Aparece en la revista DRAGÓN BLANCO, desde su NRO. 8 -31/8/55-, con dibujos de Carlos Clemen. Desgraciadamente todo indica que la revista desaparece luego del número nueve, del 7/9/55, privándonos del desarrollo argumental que de todas maneras en las dos entregas conocidas aporta ricos ingredientes.
Pedro Nuncan vive en un barrio suburbano, reconociéndose calles de tierra con los clásicos puentecitos para cruzar las zanjas. La acción transcurre en 1970, es decir quince años más tarde de la época de su producción. Lobo, apelativo que debe a su actividad boxística, retorna de su trabajo como tornero a la pensión de Doña Pepa; una linda vecina, que se adivina novia o proyecto de tal, lo recibe; "Lobo" le da minga de bola: quiere terminar esa noche de construir el receptor que le permitirá captar las emisiones de la primera expedición lunar. Ve interrumpido su trabajo por tres sujetos que quieren conversar con él, sabiendo muchas cosas de su persona, entre ellas que es un experto aviador, pese a su juventud.
Los recién llegados no andan con vueltas; dos millones, uno ya y otro después del trabajito: arrojar una granada subatómica en el barrio desde un avión. La muerte y la destrucción abarcarían un radio amplio, pero cerca y fuera de él se encuentran los depósitos del Banco Federal, que serían prontamente visitados por la banda, aprovechando la enorme confusión que reinaría.
La indignación, la furia incontenible hace que Lobo se trabe en lucha con los tres, que terminan derribándolo con un disparo de una desconocida arma.
Despierta en un extraño laboratorio acompañado del trío; el que parece dirigir el grupo es un profesor, que le informa que el disparo sólo tuvo como objeto anestesiarlo y que la proposición que le habían hecho era a fin de probar definitivamente su hombría de bien y ponerlo en condiciones de soportar el tratamiento que lo ha de convertir en un "Montonero" y le permitirá manejar un arma secreta.
Pasa a referirle luego un extraño relato: Muchos años atrás un director de escuela en la provincia de Córdoba descubrió siniestrado en la ladera de una sierra un vehículo extraterrestre, con un extraño ser, muy herido. Sobrevivió unos días, y en uno de ellos se puso en contacto telepático con el director, a quien transmitió una cantidad asombrosa de conocimientos científicos. A su vez, el director antes de morir puso al tanto de los conocimientos al profesor que ahora relataba todo a Lobo, aconsejándole que los guardase para sí y para un pequeño grupo de hombres elegidos. El profesor tomó para sí la tarea y formó un grupo al que dio el nombre de "Montoneros".
Los conocimientos adquiridos permitieron a este grupo contar con una serie de adelantos: le refiere que con uno de ellos, la cosmoradio, han captado emisiones radiales hechas en planetas remotísimos y de tal manera conocen le existencia de un planeta, Tenebro, invisible pues no refleja la luz solar, ya que los tenebros aprendieron a absorberla y usarla como fuente de energía; estos seres son invasores de planetas y en el momento de cerrar la segunda -¿y última?- entrega, se dirigían a la Tierra con tal fin.
Andrés Ferreiro
(Oesterheld en primera persona. HGO, su vida y su obra - Volumen 1. La Bañadera del Comic, 2005).
Pedro Nuncan vive en un barrio suburbano, reconociéndose calles de tierra con los clásicos puentecitos para cruzar las zanjas. La acción transcurre en 1970, es decir quince años más tarde de la época de su producción. Lobo, apelativo que debe a su actividad boxística, retorna de su trabajo como tornero a la pensión de Doña Pepa; una linda vecina, que se adivina novia o proyecto de tal, lo recibe; "Lobo" le da minga de bola: quiere terminar esa noche de construir el receptor que le permitirá captar las emisiones de la primera expedición lunar. Ve interrumpido su trabajo por tres sujetos que quieren conversar con él, sabiendo muchas cosas de su persona, entre ellas que es un experto aviador, pese a su juventud.
Los recién llegados no andan con vueltas; dos millones, uno ya y otro después del trabajito: arrojar una granada subatómica en el barrio desde un avión. La muerte y la destrucción abarcarían un radio amplio, pero cerca y fuera de él se encuentran los depósitos del Banco Federal, que serían prontamente visitados por la banda, aprovechando la enorme confusión que reinaría.
La indignación, la furia incontenible hace que Lobo se trabe en lucha con los tres, que terminan derribándolo con un disparo de una desconocida arma.
Despierta en un extraño laboratorio acompañado del trío; el que parece dirigir el grupo es un profesor, que le informa que el disparo sólo tuvo como objeto anestesiarlo y que la proposición que le habían hecho era a fin de probar definitivamente su hombría de bien y ponerlo en condiciones de soportar el tratamiento que lo ha de convertir en un "Montonero" y le permitirá manejar un arma secreta.
Pasa a referirle luego un extraño relato: Muchos años atrás un director de escuela en la provincia de Córdoba descubrió siniestrado en la ladera de una sierra un vehículo extraterrestre, con un extraño ser, muy herido. Sobrevivió unos días, y en uno de ellos se puso en contacto telepático con el director, a quien transmitió una cantidad asombrosa de conocimientos científicos. A su vez, el director antes de morir puso al tanto de los conocimientos al profesor que ahora relataba todo a Lobo, aconsejándole que los guardase para sí y para un pequeño grupo de hombres elegidos. El profesor tomó para sí la tarea y formó un grupo al que dio el nombre de "Montoneros".
Los conocimientos adquiridos permitieron a este grupo contar con una serie de adelantos: le refiere que con uno de ellos, la cosmoradio, han captado emisiones radiales hechas en planetas remotísimos y de tal manera conocen le existencia de un planeta, Tenebro, invisible pues no refleja la luz solar, ya que los tenebros aprendieron a absorberla y usarla como fuente de energía; estos seres son invasores de planetas y en el momento de cerrar la segunda -¿y última?- entrega, se dirigían a la Tierra con tal fin.
Andrés Ferreiro
(Oesterheld en primera persona. HGO, su vida y su obra - Volumen 1. La Bañadera del Comic, 2005).