Sábado 30 de agosto de 1997. 18 hs. Aula 1 del ex Jóckey Club (48 e/6 y 7).
CLASE INAUGURAL.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
Guillermo Cieza, Martín Obregón, Gabriel Fernández, Orlando Díaz.
Jorge Pérez, Manuel Gaggero, Miguel Mazzeo, Alexis Latendorf.
Guillermo Cieza:

Buenas tardes. Bienvenidos a la Cátedra Ernesto Che Guevara. Quiero empezar pidiendo disculpas por algunas incomodidades que tenemos con respecto a la ubicación de los presentes. La convocatoria realmente ha excedido nuestros pronósticos más optimistas. De todas maneras, creo que esta concurrencia convocada por la figura de Ernesto Che Guevara es una buena señal. Celebro entonces que tengamos, para hablar de Guevara, estas incomodidades.
Vamos a iniciar esta Cátedra al terminar el mes de agosto, mes en que se conmemora el fallecimiento de José de San Martín, tan argentino y latinoamericano como Guevara. La historia oficial, lamentablemente, convirtió en bronce un ejemplo de vida muy rico, por sus convicciones, por sus ejemplos, por sus lealtades, por sus desobediencias. Estamos en deuda con San Martín y algún día sería bueno la organización de seminarios para bajar a este prócer de la estatua y llevarlo a la carne y hueso.
En este mes de agosto, también recordamos los 70 años del asesinato, después de una parodia de juicio, de Sacco y Vanzetti, dos trabajadores anarquistas condenados por sus ideas. También en este mes de agosto, hace 35 años teníamos al primer desaparecido político de nuestro país, el obrero metalúrgico Felipe Vallese. Hace 25 años se producía la masacre de Trelew, quizás un anticipo del proceso genocida que nos dejaría un (...) saldo de 30.000 desaparecidos.
En este mes de agosto, también, de este año, en nuestra ciudad fueron detenidos 78 militantes populares que participaban de un corte de ruta, en el marco de un paro convocado por las centrales sindicales CTA y MTA. Algunos de esos militantes que pertenecían a distintas agrupaciones políticas, gremios y agrupaciones de secundarios, hoy siguen procesados. Estas detenciones forman parte de una escalada represiva que se viene desarrollando en nuestra ciudad. Desde esta Cátedra denunciamos esta escalada y adherimos a los reclamos por la libertad de los presos políticos y el cese de las persecuciones judiciales. En ese sentido, adherimos a una valiosa tradición mantenida en nuestro país durante décadas. El origen político, la organización a la que pertenecen los presos políticos, los asesinados, los desaparecidos, pierden importancia frente a la necesidad de un reclamo unitario. Fueron, son y serán nuestros presos, nuestros muertos, nuestros desaparecidos. Desde allí hacemos el reclamo y adherimos a la iniciativa que vuelvan a su vida en libertad.
Con respecto al tema de hoy, quería comentarles que venimos con el atraso de una clase porque fue suspendida la semana pasada por el paro. Por eso decidimos juntar las dos clases de "Antecedentes" en una misma jornada, hecho que va a restringirnos hoy en lo que hace al debate, es decir, vamos a tener menos tiempo. Pero antes de pasar a las distintas personas que van a participar en esta presentación, se va a dar a lectura un documento de las agrupaciones universitarias que han trabajado en la organización para traer esta Cátedra a la ciudad de La Plata. Voy a ceder la palabra al estudiante Martín Obregón.
Martín Obregón:
Buenas tardes. Bueno, como bien dijo Guillermo voy a dar lectura a un documento que en forma conjunta redactaron las agrupaciones que organizan la Cátedra acá en La Plata, las agrupaciones AULE de Humanidades, MUECE de Ciencias Económicas, Forja de la facultad de Derecho y Raíces de la Escuela de Trabajo Social.
El motivo que nos moviliza para organizar esta actividad tiene su origen en la voluntad de discutir una serie de temas que hoy están ausentes en las universidades, y en la necesidad de profundizar el proceso de recuperación de la memoria histórica que el movimiento popular está experimentando en estos últimos tiempos, a través de nuevos debates sobre un conjunto de problemáticas que han sido sistemáticamente negadas o deformadas por la historia oficial.
La idea de una cátedra sobre Ernesto Guevara surgió por iniciativa de un grupo de estudiantes, militantes, docentes y graduados de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA, proyecto que se concretó desde el cuatrimestre pasado en esa facultad. La idea de estudiar, investigar y difundir esta historia fue extendiéndose por diferentes puntos del país, como Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Témperley, y el comienzo de esta Cátedra en La Plata es una expresión más del creciente interés por el estudio de estos temas.
La Cátedra tiene el carácter de libre, es decir que todos los interesados pueden cursarla, sean o no estudiantes universitarios. No partimos desde una orientación dogmática ni unidireccional, sino que lo concebimos como un espacio académico donde sea posible reflexionar y debatir, respetando las distintas prácticas e interpretaciones. Pensamos la Cátedra como un lugar que pueda movilizarnos y a través del cual muchos puedan acercarse a la universidad. Un ámbito desde donde generar proyectos para el conjunto de la sociedad, que fomente la circulación de ideas y promueva el espíritu crítico a partir del análisis de nuestra propia historia. Entendemos que lo académico y lo político van unidos, porque de lo que se trata es de pensar y conocer para transformar la sociedad, y no resulta posible fragmentar los procesos de apropiación y generación de conocimientos de la acción política y de la ideología.
Proponemos discutir al Che, lejos de aceptar las deformaciones y ataques malintencionados a sus ideas y su lucha, sino analizando su pensamiento político, sus límites, su actualidad. Interrogarnos críticamente sobre las diferentes apropiaciones, desde el mito incuestionable hasta el símbolo sin historia, el ícono de mercado. Pero la posición básica de la Cátedra es la de no pensarlo como quijote, idealista solitario, sino como expresión de varias generaciones de revolucionarios latinoamericanos, el Che como rostro de toda una tradición de luchadores sociales y militantes políticos antiimperialistas, que dieron sus vidas para liberar a sus sociedades.
No vaciar la figura de Guevara significa rescatar sus valores, el papel de la voluntad, la dedicación, la acción militante consecuente, la revalorización de una moral superadora, la construcción de una nueva actitud solidaria y una nueva sensibilidad. Recuperar ese contenido, esos conceptos, implica provocar un quiebre respecto a las pautas culturales que se nos presentan como hegemónicas en la actualidad.
Polemizar y no santificar, criticar y cuestionarnos también a nosotros mismos. Lo cual no significa que pretendamos adueñarnos de su figura, ni establecer estériles distinciones entre verdaderos o falsos continuadores del guevarismo, sino que, por el contrario, lo que tiende a prevalecer es la discusión. Abordar la obra teórica y práctica del Che o reflexionar sobre la proyección actual de su legado, son todas cuestiones de debate antes que de apologías y homenaje.
En nuestro país, la derrota del movimiento popular, el avance del capitalismo neoliberal y la ausencia de proyectos alternativos, nos plantean la necesidad de recomponer nuestras fuerzas, y de pensar en nuevas bases y formas de participación y de construcción política. Este espacio está orientado en el sentido de contribuir en la recuperación de conceptos e ideas para poder recrearlos y proyectarlos hacia el futuro. Forzar los límites de lo posible-imposible requiere proveernos de herramientas y elementos para la crítica, conocer para aportar en la construcción de una nueva sociedad, unir la teoría y la práctica en un proyecto transformador.
Señalamos que el objetivo era a la vez político y académico. Como agrupaciones políticas queremos que así sea nuestro acercamiento al Che, tomar esta historia como parte de nuestra formación integral. Por eso queremos también destacar la importancia de una cátedra como ésta en nuestra universidad, ante el vacío académico existente.
La universidad atraviesa un momento en donde las políticas y los programas académicos no son los nuestros, no los decidimos nosotros. Las autoridades han venido adaptándose a las disposiciones que dicta el gobierno nacional, y las reformas impulsadas en la educación -y dentro de ella, en el nivel superior- son las que han planificado los organismos de crédito internacionales. Las modificaciones que se refieren al papel a desempeñar por la universidad, las estructuras institucionales, los modelos de construcción del conocimiento, los criterios académicos y de investigación, son realidades que nos plantean el desafío de anteponer un proyecto propio, lejos de aceptar las concepciones utilitaristas y mercantiles de la educación, los subsidios interesados en achatar nuestro pensamiento, las secretas evaluaciones y categorizaciones que imitan las jerarquías empresariales, los incentivos y premios que se inyectan como fomento a la lógica de la beca y la salida individual. Por eso nosotros no hablaremos de créditos, puntajes o bonificaciones, conceptos que representan mucho más que una casual coincidencia con el vocabulario bancario, ya que en estos ámbitos de lo que se trata es de encontrarnos, reflexionar y crear.
Si observamos la tendencia y los parámetros que rigen hoy en nuestra universidad, las carreras de grado no deberían incorporar los temas que esta Cátedra presenta para estudio e investigación. El programa de la Cátedra quedaría encuadrado, en cambio, como especialización para ser dictada exclusivamente a través de las modernas maestrías, es decir, en cursos de posgrado inaccesibles por aranceles y cupos, que excluyen a la mayoría -inclusive graduados-. Son estos niveles, que limitan el acceso al conocimiento, los que las autoridades universitarias se empeñan en fortalecer, en perjuicio de la enseñanza de grado.
Pero incluso un proyecto de posgrado debe ser acreditado, a través de arbitrarios mecanismos, para obtener el financiamiento del FOMEC, programa del Banco Mundial que comienza a reemplazar el presupuesto estatal. ¿Dónde quedaría el objetivo académico-político si nos subordináramos a la lógica que pretenden imponernos, y que sólo promueve la acreditación y el perfeccionamiento personal a costa del resto de la comunidad educativa? ¿Hablar de la lucha latinoamericana y del antiimperialismo por gracia de las dádivas que ofrecen los organismos que sojuzgan a nuestros pueblos?.
Por eso las condiciones de realización de esta Cátedra

Estas son algunas consideraciones que nos sugiere el comienzo de la Cátedra Che Guevara, pidiendo, desde ya, disculpas por las falencias organizativas, y agradeciendo inmensamente a los compañeros de la agrupación El Mate, de la facultad de Ciencias Sociales de Buenos Aires. Muchas gracias.
G. Cieza:
Voy a ceder la palabra a Gabriel Fernández, que es coordinador de la Cátedra de la UBA y que también nos acompaña en la coordinación de esta Cátedra.
Voy a ceder la palabra a Gabriel Fernández, que es coordinador de la Cátedra de la UBA y que también nos acompaña en la coordinación de esta Cátedra.
Gabriel Fernández:
Qué tal, compañeros. Les agradezco enormemente que estén aquí, así como agradezco profundamente a la organización de los compañeros de La Plata, y a aquella iniciativa del año pasado de la gente de El Mate, como mencionaba el compañero recién, que parecía destinada inicialmente a congregar únicamente a personas que adscriben exclusivamente a una doctrina determinada. Sin embargo, tal vez por no haber abrevado adecuadamente, entre otros revolucionarios argentinos, en el Che Guevara, no logramos prever la magnitud del desarrollo de este tipo de encuentros. Felizmente se dio, y me hace recordar a expresiones del Che vinculadas con esto que es el tema del aprendizaje y el tema del saber. Cuando Guevara instruía a compañeros de distintos lugares de la Unión de Jóvenes Comunistas en Cuba para tareas alfabetizadoras, él les comentaba: no se equivoquen, ustedes llevan herramientas técnicas, instrumentos, teorías valiosas para la gente, pero la arquitectura, el contenido, el saber en sí mismo está en la gente misma, lo que hay que hacer es desarrollarlo. En ese sentido, la amplitud de criterios ha regido la Cátedra en Capital Federal y, por el buen trabajo en el ordenamiento del programa y en la selección de docentes que hemos visto en La Plata, va a regir esta Cátedra que se inicia hoy.
La intención es que la rigurosidad sea fuerte, que el nivel docente sea importante, para que la transmisión de conocimientos sea lo más sólida posible, pero al mismo tiempo que abarque la enorme riqueza histórica que tiene el movimiento popular argentino a la hora de interpretar la realidad. Que abarque las distintas corrientes que hoy mantienen un espíritu de liberación para seguir adelante en base a los intereses más profundos de la sociedad. A eso se dirigía el Che Guevara como a eso se dirigían enormes revolucionarios, a quienes deseamos integrar en el homenaje que significa esta Cátedra, por caso, John William Cooke, por caso, Agustín Tosco, desde distintas vertientes del movimiento popular, sintetizados en todas las corrientes que conforman ese enorme contingente humano que es la lucha de los 60 y los 70, que derivó lamentablemente en 30.000 desaparecidos, que nos acompañan hoy a nosotros y a quienes también dedicamos como homenaje esta Cátedra que se inicia hoy.
¿Para qué sirve estudiar historia si lo que nosotros queremos es transformar la realidad presente?. Y en ese sentido no queremos engañar a nadie. Porque si bien nosotros trabajamos sobre la investigación y el desarrollo académico, lo que queremos es, sin partidización, vertir conceptos que vayan hacia la transformación integral de los espacios sociales. Sirve en ese sentido si no lo tomamos desde un solo sector, sino el consenso amplio desde el conjunto del campo popular, para evaluar lo que hemos llamado tres movimientos básicos de la historia de un pueblo. El primer movimiento es la admisión de esa historia, algo que nos ha sido negado en los últimos 20 años. La admisión de que en lugar de grupos de café, de grupos reducidos y minoritarios enfrentados al sentir popular, hubo enormes movimientos de masas en la república Argentina y en América Latina que lucharon por la liberación. En segundo lugar, como decía el compañero en ese excelente documento que leyó, la verdadera valorización del pensamiento crítico, que nos puede llevar a evaluar si se cometieron ciertos errores y en todo caso en qué marco se cometieron, para no tropezar con la misma piedra en ese punto ciego que suele tener la vista de los que miran mucho para adelante. Y al mismo tiempo, en el tercer movimiento, es la aplicación concreta de esas experiencias. Creo que la virtud de la Cátedra Che Guevara en Capital, y por lo que hemos visto en los distintos lugares donde se ha organizado, es básicamente la transmisión de conocimientos, la circulación de información y el tirar puntas para una reflexión que ustedes ya tienen, que ustedes desarrollan en tanto personas interesadas en el acontecer de nuestro país y en el acontecer de América Latina.
Si nosotros seguimos profundizando en esto, si nosotros seguimos fomentando el encuentro popular, el diálogo popular que logre hacer de colchón interpretativo para el mensaje neoliberal hegemónico del poder, que nos dice que la historia ha terminado y que nada sirve ya, si nosotros logramos recrear esa capa interpretativa que hace de nivel de comprensión de lo que nos pasa a los argentinos, vamos a poder reconstruir esas corrientes que en parte añoramos, pero sobre todo las vamos a reconstruir de modo mejor.
Para finalizar, es muy probable que los más jóvenes que están aquí sientan, cuando se habla del Che Guevara, porque es inevitable cuando se aborda una figura tan importante, que se está hablando de alguien inalcanzable. Nosotros desde la Cátedra queremos remarcar eso fundamentalmente. El Che Guevara no es inalcanzable, es una síntesis histórica, es un momento de lucha, es una instancia importante que debe ser tomada como ejemplo hoy, pero los jóvenes argentinos de hoy van a ser mejores que lo que fueron aquéllos, y no en un sentido descalificador, sino porque van a aprender efectivamente lo mejor que nos dejaron como legado. La historia no ha terminado, la historia está abierta y podemos seguir avanzando. Gracias por estar aquí.
Qué tal, compañeros. Les agradezco enormemente que estén aquí, así como agradezco profundamente a la organización de los compañeros de La Plata, y a aquella iniciativa del año pasado de la gente de El Mate, como mencionaba el compañero recién, que parecía destinada inicialmente a congregar únicamente a personas que adscriben exclusivamente a una doctrina determinada. Sin embargo, tal vez por no haber abrevado adecuadamente, entre otros revolucionarios argentinos, en el Che Guevara, no logramos prever la magnitud del desarrollo de este tipo de encuentros. Felizmente se dio, y me hace recordar a expresiones del Che vinculadas con esto que es el tema del aprendizaje y el tema del saber. Cuando Guevara instruía a compañeros de distintos lugares de la Unión de Jóvenes Comunistas en Cuba para tareas alfabetizadoras, él les comentaba: no se equivoquen, ustedes llevan herramientas técnicas, instrumentos, teorías valiosas para la gente, pero la arquitectura, el contenido, el saber en sí mismo está en la gente misma, lo que hay que hacer es desarrollarlo. En ese sentido, la amplitud de criterios ha regido la Cátedra en Capital Federal y, por el buen trabajo en el ordenamiento del programa y en la selección de docentes que hemos visto en La Plata, va a regir esta Cátedra que se inicia hoy.
La intención es que la rigurosidad sea fuerte, que el nivel docente sea importante, para que la transmisión de conocimientos sea lo más sólida posible, pero al mismo tiempo que abarque la enorme riqueza histórica que tiene el movimiento popular argentino a la hora de interpretar la realidad. Que abarque las distintas corrientes que hoy mantienen un espíritu de liberación para seguir adelante en base a los intereses más profundos de la sociedad. A eso se dirigía el Che Guevara como a eso se dirigían enormes revolucionarios, a quienes deseamos integrar en el homenaje que significa esta Cátedra, por caso, John William Cooke, por caso, Agustín Tosco, desde distintas vertientes del movimiento popular, sintetizados en todas las corrientes que conforman ese enorme contingente humano que es la lucha de los 60 y los 70, que derivó lamentablemente en 30.000 desaparecidos, que nos acompañan hoy a nosotros y a quienes también dedicamos como homenaje esta Cátedra que se inicia hoy.
¿Para qué sirve estudiar historia si lo que nosotros queremos es transformar la realidad presente?. Y en ese sentido no queremos engañar a nadie. Porque si bien nosotros trabajamos sobre la investigación y el desarrollo académico, lo que queremos es, sin partidización, vertir conceptos que vayan hacia la transformación integral de los espacios sociales. Sirve en ese sentido si no lo tomamos desde un solo sector, sino el consenso amplio desde el conjunto del campo popular, para evaluar lo que hemos llamado tres movimientos básicos de la historia de un pueblo. El primer movimiento es la admisión de esa historia, algo que nos ha sido negado en los últimos 20 años. La admisión de que en lugar de grupos de café, de grupos reducidos y minoritarios enfrentados al sentir popular, hubo enormes movimientos de masas en la república Argentina y en América Latina que lucharon por la liberación. En segundo lugar, como decía el compañero en ese excelente documento que leyó, la verdadera valorización del pensamiento crítico, que nos puede llevar a evaluar si se cometieron ciertos errores y en todo caso en qué marco se cometieron, para no tropezar con la misma piedra en ese punto ciego que suele tener la vista de los que miran mucho para adelante. Y al mismo tiempo, en el tercer movimiento, es la aplicación concreta de esas experiencias. Creo que la virtud de la Cátedra Che Guevara en Capital, y por lo que hemos visto en los distintos lugares donde se ha organizado, es básicamente la transmisión de conocimientos, la circulación de información y el tirar puntas para una reflexión que ustedes ya tienen, que ustedes desarrollan en tanto personas interesadas en el acontecer de nuestro país y en el acontecer de América Latina.
Si nosotros seguimos profundizando en esto, si nosotros seguimos fomentando el encuentro popular, el diálogo popular que logre hacer de colchón interpretativo para el mensaje neoliberal hegemónico del poder, que nos dice que la historia ha terminado y que nada sirve ya, si nosotros logramos recrear esa capa interpretativa que hace de nivel de comprensión de lo que nos pasa a los argentinos, vamos a poder reconstruir esas corrientes que en parte añoramos, pero sobre todo las vamos a reconstruir de modo mejor.
Para finalizar, es muy probable que los más jóvenes que están aquí sientan, cuando se habla del Che Guevara, porque es inevitable cuando se aborda una figura tan importante, que se está hablando de alguien inalcanzable. Nosotros desde la Cátedra queremos remarcar eso fundamentalmente. El Che Guevara no es inalcanzable, es una síntesis histórica, es un momento de lucha, es una instancia importante que debe ser tomada como ejemplo hoy, pero los jóvenes argentinos de hoy van a ser mejores que lo que fueron aquéllos, y no en un sentido descalificador, sino porque van a aprender efectivamente lo mejor que nos dejaron como legado. La historia no ha terminado, la historia está abierta y podemos seguir avanzando. Gracias por estar aquí.
G. Cieza:
Dejando terminada esta parte de la presentación de la Cátedra, yo le voy a ceder la palabra a un compañero que ha venido de visita, y que realmente nos enorgullece tenerlo con nosotros hoy muy especialmente. Se trata del compañero Orlando Díaz, que es Agregado Diplomático de la Embajada de Cuba, que ha venido a acompañarnos. Creo que nadie mejor que él para terminar, con su saludo, la presentación de esta Cátedra.
Dejando terminada esta parte de la presentación de la Cátedra, yo le voy a ceder la palabra a un compañero que ha venido de visita, y que realmente nos enorgullece tenerlo con nosotros hoy muy especialmente. Se trata del compañero Orlando Díaz, que es Agregado Diplomático de la Embajada de Cuba, que ha venido a acompañarnos. Creo que nadie mejor que él para terminar, con su saludo, la presentación de esta Cátedra.
Orlando Díaz:
Estimados amigos. Ante todo, transmitirle mi saludo y un saludo del colectivo de trabajadores de la misión diplomática de Cuba, y particularmente de nuestro embajador Nicolás Rodríguez, a esta iniciativa de iniciar esta Cátedra del pensamiento político del comandante Ernesto Che Guevara aquí en la ciudad de La Plata y en su combativa universidad, la cual servirá para conocer las ideas conjuntas de acción de uno de los hombres más brillantes de nuestro siglo.
Erradicar la miseria, el atraso cultural y la insalubridad de nuestro pueblo de América, lo llevaron a ser un activo luchador por la Revolución Cubana. Actor decisivo junto a Fidel en el triunfo de los logros y de la unidad del pueblo de Cuba, la acción diaria y el ejemplo personal del Che lo identificaron con la más clara imagen de disciplina, honestidad, voluntad, valor, humildad, creatividad y solidaridad para los hombres y mujeres de mi patria. A 30 años de su muerte, Che se agiganta, su pensamiento recorre el mundo, se profundiza el estudio de su inmortal acción, pese a los intentos de desacreditar su figura. Los cherófilos y cubanófilos al servicio de intereses de los monopolios y de la geopolítica, en su momento anunciaron Che está preso en Cuba por disidente, fue ocultado y fusilado, lo eliminaron porque le hacía sombra a Fidel. No lograron confundir a la gente que piensa. Che, él mismo era el hombre nuevo del que hablaba. Cada día en el matutino de nuestras escuelas, después de cantar el más que centenario himno nacional nuestro, los alumnos concluyen: seremos como el Che, que es la conducta del ciudadano que queremos y aspiramos a que nuestras presentes y futuras generaciones de cubanos. Sencillo y modesto homenaje al que dio su vida por los humildes de todas las latitudes.
Permítanme desearles el mayor éxito a todos los que tuvieron esta iniciativa, y a ustedes que participan de ella y nos acompañan en esta tarea. Muchas gracias.
Estimados amigos. Ante todo, transmitirle mi saludo y un saludo del colectivo de trabajadores de la misión diplomática de Cuba, y particularmente de nuestro embajador Nicolás Rodríguez, a esta iniciativa de iniciar esta Cátedra del pensamiento político del comandante Ernesto Che Guevara aquí en la ciudad de La Plata y en su combativa universidad, la cual servirá para conocer las ideas conjuntas de acción de uno de los hombres más brillantes de nuestro siglo.
Erradicar la miseria, el atraso cultural y la insalubridad de nuestro pueblo de América, lo llevaron a ser un activo luchador por la Revolución Cubana. Actor decisivo junto a Fidel en el triunfo de los logros y de la unidad del pueblo de Cuba, la acción diaria y el ejemplo personal del Che lo identificaron con la más clara imagen de disciplina, honestidad, voluntad, valor, humildad, creatividad y solidaridad para los hombres y mujeres de mi patria. A 30 años de su muerte, Che se agiganta, su pensamiento recorre el mundo, se profundiza el estudio de su inmortal acción, pese a los intentos de desacreditar su figura. Los cherófilos y cubanófilos al servicio de intereses de los monopolios y de la geopolítica, en su momento anunciaron Che está preso en Cuba por disidente, fue ocultado y fusilado, lo eliminaron porque le hacía sombra a Fidel. No lograron confundir a la gente que piensa. Che, él mismo era el hombre nuevo del que hablaba. Cada día en el matutino de nuestras escuelas, después de cantar el más que centenario himno nacional nuestro, los alumnos concluyen: seremos como el Che, que es la conducta del ciudadano que queremos y aspiramos a que nuestras presentes y futuras generaciones de cubanos. Sencillo y modesto homenaje al que dio su vida por los humildes de todas las latitudes.
Permítanme desearles el mayor éxito a todos los que tuvieron esta iniciativa, y a ustedes que participan de ella y nos acompañan en esta tarea. Muchas gracias.
G. Cieza: 
Culminando esta etapa de presentación, vamos a pasar, ahora sí, a la presencia de los compañeros docentes que están aquí presentes. Voy a invitar a Miguel Mazzeo, a Alexis Latendorf y a Jorge Pérez que se acerquen a la mesa.
Ahora vamos a pasar a nuestro primer expositor que es Jorge Pérez, un militante popular de la zona de Almirante Brown, un compañero de reconocida trayectoria.

Culminando esta etapa de presentación, vamos a pasar, ahora sí, a la presencia de los compañeros docentes que están aquí presentes. Voy a invitar a Miguel Mazzeo, a Alexis Latendorf y a Jorge Pérez que se acerquen a la mesa.
Ahora vamos a pasar a nuestro primer expositor que es Jorge Pérez, un militante popular de la zona de Almirante Brown, un compañero de reconocida trayectoria.
Jorge Pérez:
Buenas noches a todos. Muchos de los que no somos tan jóvenes como ustedes observamos con alegría cómo las palabras malditas de hace 20, 25 años se han tornado objeto de estudio. Hoy podemos ver libros, revistas, discos, remeras, gorras, pero no podemos ocultar a la vez una preocupación por lo que he expresado. Porque se pretende plantear al Che, como ya han señalado algunos compañeros, como un semidios. Y plantear al Che como un semidios implica decirle al resto de los mortales: sigan haciendo la suya, ustedes nunca van a poder ser como el Che, tener actitudes del Che, sálvense como puedan.
Han expresado alguno de los compañeros que me precedieron en la palabra esta cuestión de la generación. No voy a extenderme al respecto, sólo dar algunos ejemplos. Cuando se habla de Miguel Ángel no es posible ignorar todo el movimiento social y económico de la época, y no recordar a Rafael o a Tintoretto. Cuando se habla de Shakespeare no se puede ignorar la época isabelina, con Johnson (...). Cuando se habla de Pelé, no surgió de casualidad, también estaba ese fútbol brasileño, Vava, Zagalo, Didí, Garrincha. Pero en todos los órdenes así es la historia. Cuando se habla de Chicago y Al Capone también estaba (...). Cuando dentro de algunos años se hable de la Argentina de Yabrán, muchos van a decir: pero cómo este hombre alcanzó semejante fortuna al calor del poder. Y también Yabrán es parte de una generación, no es una excepción. Quien estudia más atentamente tendrá que ver también a Caserta, a Ibrahim Al Ibrahim, o hasta el mismo presidente de la nación. Y como hablamos de generaciones voy a empezar por un intento de contar qué pasaba en la época del Che. Y tengo que recurrir a este modesto mapa.
El Che, como ustedes recordarán, nació el 14 de junio de 1928. Tenía 11 años el Che cuando se desata la segunda guerra mundial que, todos recordarán, comienza el 1º de septiembre del 39. En junio de 1941 la Alemania nazi ataca a la Unión Soviética. En ese instante se pensaba que, por otra parte hubo rápidas victorias de los alemanes, que iba a desaparecer el único país socialista del mundo. Durante tres años no hubo un segundo frente. Cuando termina la guerra, occidente observa con preocupación, y cuando termina la guerra el Che tenía 17 años, porque estamos hablando de 1945, la guerra termina el 6 de mayo de 1945, un mes antes, un mes y pico antes que el Che cumpla 17 años. Y la segunda guerra mundial arroja como resultado la preminencia notable, por una parte, de los Estados Unidos, pero por el otro lado de la Unión Soviética. Y entonces ya no sólo había un país socialista, y acá no quiero entrar en discusiones particulares sobre qué pasaba en la URSS, sobre la burocracia, sino era la visión general que había, ya no era sólo la Unión Soviética, sino que además habían pasado a formar parte de ese mundo socialista, por distintas circunstancias, por la presencia del Ejército Rojo, por la lucha de los pueblos, también Polonia, toda esta zona, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania, Albania, Yugoslavia, una cuarta parte de Alemania, que se dio en llamar Alemania Oriental.
Había también preocupación en occidente porque había crecido notablemente el número de adeptos a los partidos comunistas de Italia y Francia. En Francia llegó a ganar el 22%, en Italia superaba esa cifra. Por eso viene el Plan Marshall, como expresión de esa actitud preocupada por parte de occidente.
Pero no sólo había pasado eso en Europa. En el año 1945 los mapas de la época mostraban que había solamente tres países independientes. Eran Egipto, era Liberia, era Etiopía. Egipto, eran países independientes, pero simplemente la bandera, en Egipto estaba el rey Faruk, que fue desplazado por una revolución nacionalista allá por el año 51 con Gamal Nasser. Liberia era un estado artificial creado por los norteamericanos, por el presidente Monroe, el siglo pasado, para sacarse a los negros de encima. Barcos con negros a Liberia y ahí nació otra nación. Y como homenaje al creador de Liberia la capital era Monrovia, por el presidente Monroe. Y en Etiopía, el otro país independiente, estaba regido desde 1918 por Haile Selassie, el rey de reyes, un señor feudal. Pero con los años, y ya cuando el Che ya tenía 18, 19, 20, 21 años, podemos tomar por ejemplo 1948, el Che con 20 años, ya se producía en la India, lo que hoy es la India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, que era Ceilán, los ingleses se tienen que retirar. También tuvieron que retirarse de Indonesia los holandeses en 1948. Estamos hablando de países con centenares de millones de personas. Ese mapa africano, al que había hecho alusión hace algunos instantes, se va transformando porque los africanos que habían sido mandados al frente, y con toda la implicancia que tiene el término, volvían y crudamente eran tratados como personas de segunda categoría. Hay insurrecciones en África. Que con el tiempo, entre las insurrecciones y entre la debilidad del colonialismo, hoy en África todas las naciones son independientes, como bandera. Pero nosotros no lo veíamos tan así, nosotros veíamos que el colonialismo se retiraba por todas partes.
En el año 1954, el Che tenía 26 años, y comienza la famosa insurrección que termina con la victoria argelina de Ben Bella, que nos visitara hace un par de meses. En Vietnam, ya en 1945 comienza, sigue, los vietnamitas resistían del 41 al 45 contra los japoneses, en 1945 empieza la lucha contra los franceses; los echan en 1954, después de la famosa batalla de Dien Bien Phu, y son remplazados por los norteamericanos. Ya antes, ya por el 57, 58, 59, estaban las actividades de Patrice Lumumba. Ya comenzaban a darse movimientos que después concluyen con países socialistas en Angola, Mozambique, Guinea, Cabo Verde. Entonces, qué nos decía algún burgués por ahí. Y... el socialismo va a venir.
Otro elemento, por ejemplo, era que en 1957, creo que por octubre, la Unión Soviética pone en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik. En 1952 la Unión Soviética comienza a participar de los juegos olímpicos, los juegos de Helsinki, después en el 56 en Melbourne, con gran éxito. El ajedrez soviético se impone a partir de 1951. Entonces todo un marco, y estoy hablando entonces de cuando el Che tenía 17, 18, 19, 20, 21. Lo que pensábamos, nosotros teníamos algunos años menos, era que estaba cambiando la historia. Distinta es la situación. Después de las noticias que nos llegan, lo que se intenta hacernos creer es que en este mundo globalizado ya no se puede hacer nada, que sólo se puede hacer cambios cosméticos, como los que plantea ahora Inglaterra o los éxitos de la socialdemocracia.
Pero no sólo en esa generación, o lo que veía el Che, tiene que ver con lo contemporáneo, con lo que pasaba en el año 45. Una persona formada en un hogar de cierto nivel intelectual no podía dejar de conocer que no se puede confiar ni en los colonizadores, ni en los militares, ni en los burgueses. Cuando llega Hernán Cortés es recibido como huésped por Moctezuma y después se da lo que todos conocemos. Atahualpa, el inca, es citado en Cajamarca por los españoles, cuando llega lo secuestran, piden un rescate y después lo matan igual. La historia de traiciones es propia, algunos compañeros nos van a hablar de lo que pasó con Sandino, que va a una cita; con Pancho Villa, que se rinde y lo matan después, algunos años después; con Salazar un lugarteniente (...) de Felipe Varela; o con el Chacho Peñaloza; o con Facón Grande que la historia la narra Osvaldo Bayer y aparece en la película. Uno de los últimos ejemplos, que es después del Che, que es Trelew, que los compañeros se rinden, y es otra de las cosas que hay que recordar, que se rinden y son asesinados.
Y había otra parte que era el clima intelectual de la época, que también advertía sobre el imperialismo de los Estados Unidos. Una de las cuestiones que no podía dejar de conocer el Che era que Estados Unidos, que fundó las 13 colonias, eran 170 mil kilómetros cuadrados, las colonias sobre la costa este de los Estados Unidos, 170 mil kilómetros cuadrados. Hoy Estados Unidos tiene nueve millones 390 mil kilómetros cuadrados, y esto se ha logrado merced al asesinato de los indios, como también se dio acá, a compras de territorio y un engorde a expensas de México. México perdió el 55% de su territorio en guerras entre 1845 y 1848. Perdió Texas, Nuevo México, California, Arizona, Nevada. Texas solo tiene un millón de kilómetros cuadrados.
¿Y?, ¿qué decían, qué decían renombrados intelectuales?. Quiero recordar algunos. Rubén Darío nos regala algo que es muy importante leer y releer, y Alexis comparte, decía el comienzo de la "Oda a Roosevelt" —fue el presidente norteamericano que asume después de la muerte de McKinley en 1901, hasta 1908—, la "Oda a Roosevelt", creo que es del año 1904, decía: Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América hispana que tiene sangre indígena, y que aún reza a Jesucristo y aún habla en español. Quiero remarcar esto: y aún habla en español. Rubén Darío nos avisa en 1904 de lo que va a pasar con todo el inglés.
Nicolás Guillén, años después, ve el resultado. Tiene una poesía sobre Puerto Rico. Puerto Rico había sido tomada en la guerra de 1898, Estados Unidos contra España. Puerto Rico pasa a ser estado libre asociado, así se llamaba, como se sigue llamando. Nicolás Guillén decía: Cómo estás Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad, decía, al pie de cocoteros y guitarras bajo la luna y junto al mar, en qué lengua me entiendes, en qué lengua al fin te podré hablar. Agrega Guillén: Jura a los que te matan que eres feliz ¿Será verdad? Arde tu frente pálida, la leña logra en tu mirada un brillo fatal, masticas una jerigonza medio española, medio (...), vuelve Guillén sobre el tema del idioma.
Neruda escribía en su Canto General, que también hay que leer algunas partes, decía: Cuando sonaron las trompetas, Jehová repartió el mundo entre la Anaconda y la Coca-Cola, y dejó para la United Fruit la suave cintura de América.
Esto también es un tema que van a tratar los compañeros, probablemente Augusto César Sandino. Por último, quería recordar que la palabra tan olvidada hoy, imperialismo, hay una cuenta que hizo Gregorio Selser, un destacado hombre del Partido Socialista que, decía, contó 14 invasiones a México, entre ellas la que hablé de Texas, Nuevo México, California, Nevada; a Cuba 13, una de ellas es la que termina con la Enmienda Platt y con la base de Guantánamo; 11 a Panamá, la última es cuando pretenden combatir la droga, con Noriega, cuando dicen eso; 10 a Nicaragua, una de ellas dejó un pirata, William Walker; nueve a la República Dominicana, no sé si Selser cuenta la de 1965, cuando hubo un ataque conjunto que participaron también los brasileños, con la (...) de la OEA; siete en Colombia, una de ellas es la secesión de Panamá, el apoyo de un golpe fabricado por los yanquis para quedarse con el Canal de Panamá -Panamá pertenecía a Colombia-; cinco a Haití; tres a Puerto Rico; dos en Guatemala; uno a Granada, hace pocos años; y otro que se recuerda poco cuando se habla de las Malvinas. En 1831 la fragata yanqui Dexinton ataca Puerto Argentino, destruye la mayor parte por un conflicto pétreo, dos años antes de la presencia inglesa. Hay mucho más pero no da el tiempo.
Quería simplemente decir que, como parte del homenaje al Che, es necesario reflexionar sobre lo que hacemos, y que el Che no parecía estar de acuerdo con ocupar espacios, con que si no lo ocupo yo lo ocupa otro, muchas roscas. El Che hablaba de política de principios, la mejor política, y creo que es una frase que sintetiza mucho. De todas maneras, el resto de los compañeros, durante todas estas charlas, van a abundar sobre el pensamiento político, económico, filosófico del Che. Nada más, gracias por la atención.
Buenas noches a todos. Muchos de los que no somos tan jóvenes como ustedes observamos con alegría cómo las palabras malditas de hace 20, 25 años se han tornado objeto de estudio. Hoy podemos ver libros, revistas, discos, remeras, gorras, pero no podemos ocultar a la vez una preocupación por lo que he expresado. Porque se pretende plantear al Che, como ya han señalado algunos compañeros, como un semidios. Y plantear al Che como un semidios implica decirle al resto de los mortales: sigan haciendo la suya, ustedes nunca van a poder ser como el Che, tener actitudes del Che, sálvense como puedan.
Han expresado alguno de los compañeros que me precedieron en la palabra esta cuestión de la generación. No voy a extenderme al respecto, sólo dar algunos ejemplos. Cuando se habla de Miguel Ángel no es posible ignorar todo el movimiento social y económico de la época, y no recordar a Rafael o a Tintoretto. Cuando se habla de Shakespeare no se puede ignorar la época isabelina, con Johnson (...). Cuando se habla de Pelé, no surgió de casualidad, también estaba ese fútbol brasileño, Vava, Zagalo, Didí, Garrincha. Pero en todos los órdenes así es la historia. Cuando se habla de Chicago y Al Capone también estaba (...). Cuando dentro de algunos años se hable de la Argentina de Yabrán, muchos van a decir: pero cómo este hombre alcanzó semejante fortuna al calor del poder. Y también Yabrán es parte de una generación, no es una excepción. Quien estudia más atentamente tendrá que ver también a Caserta, a Ibrahim Al Ibrahim, o hasta el mismo presidente de la nación. Y como hablamos de generaciones voy a empezar por un intento de contar qué pasaba en la época del Che. Y tengo que recurrir a este modesto mapa.
El Che, como ustedes recordarán, nació el 14 de junio de 1928. Tenía 11 años el Che cuando se desata la segunda guerra mundial que, todos recordarán, comienza el 1º de septiembre del 39. En junio de 1941 la Alemania nazi ataca a la Unión Soviética. En ese instante se pensaba que, por otra parte hubo rápidas victorias de los alemanes, que iba a desaparecer el único país socialista del mundo. Durante tres años no hubo un segundo frente. Cuando termina la guerra, occidente observa con preocupación, y cuando termina la guerra el Che tenía 17 años, porque estamos hablando de 1945, la guerra termina el 6 de mayo de 1945, un mes antes, un mes y pico antes que el Che cumpla 17 años. Y la segunda guerra mundial arroja como resultado la preminencia notable, por una parte, de los Estados Unidos, pero por el otro lado de la Unión Soviética. Y entonces ya no sólo había un país socialista, y acá no quiero entrar en discusiones particulares sobre qué pasaba en la URSS, sobre la burocracia, sino era la visión general que había, ya no era sólo la Unión Soviética, sino que además habían pasado a formar parte de ese mundo socialista, por distintas circunstancias, por la presencia del Ejército Rojo, por la lucha de los pueblos, también Polonia, toda esta zona, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania, Albania, Yugoslavia, una cuarta parte de Alemania, que se dio en llamar Alemania Oriental.
Había también preocupación en occidente porque había crecido notablemente el número de adeptos a los partidos comunistas de Italia y Francia. En Francia llegó a ganar el 22%, en Italia superaba esa cifra. Por eso viene el Plan Marshall, como expresión de esa actitud preocupada por parte de occidente.
Pero no sólo había pasado eso en Europa. En el año 1945 los mapas de la época mostraban que había solamente tres países independientes. Eran Egipto, era Liberia, era Etiopía. Egipto, eran países independientes, pero simplemente la bandera, en Egipto estaba el rey Faruk, que fue desplazado por una revolución nacionalista allá por el año 51 con Gamal Nasser. Liberia era un estado artificial creado por los norteamericanos, por el presidente Monroe, el siglo pasado, para sacarse a los negros de encima. Barcos con negros a Liberia y ahí nació otra nación. Y como homenaje al creador de Liberia la capital era Monrovia, por el presidente Monroe. Y en Etiopía, el otro país independiente, estaba regido desde 1918 por Haile Selassie, el rey de reyes, un señor feudal. Pero con los años, y ya cuando el Che ya tenía 18, 19, 20, 21 años, podemos tomar por ejemplo 1948, el Che con 20 años, ya se producía en la India, lo que hoy es la India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, que era Ceilán, los ingleses se tienen que retirar. También tuvieron que retirarse de Indonesia los holandeses en 1948. Estamos hablando de países con centenares de millones de personas. Ese mapa africano, al que había hecho alusión hace algunos instantes, se va transformando porque los africanos que habían sido mandados al frente, y con toda la implicancia que tiene el término, volvían y crudamente eran tratados como personas de segunda categoría. Hay insurrecciones en África. Que con el tiempo, entre las insurrecciones y entre la debilidad del colonialismo, hoy en África todas las naciones son independientes, como bandera. Pero nosotros no lo veíamos tan así, nosotros veíamos que el colonialismo se retiraba por todas partes.
En el año 1954, el Che tenía 26 años, y comienza la famosa insurrección que termina con la victoria argelina de Ben Bella, que nos visitara hace un par de meses. En Vietnam, ya en 1945 comienza, sigue, los vietnamitas resistían del 41 al 45 contra los japoneses, en 1945 empieza la lucha contra los franceses; los echan en 1954, después de la famosa batalla de Dien Bien Phu, y son remplazados por los norteamericanos. Ya antes, ya por el 57, 58, 59, estaban las actividades de Patrice Lumumba. Ya comenzaban a darse movimientos que después concluyen con países socialistas en Angola, Mozambique, Guinea, Cabo Verde. Entonces, qué nos decía algún burgués por ahí. Y... el socialismo va a venir.
Otro elemento, por ejemplo, era que en 1957, creo que por octubre, la Unión Soviética pone en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik. En 1952 la Unión Soviética comienza a participar de los juegos olímpicos, los juegos de Helsinki, después en el 56 en Melbourne, con gran éxito. El ajedrez soviético se impone a partir de 1951. Entonces todo un marco, y estoy hablando entonces de cuando el Che tenía 17, 18, 19, 20, 21. Lo que pensábamos, nosotros teníamos algunos años menos, era que estaba cambiando la historia. Distinta es la situación. Después de las noticias que nos llegan, lo que se intenta hacernos creer es que en este mundo globalizado ya no se puede hacer nada, que sólo se puede hacer cambios cosméticos, como los que plantea ahora Inglaterra o los éxitos de la socialdemocracia.
Pero no sólo en esa generación, o lo que veía el Che, tiene que ver con lo contemporáneo, con lo que pasaba en el año 45. Una persona formada en un hogar de cierto nivel intelectual no podía dejar de conocer que no se puede confiar ni en los colonizadores, ni en los militares, ni en los burgueses. Cuando llega Hernán Cortés es recibido como huésped por Moctezuma y después se da lo que todos conocemos. Atahualpa, el inca, es citado en Cajamarca por los españoles, cuando llega lo secuestran, piden un rescate y después lo matan igual. La historia de traiciones es propia, algunos compañeros nos van a hablar de lo que pasó con Sandino, que va a una cita; con Pancho Villa, que se rinde y lo matan después, algunos años después; con Salazar un lugarteniente (...) de Felipe Varela; o con el Chacho Peñaloza; o con Facón Grande que la historia la narra Osvaldo Bayer y aparece en la película. Uno de los últimos ejemplos, que es después del Che, que es Trelew, que los compañeros se rinden, y es otra de las cosas que hay que recordar, que se rinden y son asesinados.
Y había otra parte que era el clima intelectual de la época, que también advertía sobre el imperialismo de los Estados Unidos. Una de las cuestiones que no podía dejar de conocer el Che era que Estados Unidos, que fundó las 13 colonias, eran 170 mil kilómetros cuadrados, las colonias sobre la costa este de los Estados Unidos, 170 mil kilómetros cuadrados. Hoy Estados Unidos tiene nueve millones 390 mil kilómetros cuadrados, y esto se ha logrado merced al asesinato de los indios, como también se dio acá, a compras de territorio y un engorde a expensas de México. México perdió el 55% de su territorio en guerras entre 1845 y 1848. Perdió Texas, Nuevo México, California, Arizona, Nevada. Texas solo tiene un millón de kilómetros cuadrados.
¿Y?, ¿qué decían, qué decían renombrados intelectuales?. Quiero recordar algunos. Rubén Darío nos regala algo que es muy importante leer y releer, y Alexis comparte, decía el comienzo de la "Oda a Roosevelt" —fue el presidente norteamericano que asume después de la muerte de McKinley en 1901, hasta 1908—, la "Oda a Roosevelt", creo que es del año 1904, decía: Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América hispana que tiene sangre indígena, y que aún reza a Jesucristo y aún habla en español. Quiero remarcar esto: y aún habla en español. Rubén Darío nos avisa en 1904 de lo que va a pasar con todo el inglés.
Nicolás Guillén, años después, ve el resultado. Tiene una poesía sobre Puerto Rico. Puerto Rico había sido tomada en la guerra de 1898, Estados Unidos contra España. Puerto Rico pasa a ser estado libre asociado, así se llamaba, como se sigue llamando. Nicolás Guillén decía: Cómo estás Puerto Rico, tú de socio asociado en sociedad, decía, al pie de cocoteros y guitarras bajo la luna y junto al mar, en qué lengua me entiendes, en qué lengua al fin te podré hablar. Agrega Guillén: Jura a los que te matan que eres feliz ¿Será verdad? Arde tu frente pálida, la leña logra en tu mirada un brillo fatal, masticas una jerigonza medio española, medio (...), vuelve Guillén sobre el tema del idioma.
Neruda escribía en su Canto General, que también hay que leer algunas partes, decía: Cuando sonaron las trompetas, Jehová repartió el mundo entre la Anaconda y la Coca-Cola, y dejó para la United Fruit la suave cintura de América.
Esto también es un tema que van a tratar los compañeros, probablemente Augusto César Sandino. Por último, quería recordar que la palabra tan olvidada hoy, imperialismo, hay una cuenta que hizo Gregorio Selser, un destacado hombre del Partido Socialista que, decía, contó 14 invasiones a México, entre ellas la que hablé de Texas, Nuevo México, California, Nevada; a Cuba 13, una de ellas es la que termina con la Enmienda Platt y con la base de Guantánamo; 11 a Panamá, la última es cuando pretenden combatir la droga, con Noriega, cuando dicen eso; 10 a Nicaragua, una de ellas dejó un pirata, William Walker; nueve a la República Dominicana, no sé si Selser cuenta la de 1965, cuando hubo un ataque conjunto que participaron también los brasileños, con la (...) de la OEA; siete en Colombia, una de ellas es la secesión de Panamá, el apoyo de un golpe fabricado por los yanquis para quedarse con el Canal de Panamá -Panamá pertenecía a Colombia-; cinco a Haití; tres a Puerto Rico; dos en Guatemala; uno a Granada, hace pocos años; y otro que se recuerda poco cuando se habla de las Malvinas. En 1831 la fragata yanqui Dexinton ataca Puerto Argentino, destruye la mayor parte por un conflicto pétreo, dos años antes de la presencia inglesa. Hay mucho más pero no da el tiempo.
Quería simplemente decir que, como parte del homenaje al Che, es necesario reflexionar sobre lo que hacemos, y que el Che no parecía estar de acuerdo con ocupar espacios, con que si no lo ocupo yo lo ocupa otro, muchas roscas. El Che hablaba de política de principios, la mejor política, y creo que es una frase que sintetiza mucho. De todas maneras, el resto de los compañeros, durante todas estas charlas, van a abundar sobre el pensamiento político, económico, filosófico del Che. Nada más, gracias por la atención.
G. Cieza:
Bueno, vamos a dar la palabra a Manuel Gaggero, profesor titular de la Cátedra y uno de los organizadores, uno de los que pensó realmente e hizo posible que esta Cátedra empezara en Buenos Aires y se extendiera a otros lugares del país. Además, un reconocido militante popular de la década del 60 y del 70.
Bueno, vamos a dar la palabra a Manuel Gaggero, profesor titular de la Cátedra y uno de los organizadores, uno de los que pensó realmente e hizo posible que esta Cátedra empezara en Buenos Aires y se extendiera a otros lugares del país. Además, un reconocido militante popular de la década del 60 y del 70.
Manuel Gaggero:
Bueno, gracias por la presentación. Realmente el esfuerzo del montaje de la Cátedra, el inicio de este proceso que fue sin duda la Cátedra de la UBA, fue un esfuerzo colectivo en el cual participaron fundamentalmente los compañeros de la agrupación El Mate, a la cual se le ha agradecido en el documento que leyeron las agrupaciones organizadoras de esta Cátedra acá en La Plata.
Yo quería referirme, la idea que nosotros hemos planteado en la Cátedra, a lo largo de las distintas experiencias que estamos recogiendo, ha tratado de mostrar que el Che no era un exabrupto de la historia, que el Che no era un quijote, como decía el documento, que apareció ahí, que vino solo, sino que era producto, la consecuencia de muchas luchas, de muchos luchadores de todo este siglo de América Latina, de muertes, de fracasos, de victorias, de derrotas, y que a su vez produce después también un sinnúmero de procesos, con avances y retrocesos, como suelen llegar los procesos de la historia.
Yo me voy a referir concretamente a una figura que también, como el Che pero en otra época, le tocó ser una especie de maldito de la historia, una especie de hombre que olvida la historia, la historia oficial de Latinoamérica, que es Augusto Sandino. Un luchador nicaragüense que recoge, también, que tampoco es un luchador solitario, sino que recoge la experiencia valiosa que le da la Revolución Mexicana, donde se desarrolla parte de su vida antes de llegar a Nicaragua a combatir.
Pero antes tenemos que ubicar qué estaba pasando. Estamos hablando de finales del siglo pasado y principios de este siglo. Qué estaba pasando, cuál era el gran conflicto que sacudía los pueblos de América Latina. Estados Unidos después que resuelve sus contradicciones internas, recuerdan ustedes la guerra civil, el sur contra el norte, una guerra que hemos visto en miles de películas, es la resolución de un conflicto entre dos fracciones de la burguesía norteamericana que estaban en disputa. Una fracción, fundamentalmente ligada a la producción agropecuaria, que era el sur, que quería mantener la esclavitud en función de su actividad y de su modo de producción; y otra fracción, que es la triunfante, que es la burguesía industrial, que es la que rediseña, a partir de derrotar al sur, el país imperial. Estados Unidos, cuando culmina de resolver esta contradicción, comienza a plantearse la necesidad de resolver claramente que América Latina era su patio trasero, y que no podía permitir el ingreso de ninguna potencia europea en este continente. Entonces, el primer gran conflicto que se da, y que tiene como escenario nuestro continente, es el conflicto entre Estados Unidos intentando avanzar sobre nuestros pueblos, e Inglaterra fundamentalmente, y mucho menos Alemania, pero Inglaterra fundamentalmente, que trataba de mantener los avances o las posesiones que había logrado a partir de las independencias, de los procesos independentistas que se habían desarrollado en toda la primera mitad del siglo pasado, proceso independentista fundamentalmente de España.
Recuerden ustedes que Nicaragua es un país muy pequeño, 150 mil kilómetros cuadrados, ubicado en Centroamérica. En esa época, estamos hablando de principio de siglo, no tenía un millón de habitantes. Y es un país donde se produce, ahí en concreto en el territorio nicaragüense, esta contradicción entre Estados Unidos e Inglaterra. Y que tenía que ver con la forma como se había producido el proceso de formación de la nación nicaragüense. Nicaragua tiene como dos partes, una parte que da al Pacífico, donde había sido ocupada por España, tiene historia española como nosotros; y otra parte del Atlántico que había sido administrada indirectamente por Inglaterra a través de un grupo tribal del período, que aún subsiste, que eran los misquitos. Es decir, los ingleses tendían a generar en América Latina administraciones indirectas, no administraban directamente sino que tenían gobiernos o sectores o grupos, como en este caso, que les prestaban o que le dieran respaldo de Inglaterra para gobernar.
Además, en ese período, principios de este siglo, cuando Estados Unidos avanza sobre el resto del continente, cuando incluso participa en la guerra independentista en Cuba, apoyando al pueblo cubano en contra del invasor español, cuando incluso aparece en otros países de Centroamérica, invadiendo directamente o con invasiones directas para cobrarse préstamos, para cobrar la deuda externa o los préstamos, ése era el argumento de la invasión a Colombia, las invasiones que se produjeron en Honduras, en Haití, es decir, que era la negativa de los gobiernos a pagar la deuda que tenían con la banca norteamericana, éste era el argumento; en ese momento se discutía también en Centroamérica la posibilidad de abrir una vía que uniera los dos océanos. Estamos hablando de principios de siglo. La burguesía nicaragüense alentaba la idea porque, además, geográficamente, sin duda Nicaragua estaba en mejores condiciones que Panamá para la apertura de esta vía; alentaba la idea de que la vía se abriera en el territorio nicaragüense, teniendo en cuenta que Nicaragua tiene un gran lago en el medio que haría que el esfuerzo de construcción de la vía fuera mucho más, ingenierísticamente hablando, más fácil, desde el punto de vista de la ingeniería. Entonces, la burguesía nicaragüense alentaba esta espectativa pero, a principios de siglo, esta burguesía que tenía relaciones con Inglaterra y con Europa, que era la que apoyaba la idea de abrir una vía entre los dos océanos, una vía alternativa a la que había en ese momento, que era el Estrecho de Magallanes, una vía más directa, en esta burguesía se había producido hacia finales de siglo el ascenso al gobierno de Nicaragua, y el liderazgo de esa fracción de la burguesía nicaragüense lo ejercía Zelaya, un liberal.
Los liberales, fíjense cómo es la historia, porque ahora nosotros decimos liberales, neoliberales, y estamos hablando de Cavallo, Menem, lo peor. Bueno, en la historia de América Latina de este período los liberales eran como la fracción más avanzada, más democrática de la burguesía. Y los conservadores expresaban a los sectores más ligados a la explotación feudal, más terrateniente, por supuesto con mayores relaciones con el imperio. Zelaya, que asume hacia finales del siglo pasado el gobierno de esta pequeña nación centroamericana que es Nicaragua, Zelaya inmediatamente nacionaliza el territorio e incorpora la costa atlántica que tenía esta administración indirecta ejercida por los misquitos, pero con mandato inglés. Incorpora la región de la costa atlántica a la nación nicaragüense y es como, podríamos decir, el fundador de la nación moderna, de la Nicaragua actual. Zelaya inicia una serie de transformaciones. Fíjense que desde el punto de vista legal Nicaragua tiene una de las primeras leyes de divorcio que hubo en América Latina. En 1907, con el gobierno de Zelaya, se aprueba la ley de divorcio. Acá se aprobó, no sé si se acuerdan, en el 87, y casi se produce una revolución porque la iglesia no aceptaba esta posición. Así que fíjense lo avanzado para la época, estamos hablando de 80 años antes, que era este señor Zelaya. Además, tiene un conflicto a raíz de esta legislación de avanzada con la iglesia y expulsa a parte de la jerarquía eclesiástica del territorio nicaragüense.
Evidentemente que esta situación, su confrontación con Estados Unidos, que empieza a insistir en el pago de una deuda externa, que en esa época se hablaba de valores muy pequeños, ahora estamos hablando de 100 mil millones de dólares, creo que es la deuda externa que tiene, bueno, en esa época la deuda externa de Nicaragua era de cinco millones de dólares. Zelaya plantea una renegociación de la deuda por la banca norteamericana; Estados Unidos insiste, y se produce un levantamiento hacia 1909 encabezado por generales conservadores que responden a mandato norteamericano y que se levantan en contra del gobierno democrático de Zelaya, o sea de un gobierno liberal. Este levantamiento rápidamente se resuelve con la toma del poder por los sectores conservadores, y como se plantea un enfrentamiento militar entre conservadores y militares, Estados Unidos en 1912 ocupa Nicaragua, una ocupación que dura casi 20 años.
En ese momento dónde estaba Sandino. Sandino era un hombre de una familia, como era muy común en Nicaragua en esos años, era un hombre que había nacido en un hogar de un señor aparentemente importante del Niquinohomo, un pueblito muy chiquito, pero él era como un hijo de la casa, o sea, no era un hijo del matrimonio de este señor sino que era un hijo natural, como se llamaba en esos años. Sandino se había trasladado, había ejercido distintas actividades, telegrafista, y se había trasladado a trabajar, estamos hablando de 1914-15, a México. En México se produce, en esos años, la Revolución Mexicana, que es una revolución que marca la historia de nuestro continente, una revolución poco estudiada en los claustros universitarios, poco conocida, pero que, indudablemente, ha tenido una inmensa trascendencia en América Latina y sin duda en ese inmenso país que es México, muy lejos de dios y muy cerca de los Estados Unidos, como suelen decir los mexicanos.
Antes de que se produjera esta llegada de Sandino a México se produce en Nicaragua, como producto del nuevo gobierno conservador que encabeza Chamorro, un bisabuelo de la que después fuera presidente de Nicaragua, estamos hablando de 1912, se firma en Estados Unidos, en Washington, Estados Unidos le impone a Nicaragua la firma del tratado Bryan-Chamorro, por el cual Nicaragua renuncia en forma definitiva, histórica, para toda la vida, a la construcción de la vía alternativa, una vía navegable entre los dos océanos, y ahí en ese momento es que se inicia la construcción de la vía que luego fue el Canal de Panamá, que se inaugura dos años después, creo, en 1914. Esta situación hace que este planteo de la burguesía nicaragüense, que era la posibilidad de transformarse en un país que tuviera en su territorio esta vía, muere ahí en forma definitiva.
Sandino, mientras tanto, empieza a vincularse al movimiento obrero, años 20, 22, 23, al movimiento obrero mexicano. Recibe de ellos, estaban en pleno desarrollo de la Revolución Mexicana, y recibe de ellos indudablemente mucho aliento para retomar, o empezar, o plantear la lucha en Nicaragua para desalojar al invasor norteamericano. Mientras tanto, en Nicaragua se había producido en seguida la situación conflictiva entre burguesía liberal y burguesía conservadora, y sectores también de burguesía liberal habían iniciado la preparación de un ejército en la costa atlántica, casualmente, para confrontar con el gobierno conservador. En este momento, año 1925, yo voy rápido porque el tiempo es corto, de cualquier manera hemos entregado algunos elementos bibliográficos que ruego que los lean porque son útiles para aprovechar este período de la historia de esta región muy importante, porque además es el escenario donde desarrolla su actividad el que sin duda fue un predecesor de Ernesto Che Guevara, y uno de los más interesantes. En 1925 aparece en Nicaragua un grupo, calculen que ya se había producido la Revolución Rusa, se habían constituido partidos comunistas en muchos países de América Latina, entre ellos en Argentina en 1918. En 1920 se había constituído el Partido Comunista en El Salvador, que encabezara luego Farabundo Martí, intenta un proceso insurreccional en 1932, y que es fusilado. En 1925 surge, paralelamente, sin ninguna relación a la actividad que desarrollaba Sandino en México, que empieza los preparativos para volver a Nicaragua, surge en Nicaragua un partido de los trabajadores, que se llama Partido de los Trabajadores Nicaragüenses, con la primera célula marxista, célula de cinco o seis compañeros obreros, que empiezan a prepararse para también confrontar con el invasor norteamericano. Nicaragua estaba invadida, los Estados Unidos estaban ahí, las tropas norteamericanas estaban ahí.
Vuelve Sandino a Nicaragua, se entrevista con Moncada, que era el jefe liberal, y hace un acuerdo con éste, que era un jefe militar y político de ascendencia liberal, un acuerdo para iniciar la guerra. Sandino, al principio, se planteaba una confrontación con el modelo tradicional, y esto tiene que ver por esto con el Che, se encuentra en confrontación militar con el modelo tradicional, es decir, la formación de unidades militares, que confrontaran en el territorio. Empieza a combatir con algunos rifles que consigue con mucho esfuerzo, porque Moncada no le tiene confianza, evidentemente, y consigue algunos rifles y empieza a combatir con esto que decimos, una metodología tradicional, pequeños asaltos a cuarteles de tropas norteamericanas donde tropas conservadoras le abren al régimen. Y ahí se empiezan a producir acercamientos, al margen de Sandino, pero las fracciones de la burguesía empiezan a lograr un cierto acuerdo de paz, que desmoviliza a las tropas que había movilizado Moncada y que fortalece al gobierno conservador.
Enterado Sandino de este acuerdo, decide no aceptar la convocatoria a rendirse y comienza la segunda etapa de la gesta sandinista, y que en ésta entronca indudablemente el Che. Digo entronca porque la gesta que empieza Sandino es el combate con el método de guerra de guerrillas, es decir, combate en pequeñas unidades. Nicaragua se presta mucho porque es un país con montañas, con muchos lagos, una geografía que se presta bastante, y que además tenía una tradición que recupera Sandino, de guerra de guerrillas, que eran los levantamientos indígenas que se habían producido en la zona de Matagalpa hacia 1880, 1882. O sea, Sandino recupera la confrontación militar que luego sería analizada e incluso serviría de aporte del Che al proyecto revolucionario de los 60 y 70, que entra el método de la guerra de guerrillas. Sandino da los combates, va avanzando, forma lo que se llama el Ejército Defensor de la Soberanía, este ejército lo designa general y sigue combatiendo contra los yanquis hasta que logra, finalmente, 1933, que las tropas norteamericanas abandonen el territorio nicaragüense. Por supuesto que, como recién decía Pérez, la historia de Latinoamérica es una historia de muchas traiciones, y Sandino confía efectivamente que esta salida de las tropas norteamericanas, y el gobierno es asumido por Sacasa, un hombre liberal, esto iba a transformar, daba nuevas posibilidades, y generaba la posibilidad de un desarrollo democrático de Nicaragua, que ya no era necesario seguir combatiendo, y por eso convoca a sus generales a abandonar el combate, a abandonar las armas y a concurrir a Managua a una reunión con Sacasa en donde se firmaría la paz. Donde Sacasa además iba a entregar a los oficiales, a los combatientes del Ejército Defensor de la Soberanía, parcelas de tierra para la explotación agraria, para una recuperación democrática de todo este ejército que se había conformado en la lucha contra el invasor norteamericano y contra los conservadores. Llega Sandino a Managua, y antes de que se efectúe la entrevista es emboscado, es retirado del vehículo en que él y sus generales se trasladaban, y es fusilado cerca de Managua.
Digamos, lo interesante de todo este proceso, por qué digo que tiene que ver Sandino con el Che. Primero, tiene que ver porque todo esto que contamos es una historia que se ocultó absolutamente, incluso para el pueblo nicaragüense. Fíjense que cuando 30 ó 40 años después se comienza a organizar el Frente Sandinista de Liberación Nacional, el Frente Sandinista recupera a Sandino a través de la lectura de un argentino, que es Gregorio Selser, que escribe una serie de trabajos sobre Sandino y sobre el ejército loco, como era el "pequeño ejército loco", como se llamaba el Ejército Defensor de la Soberanía que forma Sandino. El ocultamiento de la historia fue tal que el propio pueblo que había engendrado esta batalla no conocía quién había sido o quién había tenido el liderazgo de la misma. Por otro lado, porque Sandino en ese momento, digamos, en los años en que estaba en pleno combate, en la montaña combatiendo, establece una relación muy estrecha, epistolar, con quien ocupaba la presidencia argentina. Estamos hablando del año 28, 29, estamos hablando de Hipólito Yrigoyen. La Argentina, evidentemente en esos años, no ahora obviamente, era vista por los pueblos latinoamericanos con cierta esperanza y como una posibilidad de que fuera quien le pusiera una valla a este avance arrasador de Estados Unidos. Y eso hace que le proponga Sandino a Yrigoyen la convocatoria a una conferencia de los pueblos latinoamericanos, a realizarse en Buenos Aires en 1931, donde concurrirían pueblos y gobiernos a reafirmar la necesidad de establecer nuevas condiciones en sus relaciones con los Estados Unidos. Esta conferencia, recuerdan ustedes el 6 de septiembre de 1930 fue desalojado del poder Hipólito Yrigoyen, y obviamente no se pudo llevar a cabo. Pero todo esto, digamos, un argentino que es el que analiza e investiga a Sandino; un argentino que recupera una metodología que habían usado muchos pero que usa Sandino, que es Ernesto Che Guevara con su trabajo sobre la guerra de guerrillas, sus aportes a la doctrina militar revolucionaria a partir incluso de analizar estas experiencias como la de Augusto Sandino; y esta intención de Sandino de vincularse con Yrigoyen para lograr de alguna manera crear una confederación de pueblos latinoamericanos que confrontara con el imperio, muestran que la historia no es como nos quieren mostrar. La historia es una serie de hechos concatenados, la historia no la producen los exabruptos y los quijotes, sino la producen quienes logran ir recogiendo el espíritu de lucha de sus pueblos. Sin duda que Sandino tiene que ver con el Che, y sin duda que el Che, en toda su experiencia, contó entre sus bagajes y entre sus aportes a Augusto Sandino.
Yo quiero cerrar esta parte de la exposición diciendo que esta experiencia de Sandino se entronca también, y es más o menos el mismo período, con la otra que señalé al principio, que es la insurrección que dirige el Partido Comunista, o que intenta el Partido Comunista salvadoreño en El Salvador. El Salvador es un pequeñísimo país, calculen ustedes que es llamado el pulgarcito de América Latina, ustedes lo ven en el mapa chiquito así, muy habitado, ahora tiene más de cinco millones de habitantes, en esa época tendría dos, con características muy particulares en su conformación, en su desarrollo. Hubo un movimiento obrero ya con altos niveles de organización en los años 20, fue un obrero incluso el que encabeza el Partido Comunista, es Farabundo Martí el que encabeza la insurrección, y que es fusilado en 1932 al ser aplastado este intento insurreccional.
Pero todas estas luchas también tienen que ver con que la idea nuestra, la idea de la Cátedra no es solamente pensar en un período de 10 ó 20 años, sino pensar en un siglo, que fue un siglo de luchas, de combates, de avances y retrocesos, de victorias, de éxitos, de alegrías, de mucha pasión, de mucha fuerza. Éste es el siglo en el cual nosotros vivimos y este es el siglo en el cual vivieron el Che y Sandino. Nada más.
Bueno, gracias por la presentación. Realmente el esfuerzo del montaje de la Cátedra, el inicio de este proceso que fue sin duda la Cátedra de la UBA, fue un esfuerzo colectivo en el cual participaron fundamentalmente los compañeros de la agrupación El Mate, a la cual se le ha agradecido en el documento que leyeron las agrupaciones organizadoras de esta Cátedra acá en La Plata.
Yo quería referirme, la idea que nosotros hemos planteado en la Cátedra, a lo largo de las distintas experiencias que estamos recogiendo, ha tratado de mostrar que el Che no era un exabrupto de la historia, que el Che no era un quijote, como decía el documento, que apareció ahí, que vino solo, sino que era producto, la consecuencia de muchas luchas, de muchos luchadores de todo este siglo de América Latina, de muertes, de fracasos, de victorias, de derrotas, y que a su vez produce después también un sinnúmero de procesos, con avances y retrocesos, como suelen llegar los procesos de la historia.
Yo me voy a referir concretamente a una figura que también, como el Che pero en otra época, le tocó ser una especie de maldito de la historia, una especie de hombre que olvida la historia, la historia oficial de Latinoamérica, que es Augusto Sandino. Un luchador nicaragüense que recoge, también, que tampoco es un luchador solitario, sino que recoge la experiencia valiosa que le da la Revolución Mexicana, donde se desarrolla parte de su vida antes de llegar a Nicaragua a combatir.
Pero antes tenemos que ubicar qué estaba pasando. Estamos hablando de finales del siglo pasado y principios de este siglo. Qué estaba pasando, cuál era el gran conflicto que sacudía los pueblos de América Latina. Estados Unidos después que resuelve sus contradicciones internas, recuerdan ustedes la guerra civil, el sur contra el norte, una guerra que hemos visto en miles de películas, es la resolución de un conflicto entre dos fracciones de la burguesía norteamericana que estaban en disputa. Una fracción, fundamentalmente ligada a la producción agropecuaria, que era el sur, que quería mantener la esclavitud en función de su actividad y de su modo de producción; y otra fracción, que es la triunfante, que es la burguesía industrial, que es la que rediseña, a partir de derrotar al sur, el país imperial. Estados Unidos, cuando culmina de resolver esta contradicción, comienza a plantearse la necesidad de resolver claramente que América Latina era su patio trasero, y que no podía permitir el ingreso de ninguna potencia europea en este continente. Entonces, el primer gran conflicto que se da, y que tiene como escenario nuestro continente, es el conflicto entre Estados Unidos intentando avanzar sobre nuestros pueblos, e Inglaterra fundamentalmente, y mucho menos Alemania, pero Inglaterra fundamentalmente, que trataba de mantener los avances o las posesiones que había logrado a partir de las independencias, de los procesos independentistas que se habían desarrollado en toda la primera mitad del siglo pasado, proceso independentista fundamentalmente de España.
Recuerden ustedes que Nicaragua es un país muy pequeño, 150 mil kilómetros cuadrados, ubicado en Centroamérica. En esa época, estamos hablando de principio de siglo, no tenía un millón de habitantes. Y es un país donde se produce, ahí en concreto en el territorio nicaragüense, esta contradicción entre Estados Unidos e Inglaterra. Y que tenía que ver con la forma como se había producido el proceso de formación de la nación nicaragüense. Nicaragua tiene como dos partes, una parte que da al Pacífico, donde había sido ocupada por España, tiene historia española como nosotros; y otra parte del Atlántico que había sido administrada indirectamente por Inglaterra a través de un grupo tribal del período, que aún subsiste, que eran los misquitos. Es decir, los ingleses tendían a generar en América Latina administraciones indirectas, no administraban directamente sino que tenían gobiernos o sectores o grupos, como en este caso, que les prestaban o que le dieran respaldo de Inglaterra para gobernar.
Además, en ese período, principios de este siglo, cuando Estados Unidos avanza sobre el resto del continente, cuando incluso participa en la guerra independentista en Cuba, apoyando al pueblo cubano en contra del invasor español, cuando incluso aparece en otros países de Centroamérica, invadiendo directamente o con invasiones directas para cobrarse préstamos, para cobrar la deuda externa o los préstamos, ése era el argumento de la invasión a Colombia, las invasiones que se produjeron en Honduras, en Haití, es decir, que era la negativa de los gobiernos a pagar la deuda que tenían con la banca norteamericana, éste era el argumento; en ese momento se discutía también en Centroamérica la posibilidad de abrir una vía que uniera los dos océanos. Estamos hablando de principios de siglo. La burguesía nicaragüense alentaba la idea porque, además, geográficamente, sin duda Nicaragua estaba en mejores condiciones que Panamá para la apertura de esta vía; alentaba la idea de que la vía se abriera en el territorio nicaragüense, teniendo en cuenta que Nicaragua tiene un gran lago en el medio que haría que el esfuerzo de construcción de la vía fuera mucho más, ingenierísticamente hablando, más fácil, desde el punto de vista de la ingeniería. Entonces, la burguesía nicaragüense alentaba esta espectativa pero, a principios de siglo, esta burguesía que tenía relaciones con Inglaterra y con Europa, que era la que apoyaba la idea de abrir una vía entre los dos océanos, una vía alternativa a la que había en ese momento, que era el Estrecho de Magallanes, una vía más directa, en esta burguesía se había producido hacia finales de siglo el ascenso al gobierno de Nicaragua, y el liderazgo de esa fracción de la burguesía nicaragüense lo ejercía Zelaya, un liberal.
Los liberales, fíjense cómo es la historia, porque ahora nosotros decimos liberales, neoliberales, y estamos hablando de Cavallo, Menem, lo peor. Bueno, en la historia de América Latina de este período los liberales eran como la fracción más avanzada, más democrática de la burguesía. Y los conservadores expresaban a los sectores más ligados a la explotación feudal, más terrateniente, por supuesto con mayores relaciones con el imperio. Zelaya, que asume hacia finales del siglo pasado el gobierno de esta pequeña nación centroamericana que es Nicaragua, Zelaya inmediatamente nacionaliza el territorio e incorpora la costa atlántica que tenía esta administración indirecta ejercida por los misquitos, pero con mandato inglés. Incorpora la región de la costa atlántica a la nación nicaragüense y es como, podríamos decir, el fundador de la nación moderna, de la Nicaragua actual. Zelaya inicia una serie de transformaciones. Fíjense que desde el punto de vista legal Nicaragua tiene una de las primeras leyes de divorcio que hubo en América Latina. En 1907, con el gobierno de Zelaya, se aprueba la ley de divorcio. Acá se aprobó, no sé si se acuerdan, en el 87, y casi se produce una revolución porque la iglesia no aceptaba esta posición. Así que fíjense lo avanzado para la época, estamos hablando de 80 años antes, que era este señor Zelaya. Además, tiene un conflicto a raíz de esta legislación de avanzada con la iglesia y expulsa a parte de la jerarquía eclesiástica del territorio nicaragüense.
Evidentemente que esta situación, su confrontación con Estados Unidos, que empieza a insistir en el pago de una deuda externa, que en esa época se hablaba de valores muy pequeños, ahora estamos hablando de 100 mil millones de dólares, creo que es la deuda externa que tiene, bueno, en esa época la deuda externa de Nicaragua era de cinco millones de dólares. Zelaya plantea una renegociación de la deuda por la banca norteamericana; Estados Unidos insiste, y se produce un levantamiento hacia 1909 encabezado por generales conservadores que responden a mandato norteamericano y que se levantan en contra del gobierno democrático de Zelaya, o sea de un gobierno liberal. Este levantamiento rápidamente se resuelve con la toma del poder por los sectores conservadores, y como se plantea un enfrentamiento militar entre conservadores y militares, Estados Unidos en 1912 ocupa Nicaragua, una ocupación que dura casi 20 años.
En ese momento dónde estaba Sandino. Sandino era un hombre de una familia, como era muy común en Nicaragua en esos años, era un hombre que había nacido en un hogar de un señor aparentemente importante del Niquinohomo, un pueblito muy chiquito, pero él era como un hijo de la casa, o sea, no era un hijo del matrimonio de este señor sino que era un hijo natural, como se llamaba en esos años. Sandino se había trasladado, había ejercido distintas actividades, telegrafista, y se había trasladado a trabajar, estamos hablando de 1914-15, a México. En México se produce, en esos años, la Revolución Mexicana, que es una revolución que marca la historia de nuestro continente, una revolución poco estudiada en los claustros universitarios, poco conocida, pero que, indudablemente, ha tenido una inmensa trascendencia en América Latina y sin duda en ese inmenso país que es México, muy lejos de dios y muy cerca de los Estados Unidos, como suelen decir los mexicanos.
Antes de que se produjera esta llegada de Sandino a México se produce en Nicaragua, como producto del nuevo gobierno conservador que encabeza Chamorro, un bisabuelo de la que después fuera presidente de Nicaragua, estamos hablando de 1912, se firma en Estados Unidos, en Washington, Estados Unidos le impone a Nicaragua la firma del tratado Bryan-Chamorro, por el cual Nicaragua renuncia en forma definitiva, histórica, para toda la vida, a la construcción de la vía alternativa, una vía navegable entre los dos océanos, y ahí en ese momento es que se inicia la construcción de la vía que luego fue el Canal de Panamá, que se inaugura dos años después, creo, en 1914. Esta situación hace que este planteo de la burguesía nicaragüense, que era la posibilidad de transformarse en un país que tuviera en su territorio esta vía, muere ahí en forma definitiva.
Sandino, mientras tanto, empieza a vincularse al movimiento obrero, años 20, 22, 23, al movimiento obrero mexicano. Recibe de ellos, estaban en pleno desarrollo de la Revolución Mexicana, y recibe de ellos indudablemente mucho aliento para retomar, o empezar, o plantear la lucha en Nicaragua para desalojar al invasor norteamericano. Mientras tanto, en Nicaragua se había producido en seguida la situación conflictiva entre burguesía liberal y burguesía conservadora, y sectores también de burguesía liberal habían iniciado la preparación de un ejército en la costa atlántica, casualmente, para confrontar con el gobierno conservador. En este momento, año 1925, yo voy rápido porque el tiempo es corto, de cualquier manera hemos entregado algunos elementos bibliográficos que ruego que los lean porque son útiles para aprovechar este período de la historia de esta región muy importante, porque además es el escenario donde desarrolla su actividad el que sin duda fue un predecesor de Ernesto Che Guevara, y uno de los más interesantes. En 1925 aparece en Nicaragua un grupo, calculen que ya se había producido la Revolución Rusa, se habían constituido partidos comunistas en muchos países de América Latina, entre ellos en Argentina en 1918. En 1920 se había constituído el Partido Comunista en El Salvador, que encabezara luego Farabundo Martí, intenta un proceso insurreccional en 1932, y que es fusilado. En 1925 surge, paralelamente, sin ninguna relación a la actividad que desarrollaba Sandino en México, que empieza los preparativos para volver a Nicaragua, surge en Nicaragua un partido de los trabajadores, que se llama Partido de los Trabajadores Nicaragüenses, con la primera célula marxista, célula de cinco o seis compañeros obreros, que empiezan a prepararse para también confrontar con el invasor norteamericano. Nicaragua estaba invadida, los Estados Unidos estaban ahí, las tropas norteamericanas estaban ahí.
Vuelve Sandino a Nicaragua, se entrevista con Moncada, que era el jefe liberal, y hace un acuerdo con éste, que era un jefe militar y político de ascendencia liberal, un acuerdo para iniciar la guerra. Sandino, al principio, se planteaba una confrontación con el modelo tradicional, y esto tiene que ver por esto con el Che, se encuentra en confrontación militar con el modelo tradicional, es decir, la formación de unidades militares, que confrontaran en el territorio. Empieza a combatir con algunos rifles que consigue con mucho esfuerzo, porque Moncada no le tiene confianza, evidentemente, y consigue algunos rifles y empieza a combatir con esto que decimos, una metodología tradicional, pequeños asaltos a cuarteles de tropas norteamericanas donde tropas conservadoras le abren al régimen. Y ahí se empiezan a producir acercamientos, al margen de Sandino, pero las fracciones de la burguesía empiezan a lograr un cierto acuerdo de paz, que desmoviliza a las tropas que había movilizado Moncada y que fortalece al gobierno conservador.
Enterado Sandino de este acuerdo, decide no aceptar la convocatoria a rendirse y comienza la segunda etapa de la gesta sandinista, y que en ésta entronca indudablemente el Che. Digo entronca porque la gesta que empieza Sandino es el combate con el método de guerra de guerrillas, es decir, combate en pequeñas unidades. Nicaragua se presta mucho porque es un país con montañas, con muchos lagos, una geografía que se presta bastante, y que además tenía una tradición que recupera Sandino, de guerra de guerrillas, que eran los levantamientos indígenas que se habían producido en la zona de Matagalpa hacia 1880, 1882. O sea, Sandino recupera la confrontación militar que luego sería analizada e incluso serviría de aporte del Che al proyecto revolucionario de los 60 y 70, que entra el método de la guerra de guerrillas. Sandino da los combates, va avanzando, forma lo que se llama el Ejército Defensor de la Soberanía, este ejército lo designa general y sigue combatiendo contra los yanquis hasta que logra, finalmente, 1933, que las tropas norteamericanas abandonen el territorio nicaragüense. Por supuesto que, como recién decía Pérez, la historia de Latinoamérica es una historia de muchas traiciones, y Sandino confía efectivamente que esta salida de las tropas norteamericanas, y el gobierno es asumido por Sacasa, un hombre liberal, esto iba a transformar, daba nuevas posibilidades, y generaba la posibilidad de un desarrollo democrático de Nicaragua, que ya no era necesario seguir combatiendo, y por eso convoca a sus generales a abandonar el combate, a abandonar las armas y a concurrir a Managua a una reunión con Sacasa en donde se firmaría la paz. Donde Sacasa además iba a entregar a los oficiales, a los combatientes del Ejército Defensor de la Soberanía, parcelas de tierra para la explotación agraria, para una recuperación democrática de todo este ejército que se había conformado en la lucha contra el invasor norteamericano y contra los conservadores. Llega Sandino a Managua, y antes de que se efectúe la entrevista es emboscado, es retirado del vehículo en que él y sus generales se trasladaban, y es fusilado cerca de Managua.
Digamos, lo interesante de todo este proceso, por qué digo que tiene que ver Sandino con el Che. Primero, tiene que ver porque todo esto que contamos es una historia que se ocultó absolutamente, incluso para el pueblo nicaragüense. Fíjense que cuando 30 ó 40 años después se comienza a organizar el Frente Sandinista de Liberación Nacional, el Frente Sandinista recupera a Sandino a través de la lectura de un argentino, que es Gregorio Selser, que escribe una serie de trabajos sobre Sandino y sobre el ejército loco, como era el "pequeño ejército loco", como se llamaba el Ejército Defensor de la Soberanía que forma Sandino. El ocultamiento de la historia fue tal que el propio pueblo que había engendrado esta batalla no conocía quién había sido o quién había tenido el liderazgo de la misma. Por otro lado, porque Sandino en ese momento, digamos, en los años en que estaba en pleno combate, en la montaña combatiendo, establece una relación muy estrecha, epistolar, con quien ocupaba la presidencia argentina. Estamos hablando del año 28, 29, estamos hablando de Hipólito Yrigoyen. La Argentina, evidentemente en esos años, no ahora obviamente, era vista por los pueblos latinoamericanos con cierta esperanza y como una posibilidad de que fuera quien le pusiera una valla a este avance arrasador de Estados Unidos. Y eso hace que le proponga Sandino a Yrigoyen la convocatoria a una conferencia de los pueblos latinoamericanos, a realizarse en Buenos Aires en 1931, donde concurrirían pueblos y gobiernos a reafirmar la necesidad de establecer nuevas condiciones en sus relaciones con los Estados Unidos. Esta conferencia, recuerdan ustedes el 6 de septiembre de 1930 fue desalojado del poder Hipólito Yrigoyen, y obviamente no se pudo llevar a cabo. Pero todo esto, digamos, un argentino que es el que analiza e investiga a Sandino; un argentino que recupera una metodología que habían usado muchos pero que usa Sandino, que es Ernesto Che Guevara con su trabajo sobre la guerra de guerrillas, sus aportes a la doctrina militar revolucionaria a partir incluso de analizar estas experiencias como la de Augusto Sandino; y esta intención de Sandino de vincularse con Yrigoyen para lograr de alguna manera crear una confederación de pueblos latinoamericanos que confrontara con el imperio, muestran que la historia no es como nos quieren mostrar. La historia es una serie de hechos concatenados, la historia no la producen los exabruptos y los quijotes, sino la producen quienes logran ir recogiendo el espíritu de lucha de sus pueblos. Sin duda que Sandino tiene que ver con el Che, y sin duda que el Che, en toda su experiencia, contó entre sus bagajes y entre sus aportes a Augusto Sandino.
Yo quiero cerrar esta parte de la exposición diciendo que esta experiencia de Sandino se entronca también, y es más o menos el mismo período, con la otra que señalé al principio, que es la insurrección que dirige el Partido Comunista, o que intenta el Partido Comunista salvadoreño en El Salvador. El Salvador es un pequeñísimo país, calculen ustedes que es llamado el pulgarcito de América Latina, ustedes lo ven en el mapa chiquito así, muy habitado, ahora tiene más de cinco millones de habitantes, en esa época tendría dos, con características muy particulares en su conformación, en su desarrollo. Hubo un movimiento obrero ya con altos niveles de organización en los años 20, fue un obrero incluso el que encabeza el Partido Comunista, es Farabundo Martí el que encabeza la insurrección, y que es fusilado en 1932 al ser aplastado este intento insurreccional.
Pero todas estas luchas también tienen que ver con que la idea nuestra, la idea de la Cátedra no es solamente pensar en un período de 10 ó 20 años, sino pensar en un siglo, que fue un siglo de luchas, de combates, de avances y retrocesos, de victorias, de éxitos, de alegrías, de mucha pasión, de mucha fuerza. Éste es el siglo en el cual nosotros vivimos y este es el siglo en el cual vivieron el Che y Sandino. Nada más.
G. Cieza:
Voy a presentar al próximo expositor que es Miguel Mazzeo, que es docente universitario, militante popular y columnista de Retruco.
Voy a presentar al próximo expositor que es Miguel Mazzeo, que es docente universitario, militante popular y columnista de Retruco.
Miguel Mazzeo:
Bueno, buenas noches, compañeros. Yo voy a hablar de José Carlos Mariátegui. Realmente es difícil hablar de Mariátegui en 20 minutos, sobre todo cuando se trata de un personaje, de una figura tan importante y tan poco conocida. Voy a plantear algunos aspectos, para mí los más importantes de su práctica, de su pensamiento, y voy a intentar relacionarlo con el Che, cosa que no resulta fácil. En primer lugar, porque no fueron contemporáneos, no hay expresas referencias del primero, de Mariátegui, en la obra del Che. De todos modos, yo creo que hay, si bien no hay contacto directo entre ambos, sí podemos pensar en un contacto indirecto de ideas, de concepciones, yo diría, esenciales.
En primer lugar, me gustaría plantear desde qué presente uno va a Mariátegui. Porque en realidad, el interés por Mariátegui no partió de inquietudes académicas, sino básicamente de inquietudes políticas. Creo que el interés por Mariátegui, y también por el Che, en el caso particular mío y del grupo al que pertenezco, surge básicamente a partir de constatar la hegemonía de la cultura neoliberal. De una cultura que impone como valores el pragmatismo, el naturalismo, porque vive de algún modo su dominio como realización. Un presente también caracterizado por la denominada crisis del marxismo. Creo que cuando se habla de crisis del marxismo se habla de tres cosas distintas, que están interrelacionadas, por supuesto. La crisis del marxismo tiene que ver con los grandes referentes históricos del marxismo, el movimiento obrero, los llamados estados socialistas, los movimientos nacionalistas del Tercer Mundo. Ésta es una primera dimensión de la crisis. La otra dimensión de la crisis tiene que ver con lo que decía Frederick Jackson. Jackson decía que a cada etapa de expansión del capitalismo, que ahora vivimos en tiempos de globalización, le correspondía un período, una etapa de crisis del marxismo. Quiere decir que, ante estos cambios, el marxismo como doctrina, como teoría, como cara de una interpretación, quedaba como retrasado. Se produce una disfuncionalidad entre el marxismo, la teoría, y la nueva realidad. Ésta es la segunda dimensión. Hay una tercera dimensión, que tiene que ver con que, de algún modo, la crisis está inscripta en la naturaleza del marxismo. Si el marxismo tiene que dar respuestas revolucionarias siempre, en situaciones que nunca son las mismas, esto genera un estado de tensión constante, de algún modo es una tensión positiva. Bueno, desde esta lectura del presente uno va a Mariátegui. No quiere decir que encuentra en Mariátegui todas las respuestas para superar la situación, sería ingenuo y sería demasiado simple. Pero de algún modo se encuentra en Mariátegui, uno puede encontrar en Mariátegui, y también en el Che, algunos elementos casi esenciales que pueden servir para empezar a pensar que esta situación puede ser excedida, puede ser superada.
Pero vayamos a Mariátegui. Algunos datos biográficos, en primer lugar. Mariátegui nace en Perú el 14 de junio de 1894. Primer casualidad, nace el mismo día que el Che. Lo señalo como un dato, nada más, no es que crea en conjugaciones astrales ni mucho menos. Nace en Moquegua un pueblito al sur de Lima. Voy a señalar metas importantes en Mariátegui. Él va a participar en el periodismo, no va a tener formación académica, va a ser casi un autodidacta Mariátegui, va a participar de la bohemia. En realidad, va a ser muy conocido en el Perú primero como cronista de turf o como poeta.
La fecha clave a la que hacía referencia es 1917. En 1917 este hasta ese momento cronista de turf, poeta, ligado a la bohemia, va a ser calificado, con intento de ser agredido por supuesto, de bolcheviki. Año 1917, poco tiempo después de la Revolución. Un hombre del liberalismo, un pensador del liberalismo, llamado Miró Quesada, lo va a calificar a Mariátegui de bolcheviki. Y Mariátegui va a aceptar ese calificativo, parece que sí, era un bolcheviki.
En el año 1919 va a salir del Perú perseguido por la dictadura de Leguía y va a conocer Europa. Y esto es importante porque Mariátegui va a decir en Europa desposé una mujer y algunas ideas. Su mujer será italiana, Ana Chiappe, y las ideas a las que se refería Mariátegui eran las que lo acercaban al socialismo revolucionario. Además va a decir, esto es fundamental, en Europa descubrí América. Eran tiempos muy particulares en Europa, y cuando de Europa, en el caso de Mariátegui, hablo de Italia. Creo que un período riquísimo de la historia italiana vive Mariátegui. Va a presenciar las jornadas rojas de Turín, la situación casi pre revolucionaria o insurreccional en el norte de Italia, va a ver también el ascenso del fascismo e incluso va a participar de la fundación del Partido Comunista Italiano, en el Congreso de Livorno. Va a estar a escasos metros de Gramsci, intelectual al que nunca conoció personalmente, al que nunca leyó, y al que tanto se parece en algunos aspectos. El marxismo italiano, de algún modo, es determinante del marxismo que después va a asumir Mariátegui en América Latina. Ésta es la otra fecha, digamos, período que va del 19 al 25.
En el año 25 podemos ver que Mariátegui termina por desprenderse de algunas concepciones eurocéntricas para asumir una concepción plenamente latinoamericanista. Creo yo, y me voy adelantando, que en Mariátegui podemos encontrar el primer intento de aplicación fecunda del marxismo a la realidad latinoamericana. No es casual que Mariátegui haya sido peruano. Si uno compara a Mariátegui con otros pensadores marxistas de su tiempo, la década del 20, va a notar una gran diferencia, no sólo en cuanto a la riqueza conceptual de su planteo, no sólo a lo febril de su labor, sino en cuanto a sus planteos básicos. Decía yo, no es casual que Mariátegui haya ido peruano. Primero, Perú es uno de los únicos países de América Latina en el cual la tradición positivista tuvo escaso peso. Es decir, el marxismo de Mariátegui de algún modo, empieza a operar o empieza a plantearse en una sociedad que no había conocido el positivismo. Mariátegui tiene planteos socialistas en una sociedad casi colonial, en una sociedad con escaso desarrollo capitalista. Esto es lo que lo va a hacer rico al marxismo de Mariátegui, por otra parte.
Michel Lowy, cuando plantea una periodización del marxismo en América Latina, habla de distintas etapas. Él habla de un primer período que va del año 20, aproximadamente, al 35, período en el cual la revolución en el continente se caracterizó como socialista y antiimperialista. El acontecimiento más importante de este período fue la insurrección salvadoreña, de la que hablaba Manolo hace un ratito. La figura intelectual o la figura más importante, sin duda, fue José Carlos Mariátegui. El segundo período para Lowy es el que va del 35 al 59. Justamente, un período caracterizado por un silencio apesadumbrado en torno a la figura de Mariátegui. Desaparece de la historia en este período, período que coincide con la hegemonía de las posiciones stalinistas, período que va a caracterizar la revolución en el continente como agraria y antifeudal, y antiimperialista también. La tarea concreta, en aquellos años, era la de conformar frentes populares con partidos y sectores de la burguesía. La otra etapa arranca en el 59, justamente con la Revolución Cubana, que es el acontecimiento fundamental. La figura fundamental, sin duda, Ernesto Che Guevara. Y en cuanto periodización vemos la primer gran relación. El primer período del marxismo en América Latina está dominado por la figura de Mariátegui, el segundo período por el silencio en torno a la figura de Mariátegui. El Che se va a educar en este período, precisamente; no lo va a conocer. Ahora, el Che mismo va a ser la figura más importante, la figura emblemática del tercer período. Y hay una discusión; habría que hablar de un cuarto período a partir de Chiapas. Esto no lo dice Lowy, lo planteo yo. Pero es muy probable que a partir de una lectura seria, profunda, significativa de lo que viene pasando en Chiapas desde el 94, dentro de algunos años y en perspectiva podamos hablar de una cuarta etapa del marxismo en América Latina.
Mariátegui fue acusado de muchísimas cosas, no sólo de bolcheviki como en el año 17. Fue acusado, básicamente, de europeísta y de exotista. Qué es el europeísmo, qué se entendía por europeísmo. Sectores como el aprismo calificaban al europeísmo como cualquier intento de trasladar alguna doctrina gestada en Europa, y el marxismo lo era, a la realidad latinoamericana. En contraposición, el exotismo consideraba que lo fundamental, lo determinante, era el contexto local. Mariátegui fue acusado de una y de otra cosa. En realidad, no era ninguna de las dos, puesto que ambas, europeísmo y exotismo, coincidían en un punto que era esencial. Europeístas, concretamente Partido Comunista y los partidos de izquierda; exotistas, el APRA, en particular; consideraban que en América Latina no había condiciones para una revolución de tipo socialista. Y esto es justamente lo que no creía Mariátegui. Por qué no creía esto, mejor dicho (...) cómo se atrevía a plantear el socialismo en un país de escaso desarrollo capitalista como era el Perú, uno de los países más atrasados de América. Es que Mariátegui pensó en aquellos años un socialismo con otros referentes, y esto era todo un desafío para la época, y lo sigue siendo hoy. Creo que, hoy por hoy, el desafío sigue siendo, no digo el mismo, pero muy parecido. Habría que pensar en un socialismo con otros referentes. No quiero decir que la clase obrera haya dejado de serlo, pero la clase obrera, hoy por hoy, como sujeto de la historia, comparte su rango con otros sujetos sociales. Mariátegui pensó un socialismo con referentes no clásicos. El referente clásico de todo proyecto socialista, y con más fuerza en la década del 20 y del 30, era la clase trabajadora. Mariátegui pensó en un socialismo para campesinos, en un socialismo para indios, por eso su marxismo está emparentado con el indigenismo, también. También pensó el socialismo en una sociedad fragmentada. Hoy se discute si Perú es una nación. Muchos dicen que Perú está integrado por 36 naciones distintas. Mariátegui pensó en un proyecto socialista para una nación fragmentada, para una sociedad fragmentada. Creo que si retomamos la esencia de este planteo sigue estando vigente.
Con respecto a la concepción socialista de Mariátegui, en particular, y aquí hay una relación muy fuerte con algunos planteos del Che, el socialismo de Mariátegui parte del reconocimiento de un contenido heroico de la ideología. El socialismo para Mariátegui, y también para el Che, era resultado del movimiento real, pero también era resultado de la voluntad y de la ética de los pueblos, no de hombres aislados como algunos malintencionados suponen. Una concepción que conjugaba realismo interpretativo de la realidad, por un lado, y proyecto de sociedad futura y de hombre futuro. Para ambos, y esto lo dicen claramente tanto Mariátegui como el Che, el socialismo o el marxismo, mejor dicho, es inspiración crítica más allá de cualquier doctrina. Yo creo que, de algún modo, las figuras de Mariátegui y del Che quedan limpias porque ni mariateguismo ni guevarismo cuajaron en doctrinas. Esto es una ventaja, esto permite una resignificación del pensamiento de ambos, sin taras y sin prejuicios.
También se habla del romanticismo en uno y en otro caso. Muchas veces cuando se los tilda de románticos se lo hace desde una posición peyorativa. En realidad, hay una reivindicación del romanticismo de uno y de otro, y no desde una posición peyorativa. Si nosotros pensamos que una actitud romántica en Mariátegui fue convertir lo que hasta ese momento era una rémora, algo que limitaba, en un factor de desarrollo, que lo haga funcional a la nueva sociedad. Y miren sobre el indígena, por ejemplo. El indígena hasta ese momento se consideró como un factor de retraso. Las concepciones positivistas consideraban que el indio era una rémora, y muchos socialistas plantearon la solución final del problema indígena, es decir, el exterminio. Mariátegui convertía lo que para un liberal, lo que para un positivista era una rémora en algo totalmente funcional al proyecto de nueva sociedad, por eso su reivindicación de la comunidad indígena, sin idealizarla, sin pensar que esto era un socialismo en estado larval. Mariátegui creía que la comunidad debía ser un vehículo al socialismo porque encontraba en la comunidad, en la comunidad indígena, en la comunidad campesina, elementos prácticos de socialismo, él decía elementos prácticos de socialismo. Hasta ese momento el problema del indio se lo pensaba en el Perú como un problema higiénico, o como un problema educativo, en el mejor de los casos. El indio era pobre, el indio era miserable o porque era sucio o porque era analfabeto. Mariátegui va a situar la temática indígena en su justa dirección: el problema del indio es el problema de la propiedad de la tierra, va a decir Mariátegui. Es decir, Mariátegui y el Che lograron concordar lo que hasta ese momento se planteaba como una dicotomía, como una contradicción, progreso y tradición. La tradición entendida, según Mariátegui, no como una momia. En ambos, y esto para cerrar lo que tiene que ver con actitudes románticas, en ambos aparece una dimensión ética del socialismo.
También Mariátegui ha sido acusado de irracionalista. Mariátegui inicia sus Siete ensayos, que es una de sus obras fundamentales, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, que recomiendo, con una cita de Nietzsche, pensador bastante sospechoso; y también en los Siete ensayos, y en otros trabajos, va a hacer una reivindicación del mito. Desde el marxismo fue cuestionada esta posición en Mariátegui. Concretamente, en Mariátegui el mito tiene dos dimensiones. Una es tributaria de Cassirer, un autor que publica un importante libro, en el 20, sobre las formas simbólicas. El marxismo se va a traducir en un marxismo sentido, en una religión laica, casi casi. La otra dimensión del mito que aparece en Mariátegui es más tributaria de Sorel. En este caso, el mito es definido a partir de la función concreta que puede construir en una sociedad. Es decir, va a ser recuperado como un elemento movilizador. Pensemos en el campesinado, pensemos en el indígena. El mito no puede ser asociado, en este caso en particular, a la fábula o lo alejado de la realidad; de algún modo las comunidades campesinas, el indígena, vive sumergido en el mito, el mito de algún modo es parte de sus relaciones concretas. Por este lado venía, precisamente, la reivindicación del mito en Mariátegui. El mismo Gramsci reivindicó el mito como una forma concreta y eficaz.
También podemos ubicar a Mariátegui en el marco de una tradición latinoamericana, una tradición de pensamiento latinoamericano. Una tradición que tiene que ver con la creación, una tradición que puede arrancar con Simón Rodríguez diciendo: o inventamos o erramos. Que sigue con Martí, o que puede seguir con Martí cuando éste decía: crear es la palabra de pase de nuestra generación. Sigue con Mariátegui cuando decía que el socialismo no debía ser ni calco ni copia, sino creación heroica. Y continúa con el Che cuando decía: observar, aprender, pensar, no copiar a nadie y después empezar a caminar.
Finalmente, para terminar, creo que Mariátegui y el Che constituyen dos hitos en el socialismo latinoamericano, en la concepción de la revolución. Creo que a partir de Mariátegui y a partir del Che el socialismo deja de ser, o debería dejar de ser, el plan pulcro para la acción, la doctrina cerrada, y se convierte en el simple anhelo de la actualidad toda. La revolución, a partir de ambos, abandona, o debería abandonar, los cenáculos, los claustros, los bares, los ámbitos reducidos y elitistas, y se instala, o debería instalarse, en las selvas, en los páramos, en las fábricas, en las rutas. Nada más, compañeros.
Bueno, buenas noches, compañeros. Yo voy a hablar de José Carlos Mariátegui. Realmente es difícil hablar de Mariátegui en 20 minutos, sobre todo cuando se trata de un personaje, de una figura tan importante y tan poco conocida. Voy a plantear algunos aspectos, para mí los más importantes de su práctica, de su pensamiento, y voy a intentar relacionarlo con el Che, cosa que no resulta fácil. En primer lugar, porque no fueron contemporáneos, no hay expresas referencias del primero, de Mariátegui, en la obra del Che. De todos modos, yo creo que hay, si bien no hay contacto directo entre ambos, sí podemos pensar en un contacto indirecto de ideas, de concepciones, yo diría, esenciales.
En primer lugar, me gustaría plantear desde qué presente uno va a Mariátegui. Porque en realidad, el interés por Mariátegui no partió de inquietudes académicas, sino básicamente de inquietudes políticas. Creo que el interés por Mariátegui, y también por el Che, en el caso particular mío y del grupo al que pertenezco, surge básicamente a partir de constatar la hegemonía de la cultura neoliberal. De una cultura que impone como valores el pragmatismo, el naturalismo, porque vive de algún modo su dominio como realización. Un presente también caracterizado por la denominada crisis del marxismo. Creo que cuando se habla de crisis del marxismo se habla de tres cosas distintas, que están interrelacionadas, por supuesto. La crisis del marxismo tiene que ver con los grandes referentes históricos del marxismo, el movimiento obrero, los llamados estados socialistas, los movimientos nacionalistas del Tercer Mundo. Ésta es una primera dimensión de la crisis. La otra dimensión de la crisis tiene que ver con lo que decía Frederick Jackson. Jackson decía que a cada etapa de expansión del capitalismo, que ahora vivimos en tiempos de globalización, le correspondía un período, una etapa de crisis del marxismo. Quiere decir que, ante estos cambios, el marxismo como doctrina, como teoría, como cara de una interpretación, quedaba como retrasado. Se produce una disfuncionalidad entre el marxismo, la teoría, y la nueva realidad. Ésta es la segunda dimensión. Hay una tercera dimensión, que tiene que ver con que, de algún modo, la crisis está inscripta en la naturaleza del marxismo. Si el marxismo tiene que dar respuestas revolucionarias siempre, en situaciones que nunca son las mismas, esto genera un estado de tensión constante, de algún modo es una tensión positiva. Bueno, desde esta lectura del presente uno va a Mariátegui. No quiere decir que encuentra en Mariátegui todas las respuestas para superar la situación, sería ingenuo y sería demasiado simple. Pero de algún modo se encuentra en Mariátegui, uno puede encontrar en Mariátegui, y también en el Che, algunos elementos casi esenciales que pueden servir para empezar a pensar que esta situación puede ser excedida, puede ser superada.
Pero vayamos a Mariátegui. Algunos datos biográficos, en primer lugar. Mariátegui nace en Perú el 14 de junio de 1894. Primer casualidad, nace el mismo día que el Che. Lo señalo como un dato, nada más, no es que crea en conjugaciones astrales ni mucho menos. Nace en Moquegua un pueblito al sur de Lima. Voy a señalar metas importantes en Mariátegui. Él va a participar en el periodismo, no va a tener formación académica, va a ser casi un autodidacta Mariátegui, va a participar de la bohemia. En realidad, va a ser muy conocido en el Perú primero como cronista de turf o como poeta.
La fecha clave a la que hacía referencia es 1917. En 1917 este hasta ese momento cronista de turf, poeta, ligado a la bohemia, va a ser calificado, con intento de ser agredido por supuesto, de bolcheviki. Año 1917, poco tiempo después de la Revolución. Un hombre del liberalismo, un pensador del liberalismo, llamado Miró Quesada, lo va a calificar a Mariátegui de bolcheviki. Y Mariátegui va a aceptar ese calificativo, parece que sí, era un bolcheviki.
En el año 1919 va a salir del Perú perseguido por la dictadura de Leguía y va a conocer Europa. Y esto es importante porque Mariátegui va a decir en Europa desposé una mujer y algunas ideas. Su mujer será italiana, Ana Chiappe, y las ideas a las que se refería Mariátegui eran las que lo acercaban al socialismo revolucionario. Además va a decir, esto es fundamental, en Europa descubrí América. Eran tiempos muy particulares en Europa, y cuando de Europa, en el caso de Mariátegui, hablo de Italia. Creo que un período riquísimo de la historia italiana vive Mariátegui. Va a presenciar las jornadas rojas de Turín, la situación casi pre revolucionaria o insurreccional en el norte de Italia, va a ver también el ascenso del fascismo e incluso va a participar de la fundación del Partido Comunista Italiano, en el Congreso de Livorno. Va a estar a escasos metros de Gramsci, intelectual al que nunca conoció personalmente, al que nunca leyó, y al que tanto se parece en algunos aspectos. El marxismo italiano, de algún modo, es determinante del marxismo que después va a asumir Mariátegui en América Latina. Ésta es la otra fecha, digamos, período que va del 19 al 25.
En el año 25 podemos ver que Mariátegui termina por desprenderse de algunas concepciones eurocéntricas para asumir una concepción plenamente latinoamericanista. Creo yo, y me voy adelantando, que en Mariátegui podemos encontrar el primer intento de aplicación fecunda del marxismo a la realidad latinoamericana. No es casual que Mariátegui haya sido peruano. Si uno compara a Mariátegui con otros pensadores marxistas de su tiempo, la década del 20, va a notar una gran diferencia, no sólo en cuanto a la riqueza conceptual de su planteo, no sólo a lo febril de su labor, sino en cuanto a sus planteos básicos. Decía yo, no es casual que Mariátegui haya ido peruano. Primero, Perú es uno de los únicos países de América Latina en el cual la tradición positivista tuvo escaso peso. Es decir, el marxismo de Mariátegui de algún modo, empieza a operar o empieza a plantearse en una sociedad que no había conocido el positivismo. Mariátegui tiene planteos socialistas en una sociedad casi colonial, en una sociedad con escaso desarrollo capitalista. Esto es lo que lo va a hacer rico al marxismo de Mariátegui, por otra parte.
Michel Lowy, cuando plantea una periodización del marxismo en América Latina, habla de distintas etapas. Él habla de un primer período que va del año 20, aproximadamente, al 35, período en el cual la revolución en el continente se caracterizó como socialista y antiimperialista. El acontecimiento más importante de este período fue la insurrección salvadoreña, de la que hablaba Manolo hace un ratito. La figura intelectual o la figura más importante, sin duda, fue José Carlos Mariátegui. El segundo período para Lowy es el que va del 35 al 59. Justamente, un período caracterizado por un silencio apesadumbrado en torno a la figura de Mariátegui. Desaparece de la historia en este período, período que coincide con la hegemonía de las posiciones stalinistas, período que va a caracterizar la revolución en el continente como agraria y antifeudal, y antiimperialista también. La tarea concreta, en aquellos años, era la de conformar frentes populares con partidos y sectores de la burguesía. La otra etapa arranca en el 59, justamente con la Revolución Cubana, que es el acontecimiento fundamental. La figura fundamental, sin duda, Ernesto Che Guevara. Y en cuanto periodización vemos la primer gran relación. El primer período del marxismo en América Latina está dominado por la figura de Mariátegui, el segundo período por el silencio en torno a la figura de Mariátegui. El Che se va a educar en este período, precisamente; no lo va a conocer. Ahora, el Che mismo va a ser la figura más importante, la figura emblemática del tercer período. Y hay una discusión; habría que hablar de un cuarto período a partir de Chiapas. Esto no lo dice Lowy, lo planteo yo. Pero es muy probable que a partir de una lectura seria, profunda, significativa de lo que viene pasando en Chiapas desde el 94, dentro de algunos años y en perspectiva podamos hablar de una cuarta etapa del marxismo en América Latina.
Mariátegui fue acusado de muchísimas cosas, no sólo de bolcheviki como en el año 17. Fue acusado, básicamente, de europeísta y de exotista. Qué es el europeísmo, qué se entendía por europeísmo. Sectores como el aprismo calificaban al europeísmo como cualquier intento de trasladar alguna doctrina gestada en Europa, y el marxismo lo era, a la realidad latinoamericana. En contraposición, el exotismo consideraba que lo fundamental, lo determinante, era el contexto local. Mariátegui fue acusado de una y de otra cosa. En realidad, no era ninguna de las dos, puesto que ambas, europeísmo y exotismo, coincidían en un punto que era esencial. Europeístas, concretamente Partido Comunista y los partidos de izquierda; exotistas, el APRA, en particular; consideraban que en América Latina no había condiciones para una revolución de tipo socialista. Y esto es justamente lo que no creía Mariátegui. Por qué no creía esto, mejor dicho (...) cómo se atrevía a plantear el socialismo en un país de escaso desarrollo capitalista como era el Perú, uno de los países más atrasados de América. Es que Mariátegui pensó en aquellos años un socialismo con otros referentes, y esto era todo un desafío para la época, y lo sigue siendo hoy. Creo que, hoy por hoy, el desafío sigue siendo, no digo el mismo, pero muy parecido. Habría que pensar en un socialismo con otros referentes. No quiero decir que la clase obrera haya dejado de serlo, pero la clase obrera, hoy por hoy, como sujeto de la historia, comparte su rango con otros sujetos sociales. Mariátegui pensó un socialismo con referentes no clásicos. El referente clásico de todo proyecto socialista, y con más fuerza en la década del 20 y del 30, era la clase trabajadora. Mariátegui pensó en un socialismo para campesinos, en un socialismo para indios, por eso su marxismo está emparentado con el indigenismo, también. También pensó el socialismo en una sociedad fragmentada. Hoy se discute si Perú es una nación. Muchos dicen que Perú está integrado por 36 naciones distintas. Mariátegui pensó en un proyecto socialista para una nación fragmentada, para una sociedad fragmentada. Creo que si retomamos la esencia de este planteo sigue estando vigente.
Con respecto a la concepción socialista de Mariátegui, en particular, y aquí hay una relación muy fuerte con algunos planteos del Che, el socialismo de Mariátegui parte del reconocimiento de un contenido heroico de la ideología. El socialismo para Mariátegui, y también para el Che, era resultado del movimiento real, pero también era resultado de la voluntad y de la ética de los pueblos, no de hombres aislados como algunos malintencionados suponen. Una concepción que conjugaba realismo interpretativo de la realidad, por un lado, y proyecto de sociedad futura y de hombre futuro. Para ambos, y esto lo dicen claramente tanto Mariátegui como el Che, el socialismo o el marxismo, mejor dicho, es inspiración crítica más allá de cualquier doctrina. Yo creo que, de algún modo, las figuras de Mariátegui y del Che quedan limpias porque ni mariateguismo ni guevarismo cuajaron en doctrinas. Esto es una ventaja, esto permite una resignificación del pensamiento de ambos, sin taras y sin prejuicios.
También se habla del romanticismo en uno y en otro caso. Muchas veces cuando se los tilda de románticos se lo hace desde una posición peyorativa. En realidad, hay una reivindicación del romanticismo de uno y de otro, y no desde una posición peyorativa. Si nosotros pensamos que una actitud romántica en Mariátegui fue convertir lo que hasta ese momento era una rémora, algo que limitaba, en un factor de desarrollo, que lo haga funcional a la nueva sociedad. Y miren sobre el indígena, por ejemplo. El indígena hasta ese momento se consideró como un factor de retraso. Las concepciones positivistas consideraban que el indio era una rémora, y muchos socialistas plantearon la solución final del problema indígena, es decir, el exterminio. Mariátegui convertía lo que para un liberal, lo que para un positivista era una rémora en algo totalmente funcional al proyecto de nueva sociedad, por eso su reivindicación de la comunidad indígena, sin idealizarla, sin pensar que esto era un socialismo en estado larval. Mariátegui creía que la comunidad debía ser un vehículo al socialismo porque encontraba en la comunidad, en la comunidad indígena, en la comunidad campesina, elementos prácticos de socialismo, él decía elementos prácticos de socialismo. Hasta ese momento el problema del indio se lo pensaba en el Perú como un problema higiénico, o como un problema educativo, en el mejor de los casos. El indio era pobre, el indio era miserable o porque era sucio o porque era analfabeto. Mariátegui va a situar la temática indígena en su justa dirección: el problema del indio es el problema de la propiedad de la tierra, va a decir Mariátegui. Es decir, Mariátegui y el Che lograron concordar lo que hasta ese momento se planteaba como una dicotomía, como una contradicción, progreso y tradición. La tradición entendida, según Mariátegui, no como una momia. En ambos, y esto para cerrar lo que tiene que ver con actitudes románticas, en ambos aparece una dimensión ética del socialismo.
También Mariátegui ha sido acusado de irracionalista. Mariátegui inicia sus Siete ensayos, que es una de sus obras fundamentales, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, que recomiendo, con una cita de Nietzsche, pensador bastante sospechoso; y también en los Siete ensayos, y en otros trabajos, va a hacer una reivindicación del mito. Desde el marxismo fue cuestionada esta posición en Mariátegui. Concretamente, en Mariátegui el mito tiene dos dimensiones. Una es tributaria de Cassirer, un autor que publica un importante libro, en el 20, sobre las formas simbólicas. El marxismo se va a traducir en un marxismo sentido, en una religión laica, casi casi. La otra dimensión del mito que aparece en Mariátegui es más tributaria de Sorel. En este caso, el mito es definido a partir de la función concreta que puede construir en una sociedad. Es decir, va a ser recuperado como un elemento movilizador. Pensemos en el campesinado, pensemos en el indígena. El mito no puede ser asociado, en este caso en particular, a la fábula o lo alejado de la realidad; de algún modo las comunidades campesinas, el indígena, vive sumergido en el mito, el mito de algún modo es parte de sus relaciones concretas. Por este lado venía, precisamente, la reivindicación del mito en Mariátegui. El mismo Gramsci reivindicó el mito como una forma concreta y eficaz.
También podemos ubicar a Mariátegui en el marco de una tradición latinoamericana, una tradición de pensamiento latinoamericano. Una tradición que tiene que ver con la creación, una tradición que puede arrancar con Simón Rodríguez diciendo: o inventamos o erramos. Que sigue con Martí, o que puede seguir con Martí cuando éste decía: crear es la palabra de pase de nuestra generación. Sigue con Mariátegui cuando decía que el socialismo no debía ser ni calco ni copia, sino creación heroica. Y continúa con el Che cuando decía: observar, aprender, pensar, no copiar a nadie y después empezar a caminar.
Finalmente, para terminar, creo que Mariátegui y el Che constituyen dos hitos en el socialismo latinoamericano, en la concepción de la revolución. Creo que a partir de Mariátegui y a partir del Che el socialismo deja de ser, o debería dejar de ser, el plan pulcro para la acción, la doctrina cerrada, y se convierte en el simple anhelo de la actualidad toda. La revolución, a partir de ambos, abandona, o debería abandonar, los cenáculos, los claustros, los bares, los ámbitos reducidos y elitistas, y se instala, o debería instalarse, en las selvas, en los páramos, en las fábricas, en las rutas. Nada más, compañeros.
G. Cieza:
Bueno, voy a presentar ahora al último de los docentes de esta noche, Alexis Latendorf, un veterano dirigente socialista, autor de distintos trabajos, un hombre de una enorme trayectoria en el campo de las ideas y en el campo de la militancia popular.
Bueno, voy a presentar ahora al último de los docentes de esta noche, Alexis Latendorf, un veterano dirigente socialista, autor de distintos trabajos, un hombre de una enorme trayectoria en el campo de las ideas y en el campo de la militancia popular.
Alexis Latendorf:
Lo de veterano... Bueno, después de escuchar a los disertantes anteriores tengo un poco la sensación de encontrarme ante varias muñecas rusas ¿ustedes conocen las (...) diversas figuras rusas que uno abre y hay otra adentro, y la que está adentro contiene una siguiente y así en lo sucesivo? Se han nombrado importantes sucesos de la vida política de Latinoamérica. Antes de entrar sobre el tema de Bolivia voy a referirme a dos o tres de esas muñecas rusas, quizá abriendo alguna, pero muchas puntas muy (...) De paso voy a decir que si bien no creo en circunstancias astrales, que hay astros, los hay. El 14 de junio no solamente son las fechas que se han nombrado acá, sino que es la fecha de la Reforma Universitaria. La Reforma Universitaria nació el 14 de junio de 1918 en la conservadora ciudad de Córdoba. Y les digo lo que comenté con algunos compañeros de ustedes en otras oportunidades, que el morado fue la bandera de la Reforma Universitaria porque era el color de los lienzos que cubrían las distintas imágenes religiosas que estaban en la iglesia al lado de la centenaria casa de estudios.
Me voy a referir muy brevemente a un dato anecdótico sobre Mariátegui, completando la excelente exposición de Mazzeo. Mariátegui muere sin poder conseguir piernas ortopédicas, y su mayor aspiración era obtenerlas en la ciudad de Buenos Aires. Digo esto como, también, una demostración del sentido ético de su vida. Este importante dirigente y creador mitológico no disponía de fondos ni siquiera para piernas ortopédicas. Voy a hacer referencia a algo que dijo Mazzeo, también, en el sentido de que lo considera el primer intento de un socialismo latinoamericano. Es cierto, pero yo retrocedería un poco en el tiempo para reivindicar una figura argentina injustamente olvidada, o justamente olvidada, que es el primero que en Argentina intenta imbricar el socialismo con las condiciones de nuestros países. Por supuesto, las condiciones de la república Argentina en muchos aspectos son diferentes a las de otros países. Me refiero a Enrique del Valle Iberlucea, primer senador socialista de América Latina, expulsado del senado por haber manifestado su apoyo a la Revolución bolchevique en un congreso. Entre los que votan su expulsión, su desafuero del senado, está un Saguier, en representación del radicalismo; Saguier es un apellido más o menos patricio dentro del radicalismo. Ese intento de vincular América Latina con la Revolución bolchevique le significa el desafuero y también la muerte de tristeza. Enrique del Valle Iberlucea es apenas recordado en algunas chapas, pero no por su condición de precursor de un intento de vinculación de la América Latina con las ideas revolucionarias.
Con respecto a la referencia a Gregorio Selser que hizo Gaggero, para mí es emocionante porque Gregorio Selser ha sido uno de los escritores más importantes de la izquierda argentina. Un escritor que, para defender lo que más amaba que eran los libros y los papeles en estos virulentos y duros años de la vida política argentina, debió hacer un recurso de amparo a favor de su biblioteca. Gregorio Selser, como decía Gaggero, es el historiador más importante de Sandino y entre otros libros yo les recomendaría Sandino, general de hombres libres. Gregorio Selser en el exilio en México, ya después decidió su residencia en México, dio fin voluntario a su vida hace pocos años atrás, víctima de una enfermedad muy dura.
Perdón, vuelvo a la muñeca ciega anterior. Creo que sería muy importante, no es la oportunidad, hablar de las diferencias entre el aprismo y Mariátegui, y recordar que el aprismo, el aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre, termina entregado al imperialismo, y que Mariátegui que fue el maldito del comunismo y del socialismo en nuestro país, hoy es una figura señera para prácticamente toda la izquierda argentina.
Bueno, voy a referirme finalmente, hacer una pequeña, ah, voy a hacer a Gaggero también, un pequeño recordatorio. El divorcio no es de 1986. Hubo un divorcio que instauró Perón en el 54, que varios miles de argentinos aprovecharon rápidamente para regularizar su situación. Pero después de la Libertadora, la Libertadora dejó de liberar maridos y reinstauró el vínculo indisoluble, y recién en 1986 vuelve a fijarse el divorcio.
Bueno. Una referencia última antes de empezar a conversar lo más brevemente posible, sé que ustedes están bastante cansados a esta altura de la noche, a la visión de Martí con respecto al avance imperial o imperialista. José Martí, que por otra parte es un antecesor de la Revolución Cubana, el Apóstol Martí, que no es el poeta que estudiamos en la escuela secundaria, es sí el poeta, pero es además el revolucionario, es el tipo que lucha por la liberación de su patria, Martí vio con claridad el avance de Estados Unidos hacia el sur, y creía que la barrera tenía que estar establecida por Cuba y por Puerto Rico. De ahí la importancia que siempre le dio Martí a Puerto Rico. Martí no desconocía los deseos de la anexión que tenía los Estados Unidos con respecto a la isla. Fíjense ustedes que ya a mediados del siglo pasado, el embajador norteamericano en Madrid había recibido instrucciones para comprar la isla a España, con precio y todo, no quiero equivocarme pero creo que algo así como cien millones de pesos, y le indican que les regatee si es posible obtener un precio menor. Bueno, luego vienen las guerras internas o la guerra civil en la sociedad norteamericana, que este proceso se verá acá.
Bueno, y ahora hablemos de la revolución de Bolivia del 52, que era el objetivo de mi charla. Sobre esto también quiero hacer una muy breve introducción. Yo me siento en mi país, en mi patria, como con la obligación de transmitir montones de experiencias que han sido cortadas de cuajo por la represión de la última dictadura militar. Está claro que intentaron romper nuestra dignidad histórica e impedir la transmisión de las ideas. La desaparición de 30.000 hombres y mujeres de lo mejor de nuestro país ha traído sus consecuencias. Una de las consecuencias es, a veces, el desconocimiento histórico que han tenido montones de sectores argentinos. Yo me siento con la obligación de transmitir la poca o mucha experiencia política que haya podido obtener en todos estos años. Lo hago con el deseo de que la transmisión de estos conocimientos sirvan para no caer en los mismos errores y para crear nuevos caminos, o en todo caso para equivocarnos solos. Yo confieso que al hablar de la Revolución Boliviana, como al hablar de la Revolución Cubana, siento como si expusiera parte de mi vida ante ustedes. Es decir, yo soy un producto de la Revolución Cubana, la he vivido paso a paso, desde antes, cuando la isla estaba cortada tres o cuatro meses antes del triunfo de la Revolución, prácticamente en dos, hasta el triunfo revolucionario del 1º de enero de 1959. Y conocí muy pocos días después lo que era todavía la larga vista ... en el hotel Riviera (...) ahora no sé cómo se llama el hotel, Ciudad Abierta (...) hasta advertir la corrupción, la situación de dependencia (...), activa los primeros pasos de la Revolución. Es decir que hablar para mí del Che Guevara es hablar de mi generación, y es hablar de personas que he visto y he conocido, que he admirado en vida, y cuya muerte por supuesto he sufrido con la misma intensidad que todos ustedes.
Hablemos entonces ahora de la Revolución Boliviana. Y es importante hablar de la Revolución Boliviana porque el Che elige Bolivia como el primer lugar de acceso revolucionario, y la Revolución Boliviana del 52 es un suceso en donde creo que por primera vez en la historia de América Latina, quítenme la idea alguno si no es así, el pueblo derrota al ejército, no una guerrilla armada luchando frente (...), es el pueblo (...) que logran derrocar al régimen imperante en Bolivia.
Yo les voy a agregar algunas estadísticas sobre lo que era Bolivia hacia los años 40, aproximadamente. Mientras Argentina consumía en ese entonces 119 kilos de carne por habitante durante un año, el boliviano comía 23. De pan de trigo el consumo argentino era de 152 kilos, en Chile 158, Perú 118 y en Bolivia 24. En aceite en la Argentina el promedio era de seis litros, en Brasil siete, en Paraguay cuatro y medio y en Bolivia el consumo por habitante era de 0,1 litro. Sobre 600 mil niños en edad escolar, asistían a clase 143 mil, y de estos el 74% carecían de pupitres y de bancos. Como si fuera la provincia de Buenos Aires. Para ese entonces la ciudad de La Paz carecía de aguas potables y de alcantarillado. Los asesinados en las masacres de obreros, se contaban por miles.
Pero veamos cómo llega Bolivia a esa situación. En la guerra con Chile de 1879, Bolivia pierde todos los territorios costeros al Pacífico, quedando condenada al encierro actual. Cuando el canciller boliviano Eliodoro Villazón cursa una nota a su colega chileno Koening expresando la importancia que significaba para el país del altiplano una salida al Pacífico, Koening, representante del peor conservadorismo, la peor derecha chilena, le contesta: Que el Litoral es rico y vale muchos millones, ya lo sabíamos. Por eso nos interesa, que si nada valiera no tendríamos interés en su conservación. Nuestro derecho proviene de la victoria, la ley suprema de las naciones. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó la Alsacia y la Lorena y con el mismo título con que los Estados Unidos de la América del Norte han tomado Puerto Rico.
Acá una pequeña anécdota, que a mí siempre me ha impactado, que he dado en algunas otras charlas. Cuando entran las tropas chilenas a Lima, la academia de la lengua del Perú discutía si la palabra era incánico o incásico. Entraron los militares chilenos, tiraron las puertas abajo, se llevaron preso a todos los catedráticos, no sé cual habrán elegido estos catedráticos... Y este ejemplo a veces me sirve porque veo que en muchas oportunidades la izquierda está discutiendo si la palabra es incánico o incásico, mientras los estados van a derrumbar la puerta. No, ésta no.
Bueno, al siglo siguiente Bolivia sufre la guerra del Chaco, la guerra entre Paraguay y Bolivia. Ustedes saben que nosotros el primer premio Nobel que tenemos es el de... ¿alguno lo recuerda? Carlos Saavedra Lamas. Que fue ministro del fraude en la Argentina, y que gestiona la paz del Chaco, que se firma el 12 de junio de 1935, con el cual Paraguay entra en la posesión de 235 mil kilómetros cuadrados. Fue negociada en Buenos Aires bajo los auspicios de Saavedra Lamas con la presencia de Spruille Braden, que después tendría un protagonismo importante frente a Perón, antiguo testaferro de la Standard Oil para la concesión de tierras petrolíferas en el sudeste boliviano. Es decir, era la guerra del petróleo y la guerra por la cual se entregan pozos petrolíferos a las compañías extranjeras.
Yo no tengo tiempo de referirme a los distintos sucesos a partir del 30. El 30 en Bolivia es igual que el 30 en la Argentina, igual que el 30 en toda América Latina. Es la hora de los sables, como diría Leopoldo Lugones. Pero sí voy a hacer referencia al triunfo del MNR, triunfo de los mineros y del pueblo boliviano frente al ejército, y a las medidas que toma la Revolución Boliviana del 52. En general, en Buenos Aires, en aquel entonces la izquierda no veía con buenos ojos al MNR. No lo veía por ciertos resabios fascistoides que tenía el MNR, por cierta simpatía por Alemania, que va perdiendo rápidamente a medida que se masifica dicho Movimiento. El MNR una vez tomado el poder, Paz Estenssoro estaba exiliado en la Argentina, como casi todos los dirigentes bolivianos habían estudiado o aquí en La Plata o en Salta o acá en el país, tomado el poder, el Movimiento toma las siguientes actitudes, estoy hablando de abril del 52. El gobierno de la Revolución Boliviana no cayó en algunos de los errores de la mexicana, pues aprovechó de sus experiencias; pero estuvo limitada como cualquier revolución nacional latinoamericana. Llevó a las masas indígenas a participar en la vida política, instauró el voto universal tanto para alfabetos como para analfabetos, con la oposición del Partido Comunista boliviano. El 31 de octubre de 1952, el gobierno nacionaliza las minas de los tres magnates del estaño. Bolivia dependía del estaño, dependía del parador internacional del estaño, y de los tres llamados barones del estaño, que habitualmente residían en el exterior, y de cuando en cuando iban a ocupar ministerios en Bolivia. Éstas son palabras de Paz Estenssoro cuando nacionaliza las minas: Esta mañana, en el campo de María Barzola húmedo todavía de la sangre derramada en la masacre de Cataví, se ha firmado el Decreto por el que se nacionalizan las minas de Patiño, Hochschild y Aramayo... los tres barones del estaño. El contraste entre las minas de extraordinaria riqueza y el atraso y la pobreza generales del país, hizo posible el crecimiento del desproporcionado poder de los grandes mineros. Ello fue agravado luego, por una legislación excesivamente liberal en la que no se contemplaba obligación social alguna y apenas sí insignificantes cargas tributarias. Ese poder económico que se hizo dueño a breve plazo del poder político, deformó cruelmente toda la vida boliviana. Quizo hacer de una Nación y de tres millones y medio de hombres libres una factoría acomodada a los intereses explotadores de tres individuos. El 2 de agosto del año siguiente, es decir del 53, se aprueba la ley de Reforma Agraria, por el cual el 40% de las tierras laborables pasaron a manos directas del campesinado. En julio del 52 se había instaurado el voto universal.
Bueno, yo en un trabajo que he escrito, y que El Mate publicó en Ciencias Sociales, supongo que aquí lo repartirán, terminaba esta brevísima historia de Bolivia diciendo que el pueblo armado venció al ejército profesional en las jornadas revolucionarias de abril. En la ciudad de La Paz, que para entonces apenas tenía 350 mil habitantes, el MNR podía movilizar en un par de horas cinco mil hombres armados. Terminado el flujo revolucionario, en el partido gobernante se fueron perfilando dos grandes sectores. La historia posterior marcó el fracaso de un movimiento populista y sus limitaciones ideológicas, como en el resto de América Latina. Pero en su momento significó una victoria contra la esclavitud en el campo, contra el despojo de las comunidades agrarias, contra el militarismo y el privilegio. Estos antecedentes deben haber pesado en la estrategia del Che cuando eligió el Altiplano para desarrollar su lucha.
Bueno, a mí me cabe, ya se terminó el tiempo, hacer una referencia última a la concurrencia a esta charla, la avidez de conocimiento de las jóvenes generaciones y, por qué no, la emoción que sentimos cuando nos damos cuenta que nos estamos codeando con la historia. América Latina, tal cual la pensó Bolívar, tiene que transformarse en una sola nación, manteniendo sus diferenciaciones culturales y hasta étnicas. Recién hablaban de 36 naciones dentro de Perú. Yo no sé, la Argentina no tiene 36 naciones, pero que el norte no es igual al sur, de eso estoy seguro. Pero de lo que sí estoy seguro que el drama latinoamericano está marcado por el imperialismo norteamericano y que en este momento, bajo mi óptica, hay dos tareas fundamentales a desarrollar. Luchar contra el imperialismo norteamericano, y proteger a una revolución socialista a las puertas de la Florida, proteger a una isla que no es ni siquiera el tercio de la provincia de Buenos Aires, pero que sin embargo ha sabido utilizar la honda de David contra este Goliat que tenemos al norte.
Lo de veterano... Bueno, después de escuchar a los disertantes anteriores tengo un poco la sensación de encontrarme ante varias muñecas rusas ¿ustedes conocen las (...) diversas figuras rusas que uno abre y hay otra adentro, y la que está adentro contiene una siguiente y así en lo sucesivo? Se han nombrado importantes sucesos de la vida política de Latinoamérica. Antes de entrar sobre el tema de Bolivia voy a referirme a dos o tres de esas muñecas rusas, quizá abriendo alguna, pero muchas puntas muy (...) De paso voy a decir que si bien no creo en circunstancias astrales, que hay astros, los hay. El 14 de junio no solamente son las fechas que se han nombrado acá, sino que es la fecha de la Reforma Universitaria. La Reforma Universitaria nació el 14 de junio de 1918 en la conservadora ciudad de Córdoba. Y les digo lo que comenté con algunos compañeros de ustedes en otras oportunidades, que el morado fue la bandera de la Reforma Universitaria porque era el color de los lienzos que cubrían las distintas imágenes religiosas que estaban en la iglesia al lado de la centenaria casa de estudios.
Me voy a referir muy brevemente a un dato anecdótico sobre Mariátegui, completando la excelente exposición de Mazzeo. Mariátegui muere sin poder conseguir piernas ortopédicas, y su mayor aspiración era obtenerlas en la ciudad de Buenos Aires. Digo esto como, también, una demostración del sentido ético de su vida. Este importante dirigente y creador mitológico no disponía de fondos ni siquiera para piernas ortopédicas. Voy a hacer referencia a algo que dijo Mazzeo, también, en el sentido de que lo considera el primer intento de un socialismo latinoamericano. Es cierto, pero yo retrocedería un poco en el tiempo para reivindicar una figura argentina injustamente olvidada, o justamente olvidada, que es el primero que en Argentina intenta imbricar el socialismo con las condiciones de nuestros países. Por supuesto, las condiciones de la república Argentina en muchos aspectos son diferentes a las de otros países. Me refiero a Enrique del Valle Iberlucea, primer senador socialista de América Latina, expulsado del senado por haber manifestado su apoyo a la Revolución bolchevique en un congreso. Entre los que votan su expulsión, su desafuero del senado, está un Saguier, en representación del radicalismo; Saguier es un apellido más o menos patricio dentro del radicalismo. Ese intento de vincular América Latina con la Revolución bolchevique le significa el desafuero y también la muerte de tristeza. Enrique del Valle Iberlucea es apenas recordado en algunas chapas, pero no por su condición de precursor de un intento de vinculación de la América Latina con las ideas revolucionarias.
Con respecto a la referencia a Gregorio Selser que hizo Gaggero, para mí es emocionante porque Gregorio Selser ha sido uno de los escritores más importantes de la izquierda argentina. Un escritor que, para defender lo que más amaba que eran los libros y los papeles en estos virulentos y duros años de la vida política argentina, debió hacer un recurso de amparo a favor de su biblioteca. Gregorio Selser, como decía Gaggero, es el historiador más importante de Sandino y entre otros libros yo les recomendaría Sandino, general de hombres libres. Gregorio Selser en el exilio en México, ya después decidió su residencia en México, dio fin voluntario a su vida hace pocos años atrás, víctima de una enfermedad muy dura.
Perdón, vuelvo a la muñeca ciega anterior. Creo que sería muy importante, no es la oportunidad, hablar de las diferencias entre el aprismo y Mariátegui, y recordar que el aprismo, el aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre, termina entregado al imperialismo, y que Mariátegui que fue el maldito del comunismo y del socialismo en nuestro país, hoy es una figura señera para prácticamente toda la izquierda argentina.
Bueno, voy a referirme finalmente, hacer una pequeña, ah, voy a hacer a Gaggero también, un pequeño recordatorio. El divorcio no es de 1986. Hubo un divorcio que instauró Perón en el 54, que varios miles de argentinos aprovecharon rápidamente para regularizar su situación. Pero después de la Libertadora, la Libertadora dejó de liberar maridos y reinstauró el vínculo indisoluble, y recién en 1986 vuelve a fijarse el divorcio.
Bueno. Una referencia última antes de empezar a conversar lo más brevemente posible, sé que ustedes están bastante cansados a esta altura de la noche, a la visión de Martí con respecto al avance imperial o imperialista. José Martí, que por otra parte es un antecesor de la Revolución Cubana, el Apóstol Martí, que no es el poeta que estudiamos en la escuela secundaria, es sí el poeta, pero es además el revolucionario, es el tipo que lucha por la liberación de su patria, Martí vio con claridad el avance de Estados Unidos hacia el sur, y creía que la barrera tenía que estar establecida por Cuba y por Puerto Rico. De ahí la importancia que siempre le dio Martí a Puerto Rico. Martí no desconocía los deseos de la anexión que tenía los Estados Unidos con respecto a la isla. Fíjense ustedes que ya a mediados del siglo pasado, el embajador norteamericano en Madrid había recibido instrucciones para comprar la isla a España, con precio y todo, no quiero equivocarme pero creo que algo así como cien millones de pesos, y le indican que les regatee si es posible obtener un precio menor. Bueno, luego vienen las guerras internas o la guerra civil en la sociedad norteamericana, que este proceso se verá acá.
Bueno, y ahora hablemos de la revolución de Bolivia del 52, que era el objetivo de mi charla. Sobre esto también quiero hacer una muy breve introducción. Yo me siento en mi país, en mi patria, como con la obligación de transmitir montones de experiencias que han sido cortadas de cuajo por la represión de la última dictadura militar. Está claro que intentaron romper nuestra dignidad histórica e impedir la transmisión de las ideas. La desaparición de 30.000 hombres y mujeres de lo mejor de nuestro país ha traído sus consecuencias. Una de las consecuencias es, a veces, el desconocimiento histórico que han tenido montones de sectores argentinos. Yo me siento con la obligación de transmitir la poca o mucha experiencia política que haya podido obtener en todos estos años. Lo hago con el deseo de que la transmisión de estos conocimientos sirvan para no caer en los mismos errores y para crear nuevos caminos, o en todo caso para equivocarnos solos. Yo confieso que al hablar de la Revolución Boliviana, como al hablar de la Revolución Cubana, siento como si expusiera parte de mi vida ante ustedes. Es decir, yo soy un producto de la Revolución Cubana, la he vivido paso a paso, desde antes, cuando la isla estaba cortada tres o cuatro meses antes del triunfo de la Revolución, prácticamente en dos, hasta el triunfo revolucionario del 1º de enero de 1959. Y conocí muy pocos días después lo que era todavía la larga vista ... en el hotel Riviera (...) ahora no sé cómo se llama el hotel, Ciudad Abierta (...) hasta advertir la corrupción, la situación de dependencia (...), activa los primeros pasos de la Revolución. Es decir que hablar para mí del Che Guevara es hablar de mi generación, y es hablar de personas que he visto y he conocido, que he admirado en vida, y cuya muerte por supuesto he sufrido con la misma intensidad que todos ustedes.
Hablemos entonces ahora de la Revolución Boliviana. Y es importante hablar de la Revolución Boliviana porque el Che elige Bolivia como el primer lugar de acceso revolucionario, y la Revolución Boliviana del 52 es un suceso en donde creo que por primera vez en la historia de América Latina, quítenme la idea alguno si no es así, el pueblo derrota al ejército, no una guerrilla armada luchando frente (...), es el pueblo (...) que logran derrocar al régimen imperante en Bolivia.
Yo les voy a agregar algunas estadísticas sobre lo que era Bolivia hacia los años 40, aproximadamente. Mientras Argentina consumía en ese entonces 119 kilos de carne por habitante durante un año, el boliviano comía 23. De pan de trigo el consumo argentino era de 152 kilos, en Chile 158, Perú 118 y en Bolivia 24. En aceite en la Argentina el promedio era de seis litros, en Brasil siete, en Paraguay cuatro y medio y en Bolivia el consumo por habitante era de 0,1 litro. Sobre 600 mil niños en edad escolar, asistían a clase 143 mil, y de estos el 74% carecían de pupitres y de bancos. Como si fuera la provincia de Buenos Aires. Para ese entonces la ciudad de La Paz carecía de aguas potables y de alcantarillado. Los asesinados en las masacres de obreros, se contaban por miles.
Pero veamos cómo llega Bolivia a esa situación. En la guerra con Chile de 1879, Bolivia pierde todos los territorios costeros al Pacífico, quedando condenada al encierro actual. Cuando el canciller boliviano Eliodoro Villazón cursa una nota a su colega chileno Koening expresando la importancia que significaba para el país del altiplano una salida al Pacífico, Koening, representante del peor conservadorismo, la peor derecha chilena, le contesta: Que el Litoral es rico y vale muchos millones, ya lo sabíamos. Por eso nos interesa, que si nada valiera no tendríamos interés en su conservación. Nuestro derecho proviene de la victoria, la ley suprema de las naciones. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó la Alsacia y la Lorena y con el mismo título con que los Estados Unidos de la América del Norte han tomado Puerto Rico.
Acá una pequeña anécdota, que a mí siempre me ha impactado, que he dado en algunas otras charlas. Cuando entran las tropas chilenas a Lima, la academia de la lengua del Perú discutía si la palabra era incánico o incásico. Entraron los militares chilenos, tiraron las puertas abajo, se llevaron preso a todos los catedráticos, no sé cual habrán elegido estos catedráticos... Y este ejemplo a veces me sirve porque veo que en muchas oportunidades la izquierda está discutiendo si la palabra es incánico o incásico, mientras los estados van a derrumbar la puerta. No, ésta no.
Bueno, al siglo siguiente Bolivia sufre la guerra del Chaco, la guerra entre Paraguay y Bolivia. Ustedes saben que nosotros el primer premio Nobel que tenemos es el de... ¿alguno lo recuerda? Carlos Saavedra Lamas. Que fue ministro del fraude en la Argentina, y que gestiona la paz del Chaco, que se firma el 12 de junio de 1935, con el cual Paraguay entra en la posesión de 235 mil kilómetros cuadrados. Fue negociada en Buenos Aires bajo los auspicios de Saavedra Lamas con la presencia de Spruille Braden, que después tendría un protagonismo importante frente a Perón, antiguo testaferro de la Standard Oil para la concesión de tierras petrolíferas en el sudeste boliviano. Es decir, era la guerra del petróleo y la guerra por la cual se entregan pozos petrolíferos a las compañías extranjeras.
Yo no tengo tiempo de referirme a los distintos sucesos a partir del 30. El 30 en Bolivia es igual que el 30 en la Argentina, igual que el 30 en toda América Latina. Es la hora de los sables, como diría Leopoldo Lugones. Pero sí voy a hacer referencia al triunfo del MNR, triunfo de los mineros y del pueblo boliviano frente al ejército, y a las medidas que toma la Revolución Boliviana del 52. En general, en Buenos Aires, en aquel entonces la izquierda no veía con buenos ojos al MNR. No lo veía por ciertos resabios fascistoides que tenía el MNR, por cierta simpatía por Alemania, que va perdiendo rápidamente a medida que se masifica dicho Movimiento. El MNR una vez tomado el poder, Paz Estenssoro estaba exiliado en la Argentina, como casi todos los dirigentes bolivianos habían estudiado o aquí en La Plata o en Salta o acá en el país, tomado el poder, el Movimiento toma las siguientes actitudes, estoy hablando de abril del 52. El gobierno de la Revolución Boliviana no cayó en algunos de los errores de la mexicana, pues aprovechó de sus experiencias; pero estuvo limitada como cualquier revolución nacional latinoamericana. Llevó a las masas indígenas a participar en la vida política, instauró el voto universal tanto para alfabetos como para analfabetos, con la oposición del Partido Comunista boliviano. El 31 de octubre de 1952, el gobierno nacionaliza las minas de los tres magnates del estaño. Bolivia dependía del estaño, dependía del parador internacional del estaño, y de los tres llamados barones del estaño, que habitualmente residían en el exterior, y de cuando en cuando iban a ocupar ministerios en Bolivia. Éstas son palabras de Paz Estenssoro cuando nacionaliza las minas: Esta mañana, en el campo de María Barzola húmedo todavía de la sangre derramada en la masacre de Cataví, se ha firmado el Decreto por el que se nacionalizan las minas de Patiño, Hochschild y Aramayo... los tres barones del estaño. El contraste entre las minas de extraordinaria riqueza y el atraso y la pobreza generales del país, hizo posible el crecimiento del desproporcionado poder de los grandes mineros. Ello fue agravado luego, por una legislación excesivamente liberal en la que no se contemplaba obligación social alguna y apenas sí insignificantes cargas tributarias. Ese poder económico que se hizo dueño a breve plazo del poder político, deformó cruelmente toda la vida boliviana. Quizo hacer de una Nación y de tres millones y medio de hombres libres una factoría acomodada a los intereses explotadores de tres individuos. El 2 de agosto del año siguiente, es decir del 53, se aprueba la ley de Reforma Agraria, por el cual el 40% de las tierras laborables pasaron a manos directas del campesinado. En julio del 52 se había instaurado el voto universal.
Bueno, yo en un trabajo que he escrito, y que El Mate publicó en Ciencias Sociales, supongo que aquí lo repartirán, terminaba esta brevísima historia de Bolivia diciendo que el pueblo armado venció al ejército profesional en las jornadas revolucionarias de abril. En la ciudad de La Paz, que para entonces apenas tenía 350 mil habitantes, el MNR podía movilizar en un par de horas cinco mil hombres armados. Terminado el flujo revolucionario, en el partido gobernante se fueron perfilando dos grandes sectores. La historia posterior marcó el fracaso de un movimiento populista y sus limitaciones ideológicas, como en el resto de América Latina. Pero en su momento significó una victoria contra la esclavitud en el campo, contra el despojo de las comunidades agrarias, contra el militarismo y el privilegio. Estos antecedentes deben haber pesado en la estrategia del Che cuando eligió el Altiplano para desarrollar su lucha.
Bueno, a mí me cabe, ya se terminó el tiempo, hacer una referencia última a la concurrencia a esta charla, la avidez de conocimiento de las jóvenes generaciones y, por qué no, la emoción que sentimos cuando nos damos cuenta que nos estamos codeando con la historia. América Latina, tal cual la pensó Bolívar, tiene que transformarse en una sola nación, manteniendo sus diferenciaciones culturales y hasta étnicas. Recién hablaban de 36 naciones dentro de Perú. Yo no sé, la Argentina no tiene 36 naciones, pero que el norte no es igual al sur, de eso estoy seguro. Pero de lo que sí estoy seguro que el drama latinoamericano está marcado por el imperialismo norteamericano y que en este momento, bajo mi óptica, hay dos tareas fundamentales a desarrollar. Luchar contra el imperialismo norteamericano, y proteger a una revolución socialista a las puertas de la Florida, proteger a una isla que no es ni siquiera el tercio de la provincia de Buenos Aires, pero que sin embargo ha sabido utilizar la honda de David contra este Goliat que tenemos al norte.
G. Cieza:
Antes de pasar al debate les quería comentar que la próxima clase va a ser el sábado 6 de septiembre a partir de las 18 horas, y el tema va a ser "El Che y la Revolución Cubana". Serán docentes un representante de la Embajada cubana en la Argentina, Luis Mattini y Alexis Latendorf.
Vamos a pasar ahora a la parte del debate. Acá tenemos la primera pregunta. Creo que por el contenido está dirigida a Mazzeo. De todas maneras, si alguno de los docentes quiere agregar algo, no hay ningún problema en que lo haga. La pregunta es: ¿podría aclarar el concepto de desarrollo del pensamiento de Mariátegui en un Perú no positivista?.
Antes de pasar al debate les quería comentar que la próxima clase va a ser el sábado 6 de septiembre a partir de las 18 horas, y el tema va a ser "El Che y la Revolución Cubana". Serán docentes un representante de la Embajada cubana en la Argentina, Luis Mattini y Alexis Latendorf.
Vamos a pasar ahora a la parte del debate. Acá tenemos la primera pregunta. Creo que por el contenido está dirigida a Mazzeo. De todas maneras, si alguno de los docentes quiere agregar algo, no hay ningún problema en que lo haga. La pregunta es: ¿podría aclarar el concepto de desarrollo del pensamiento de Mariátegui en un Perú no positivista?.
M. Mazzeo:
Lo señalaba porque, yo no lo dije, pero de algún modo la tradición positivista influyó fuertemente en toda la izquierda latinoamericana, fundamentalmente en los dos países donde esta tradición fue más fuerte, hablo de Argentina y de México. Entonces, en la mayoría de los países latinoamericanos, el positivismo o una tradición racionalista que también derivó en posiciones pro europeas o europeístas, influyeron marcadamente. En Perú, el positivismo no arraigó, entonces tenemos que es el único caso o casi el único caso de desarrollo del marxismo que se da sobre una base no positivista. En realidad no quiero decir, esto es una ventaja de algún modo, pero es más señal del atraso del Perú que de una posición de desarrollo cultural. En realidad, el Perú era un país casi casi colonial hacia principios del siglo XX.
Lo señalaba porque, yo no lo dije, pero de algún modo la tradición positivista influyó fuertemente en toda la izquierda latinoamericana, fundamentalmente en los dos países donde esta tradición fue más fuerte, hablo de Argentina y de México. Entonces, en la mayoría de los países latinoamericanos, el positivismo o una tradición racionalista que también derivó en posiciones pro europeas o europeístas, influyeron marcadamente. En Perú, el positivismo no arraigó, entonces tenemos que es el único caso o casi el único caso de desarrollo del marxismo que se da sobre una base no positivista. En realidad no quiero decir, esto es una ventaja de algún modo, pero es más señal del atraso del Perú que de una posición de desarrollo cultural. En realidad, el Perú era un país casi casi colonial hacia principios del siglo XX.
Pregunta:
(...)
(...)
M. Mazzeo:
Usa referentes no clásicos porque, justamente, al no tener su interpretación basamentos positivistas le permitió, de algún modo, tener una lectura distinta de la realidad, creo que por ahí viene la cosa. En realidad, el positivismo lo estoy planteando como una limitación para interpretar la realidad. Hablando concretamente, una concepción positivista en lugar de llevar a aprehender esa realidad, llevó en muchos casos a negarla por negra, por india, por mulata, por mestiza.
Usa referentes no clásicos porque, justamente, al no tener su interpretación basamentos positivistas le permitió, de algún modo, tener una lectura distinta de la realidad, creo que por ahí viene la cosa. En realidad, el positivismo lo estoy planteando como una limitación para interpretar la realidad. Hablando concretamente, una concepción positivista en lugar de llevar a aprehender esa realidad, llevó en muchos casos a negarla por negra, por india, por mulata, por mestiza.
G. Cieza:
Otra pregunta: ¿Podría explayarse sobre el pensamiento de Gramsci?.
Otra pregunta: ¿Podría explayarse sobre el pensamiento de Gramsci?.
M. Mazzeo:
Es realmente complicado hablar del pensamiento de Gramsci en ¿cuántos minutos tengo? No, no puedo decir nada en cinco minutos. Simplemente, que fue un heterodoxo del marxismo. Y cómo podríamos sintetizar la concepción gramsciana del marxismo. Podemos hablar de un marxismo, en el caso de Gramsci, que priorizó a los sujetos por sobre las estructuras. Creo que como elemento me parece fundamental para distinguirlo de otro tipo de interpretaciones de la historia del marxismo. Habría infinidad de elementos para señalar, no creo que se pueda hacer en tan poco espacio. Creo que, además, el pensamiento de Gramsci debería ser tema de un seminario, y que incluso en un seminario no se agotaría.
Es realmente complicado hablar del pensamiento de Gramsci en ¿cuántos minutos tengo? No, no puedo decir nada en cinco minutos. Simplemente, que fue un heterodoxo del marxismo. Y cómo podríamos sintetizar la concepción gramsciana del marxismo. Podemos hablar de un marxismo, en el caso de Gramsci, que priorizó a los sujetos por sobre las estructuras. Creo que como elemento me parece fundamental para distinguirlo de otro tipo de interpretaciones de la historia del marxismo. Habría infinidad de elementos para señalar, no creo que se pueda hacer en tan poco espacio. Creo que, además, el pensamiento de Gramsci debería ser tema de un seminario, y que incluso en un seminario no se agotaría.
G. Fernández:
Con respecto al tema del positivismo, que viene enlazado con esta pregunta, creo que tiene que ver con lo que hablamos al comienzo, y es la intencionalidad directa del modo de conocimiento que transmite la Cátedra. En ese sentido, la reivindicación de Mariátegui, la reivindicación de Gramsci que se hizo, obviamente entra dentro de un pensamiento heterodoxo y creativo. Lo que a nosotros nos interesa remarcar dentro de los antecedentes revolucionarios es la existencia de pespuntes de ese pensamiento en la Argentina también, que a veces se deja pasar de largo. Germán Ave Lallemant, por ejemplo, un alemán marxista de fines de siglo pasado, entre muchos otros, Manuel Ugarte, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, John William Cooke, que hablábamos antes; implica una diversidad creativa, sin desdeñar elementos clásicos de la literatura política universal, pero tomando como paradigma ese tipo de realidad criolla de la que hablaba Miguel Mazzeo antes. En ese sentido, creemos que el latinoamericanismo radicalizado del Che Guevara no está para nada por fuera de esa tradición. Obviamente le incorpora las características puntuales de una recreación del marxismo en los años 60, lo cual le da todo un tono particular. Pero viene dentro de esta tradición heterodoxa.
Con respecto al tema del positivismo, que viene enlazado con esta pregunta, creo que tiene que ver con lo que hablamos al comienzo, y es la intencionalidad directa del modo de conocimiento que transmite la Cátedra. En ese sentido, la reivindicación de Mariátegui, la reivindicación de Gramsci que se hizo, obviamente entra dentro de un pensamiento heterodoxo y creativo. Lo que a nosotros nos interesa remarcar dentro de los antecedentes revolucionarios es la existencia de pespuntes de ese pensamiento en la Argentina también, que a veces se deja pasar de largo. Germán Ave Lallemant, por ejemplo, un alemán marxista de fines de siglo pasado, entre muchos otros, Manuel Ugarte, Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, John William Cooke, que hablábamos antes; implica una diversidad creativa, sin desdeñar elementos clásicos de la literatura política universal, pero tomando como paradigma ese tipo de realidad criolla de la que hablaba Miguel Mazzeo antes. En ese sentido, creemos que el latinoamericanismo radicalizado del Che Guevara no está para nada por fuera de esa tradición. Obviamente le incorpora las características puntuales de una recreación del marxismo en los años 60, lo cual le da todo un tono particular. Pero viene dentro de esta tradición heterodoxa.
G. Cieza:
Acá hay una pregunta, dice: Ampliar el segundo período del marxismo latinoamericano. Como este concepto lo propuso Mazzeo, creo que tiene que responder.
Acá hay una pregunta, dice: Ampliar el segundo período del marxismo latinoamericano. Como este concepto lo propuso Mazzeo, creo que tiene que responder.
M. Mazzeo:
Sí, me estoy basando en una periodización de un autor francés que es Michel Lowy. Cuando habla del marxismo latinoamericano, decía yo, nombraba tres períodos, distinguía tres períodos. El segundo dije que iba del 35 al 59, período que coincide con la hegemonía de las posiciones stalinistas, aunque no sólo del stalinismo. Cuando hablamos de esta polémica, o de este debate entre exotistas y europeístas, de algún modo el europeísmo puede identificarse con el Partido Comunista o las concepciones stalinistas. Ahora, si nosotros vemos que la conclusión del exotismo era exactamente igual a la del europeísmo, vemos que hay una coincidencia fundamental. De todos modos, hablando de lo que era la izquierda, es claro que más allá de la existencia de grupos ajenos al Partido Comunista, los partidos comunistas eran, a nivel latinoamericano, uno de los sectores más importantes de la izquierda. Ser de izquierda era ser de algún partido socialista o básicamente era ser del Partido Comunista. Entonces, yo señalaba este segundo período porque la experiencia política, la experiencia vital del Che se va a dar en este período. Este segundo período va a caracterizar al mariateguismo, y lo digo casi casi en palabras textuales, como el conjunto de ideas falsas sobre la realidad y (...) de la realidad. Es decir, ser mariateguista a partir de la década del 30, del 35 concretamente, era ser casi casi un traidor. Entonces, digo, por esto el Che no lo conoce a Mariátegui, porque la cultura política de la izquierda en general, hay excepciones, durante todo este segundo período, ignoró a Mariátegui. Es un período que asume la concepción que ustedes tienen más blindada del marxismo, para usar una palabra dura, la versión más blindada de la dialéctica, un período dogmático, un período bastante poco creativo, por otra parte. Entonces, no es casual que una figura como la de Mariátegui haya sido prácticamente ignorada. Y otra cosa, en el año 29 se realiza en Buenos Aires, aunque por cuestiones de clandestinidad figura en los libros a veces como en Montevideo, un congreso muy importante de la sección sudamericana de los distintos partidos comunistas. En el Perú no existía todavía el partido comunista y Mariátegui se negaba a crearlo, prefería mantener el nombre de Partido Socialista. En ese congreso de Buenos Aires, las posiciones de los peruanos redactadas por Mariátegui y expuestas en ese congreso por dos delegados peruanos, Julio Portocarrero y Hugo Pesce, bueno me acordé de una cosa, Hugo Pesce era un importante médico leprólogo y el Che va a estar en su casa en su primer gran viaje con Granado, concretamente. Bueno, lo concreto es que las posiciones de los peruanos redactadas por Mariátegui son rebatidas en este congreso. El Partido Comunista del Perú se va a crear en la chacra (...) en Perú, en 1930, dos meses después de la muerte de Mariátegui. Y junto con la creación del Partido Comunista peruano se inicia este período de ocultamiento y de oscuridad en torno de la historia y figura del pensamiento de Mariátegui. No sé si está más o menos respondida la pregunta, se puede hablar mucho de este segundo período. En síntesis, este período nos habla de una etapa poco creativa desde el pensamiento, y desde el punto de vista de las prácticas, más allá de algunas actitudes dignas, podemos destacar que fue una práctica bastante reaccionaria en líneas generales, o poco popular o poco revolucionaria, mejor dicho.
Sí, me estoy basando en una periodización de un autor francés que es Michel Lowy. Cuando habla del marxismo latinoamericano, decía yo, nombraba tres períodos, distinguía tres períodos. El segundo dije que iba del 35 al 59, período que coincide con la hegemonía de las posiciones stalinistas, aunque no sólo del stalinismo. Cuando hablamos de esta polémica, o de este debate entre exotistas y europeístas, de algún modo el europeísmo puede identificarse con el Partido Comunista o las concepciones stalinistas. Ahora, si nosotros vemos que la conclusión del exotismo era exactamente igual a la del europeísmo, vemos que hay una coincidencia fundamental. De todos modos, hablando de lo que era la izquierda, es claro que más allá de la existencia de grupos ajenos al Partido Comunista, los partidos comunistas eran, a nivel latinoamericano, uno de los sectores más importantes de la izquierda. Ser de izquierda era ser de algún partido socialista o básicamente era ser del Partido Comunista. Entonces, yo señalaba este segundo período porque la experiencia política, la experiencia vital del Che se va a dar en este período. Este segundo período va a caracterizar al mariateguismo, y lo digo casi casi en palabras textuales, como el conjunto de ideas falsas sobre la realidad y (...) de la realidad. Es decir, ser mariateguista a partir de la década del 30, del 35 concretamente, era ser casi casi un traidor. Entonces, digo, por esto el Che no lo conoce a Mariátegui, porque la cultura política de la izquierda en general, hay excepciones, durante todo este segundo período, ignoró a Mariátegui. Es un período que asume la concepción que ustedes tienen más blindada del marxismo, para usar una palabra dura, la versión más blindada de la dialéctica, un período dogmático, un período bastante poco creativo, por otra parte. Entonces, no es casual que una figura como la de Mariátegui haya sido prácticamente ignorada. Y otra cosa, en el año 29 se realiza en Buenos Aires, aunque por cuestiones de clandestinidad figura en los libros a veces como en Montevideo, un congreso muy importante de la sección sudamericana de los distintos partidos comunistas. En el Perú no existía todavía el partido comunista y Mariátegui se negaba a crearlo, prefería mantener el nombre de Partido Socialista. En ese congreso de Buenos Aires, las posiciones de los peruanos redactadas por Mariátegui y expuestas en ese congreso por dos delegados peruanos, Julio Portocarrero y Hugo Pesce, bueno me acordé de una cosa, Hugo Pesce era un importante médico leprólogo y el Che va a estar en su casa en su primer gran viaje con Granado, concretamente. Bueno, lo concreto es que las posiciones de los peruanos redactadas por Mariátegui son rebatidas en este congreso. El Partido Comunista del Perú se va a crear en la chacra (...) en Perú, en 1930, dos meses después de la muerte de Mariátegui. Y junto con la creación del Partido Comunista peruano se inicia este período de ocultamiento y de oscuridad en torno de la historia y figura del pensamiento de Mariátegui. No sé si está más o menos respondida la pregunta, se puede hablar mucho de este segundo período. En síntesis, este período nos habla de una etapa poco creativa desde el pensamiento, y desde el punto de vista de las prácticas, más allá de algunas actitudes dignas, podemos destacar que fue una práctica bastante reaccionaria en líneas generales, o poco popular o poco revolucionaria, mejor dicho.
G. Cieza:
Acá viene una pregunta caminando, dice así: Un pensador fundamental de gran creatividad en el final de ese segundo período que desarrolla unilateralmente y sin o poco dogmáticamente fue Silvio Frondizi. Aporta el concepto de integración mundial del capitalismo, entre otros aportes. Esto es un aporte.
Acá viene una pregunta caminando, dice así: Un pensador fundamental de gran creatividad en el final de ese segundo período que desarrolla unilateralmente y sin o poco dogmáticamente fue Silvio Frondizi. Aporta el concepto de integración mundial del capitalismo, entre otros aportes. Esto es un aporte.
M. Mazzeo:
Sí, yo estoy de acuerdo con lo que señala el compañero. Incluso creo que Silvio Frondizi, antes que el Che, va a decir que las burguesías nacionales en América Latina no tienen posibilidades de encabezar ningún proceso de liberación nacional. Mariátegui también lo decía mucho antes que Silvio Frondizi, pero Silvio Frondizi lo va a destacar. Lo que también es muy difícil, además, porque las periodizaciones son siempre arbitrarias, yo no sé si pensar a Silvio Frondizi como un pensador del segundo período. Tiendo a vincularlo más con la post Revolución Cubana, verlo ya como fruto de esa época, verlo después del 59, más allá de que parte de su obra sea anterior.
Sí, yo estoy de acuerdo con lo que señala el compañero. Incluso creo que Silvio Frondizi, antes que el Che, va a decir que las burguesías nacionales en América Latina no tienen posibilidades de encabezar ningún proceso de liberación nacional. Mariátegui también lo decía mucho antes que Silvio Frondizi, pero Silvio Frondizi lo va a destacar. Lo que también es muy difícil, además, porque las periodizaciones son siempre arbitrarias, yo no sé si pensar a Silvio Frondizi como un pensador del segundo período. Tiendo a vincularlo más con la post Revolución Cubana, verlo ya como fruto de esa época, verlo después del 59, más allá de que parte de su obra sea anterior.

J. Pérez:
Sobre Silvio Frondizi, para que vean cómo se pensaba en la época. Él, aparte de las cuestiones que han expresado los compañeros, analizó qué iba a pasar con las promesas hechas por Arturo Frondizi, y estuvo completamente acertada. Ahora, qué decían sus detractores, entre ellos el Partido Comunista. Decían: Silvio Frondizi se dio cuenta que Arturo Frondizi iba a traicionar porque como era el hermano sabía que era un hijo de puta...
Sobre Silvio Frondizi, para que vean cómo se pensaba en la época. Él, aparte de las cuestiones que han expresado los compañeros, analizó qué iba a pasar con las promesas hechas por Arturo Frondizi, y estuvo completamente acertada. Ahora, qué decían sus detractores, entre ellos el Partido Comunista. Decían: Silvio Frondizi se dio cuenta que Arturo Frondizi iba a traicionar porque como era el hermano sabía que era un hijo de puta...
G. Cieza:
Bueno, si no hay otra pregunta o reflexión me queda agradecer a los docentes que han estado presentes hoy, y muy especialmente al compañero Orlando Díaz de la Embajada de Cuba, y también a todos ustedes que en esta actividad que hemos iniciado hoy, con más de mil inscriptos, creo que para una cátedra de la universidad representa un hecho histórico en la Universidad de La Plata. Muchas gracias a todos.
Bibliografía
Contexto histórico de la revolución latinoamericana
1- Historia de la América Latina durante la primera etapa de la crisis general del capitalismo (1917-1939). Edic. Combinado Poligráfico Evelio Rodríguez Curbelo. "Contradicciones interimperialistas en América Latina entre las dos guerras mundiales (1917-1939)" (cap. 1, pp. 3-30).
2- Jaime Wheelock Roman. Raíces Indígenas de la lucha anticolonialista en Nicaragua. Editorial Nueva Nicaragua. V. "Las luchas civiles por la independencia. Fiebres y serviles" (pp. 86-108). VI. "La guerra de las comunidades, 1881" (pp. 109-118). Bibliografía básica citada.
3- Fernando Centeno Zapata. Primeros pasos del socialismo en Nicaragua. Club del libro nicaragüense. "Presencia del socialismo en Nicaragua. Primera etapa". "El Partido Trabajador Nicaragüense (PTN). Segunda etapa".
4- Sergio Ramírez. El pensamiento vivo de Sandino. Editorial Nueva Nicaragua. "Cronología de Augusto César Sandino. 1895-1934".
5- Abel Alexis Latendorf. Bolivia 1952. Revolución o rosca. Buenos Aires, 1997.
6- José Martí. Obras Completas. Tomo I: "Política y revolución". Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963. Prólogo, por Juan Marinello (pp. 15-20). - "Cuba y los Estados Unidos" (pp. 230-241). "¿Queremos a Cuba?", por The Manufacturer. "Una opinión proteccionista sobre la anexión de Cuba", por The Evening Post. "Vindicación de Cuba". - "1892" (pp. 278-284). "Bases del Partido Revolucionario Cubano". "Estatutos secretos del Partido".
7- Julio Antonio Mella. Escritos revolucionarios. Siglo Veintiuno, México, 1978. "Glosas al pensamiento de José Martí" (pp. 116-121).
8- Néstor Kohan. "El marxismo en América Latina. Julio Antonio Mella". En: Crítica de nuestro tiempo, Nº 9, Julio-agosto-septiembre de 1994.
9- Aníbal Ponce. Obras Completas. Tomo 4. Ed. Cartago, Bs. As., 1974. "La unión latinoamericana" (pp. 521-523).
10- Deodoro Roca. "La juventud universitaria de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica". (Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918). En: Alberto Ciria y Horacio Sanguinetti. Los Reformistas. Jorge Álvarez Ed., Bs. As., 1968.
11- José Carlos Mariátegui. "Presentación de Amauta". Septiembre de 1926. "Polémica con el Aprismo". Julio-noviembre de 1929. "Heterodoxia de la tradición". Noviembre de 1927. "Bolschevikis, aquí". Abril de 1918. "El exilio de Trotsky". Febrero de 1929. "Punto de vista anti-imperialista". Junio de 1929.
12- Miguel Mazzeo. Volver a Mariátegui. Ed. del Centro de Estudios Universitarios José Carlos Mariátegui, Buenos Aires, 1995. Introducción (pp. 11-17). Cap. 1: "Mariátegui y el marxismo latinoamericano. Crítica a una lectura heredada" (pp. 19-32). Cap. 3: "Mariátegui y la crisis del marxismo" (pp. 39-49). Cap. 6: "El mito. Mariátegui y Cooke" (pp. 71-78).
13- Néstor Kohan. "Los combates de Mariátegui. Una aproximación político filosófica a su obra". En: Mariátegui. Historia y presente del marxismo en América.
14- Julio Gambina. "Actualidad de Mariátegui en la agenda de la izquierda a fines del siglo XX". En: Mariátegui. Historia y presente del marxismo en América.
* La Cátedra recomienda, para este tema, la lectura de:
- Gregorio Selser. Sandino, general de hombres libres.
- Gregorio Selser. El pequeño ejército loco.
Los cuadernillos de las desgrabaciones y de los textos que se indican en la bibliografía están disponibles para consulta en la Biblioteca Popular Héctor Germán Oesterheld.
Bueno, si no hay otra pregunta o reflexión me queda agradecer a los docentes que han estado presentes hoy, y muy especialmente al compañero Orlando Díaz de la Embajada de Cuba, y también a todos ustedes que en esta actividad que hemos iniciado hoy, con más de mil inscriptos, creo que para una cátedra de la universidad representa un hecho histórico en la Universidad de La Plata. Muchas gracias a todos.
Bibliografía
Contexto histórico de la revolución latinoamericana
1- Historia de la América Latina durante la primera etapa de la crisis general del capitalismo (1917-1939). Edic. Combinado Poligráfico Evelio Rodríguez Curbelo. "Contradicciones interimperialistas en América Latina entre las dos guerras mundiales (1917-1939)" (cap. 1, pp. 3-30).
2- Jaime Wheelock Roman. Raíces Indígenas de la lucha anticolonialista en Nicaragua. Editorial Nueva Nicaragua. V. "Las luchas civiles por la independencia. Fiebres y serviles" (pp. 86-108). VI. "La guerra de las comunidades, 1881" (pp. 109-118). Bibliografía básica citada.
3- Fernando Centeno Zapata. Primeros pasos del socialismo en Nicaragua. Club del libro nicaragüense. "Presencia del socialismo en Nicaragua. Primera etapa". "El Partido Trabajador Nicaragüense (PTN). Segunda etapa".
4- Sergio Ramírez. El pensamiento vivo de Sandino. Editorial Nueva Nicaragua. "Cronología de Augusto César Sandino. 1895-1934".
5- Abel Alexis Latendorf. Bolivia 1952. Revolución o rosca. Buenos Aires, 1997.
6- José Martí. Obras Completas. Tomo I: "Política y revolución". Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963. Prólogo, por Juan Marinello (pp. 15-20). - "Cuba y los Estados Unidos" (pp. 230-241). "¿Queremos a Cuba?", por The Manufacturer. "Una opinión proteccionista sobre la anexión de Cuba", por The Evening Post. "Vindicación de Cuba". - "1892" (pp. 278-284). "Bases del Partido Revolucionario Cubano". "Estatutos secretos del Partido".
7- Julio Antonio Mella. Escritos revolucionarios. Siglo Veintiuno, México, 1978. "Glosas al pensamiento de José Martí" (pp. 116-121).
8- Néstor Kohan. "El marxismo en América Latina. Julio Antonio Mella". En: Crítica de nuestro tiempo, Nº 9, Julio-agosto-septiembre de 1994.
9- Aníbal Ponce. Obras Completas. Tomo 4. Ed. Cartago, Bs. As., 1974. "La unión latinoamericana" (pp. 521-523).
10- Deodoro Roca. "La juventud universitaria de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica". (Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918). En: Alberto Ciria y Horacio Sanguinetti. Los Reformistas. Jorge Álvarez Ed., Bs. As., 1968.
11- José Carlos Mariátegui. "Presentación de Amauta". Septiembre de 1926. "Polémica con el Aprismo". Julio-noviembre de 1929. "Heterodoxia de la tradición". Noviembre de 1927. "Bolschevikis, aquí". Abril de 1918. "El exilio de Trotsky". Febrero de 1929. "Punto de vista anti-imperialista". Junio de 1929.
12- Miguel Mazzeo. Volver a Mariátegui. Ed. del Centro de Estudios Universitarios José Carlos Mariátegui, Buenos Aires, 1995. Introducción (pp. 11-17). Cap. 1: "Mariátegui y el marxismo latinoamericano. Crítica a una lectura heredada" (pp. 19-32). Cap. 3: "Mariátegui y la crisis del marxismo" (pp. 39-49). Cap. 6: "El mito. Mariátegui y Cooke" (pp. 71-78).
13- Néstor Kohan. "Los combates de Mariátegui. Una aproximación político filosófica a su obra". En: Mariátegui. Historia y presente del marxismo en América.
14- Julio Gambina. "Actualidad de Mariátegui en la agenda de la izquierda a fines del siglo XX". En: Mariátegui. Historia y presente del marxismo en América.
* La Cátedra recomienda, para este tema, la lectura de:
- Gregorio Selser. Sandino, general de hombres libres.
- Gregorio Selser. El pequeño ejército loco.
Los cuadernillos de las desgrabaciones y de los textos que se indican en la bibliografía están disponibles para consulta en la Biblioteca Popular Héctor Germán Oesterheld.
