
ORGANIZACIONES QUE PARTICIPARON
Casa de la Mujer Azucena Villaflor; Red de Mujeres Zona Sur; Grupo del Barrio Suárez; Barrio Altos de San Lorenzo; Bosque Esmeralda; Circo Cultural de Adrogué; Autoconvocados de Glew; Cooperativa Integral, Carlos Paz (Córdoba); Escuela Nº 25 (La Plata); Congreso de los Pobres (Cuartel Noveno, Lomas de Zamora); Casita de Gonnet; Centro Cultural Rincón (Tigre); Comete a los ricos (Almirante Brown); Coordinadora de Estudiantes Secundarios; Grupo de Alfabetización (Gonnet); El Fuelle (Claypole); AUCA; Grupo Al Borde (Longchamps); Grupo de Abogados (Córdoba); Coordinadora contra la represión policial e institucional (CORREPI, Capital Federal); Taller Infantil Carlos Lebed (Berisso); El Galpón (Almirante Brown); Centro de Formación Profesional (Romero); ATE Gran Buenos Aires, Zona Sur; Grupo Barrio Ramón Carrillo; APDH La Plata; Grupo Río Cuarto; Mate Amargo (Uruguay); programa La Señal; programa De voz en voz; revista Retruco; revista La Grieta; FM Vida (Neuquén); revista Juana Azurduy; agencia RedAcción; periódico De mano en mano; agrupación Haroldo Conti (Facultad de Periodismo, UNLP); programa Cascarudo (Quilmes); Trabajo Comunitario; Cooperativa El Ñandú; Apicultores La Plata; Cooperativa de apuntes de comunicación; Grupo Barrial de Luján; Graduados de Agronomía de Luján; Compañeros que están haciendo un trabajo en Los Hornos; GTC de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA); Grupo de Pascana (Córdoba); Cooperativa El Campeador, Monte Maíz (Córdoba); MORREFE (Ferroviarios); Trabajadores Toma de casas de Capital; agrupación Forja Derecho (UNLP); Coordinadora Sur contra la represión policial e institucional; Asesor Legal de acción cooperativa; Comisión de familiares, amigos y compañeros de Miguel Bru; Nota al pie; Al Avio; Movida Universitaria (Lomas de Zamora); El Mate.
Cátedra Ernesto Che Guevara - Universidad Nacional de La Plata.
Sábado 7 de marzo de 1998. Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), Córdoba.
ENCUENTRO NACIONAL DE CÁTEDRAS ERNESTO CHE GUEVARA.
BALANCE 1997
La Cátedra Ernesto Che Guevara de la Universidad Nacional de La Plata comenzó a dictarse el 30 de agosto del año pasado. El curso constó de 12 clases y se extendió durante todo el cuatrimestre, terminando el 15 de noviembre. Cada clase tuvo una duración promedio de dos horas, y las mismas se dictaron semanalmente los días sábados a las 18 horas en el edificio del ex Jóckey Club de la UNLP (calle 48 e/ 6 y 7) y en la Facultad de Humanidades (ubicada en la misma cuadra).
La convocatoria a la Cátedra se realizó en forma masiva, no sólo en las facultades sino también a través de afiches callejeros y de algunos medios comunitarios. La inscripción fue abierta a toda la comunidad, y se llevó a cabo en diferentes facultades, en las calles céntricas de La Plata, y también durante las primeras clases. El número de inscriptos llegó a superar los 1000, la mayoría jóvenes pero también de diferentes edades, y entre ellos hubo estudiantes universitarios de las carreras de Agronomía, Arquitectura, Ciencias Económicas, Ciencias Naturales, Derecho, Educación Física, Filosofía, Geofísica, Geografía, Historia, Informática, Ingeniería, Letras, Medicina, Odontología, Periodismo, Plástica, Psicología, Sociología, Trabajo Social, Veterinarias; estudiantes secundarios; y personas sin ninguna relación con el ámbito educativo y universitario.
La concurrencia a la Cátedra fue variando, ya que muchos dejaron de ir después de las primeras clases y otros se interesaron sólo en algún tema del programa o en la exposición de algún docente en particular. Hubo un núcleo de aproximadamente 300 personas que asistió regularmente. Se extendió un certificado de asistencia a aquellos que concurrieron al 70 % de las clases.
En cuanto a la inserción institucional de la Cátedra, la misma fue declarada como Cátedra Libre de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Además, tiene carácter curricular en tres carreras: - es seminario optativo para los estudiantes de todos los años de la Escuela Superior de Trabajo Social; - es materia optativa para los estudiantes de la carrera de Sociología de la Facultad de Humanidades; - y es seminario optativo para los estudiantes de la Licenciatura en Historia, también en la Facultad de Humanidades. Los requisitos de aprobación son similares en los tres casos: 80 % de asistencia y la presentación de un trabajo monográfico final, que será evaluado por un profesor titular de la Cátedra.
Más allá de lo señalado, la Cátedra no tiene ningún otro tipo de relación institucional y no recibe ningún tipo de apoyo por parte de la universidad. La relación resultó complicada en cuanto a la obtención de un lugar físico para el dictado de las clases, ya que si bien desde un principio se nos otorgó un ámbito específico, más de una vez se nos negó ese espacio por razones absurdas y sin que se nos garantizara otro lugar. Además la Cátedra tenía que pagar para poder abrir el edificio los días sábado.
Tampoco la Cátedra cuenta con apoyo económico más allá de la comisión encargada de organizarla, que está conformada por cuatro agrupaciones estudiantiles.
El programa de la Cátedra está ordenado, según la cronología de las clases, en 12 módulos temáticos: Antecedentes históricos, Revolución Cubana, Teoría y lucha contra el imperialismo (dos clases), El pensamiento político del Che, El pensamiento filosófico del Che, El pensamiento económico del Che, Humanismo y ética revolucionaria, Revolución y democracia, La influencia del Che y la Revolución Cubana en América Latina, La influencia del Che en la Argentina y El legado del Che en la actualidad.
Los asistentes a la Cátedra se mostraron interesados en incluir otras temáticas y en profundizar algunos puntos del programa, como por ejemplo ahondar sobre la Revolución Cubana, su situación actual y sus perspectivas. También se propuso tomar otros temas de la historia argentina y latinoamericana, como el estudio de otras revoluciones en nuestro continente. Es para destacar que además se expresó un creciente interés por discutir problemáticas actuales, como qué se puede hacer para continuar el mensaje del Che o cuáles pueden ser las perspectivas de lucha hoy. En este sentido la Cátedra fue tomada como marco de contención para estas discusiones, pero queda el interrogante sobre cómo canalizar ese saber en circulación.
Entre las opiniones recibidas podemos mencionar las que se refirieron a que la presentación de algunos temas fue fragmantada, especialmente cuando eran desarrollados por distintos docentes y en diferentes clases, perdiéndose de esa manera cierta unidad teórico-temática. Sin embargo, se hizo hincapié en el óptimo nivel de los docentes.
Los coordinadores de la Cátedra son Guillermo Cieza (quien moderó las clases) y Gabriel Fernández. Los profesores titulares son Alberto Plá, Manuel Gaggero y Rubén Dri. El cuerpo de docentes que dictaron las clases es similar al de la Cátedra del Che de la UBA. Para la convocatoria de los mismos los criterios fueron fundamentalmente garantizar el pluralismo del espacio y la rigurosidad en el tratamiento de los temas, que los mismos pudieran ser abordados en profundidad. La heterogeneidad de los expositores y la amplitud política en la convocatoria redundaron en beneficio de la Cátedra, en su riqueza y en la variedad de experiencias presentadas ante la concurrencia.
Coincidimos con lo expresado por la coordinación de la Cátedra de la UBA, y lo resaltamos como un aspecto particular de estas Cátedras, en cuanto a que existen "conocimientos políticos y experiencias válidas por fuera de las estructuras tradicionales y prestigiadas del saber" y que "el Che sirvió para canalizar el saber político práctico y teórico aquilatado por centenares de compañeros que no habían conseguido un marco adecuado para plasmarlo". Este hecho se vio reflejado en que los asistentes "no podían diferenciar a los panelistas académicos de los luchadores cuya formación surgió al calor de la práctica social".
Como dijimos, el cuerpo de docentes proviene casi íntegramente de Buenos Aires o de Rosario. La Cátedra no tiene inserción en el ámbito de profesores de la UNLP, y ningún docente se ha mostrado interesado en participar, por lo que es dificultoso encarar algún otro tipo de estrategias en lo académico o, por ejemplo, formalizar algún proyecto de investigación sobre las problemáticas de la Cátedra.
La bibliografía está ordenada según los temas del programa, y fue editada en 12 cuadernillos. Los contenidos son similares a los de la UBA, aunque se incorporaron algunos materiales. Entre las opiniones recogidas se resaltó la inclusión de documentos directos en lugar de interpretaciones efectuadas por otros autores. Los textos despertaron gran interés y fueron recibidos por los asistentes como complemento fundamental de cada clase. Una muestra de ello es la circulación de los cuadernillos, de los que se alcanzaron a vender casi 2000.
Resultó problemática la impresión de los apuntes porque carecemos de medios propios. Aunque fueron vendidos al costo sabemos que no son accesibles a todos, dada la cantidad de textos de consulta. Igualmente, los mismos están disponibles en las bibliotecas de las facultades, pero quizás debería buscarse alguna otra forma de hacerlos circular.
La masividad y diversidad de la asistencia nos planteó un problema de comunicación con los que participaron de la Cátedra. Por ejemplo, por la cantidad de informaciones que se nos requerían y que de alguna forma teníamos que sistematizar y centralizar. Para ello se editó un Boletín Informativo por cada clase, en donde se difundieron noticias académicas, informaciones sobre la bibliografía disponible y divulgación de otras actividades organizadas por la Cátedra o relacionadas con ella.
También, como una forma de recabar opiniones sobre cómo se desarrollaba la Cátedra se hizo circular una pequeña encuesta. Esas consideraciones están incorporadas en este balance. Entre algunas de las sugerencias se señaló la posibilidad de agregar otros materiales, por ejemplo audiovisuales, y promover otras actividades para no perder el espacio.
De esas opiniones surgió un tema que nos preocupa, que está referido a los debates posteriores a cada clase. La actitud fue mayoritariamente la de ir a conocer y a escuchar. Muchos opinaron que en el momento de las preguntas no había participación y que no hubo debates profundos, se contestaba pero no se discutían ideas. Para darle más dinamismo y generar modos de participación más directa se propuso trabajar en grupos más reducidos, en comisiones, donde es posible debatir de igual a igual. Sobre esta propuesta, deberían estudiarse las posibilidades de implementación.
Sin embargo, hubo una experiencia, que surgió de una iniciativa en conjunto con la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, de desarrollar, paralelamente al dictado de la Cátedra, clases específicas para estudiantes secundarios, pero también abiertas para aquellos que quisieran complementar algunos temas. Allí se contextualizaron algunos puntos del programa (como el proceso histórico latinoamericano desde principios de siglo, la Revolución Cubana, la teoría marxista, etc.), también se analizaron textos de la bibliografía o se trabajó con material que aportaron los alumnos. Estas clases fueron dictadas por un docente de enseñanza media, y la actividad puede caracterizarse como similar a lo que en las facultades son las comisiones de trabajos prácticos. Desde este ámbito surgió la organización de un ciclo de cine sobre el movimiento obrero, que fue coordinado por otro docente de enseñanza media. Debemos destacar el interés y la constancia del grupo de secundarios que siguieron la totalidad de las actividades de la Cátedra.
Una vez comenzada la Cátedra surgió de la comisión organizadora la propuesta de concluir el curso con una actividad desde la cual pudiéramos pensar sobre el legado del Che en la actualidad. Nos pareció que una manera de concretar esa idea podía ser analizando e intercambiando experiencias sobre las diversas formas de organización popular que crecen ante el vacío de representación política que han dejado los partidos tradicionales, y fundamentalmente debatiendo el tema de la autonomía social como perspectiva para la construcción de una verdadera democracia. Para el cierre de la Cátedra se organizó un Encuentro de Movimientos Sociales, que trató de aportar en el camino de la comunicación, la integración, el trabajo conjunto de las organizaciones sociales, desde un marco de tránsito autónomo y el objetivo común de promover la resistencia contra el sistema. Allí surgieron importantes conclusiones que serán retomadas el próximo 21 y 22 de marzo en un nuevo encuentro a desarrollarse en Lomas de Zamora.
Queremos informar que todo lo sucedido en la Cátedra está registrado en audio, video y en desgrabaciones que serán editadas en un cuadernillo. Aquí se nos plantea el problema, a nivel local y nacional, de cómo hacer circular este material, cómo buscar una forma ágil y accesible, y cómo la Cátedra podría convertirse en un lugar de consultas para aquellos interesados en estos temas.
También queríamos destacar el espíritu de las corrientes políticas de La Plata que aunque no participaban de la organización tuvieron una postura constructiva y se sumaron para enriquecer la Cátedra.
Hemos comenzado a transitar el camino que nos permitirá alcanzar los objetivos planteados al inicio de la Cátedra. El espacio de las Cátedras significa un gran aporte en la recuperación histórica que el movimiento popular está experimentando en estos últimos años. Estos ámbitos han sido parte importante en la reivindicación masiva de la figura del Che a 30 años de su muerte. La presencia del Che en los más diversos ámbitos y en los medios de difusión es, sin duda, un elemento a analizar, como así también la masividad de la respuesta a proyectos como el de las Cátedras. Aunque esa reivindicación no sea unívoca, la lucha en el campo de las ideas siempre incide en nuestra realidad, y de ahí la importancia del aporte de estos espacios de reflexión.
Muchos pudieron acercarse a la universidad a través de la Cátedra, y se conformó un lugar de encuentro diverso y original, no sólo por el hecho de compartir una cursada con personas que quizás no tuvieron la oportunidad de estudiar en la universidad o que actualmente no tienen relación con ella, sino también por la integración de estudiantes de las más diversas carreras en un mismo ámbito. En el marco de apertura que brindó la Cátedra, sin imponer visiones dogmáticas sino promoviendo la formación de un espíritu crítico, se generó un poderoso medio de circulación de ideas y de discusión, y fue posible incorporar temas que estaban ausentes en nuestra universidad.
Desde el inicio planteamos que nuestro objetivo es académico y político a la vez. La consolidación del espacio de la Cátedra significa un fuerte cuestionamiento a la orientación que han elegido las autoridades universitarias, que presentan como únicas políticas posibles la degradación de los planes de formación, las limitaciones para acceder al conocimiento o el establecimiento de cursos financiados por organismos de crédito internacionales. Al tiempo que profundizamos las críticas a los proyectos educativos oficiales, respondemos con la creación de nuestros propios espacios y reivindicando las condiciones de realización de la Cátedra. Pensamos que es un hecho político importantísimo la creación de un lugar donde nosotros somos los que elegimos qué es lo que queremos para nuestra formación.
Terminado el primer curso se nos presentan nuevos elementos para reflexionar sobre nuestra práctica política. La figura del Che nos convoca a una revisión crítica sobre la historia política argentina, y a entender a la política como la acción en la que se conjugan todos los conocimientos posibles, en lugar de concebirla como una especialidad o profesión distanciada de las prácticas populares. Queda formulado el interrogante de para qué vamos a utilizar lo aprendido. Entendemos que el legado del Che es un renovado desafío para buscar las herramientas que nos permitan avanzar en la construcción de poder popular, siempre referenciado en un proyecto de sociedad nueva, que tienda a la transformación del actual sistema político que niega la participación popular, que interprete desde otras perspectivas el concepto de democracia, que ha sido totalmente vaciado de contenido, y que supere las concepciones que marcan divisiones en las luchas del pueblo según los métodos o instrumentos utilizados para alcanzar esos objetivos.
La recreación y proyección de estos contenidos y la ruptura en el modo de pensar respecto de los modelos anteriores son quiebres significativos en las pautas culturales hegemónicas. Por eso la necesidad de seguir formándonos, de construirnos como sujetos de la historia, de concebir la voluntad política como momento liberador, de toma de iniciativas, ya que para hacer política nunca hay que esperar, y la necesidad de hacer de nosotros algo nuevo, en donde práctica y conciencia conformen una totalidad.
Es de fundamental importancia profundizar el debate, no sólo con los demás sino también entre nosotros, los que organizamos, ya que muchas veces quedamos absorbidos en los aspectos operativos y de coordinación, sin poder abordar estas temáticas teóricas que estamos señalando. En ese sentido tenemos la decisión de darle continuidad a este espacio. La Cátedra se dictaría nuevamente en La Plata en el primer cuatrimestre de este año, pero también está la idea, a mediano plazo, de incorporar para estudio el pensamiento y la acción de otros revolucionarios y pensadores argentinos y latinoamericanos, ya sea modificando el programa o a través de la realización de seminarios complementarios u otro tipo de actividades. El interrogante que nos queda es sobre las espectativas que puede generar la Cátedra este año, una vez pasada la época de los homenajes y los recuerdos referidos a los 30 años de la caída del Che.
La Plata, marzo de 1998.
CONCLUSIONES
Sobre la continuidad de la Cátedra:
- Las Cátedras están en tres etapas diferenciadas: grupos que empiezan este año; grupos que van a continuar la Cátedra dentro de la universidad; y grupos que tienen la necesidad de trabajar con otros sectores sociales, en barrios, colegios secundarios y con sindicatos.
- La Cátedra excede el ámbito académico universitario y significa un gran aporte en la recomposición de la memoria colectiva, y en el proceso de recomposición del campo popular, en la búsqueda de nuevas identidades políticas para la construcción de propuestas revolucionarias.
- Se piensa la continuidad de la Cátedra como un espacio de reflexión y de debate sobre el conjunto del pensamiento latinoamericano, incorporando el estudio de otros referentes populares de la lucha latinoamericana.
- Se propusieron cuatro ejes: incorporar al debate las figuras de Agustín Tosco y John William Cooke; tener en cuenta que se cumplen 150 años del Manifiesto Comunista; y reflexionar sobre lo que significan los 80 años de la Reforma Universitaria.
- Surge la necesidad de continuar con este espacio bajo el nombre de Cátedra Ernesto Che Guevara, como ámbito de trabajo para todas las demás actividades que se realicen. El objetivo es mantener la identificación a nivel nacional de este espacio que se construyó durante 1997.
- Es importante pensar la Cátedra no únicamente como un ámbito académico sino como un espacio de reflexión que sea principalmente una herramienta de acción dentro y fuera de la universidad.
- Para la continuidad de muchas de las Cátedras se hace indispensable la articulación entre las distintas Cátedras a nivel nacional, una articulación entendida como un espacio de socialización de experiencias y no como un medio de homogeneizar. Esta proyección tiene que hacerse necesariamente respetando las autonomías y las experiencias de cada Cátedra.
Sobre la articulación de las Cátedras:
- Se propuso la organización de una mesa nacional de articulación de Cátedras del Che.
- Las funciones de esta coordinación serían: editar un boletín informativo posterior a cada encuentro; organizar un plenario anual nacional de Cátedras del Che; elaborar propuestas de capacitación y formación para los organizadores y coordinadores de cada una de las Cátedras; constituirse en receptora de toda la información que hay disponible en cada Cátedra, bibliografía, videos, para facilitar el intercambio entre las distintas Cátedras del país; coordinar un calendario para la realización de actos conjuntos -se propuso para este año los aniversarios de Tosco y de Cooke-; elaborar una compilación de las historias de las Cátedras del Che en Argentina y edición de materiales sobre actividades que se realicen en conjunto.
- En torno a la bibliografía surgió la necesidad de constituir un centro de documentación en donde quede recopilado el material que las Cátedras vayan produciendo a lo largo de su desarrollo. También se pensó en producciones especiales que sirvan de apoyo a las tareas en escuelas secundarias y en barrios.
- Sobre los docentes y disertantes se elaborará una lista nacional de todos los docentes que están teniendo algún tipo de vinculación con las Cátedras, tanto en investigación, publicaciones, como disponibilidad para viajar, de modo que haya acceso en todos lados a la posibilidad de contar con ellos o de hacer un tipo de trabajo en común.
- En lo que hace a la incorporación de los nuevos temas, esto no significaba una imposición a ninguna Cátedra, sino que hay un respeto a la autonomía programática de cada experiencia.
Sobre el encuentro de Cátedras que se realiza en Cuba el 14 de junio:
- La novedad de la experiencia de las Cátedras en Argentina es que hay un alto componente de participación no orgánica en las fuerzas políticas con presencia y tradición en el escenario internacional, con lo cual sería necesario que estén todos los compañeros que han trabajado en todos los puntos del país para presentar la heterogeneidad de experiencias de lo que ha sido este proceso en nuestro país.
- Se propuso que cada Cátedra, de acuerdo a sus posibilidades, decida si concurre, pero representando su propia experiencia y no representando a la mesa nacional.
ACTO DE CIERRE
Representante de los organizadores:
Como miembro de la agrupación Andares les agradecemos el haber venido a todos, de más cerca o de más lejos, haber hecho posible esto, y habernos también depositado su confianza en la organización de este primer encuentro. Ahora los compañeros Gaggero, Dri, Korol y Mattini nos van a decir el último mensaje.
Manuel Gaggero:
En realidad no teníamos previsto hacer esta exposición, pero quería compartir con ustedes algunas reflexiones que surgieron de este encuentro. Por un lado creo que este espacio, que es fundamentalmente obra de los jóvenes, impulso de los jóvenes, nos ha llenado a nosotros de ganas de hacer cosas, ha sido como un viento fresco, como dijimos la primera vez, y es preciso ir agrandándolo con este contenido, con el respeto plural a todos los planteos y a todas las ideas. A eso nos convoca el Che, a discutir, en un momento muy particular. Por un lado creo que a partir del 20 aniversario de la dictadura en la Argentina se abrió una etapa nueva de recuperación fuerte de la memoria. Ustedes fíjense que después del 20 aniversario aparecen una serie de publicaciones que empiezan a transitar la recuperación de aquellas ideas que en los 60 y 70 movilizaron a miles de jóvenes, que se bautizaron con la influencia de la Revolución Cubana y en torno a las ideas del Che Guevara. Yo creo que esta nueva etapa que se abre en el 96 es la que de alguna manera le da fuerza a la Cátedra, que empieza en 1997, y que nos ha dado estas nuevas perspectivas. Que además va acompañada de una situación también nueva o distinta o diferente en cuanto a esa perspectiva que aparecía como imparable del capitalismo en esta etapa, del capitalismo salvaje, que aparecía como que de alguna manera los teóricos del capitalismo lo pensaban así, había dado fin a la historia, después del capitalismo, después de este modelo no había nada. Y toda la irracionalidad que muestra cada vez más este modelo y toda la irracionalidad que muestra el capitalismo en la Argentina, donde hay más de 10 millones de excluidos y donde hay más de un 30 ó 35% de la población activa realmente desocupada, y donde miles y miles de seres humanos viven la angustia de la desocupación, la miseria y el hambre, esto fortalece y nos da más elementos también para iniciar el debate con un capitalismo que nos aparecía como el final y que no es el final. Y nos da más fuerza para seguir en el camino que nos planteamos, algunos hace casi 40 años, de construir el socialismo en la Argentina.
Yo les quiero agradecer porque realmente, les quiero agradecer a ustedes, a los jóvenes, porque la utopía es muy importante seguir llevándola adelante, pero la utopía con gente joven, con gente que cree, con gente que pone todo el esfuerzo que ponen ustedes, se hace mucho más fácil y se hace mucho más alcanzable. Gracias, compañeros, nada más.
Rubén Dri:
En primer lugar, quiero agradecerle a los organizadores, es decir a los dueños de casa. Siempre es una responsabilidad, siempre existe un gran esfuerzo preparar esto, atender a la gente, etc., y realmente lo han hecho muy bien, no solamente les agradezco sino que ahora los felicito.
En segundo lugar, como decía Manolo, también quiero agradecer de hecho por este evento, agradecerles a todos, esto nos da nuevas fuerzas, es un nuevo aire, es un aire fresco, esto ha sido realmente un encuentro, lo que yo dije cuando me invitaron a abrir esto, que sea un encuentro, realmente fue un encuentro, hemos dialogado, hemos discutido, hemos debatido. Realmente yo creo que se lo ha hecho todo con gran respeto, manteniendo sus ideas, pero realmente con respeto hacia el otro. Yo creo que éste es un aprendizaje que estamos haciendo, respetarnos en la heterogeneidad.
Yo no sé si evaluamos correctamente el paso gigantesco que hemos dado hoy. Aquí surgió algo nuevo a partir de las Cátedras Che Guevara, y hoy nos encontramos con que hemos creado, hemos hecho una mesa nacional de coordinación, es un paso realmente muy muy grande. Nosotros somos islas, más este terrible proyecto neoliberal nos ha fraccionado completamente, cada cual mirando por sí mismo, y aquí nosotros estamos hablando a nivel nacional, de grupos de distintas partes del país que nos sentimos hermanados en algunos ejes fundamentales, en algunas ideas comunes, y hemos decidido crear una articulación entre nosotros, una mesa de articulación. Yo creo que éste es un paso muy grande que hemos dado. Realmente si nosotros seguimos esta senda yo creo que tenemos perspectivas muy buenas de crecimiento y de aportar por lo tanto al proyecto nacional de liberación en el camino hacia el socialismo. Yo creo que aquí no tenemos salvación si no es con la derrota del capitalismo y la construcción de un socialismo. Creer que el socialismo ha sido derrotado es lo que nos quiere vender el sistema. Pero el socialismo como proyecto, como lucha, ha existido desde que existió la humanidad, las ideas que nosotros tenemos las han tenido generaciones anteriores a nosotros, han luchado por ellas y han tenido éxitos parciales y derrotas parciales. El socialismo siempre es posible, y por eso estamos nosotros acá. Nosotros en ese camino hacia una sociedad liberada, hacia una sociedad mejor, creo que hemos dado un paso adelante. Pero es importante que tomemos conciencia de esto pero que al mismo tiempo tratemos de ir practicándolo entre nosotros. Los valores de esa nueva sociedad, los valores de una sociedad de hermanos, de una sociedad liberada, de una sociedad socialista, los tenemos que vivir hoy nosotros.
Lo que tanto proclamaba el Che, el trabajo voluntario, es lo que hemos expuesto acá. Acá todos hemos expuesto trabajo voluntario, acá estamos todos sin ningún interés material, estamos simplemente poniendo nuestro esfuerzo, poniendo nuestras ganas por algo que nos parece valioso, por algo que le da sentido a nuestra vida. Yo creo que ése es realmente el trabajo voluntario, algo que nos dignifica, algo que nos hace mejores. Yo creo que esto debe servirnos para seguir transitando este camino hacia la liberación.
Claudia Korol:
Yo quería decir, en primer lugar, que no seríamos absolutamente honestos si no reconocemos todas las Cátedras la audacia que tuvo El Mate y la Cátedra de la UBA en imaginarse la posibilidad que en esta universidad neoliberal hubiera una Cátedra Che Guevara. Digo esto porque incluso cuando yo comentaba hoy en la comisión que se nos comentó la posibilidad, a muchos nos costaba imaginar que pudiera funcionar una Cátedra con ese nombre, que pudieran ser aceptadas, que pudiera tener repercusión, y entonces creo que el éxito de esa Cátedra es en gran medida lo que dio la oportunidad y la posibilidad de su multiplicación.
Y en segundo lugar creo que también tenemos que valorar el haber podido multiplicar la experiencia, asumir un desafío que en todos los casos era superior a nuestras fuerzas, asumir la idea y la propuesta sin pensar quién la pensó primero sino cómo se podía desarrollar y crear un fenómeno que es nuevo. Es decir, a partir de que existe en todo el país ya no es sólo una Cátedra sino es una multiplicación de militancia, de debates, de discusiones y diálogos, que creo que generan un hecho político nuevo en la Argentina, un hecho protagonizado, como se decía acá, sobre todo por la juventud -y veo que en la mesa nos pusieron a los viejos, nos hacemos cargo de que nos pusieron en esa categoría-, pero creo que se generó un fenómeno nuevo y que es nuestra responsabilidad, nuestro desafío, saber defenderlo, continuarlo, construirlo, multiplicarlo, seguir haciéndolo crecer, y que la posibilidad de la coordinación de esfuerzos nos da la oportunidad de que no sólo sea un espacio por el pensamiento crítico sino también un espacio para la posibilidad de una transformación real de la Argentina. En todo caso creo que éste es el mejor homenaje, como se decía, al Che y a todos los compañeros que cayeron en la lucha de liberación, y que seamos responsables en mantener su legado, en mantener su ejemplo, y que su lucha, sus ideas de socialismo, sus ideas de revolución puedan ser continuadas por éstas y por muchas otras prácticas políticas y sociales en nuestro país, y que éste sea un estímulo a continuar esa lucha, y sobre todo a construir su unidad.
Luis Mattini:
Bueno, compañeros, yo me veo obligado a repetir algunas cosas que dijeron los compañeros. En primer lugar, estoy admirado realmente por la excelente organización, porque en cuanto a la buena voluntad ya tenía pruebas, pero además de buena voluntad había buena organización. Por otro lado, aquí estamos en la mesa tres compañeros que fuimos contemporáneos del Che, lo seguíamos al Che, luego recogimos su fusil y ahora estamos otra vez con el Che. Quiero decir que yo me niego a hablar de jóvenes y viejos, pero sí hablemos en términos de años que se lleva encima. Y lo que más me sorprendió, mejor dicho lo que más me alentó a mí cuando me convocaron para esta tarea de la Cátedra, fue que fue un grupo de jóvenes, y ahí yo realmente pensé que iban a lograr el propósito porque eran jóvenes que con todo el impulso, llamémosle así, ideológico, estaban suficientemente inspirados en el pasado pero suficientemente renovados en la cabeza, y eso es lo que lo hizo posible. Yo creo que el hecho de que estemos sentados aquí, como dijo el compañero recién, es tremendamente importante porque es una especie de balance de un año de trabajo, un año y pico, no sé cuánto ha sido, de uno de los eventos políticos, pero políticos con mayúscula, es decir por donde pasa verdaderamente la política, al menos como la entendemos los revolucionarios, los marxistas, que se ha producido en el país, no es el único por supuesto, pero es uno de los más importantes. Yo creo que hay un antes y después en este sentido.
Y por otro lado también la impresión que me llevo de este día que hemos pasado juntos es que pareciera que empieza a verse nuevamente aquello que fue lo mejor de la famosa militancia setentista, aquello que excede triunfos y derrotas, esa felicidad del trabajo, que recién Rubén decía trabajo voluntario. Cuando yo escuchaba trabajo voluntario, nunca fue algo que me gustara mucho la expresión trabajo voluntario. En realidad es increíble pero tenemos que agregarle un adjetivo, voluntario, para que sea lindo. El trabajo voluntario es una hermosura trabajar así, y el capitalismo ha hecho que el trabajo sea una maldición. Quiero decir, la manera que se trabajó, con el entusiasmo, con incluso la defensa apasionada de las ideas, más allá de los objetivos, reflejan una cosa que es fundamental, en mi opinión, con respecto a lo que es el espíritu y el pensamiento del Che, que es vivir en el presente esa revolución que queremos hacer en el futuro. Rubén recién señalaba esto un poco en ese sentido. Es decir, vivir la pasión militante, en jornadas como estas estamos viviendo ya la sociedad futura. Por eso yo no digo más que eso, porque prometimos cinco minutos. Muchas gracias a todos.
Bueno, yo lo primero que me pregunto es por qué tengo que tener el cierre yo acá, y agradezco a todos los compañeros el hecho de estar cerrando esta jornada en la que aprendí muchísimo, de verdad. Y creo que en ese interrogante de por qué me dan el privilegio de cerrar esta jornada creo que tiene que ver mucho con el pasado, con todos los compañeros que no están, con lo que uno malamente representa de una época que a nosotros nos está dando fuerzas e inspiración para seguir en esta lucha, que es la de todos. Y cuando digo que he aprendido mucho, había sido invitado y vine en nombre de mis compañeros para la Cátedra Che Guevara, para decir algunas palabras en el 30 aniversario de la muerte de alguien que fue mucho más que un padre ideológico, mucho más que un padre ideológico para nosotros, sino que fue la expresión más depurada de todos los anhelos y la pureza de una generación que ha sido maltratada por la historia, y que es difamada, incluso, por los ideólogos de esos que componen la historia oficial. Y, de alguna manera, ato lo que escuché hoy con lo que discurrimos, con lo que pensamos ayer.
Una querida señora, un ejemplo, Reina decía por qué quedó solo el Che. Y que creo que quedó solo el Che, en parte, por su propia naturaleza, también, porque protagonizó una búsqueda con un carácter anticipatorio tan grande, que es también la búsqueda de este fin de siglo, es la búsqueda que protagonizamos nosotros. Es decir, yo cuando vine acá me encontré con el prerrequisito para concretar cualquier objetivo, me encontré expresiones disímiles de trabajo, que expresan diferentes necesidades de la gente, pero encontré en todos humildad, trabajo, carencia de soberbia, me encontré sobre todo fraternidad, compañerismo y amistad. Y después de todos aquellos fuegos de los años 70, cuando nos reencontramos con viejos amigos, sin saber cada uno de nosotros que estábamos vivos, uno de ellos me dijo una frase inolvidable. Me dijo mirá Negro, de todo lo que he pensado en todos estos años yo te diría una sola cosa: una revolución se hace con amigos. Y en un sentido amplio, en un sentido generoso, la expresión es absolutamente correcta. Es decir, yo vi acá amistad, vi un relacionamiento franco, sano, que creo que es la pre condición para todo lo que se van a plantear en el futuro, que no va a ser fácil, que va a ser muy difícil. Porque también otro compañero me dice, por ahí, se nos escurrió el sujeto social, yo que viví toda la vida pensando que había un sujeto social, estructurado, vertebrado, llamase clase obrera o no se le llamase, en estos momentos nos cuesta ubicarlo. Pero creo que en esa debilidad también está nuestra riqueza. También la búsqueda del Che fue una búsqueda de esa pureza, de ese sujeto social, de ese protagonista de los cambios. Y también él lo buscó en la Sierra Maestra, también recorrió toda América Latina antes, llegando a conocer a aquellos revolucionarios del 26 de Julio, llegando a protagonizar la aventura del Granma y retirándose en determinado momento de esa Revolución, que él había contribuido como pocos a forjar, para ir a buscar nuevos espacios de pureza, para dilatar y para profundizar esa Revolución, ya fueran en el Congo, ya fueran en el corazón de Bolivia.
Yo creo que cuando nosotros hablábamos ayer de su legado, hoy se está realizando también el legado del Che, también protagonizando esa búsqueda, con sujetos sociales de repente más ubicuos que aquellos, porque los sujetos sociales pueden ser los muchachos que andan atrás de las vacas allá por Pascana, mejorando la calidad de vida de su gente; o los muchachos de Villa Carlos Paz, que andan enredados entre los ductos de agua, poniendo una propuesta distinta para la salubridad, para la higiene y para el progreso de su población; o todos ustedes, cada uno con sus micro proyectos, con sus pequeños proyectos, referidos a cosas muy elementales a veces, a necesidades insatisfechas de la gente, pero que son producto de una búsqueda colectiva, de una búsqueda que estamos encarando entre todos, y que a veces rebasa nuestras fuerzas. Porque muchas veces comenzamos a luchar y vemos que esa lucha se disuelve y no nos queda nada. Pero siempre nos queda ese remanente de confianza, ese remanente de práctica, ese remanente de amistad. Y yo creo que sobre eso vamos a constituir algo más sistemático en el futuro. No nos debe asustar la falta de sistematicidad. En la sistematicidad a veces está contenido el germen del autoritarismo, el germen del sectarismo. Estamos abiertos y creo que estamos vivos. Y yo les agradezco profundamente, compañeros, el haberme hecho sentir como un amigo aquí, el compartir esa confianza, y en la medida de las posibilidades nuestras toda esa riqueza que ustedes me han volcado trataremos de volcarlas con nuestros compañeros, con nuestro pueblo, para la causa de ustedes, que es la causa de todos. Muchas gracias.
ORGANIZACIONES QUE PARTICIPARON
Casa de la Mujer Azucena Villaflor; Red de Mujeres Zona Sur; Grupo del Barrio Suárez; Barrio Altos de San Lorenzo; Bosque Esmeralda; Circo Cultural de Adrogué; Autoconvocados de Glew; Cooperativa Integral, Carlos Paz (Córdoba); Escuela Nº 25 (La Plata); Congreso de los Pobres (Cuartel Noveno, Lomas de Zamora); Casita de Gonnet; Centro Cultural Rincón (Tigre); Comete a los ricos (Almirante Brown); Coordinadora de Estudiantes Secundarios; Grupo de Alfabetización (Gonnet); El Fuelle (Claypole); AUCA; Grupo Al Borde (Longchamps); Grupo de Abogados (Córdoba); Coordinadora contra la represión policial e institucional (CORREPI, Capital Federal); Taller Infantil Carlos Lebed (Berisso); El Galpón (Almirante Brown); Centro de Formación Profesional (Romero); ATE Gran Buenos Aires, Zona Sur; Grupo Barrio Ramón Carrillo; APDH La Plata; Grupo Río Cuarto; Mate Amargo (Uruguay); programa La Señal; programa De voz en voz; revista Retruco; revista La Grieta; FM Vida (Neuquén); revista Juana Azurduy; agencia RedAcción; periódico De mano en mano; agrupación Haroldo Conti (Facultad de Periodismo, UNLP); programa Cascarudo (Quilmes); Trabajo Comunitario; Cooperativa El Ñandú; Apicultores La Plata; Cooperativa de apuntes de comunicación; Grupo Barrial de Luján; Graduados de Agronomía de Luján; Compañeros que están haciendo un trabajo en Los Hornos; GTC de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA); Grupo de Pascana (Córdoba); Cooperativa El Campeador, Monte Maíz (Córdoba); MORREFE (Ferroviarios); Trabajadores Toma de casas de Capital; agrupación Forja Derecho (UNLP); Coordinadora Sur contra la represión policial e institucional; Asesor Legal de acción cooperativa; Comisión de familiares, amigos y compañeros de Miguel Bru; Nota al pie; Al Avio; Movida Universitaria (Lomas de Zamora); El Mate.
Cátedra Ernesto Che Guevara - Universidad Nacional de La Plata.
Sábado 7 de marzo de 1998. Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), Córdoba.
ENCUENTRO NACIONAL DE CÁTEDRAS ERNESTO CHE GUEVARA.
BALANCE 1997
La Cátedra Ernesto Che Guevara de la Universidad Nacional de La Plata comenzó a dictarse el 30 de agosto del año pasado. El curso constó de 12 clases y se extendió durante todo el cuatrimestre, terminando el 15 de noviembre. Cada clase tuvo una duración promedio de dos horas, y las mismas se dictaron semanalmente los días sábados a las 18 horas en el edificio del ex Jóckey Club de la UNLP (calle 48 e/ 6 y 7) y en la Facultad de Humanidades (ubicada en la misma cuadra).
La convocatoria a la Cátedra se realizó en forma masiva, no sólo en las facultades sino también a través de afiches callejeros y de algunos medios comunitarios. La inscripción fue abierta a toda la comunidad, y se llevó a cabo en diferentes facultades, en las calles céntricas de La Plata, y también durante las primeras clases. El número de inscriptos llegó a superar los 1000, la mayoría jóvenes pero también de diferentes edades, y entre ellos hubo estudiantes universitarios de las carreras de Agronomía, Arquitectura, Ciencias Económicas, Ciencias Naturales, Derecho, Educación Física, Filosofía, Geofísica, Geografía, Historia, Informática, Ingeniería, Letras, Medicina, Odontología, Periodismo, Plástica, Psicología, Sociología, Trabajo Social, Veterinarias; estudiantes secundarios; y personas sin ninguna relación con el ámbito educativo y universitario.
La concurrencia a la Cátedra fue variando, ya que muchos dejaron de ir después de las primeras clases y otros se interesaron sólo en algún tema del programa o en la exposición de algún docente en particular. Hubo un núcleo de aproximadamente 300 personas que asistió regularmente. Se extendió un certificado de asistencia a aquellos que concurrieron al 70 % de las clases.
En cuanto a la inserción institucional de la Cátedra, la misma fue declarada como Cátedra Libre de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Además, tiene carácter curricular en tres carreras: - es seminario optativo para los estudiantes de todos los años de la Escuela Superior de Trabajo Social; - es materia optativa para los estudiantes de la carrera de Sociología de la Facultad de Humanidades; - y es seminario optativo para los estudiantes de la Licenciatura en Historia, también en la Facultad de Humanidades. Los requisitos de aprobación son similares en los tres casos: 80 % de asistencia y la presentación de un trabajo monográfico final, que será evaluado por un profesor titular de la Cátedra.
Más allá de lo señalado, la Cátedra no tiene ningún otro tipo de relación institucional y no recibe ningún tipo de apoyo por parte de la universidad. La relación resultó complicada en cuanto a la obtención de un lugar físico para el dictado de las clases, ya que si bien desde un principio se nos otorgó un ámbito específico, más de una vez se nos negó ese espacio por razones absurdas y sin que se nos garantizara otro lugar. Además la Cátedra tenía que pagar para poder abrir el edificio los días sábado.
Tampoco la Cátedra cuenta con apoyo económico más allá de la comisión encargada de organizarla, que está conformada por cuatro agrupaciones estudiantiles.
El programa de la Cátedra está ordenado, según la cronología de las clases, en 12 módulos temáticos: Antecedentes históricos, Revolución Cubana, Teoría y lucha contra el imperialismo (dos clases), El pensamiento político del Che, El pensamiento filosófico del Che, El pensamiento económico del Che, Humanismo y ética revolucionaria, Revolución y democracia, La influencia del Che y la Revolución Cubana en América Latina, La influencia del Che en la Argentina y El legado del Che en la actualidad.
Los asistentes a la Cátedra se mostraron interesados en incluir otras temáticas y en profundizar algunos puntos del programa, como por ejemplo ahondar sobre la Revolución Cubana, su situación actual y sus perspectivas. También se propuso tomar otros temas de la historia argentina y latinoamericana, como el estudio de otras revoluciones en nuestro continente. Es para destacar que además se expresó un creciente interés por discutir problemáticas actuales, como qué se puede hacer para continuar el mensaje del Che o cuáles pueden ser las perspectivas de lucha hoy. En este sentido la Cátedra fue tomada como marco de contención para estas discusiones, pero queda el interrogante sobre cómo canalizar ese saber en circulación.
Entre las opiniones recibidas podemos mencionar las que se refirieron a que la presentación de algunos temas fue fragmantada, especialmente cuando eran desarrollados por distintos docentes y en diferentes clases, perdiéndose de esa manera cierta unidad teórico-temática. Sin embargo, se hizo hincapié en el óptimo nivel de los docentes.
Los coordinadores de la Cátedra son Guillermo Cieza (quien moderó las clases) y Gabriel Fernández. Los profesores titulares son Alberto Plá, Manuel Gaggero y Rubén Dri. El cuerpo de docentes que dictaron las clases es similar al de la Cátedra del Che de la UBA. Para la convocatoria de los mismos los criterios fueron fundamentalmente garantizar el pluralismo del espacio y la rigurosidad en el tratamiento de los temas, que los mismos pudieran ser abordados en profundidad. La heterogeneidad de los expositores y la amplitud política en la convocatoria redundaron en beneficio de la Cátedra, en su riqueza y en la variedad de experiencias presentadas ante la concurrencia.
Coincidimos con lo expresado por la coordinación de la Cátedra de la UBA, y lo resaltamos como un aspecto particular de estas Cátedras, en cuanto a que existen "conocimientos políticos y experiencias válidas por fuera de las estructuras tradicionales y prestigiadas del saber" y que "el Che sirvió para canalizar el saber político práctico y teórico aquilatado por centenares de compañeros que no habían conseguido un marco adecuado para plasmarlo". Este hecho se vio reflejado en que los asistentes "no podían diferenciar a los panelistas académicos de los luchadores cuya formación surgió al calor de la práctica social".
Como dijimos, el cuerpo de docentes proviene casi íntegramente de Buenos Aires o de Rosario. La Cátedra no tiene inserción en el ámbito de profesores de la UNLP, y ningún docente se ha mostrado interesado en participar, por lo que es dificultoso encarar algún otro tipo de estrategias en lo académico o, por ejemplo, formalizar algún proyecto de investigación sobre las problemáticas de la Cátedra.
La bibliografía está ordenada según los temas del programa, y fue editada en 12 cuadernillos. Los contenidos son similares a los de la UBA, aunque se incorporaron algunos materiales. Entre las opiniones recogidas se resaltó la inclusión de documentos directos en lugar de interpretaciones efectuadas por otros autores. Los textos despertaron gran interés y fueron recibidos por los asistentes como complemento fundamental de cada clase. Una muestra de ello es la circulación de los cuadernillos, de los que se alcanzaron a vender casi 2000.
Resultó problemática la impresión de los apuntes porque carecemos de medios propios. Aunque fueron vendidos al costo sabemos que no son accesibles a todos, dada la cantidad de textos de consulta. Igualmente, los mismos están disponibles en las bibliotecas de las facultades, pero quizás debería buscarse alguna otra forma de hacerlos circular.
La masividad y diversidad de la asistencia nos planteó un problema de comunicación con los que participaron de la Cátedra. Por ejemplo, por la cantidad de informaciones que se nos requerían y que de alguna forma teníamos que sistematizar y centralizar. Para ello se editó un Boletín Informativo por cada clase, en donde se difundieron noticias académicas, informaciones sobre la bibliografía disponible y divulgación de otras actividades organizadas por la Cátedra o relacionadas con ella.
También, como una forma de recabar opiniones sobre cómo se desarrollaba la Cátedra se hizo circular una pequeña encuesta. Esas consideraciones están incorporadas en este balance. Entre algunas de las sugerencias se señaló la posibilidad de agregar otros materiales, por ejemplo audiovisuales, y promover otras actividades para no perder el espacio.
De esas opiniones surgió un tema que nos preocupa, que está referido a los debates posteriores a cada clase. La actitud fue mayoritariamente la de ir a conocer y a escuchar. Muchos opinaron que en el momento de las preguntas no había participación y que no hubo debates profundos, se contestaba pero no se discutían ideas. Para darle más dinamismo y generar modos de participación más directa se propuso trabajar en grupos más reducidos, en comisiones, donde es posible debatir de igual a igual. Sobre esta propuesta, deberían estudiarse las posibilidades de implementación.
Sin embargo, hubo una experiencia, que surgió de una iniciativa en conjunto con la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, de desarrollar, paralelamente al dictado de la Cátedra, clases específicas para estudiantes secundarios, pero también abiertas para aquellos que quisieran complementar algunos temas. Allí se contextualizaron algunos puntos del programa (como el proceso histórico latinoamericano desde principios de siglo, la Revolución Cubana, la teoría marxista, etc.), también se analizaron textos de la bibliografía o se trabajó con material que aportaron los alumnos. Estas clases fueron dictadas por un docente de enseñanza media, y la actividad puede caracterizarse como similar a lo que en las facultades son las comisiones de trabajos prácticos. Desde este ámbito surgió la organización de un ciclo de cine sobre el movimiento obrero, que fue coordinado por otro docente de enseñanza media. Debemos destacar el interés y la constancia del grupo de secundarios que siguieron la totalidad de las actividades de la Cátedra.
Una vez comenzada la Cátedra surgió de la comisión organizadora la propuesta de concluir el curso con una actividad desde la cual pudiéramos pensar sobre el legado del Che en la actualidad. Nos pareció que una manera de concretar esa idea podía ser analizando e intercambiando experiencias sobre las diversas formas de organización popular que crecen ante el vacío de representación política que han dejado los partidos tradicionales, y fundamentalmente debatiendo el tema de la autonomía social como perspectiva para la construcción de una verdadera democracia. Para el cierre de la Cátedra se organizó un Encuentro de Movimientos Sociales, que trató de aportar en el camino de la comunicación, la integración, el trabajo conjunto de las organizaciones sociales, desde un marco de tránsito autónomo y el objetivo común de promover la resistencia contra el sistema. Allí surgieron importantes conclusiones que serán retomadas el próximo 21 y 22 de marzo en un nuevo encuentro a desarrollarse en Lomas de Zamora.
Queremos informar que todo lo sucedido en la Cátedra está registrado en audio, video y en desgrabaciones que serán editadas en un cuadernillo. Aquí se nos plantea el problema, a nivel local y nacional, de cómo hacer circular este material, cómo buscar una forma ágil y accesible, y cómo la Cátedra podría convertirse en un lugar de consultas para aquellos interesados en estos temas.
También queríamos destacar el espíritu de las corrientes políticas de La Plata que aunque no participaban de la organización tuvieron una postura constructiva y se sumaron para enriquecer la Cátedra.
Hemos comenzado a transitar el camino que nos permitirá alcanzar los objetivos planteados al inicio de la Cátedra. El espacio de las Cátedras significa un gran aporte en la recuperación histórica que el movimiento popular está experimentando en estos últimos años. Estos ámbitos han sido parte importante en la reivindicación masiva de la figura del Che a 30 años de su muerte. La presencia del Che en los más diversos ámbitos y en los medios de difusión es, sin duda, un elemento a analizar, como así también la masividad de la respuesta a proyectos como el de las Cátedras. Aunque esa reivindicación no sea unívoca, la lucha en el campo de las ideas siempre incide en nuestra realidad, y de ahí la importancia del aporte de estos espacios de reflexión.
Muchos pudieron acercarse a la universidad a través de la Cátedra, y se conformó un lugar de encuentro diverso y original, no sólo por el hecho de compartir una cursada con personas que quizás no tuvieron la oportunidad de estudiar en la universidad o que actualmente no tienen relación con ella, sino también por la integración de estudiantes de las más diversas carreras en un mismo ámbito. En el marco de apertura que brindó la Cátedra, sin imponer visiones dogmáticas sino promoviendo la formación de un espíritu crítico, se generó un poderoso medio de circulación de ideas y de discusión, y fue posible incorporar temas que estaban ausentes en nuestra universidad.
Desde el inicio planteamos que nuestro objetivo es académico y político a la vez. La consolidación del espacio de la Cátedra significa un fuerte cuestionamiento a la orientación que han elegido las autoridades universitarias, que presentan como únicas políticas posibles la degradación de los planes de formación, las limitaciones para acceder al conocimiento o el establecimiento de cursos financiados por organismos de crédito internacionales. Al tiempo que profundizamos las críticas a los proyectos educativos oficiales, respondemos con la creación de nuestros propios espacios y reivindicando las condiciones de realización de la Cátedra. Pensamos que es un hecho político importantísimo la creación de un lugar donde nosotros somos los que elegimos qué es lo que queremos para nuestra formación.
Terminado el primer curso se nos presentan nuevos elementos para reflexionar sobre nuestra práctica política. La figura del Che nos convoca a una revisión crítica sobre la historia política argentina, y a entender a la política como la acción en la que se conjugan todos los conocimientos posibles, en lugar de concebirla como una especialidad o profesión distanciada de las prácticas populares. Queda formulado el interrogante de para qué vamos a utilizar lo aprendido. Entendemos que el legado del Che es un renovado desafío para buscar las herramientas que nos permitan avanzar en la construcción de poder popular, siempre referenciado en un proyecto de sociedad nueva, que tienda a la transformación del actual sistema político que niega la participación popular, que interprete desde otras perspectivas el concepto de democracia, que ha sido totalmente vaciado de contenido, y que supere las concepciones que marcan divisiones en las luchas del pueblo según los métodos o instrumentos utilizados para alcanzar esos objetivos.
La recreación y proyección de estos contenidos y la ruptura en el modo de pensar respecto de los modelos anteriores son quiebres significativos en las pautas culturales hegemónicas. Por eso la necesidad de seguir formándonos, de construirnos como sujetos de la historia, de concebir la voluntad política como momento liberador, de toma de iniciativas, ya que para hacer política nunca hay que esperar, y la necesidad de hacer de nosotros algo nuevo, en donde práctica y conciencia conformen una totalidad.
Es de fundamental importancia profundizar el debate, no sólo con los demás sino también entre nosotros, los que organizamos, ya que muchas veces quedamos absorbidos en los aspectos operativos y de coordinación, sin poder abordar estas temáticas teóricas que estamos señalando. En ese sentido tenemos la decisión de darle continuidad a este espacio. La Cátedra se dictaría nuevamente en La Plata en el primer cuatrimestre de este año, pero también está la idea, a mediano plazo, de incorporar para estudio el pensamiento y la acción de otros revolucionarios y pensadores argentinos y latinoamericanos, ya sea modificando el programa o a través de la realización de seminarios complementarios u otro tipo de actividades. El interrogante que nos queda es sobre las espectativas que puede generar la Cátedra este año, una vez pasada la época de los homenajes y los recuerdos referidos a los 30 años de la caída del Che.
La Plata, marzo de 1998.
CONCLUSIONES
Sobre la continuidad de la Cátedra:
- Las Cátedras están en tres etapas diferenciadas: grupos que empiezan este año; grupos que van a continuar la Cátedra dentro de la universidad; y grupos que tienen la necesidad de trabajar con otros sectores sociales, en barrios, colegios secundarios y con sindicatos.
- La Cátedra excede el ámbito académico universitario y significa un gran aporte en la recomposición de la memoria colectiva, y en el proceso de recomposición del campo popular, en la búsqueda de nuevas identidades políticas para la construcción de propuestas revolucionarias.
- Se piensa la continuidad de la Cátedra como un espacio de reflexión y de debate sobre el conjunto del pensamiento latinoamericano, incorporando el estudio de otros referentes populares de la lucha latinoamericana.
- Se propusieron cuatro ejes: incorporar al debate las figuras de Agustín Tosco y John William Cooke; tener en cuenta que se cumplen 150 años del Manifiesto Comunista; y reflexionar sobre lo que significan los 80 años de la Reforma Universitaria.
- Surge la necesidad de continuar con este espacio bajo el nombre de Cátedra Ernesto Che Guevara, como ámbito de trabajo para todas las demás actividades que se realicen. El objetivo es mantener la identificación a nivel nacional de este espacio que se construyó durante 1997.
- Es importante pensar la Cátedra no únicamente como un ámbito académico sino como un espacio de reflexión que sea principalmente una herramienta de acción dentro y fuera de la universidad.
- Para la continuidad de muchas de las Cátedras se hace indispensable la articulación entre las distintas Cátedras a nivel nacional, una articulación entendida como un espacio de socialización de experiencias y no como un medio de homogeneizar. Esta proyección tiene que hacerse necesariamente respetando las autonomías y las experiencias de cada Cátedra.
Sobre la articulación de las Cátedras:
- Se propuso la organización de una mesa nacional de articulación de Cátedras del Che.
- Las funciones de esta coordinación serían: editar un boletín informativo posterior a cada encuentro; organizar un plenario anual nacional de Cátedras del Che; elaborar propuestas de capacitación y formación para los organizadores y coordinadores de cada una de las Cátedras; constituirse en receptora de toda la información que hay disponible en cada Cátedra, bibliografía, videos, para facilitar el intercambio entre las distintas Cátedras del país; coordinar un calendario para la realización de actos conjuntos -se propuso para este año los aniversarios de Tosco y de Cooke-; elaborar una compilación de las historias de las Cátedras del Che en Argentina y edición de materiales sobre actividades que se realicen en conjunto.
- En torno a la bibliografía surgió la necesidad de constituir un centro de documentación en donde quede recopilado el material que las Cátedras vayan produciendo a lo largo de su desarrollo. También se pensó en producciones especiales que sirvan de apoyo a las tareas en escuelas secundarias y en barrios.
- Sobre los docentes y disertantes se elaborará una lista nacional de todos los docentes que están teniendo algún tipo de vinculación con las Cátedras, tanto en investigación, publicaciones, como disponibilidad para viajar, de modo que haya acceso en todos lados a la posibilidad de contar con ellos o de hacer un tipo de trabajo en común.
- En lo que hace a la incorporación de los nuevos temas, esto no significaba una imposición a ninguna Cátedra, sino que hay un respeto a la autonomía programática de cada experiencia.
Sobre el encuentro de Cátedras que se realiza en Cuba el 14 de junio:
- La novedad de la experiencia de las Cátedras en Argentina es que hay un alto componente de participación no orgánica en las fuerzas políticas con presencia y tradición en el escenario internacional, con lo cual sería necesario que estén todos los compañeros que han trabajado en todos los puntos del país para presentar la heterogeneidad de experiencias de lo que ha sido este proceso en nuestro país.
- Se propuso que cada Cátedra, de acuerdo a sus posibilidades, decida si concurre, pero representando su propia experiencia y no representando a la mesa nacional.
ACTO DE CIERRE
Representante de los organizadores:
Como miembro de la agrupación Andares les agradecemos el haber venido a todos, de más cerca o de más lejos, haber hecho posible esto, y habernos también depositado su confianza en la organización de este primer encuentro. Ahora los compañeros Gaggero, Dri, Korol y Mattini nos van a decir el último mensaje.
Manuel Gaggero:
En realidad no teníamos previsto hacer esta exposición, pero quería compartir con ustedes algunas reflexiones que surgieron de este encuentro. Por un lado creo que este espacio, que es fundamentalmente obra de los jóvenes, impulso de los jóvenes, nos ha llenado a nosotros de ganas de hacer cosas, ha sido como un viento fresco, como dijimos la primera vez, y es preciso ir agrandándolo con este contenido, con el respeto plural a todos los planteos y a todas las ideas. A eso nos convoca el Che, a discutir, en un momento muy particular. Por un lado creo que a partir del 20 aniversario de la dictadura en la Argentina se abrió una etapa nueva de recuperación fuerte de la memoria. Ustedes fíjense que después del 20 aniversario aparecen una serie de publicaciones que empiezan a transitar la recuperación de aquellas ideas que en los 60 y 70 movilizaron a miles de jóvenes, que se bautizaron con la influencia de la Revolución Cubana y en torno a las ideas del Che Guevara. Yo creo que esta nueva etapa que se abre en el 96 es la que de alguna manera le da fuerza a la Cátedra, que empieza en 1997, y que nos ha dado estas nuevas perspectivas. Que además va acompañada de una situación también nueva o distinta o diferente en cuanto a esa perspectiva que aparecía como imparable del capitalismo en esta etapa, del capitalismo salvaje, que aparecía como que de alguna manera los teóricos del capitalismo lo pensaban así, había dado fin a la historia, después del capitalismo, después de este modelo no había nada. Y toda la irracionalidad que muestra cada vez más este modelo y toda la irracionalidad que muestra el capitalismo en la Argentina, donde hay más de 10 millones de excluidos y donde hay más de un 30 ó 35% de la población activa realmente desocupada, y donde miles y miles de seres humanos viven la angustia de la desocupación, la miseria y el hambre, esto fortalece y nos da más elementos también para iniciar el debate con un capitalismo que nos aparecía como el final y que no es el final. Y nos da más fuerza para seguir en el camino que nos planteamos, algunos hace casi 40 años, de construir el socialismo en la Argentina.
Yo les quiero agradecer porque realmente, les quiero agradecer a ustedes, a los jóvenes, porque la utopía es muy importante seguir llevándola adelante, pero la utopía con gente joven, con gente que cree, con gente que pone todo el esfuerzo que ponen ustedes, se hace mucho más fácil y se hace mucho más alcanzable. Gracias, compañeros, nada más.
Rubén Dri:
En primer lugar, quiero agradecerle a los organizadores, es decir a los dueños de casa. Siempre es una responsabilidad, siempre existe un gran esfuerzo preparar esto, atender a la gente, etc., y realmente lo han hecho muy bien, no solamente les agradezco sino que ahora los felicito.
En segundo lugar, como decía Manolo, también quiero agradecer de hecho por este evento, agradecerles a todos, esto nos da nuevas fuerzas, es un nuevo aire, es un aire fresco, esto ha sido realmente un encuentro, lo que yo dije cuando me invitaron a abrir esto, que sea un encuentro, realmente fue un encuentro, hemos dialogado, hemos discutido, hemos debatido. Realmente yo creo que se lo ha hecho todo con gran respeto, manteniendo sus ideas, pero realmente con respeto hacia el otro. Yo creo que éste es un aprendizaje que estamos haciendo, respetarnos en la heterogeneidad.
Yo no sé si evaluamos correctamente el paso gigantesco que hemos dado hoy. Aquí surgió algo nuevo a partir de las Cátedras Che Guevara, y hoy nos encontramos con que hemos creado, hemos hecho una mesa nacional de coordinación, es un paso realmente muy muy grande. Nosotros somos islas, más este terrible proyecto neoliberal nos ha fraccionado completamente, cada cual mirando por sí mismo, y aquí nosotros estamos hablando a nivel nacional, de grupos de distintas partes del país que nos sentimos hermanados en algunos ejes fundamentales, en algunas ideas comunes, y hemos decidido crear una articulación entre nosotros, una mesa de articulación. Yo creo que éste es un paso muy grande que hemos dado. Realmente si nosotros seguimos esta senda yo creo que tenemos perspectivas muy buenas de crecimiento y de aportar por lo tanto al proyecto nacional de liberación en el camino hacia el socialismo. Yo creo que aquí no tenemos salvación si no es con la derrota del capitalismo y la construcción de un socialismo. Creer que el socialismo ha sido derrotado es lo que nos quiere vender el sistema. Pero el socialismo como proyecto, como lucha, ha existido desde que existió la humanidad, las ideas que nosotros tenemos las han tenido generaciones anteriores a nosotros, han luchado por ellas y han tenido éxitos parciales y derrotas parciales. El socialismo siempre es posible, y por eso estamos nosotros acá. Nosotros en ese camino hacia una sociedad liberada, hacia una sociedad mejor, creo que hemos dado un paso adelante. Pero es importante que tomemos conciencia de esto pero que al mismo tiempo tratemos de ir practicándolo entre nosotros. Los valores de esa nueva sociedad, los valores de una sociedad de hermanos, de una sociedad liberada, de una sociedad socialista, los tenemos que vivir hoy nosotros.
Lo que tanto proclamaba el Che, el trabajo voluntario, es lo que hemos expuesto acá. Acá todos hemos expuesto trabajo voluntario, acá estamos todos sin ningún interés material, estamos simplemente poniendo nuestro esfuerzo, poniendo nuestras ganas por algo que nos parece valioso, por algo que le da sentido a nuestra vida. Yo creo que ése es realmente el trabajo voluntario, algo que nos dignifica, algo que nos hace mejores. Yo creo que esto debe servirnos para seguir transitando este camino hacia la liberación.
Claudia Korol:
Yo quería decir, en primer lugar, que no seríamos absolutamente honestos si no reconocemos todas las Cátedras la audacia que tuvo El Mate y la Cátedra de la UBA en imaginarse la posibilidad que en esta universidad neoliberal hubiera una Cátedra Che Guevara. Digo esto porque incluso cuando yo comentaba hoy en la comisión que se nos comentó la posibilidad, a muchos nos costaba imaginar que pudiera funcionar una Cátedra con ese nombre, que pudieran ser aceptadas, que pudiera tener repercusión, y entonces creo que el éxito de esa Cátedra es en gran medida lo que dio la oportunidad y la posibilidad de su multiplicación.
Y en segundo lugar creo que también tenemos que valorar el haber podido multiplicar la experiencia, asumir un desafío que en todos los casos era superior a nuestras fuerzas, asumir la idea y la propuesta sin pensar quién la pensó primero sino cómo se podía desarrollar y crear un fenómeno que es nuevo. Es decir, a partir de que existe en todo el país ya no es sólo una Cátedra sino es una multiplicación de militancia, de debates, de discusiones y diálogos, que creo que generan un hecho político nuevo en la Argentina, un hecho protagonizado, como se decía acá, sobre todo por la juventud -y veo que en la mesa nos pusieron a los viejos, nos hacemos cargo de que nos pusieron en esa categoría-, pero creo que se generó un fenómeno nuevo y que es nuestra responsabilidad, nuestro desafío, saber defenderlo, continuarlo, construirlo, multiplicarlo, seguir haciéndolo crecer, y que la posibilidad de la coordinación de esfuerzos nos da la oportunidad de que no sólo sea un espacio por el pensamiento crítico sino también un espacio para la posibilidad de una transformación real de la Argentina. En todo caso creo que éste es el mejor homenaje, como se decía, al Che y a todos los compañeros que cayeron en la lucha de liberación, y que seamos responsables en mantener su legado, en mantener su ejemplo, y que su lucha, sus ideas de socialismo, sus ideas de revolución puedan ser continuadas por éstas y por muchas otras prácticas políticas y sociales en nuestro país, y que éste sea un estímulo a continuar esa lucha, y sobre todo a construir su unidad.
Luis Mattini:
Bueno, compañeros, yo me veo obligado a repetir algunas cosas que dijeron los compañeros. En primer lugar, estoy admirado realmente por la excelente organización, porque en cuanto a la buena voluntad ya tenía pruebas, pero además de buena voluntad había buena organización. Por otro lado, aquí estamos en la mesa tres compañeros que fuimos contemporáneos del Che, lo seguíamos al Che, luego recogimos su fusil y ahora estamos otra vez con el Che. Quiero decir que yo me niego a hablar de jóvenes y viejos, pero sí hablemos en términos de años que se lleva encima. Y lo que más me sorprendió, mejor dicho lo que más me alentó a mí cuando me convocaron para esta tarea de la Cátedra, fue que fue un grupo de jóvenes, y ahí yo realmente pensé que iban a lograr el propósito porque eran jóvenes que con todo el impulso, llamémosle así, ideológico, estaban suficientemente inspirados en el pasado pero suficientemente renovados en la cabeza, y eso es lo que lo hizo posible. Yo creo que el hecho de que estemos sentados aquí, como dijo el compañero recién, es tremendamente importante porque es una especie de balance de un año de trabajo, un año y pico, no sé cuánto ha sido, de uno de los eventos políticos, pero políticos con mayúscula, es decir por donde pasa verdaderamente la política, al menos como la entendemos los revolucionarios, los marxistas, que se ha producido en el país, no es el único por supuesto, pero es uno de los más importantes. Yo creo que hay un antes y después en este sentido.
Y por otro lado también la impresión que me llevo de este día que hemos pasado juntos es que pareciera que empieza a verse nuevamente aquello que fue lo mejor de la famosa militancia setentista, aquello que excede triunfos y derrotas, esa felicidad del trabajo, que recién Rubén decía trabajo voluntario. Cuando yo escuchaba trabajo voluntario, nunca fue algo que me gustara mucho la expresión trabajo voluntario. En realidad es increíble pero tenemos que agregarle un adjetivo, voluntario, para que sea lindo. El trabajo voluntario es una hermosura trabajar así, y el capitalismo ha hecho que el trabajo sea una maldición. Quiero decir, la manera que se trabajó, con el entusiasmo, con incluso la defensa apasionada de las ideas, más allá de los objetivos, reflejan una cosa que es fundamental, en mi opinión, con respecto a lo que es el espíritu y el pensamiento del Che, que es vivir en el presente esa revolución que queremos hacer en el futuro. Rubén recién señalaba esto un poco en ese sentido. Es decir, vivir la pasión militante, en jornadas como estas estamos viviendo ya la sociedad futura. Por eso yo no digo más que eso, porque prometimos cinco minutos. Muchas gracias a todos.