
La Plata, 1969. El diario LA GACETA DE LA TARDE, en su suplemento de historietas que aparece los martes, comienza la publicación de esta serie, que trata de la inminente invasión a esa ciudad proveniente del espacio exterior. Las cinco primeras entregas son relatadas -a modo de grabación- a través de cristales: posteriormente es el profesor Lugones quien hace conocer los hechos de la Guerra Grande. Lucho Fuentes es un aventajado estudiante que ha postergado la facultad para dedicarse al estudio y experimentación en la bioingeniería y bioelectrónica, disciplinas de vanguardia en las que ha logrado interesantes descubrimientos. Comienza a percibir extraños mensajes telepáticos. Tras un encuentro con un ex profesor suyo del Nacional -el señor Lugones- los mensajes lo inducen todos a un mismo destino: el Museo de Ciencias Naturales.
Lucho, Cosme y el Chango, ayudantes en su taller, y el profesor Lugones van al museo, donde se encuentran con Viki, paleontóloga, que trabaja allí. Lucho "siente" que debe derribar un muro: hecho esto descubren un viejo túnel que los conduce hasta la increíble morada de Aranko, ser del planeta Gelo y responsable de los mensajes que recibe Lucho.
Aranko los pone en antecedentes de la invasión que viene en marcha: los Kurkos, con su ejército de Morugos, planean apoderarse de la Tierra. El gelo los instruye sin perder tiempo y todos trabajan frenéticamente para armar una impresionante red de terminaciones nerviosas, ojos y cerebros cultivados que al entrar en acción crearán una pantalla que rodeará a la Tierra para salvarla.
Las naves invasoras se acercan, el grupo se desespera para concluir la instalación; cuando ya lo han logrado... se desconecta. La reparan, nueva desconexión: sabotaje. Descubren que Viki es la culpable y la encierran. Otra vez tienen inconvenientes y ahora el responsable es Lucho... Aranko aclara todo: han sido víctimas del manipuleo mental ejercido por un murto, ser que por siglos lo ha combatido para dominar el planeta. Aranko muere, Lucho lo abraza; también muere... El grupo, desolado, ve por la pantalla de la TV intergaláctica que el comandante kurko ordena que la flota se retire; ante la oposición de sus hombres los pasa por las armas. Pronto se descubre la realidad: Lucho fue enviado a la nave madre y ahora, convertido en El Astrón, decide llevarse con él a sus amigos.
Tras unas primeras entregas realizadas por Lito Fernández, es Oswal quien dibuja la mayor parte de esta serie de Héctor Germán Oesterheld.
Hernán Ostuni / Rodríguez Van Rousselt
(Oesterheld en primera persona. HGO, su vida y su obra - Volumen 1. La Bañadera del Comic, 2005).